El Atlético consigue su pleno al 15 ante un triste Villarreal

El Atlético consigue su pleno al 15 ante un triste Villarreal

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3-1 en el Metropolitano

Actualizado

Los rojiblancos se llevan el partido en el tramo final tras una gran insistencia ofensiva, aunque algo falta de remate (3-1).

Griezmann festeja su gol al Villarreal.AFP

Era día de celebración con el 15 como número mágico. Pleno al 15 de victorias rojiblancas en casa en LaLiga, empate a 15 derrotas entre ambos conjuntos y renovación para que Simeone llegue a 15 años como entrenador rojiblanco. Casi nada. Un 1 seguro en la quiniela en una noche agradable en el Metropolitano, como al final ocurrió. [Narración y estadísticas (3-1)]

Los jugadores rojiblancos salieron con ganas de agradar al Cholo: combinativos, profundos y con una presión efectiva en campo rival. El Villarreal era un espectro del submarino amarillo: con miedo a la pelota, perdiendo tiempo e inseguro. No era mejor con Pacheta, pero era un trago dejar este partido a Miguel Ángel Tena a la espera de Marcelino. El Atlético no suele tener compasión.

La tuvo al inicio, porque llegaba, pero no remataba y el Villarreal, aceptando haber regalado los primeros 15 minutos, se asomó en dos ocasiones a la portería de Oblak comandado por un Gerard Moreno estelar. Suyo fue el primero del partido tras una gran jugada colectiva superando la presión atlética. Aprovechó el rechace de un disparo de Sorloth para ponerla en la red.

Una isla en el desierto

Y con ese ritmo cansino, como para no despertar a la bestia, el Villarreal salía con peligro y por poco se va con el segundo antes del descanso si Oblak no saca una gran mano ante Sorloth. El noruego se movió bien buscando la espalda de Witsel y aprovechando la profundidad de Molina en ataque, hasta que se rompió a la media hora. Cansa mucho ser una isla en el desierto.

Triunfaba momentáneamente el fútbol sin intensidad pero con inteligencia, fútbol cansino. Eso define bastante el juego de Parejo, el metrónomo del Villarreal. El del Atleti lo hace Koke, que disfruta de echar balones a la espalda de los laterales, cosa que apenas pudo hacer por la altura de la defensa amarilla, pegada a su portero. Así que el ataque se basó en centros laterales, que no acababan de encontrar rematador, con Morata bien controlado por Albiol. Un cabezazo suyo y un tiro de Griezmann, las más peligrosas.

Hasta que los rojiblancos entendieron que el fútbol se juega mejor por bajo. Lo hizo el de siempre. El francés aprovechó una descarga en profundidad de Riquelme para meter un pase raso que se paseó por el área amarilla hasta que se lo encontró Witsel, su primer gol como rojiblanco. Tablas.

Una de las ocasiones que Morata no pudo culminar en gol.AFP

Simeone metió más intensidad con Llorente y el Villarreal sacó a Akhomach por un Yeremy Pino que salía de lesión. Curiosamente, el Atlético se apagó un poco y el Villarreal buscó algo más el balón y casi hace el segundo tras un robo en campo contrario, pero falló Gerard. Esa ocasión pareció despertar al Atlético. En apenas cinco minutos, tres ocasiones clarísimas. Dos cabezazos de Morata cada uno más claro que el anterior, ambos a centros de Llorente, y una llegada de Riquelme. Las tornas volvían a su lugar.

Remontada

Salían Lino y Correa a intentar transformar el dominio del Atlético en gol. Riquelme había llegado mucho, pero con poca concreción y De Paul había alternado momentos buenos con malos, los buenos coincidían con la conexión argentina con Molina. Cambiado de banda con la salida de Llorente había perdido peso en el juego. Griezmann volvía al lugar donde destacó ante el Celtic.

Pero lo del francés este año es un todocampismo con filo. Griezmann culminó la remontada y se convirtió en el segundo máximo goleador de la historia del Atlético, empatado con Adrián Escudero, tras un gran pase de Llorente que había recogido un estupendo balón de Koke a la espalda de Alberto Moreno. Hasta ahí había llegado la resistencia del Villarreal. No había sido poco. 80 minutos. Luego ya Lino puso el tercero a la contra tras una gran ruptura de Barrios. El Cívitas despidió a sus héroes tras una vuelta de honor, mientras Ramón Terrats lloraba desconsolado tras una nueva derrota de su equipo.

kpd