La coreana A Lim Kim, ganadora del US Open femenino en 2020, falló su putt para birdie. Tenía unos cinco metros y una caída complicada de izquierda a derecha. La bola se quedó a unos 30 centímetros del hoyo. Muchos jugadores hubieran caminado y simplemente habrían embocado, un pequeño trámite sin más, alguno incluso pateando con una sola mano. Sin embargo, la coreana colocó los pies a ambos lados de la bola e inició su rutina de AimPoint. Todo ello ante el estupor de los presentes y la indignación en las redes sociales. La imagen se viralizó rápidamente. ¿Una parafernalia innecesaria o un sistema revolucionario que ha cambiado el concepto de patear? El dinero saudí no es lo único que ha dividido al golf en estos tiempos.
Aproximadamente un 20% de los jugadores del PGA Tour utilizan el AimPoint, un sistema de lectura de caídas que enseña cómo predecir con exactitud el movimiento de la bola en cualquier campo y en cualquier green. Un sistema, que se aprende en cursos de dos horas y media y que utiliza una serie de tablas que sirven de orientación al jugador, que va ganando cada vez más adeptos. El problema es que su uso extendido en la actualidad choca con la nueva política del circuito, que pretende erradicar el juego lento. El descenso de las audiencias televisivas en Estados Unidos ha hecho saltar todas las alarmas en 2025. Ahora, el PGA Tour estudia cambiar su política y luchar contra las rondas de casi seis horas que se están normalizando en los últimos años en el Circuito Americano.
Son muchos los que han puesto en el foco en el AimPoint y consideran que es un sistema cuya rutina ralentiza el juego y además va en contra de las reglas de cortesía, al permitir que los jugadores que lo utilizan pisen alrededor del hoyo. Fue el último ganador del US Open, Lucas Glover, el que levantó las hostilidades hace unos días: «El AimPoint no ha ayudado a nadie a embocar más putts desde sus inicios en el PGA Tour. Las estadísticas lo han confirmado. También es un poco grosero estar cerca del hoyo, pisoteando para averiguar dónde está la caída. Hay que prohibirlo. Tardan una eternidad».
Jake Knapp observa la caída de la bola en el green.GETTY
Y entonces, ¿qué hacer? Lo primero es bajar un poco más al detalle del sistema. Daniel Colomar, uno de los grandes instructores de putt en España, es además un especialista en esta técnica. «El AimPoint nace de un ingeniero que hizo un acercamiento matemático para predecir las caídas en los greenes, construyó un software y metió todas las variables que puede tener un putt (inclinación, velocidad de la superficie, ángulo, longitud de putt y hasta la hierba del green). Terminó vendiendo el sistema a una televisión americana. A raíz de ahí, la conclusión es simple. Si yo puedo predecir las caídas desde mi casa, también debería hacerlo la gente que está jugando», dice. Mark Sweeney, un profesional de golf, bautizó el sistema como AimPoint hace algunos años. El método se ha ido perfeccionando hasta llegar a una compleja rutina que incluye sentir la pendiente del green con tu cuerpo y tus pies o ayudar a tu vista con tus dedos para determinar el porcentaje de caída. Todo por una obsesión: meter la bola en un hoyo de 108 milímetros de diámetro.
David Morago es profesional e instructor de golf y ahora desempeña labores de caddie. Él aprendió la técnica del AimPoint cuando fue caddie de Adri Arnaus, uno de los jugadores más meticulosos y que mejor representa esta técnica de pateo. «En mi opinión mejora al 100% el rendimiento del jugador. Hay un estudio de la evolución de los jugadores un año después de utilizar el AimPoint. Keegan Bradley, Akshay Bhatia, Sam Burns, Viktor Hollando, Max Homa, Garrick Higgo, Colin Morikawa, Tom Kim, Adam Scott… Todos mejoraron considerablemente su estadística de pateo», afirma a este periódico.
Otro de los grandes expertos en AimPoint es Álvaro Alonso. En su día experimentó esta técnica con algunas de sus jugadoras en el Circuito Americano Femenino: «Con Gabi López dimos un salto grandísimo en 2021. Carlota Ciganda antes de trabajar conmigo perdía medio golpe en los greenes y en tres años usándola fue mejorando para terminar ganándole golpes a los mismos campos donde antes los perdía». Álvaro finaliza con un ejemplo gráfico de otra jugadora española: «Luna Sobrón estaba en el puesto 120 de las estadísticas de pateo y tras aplicar la técnica el año pasado, terminó octava».
A favor y en contra
Iñigo Urquizu, otro de los caddies españoles en el Circuito, no comparte esta visión tan positiva: «Me echa bastante para atrás, yo miro las caídas tirándome al suelo y, en general, las veo bastante bien. He visto jugadores que tardan hasta tres minutos en mirar la caída, así estoy muy de acuerdo con Lucas Glover, yo sería partidario de prohibir la técnica».
«Los que contribuyen al juego lento son los jugadores lentos, hagan lo que hagan para mirar la caída», afirma Morago. En esa línea, el director deportivo de la Real Federación Española de Golf no ofrece dudas: «En tu tiempo estipulado para cada golpe puedes leer la caída o bailar sevillanas». Para Nacho Gervás el AimPoint «es muy útil para aquellos que tienen dificultad para leer caídas».
«Igual es una percepción errónea, pero yo lo asocio al juego lento», afirma por su parte Pedro Oriol, golfista y analista en las retransmisiones del PGA Tour en España. Esta visión no la comparte su compañero en las retransmisiones de Max España, Jacobo Pastor: «Es posible que en momentos determinados se haga mal uso del AimPoint. Como todo, hay que entrenarlo. Por ejemplo, Ludvig Aberg lo usa y es rapidísimo». Dani Colomar va mucho más allá: «Bien hecho, el AimPoint es más rápido y menos invasivo que una lectura normal». «La clave es recibir una buena instrucción de gente autorizada», concluye Alonso.
El debate está servido. De momento, las autoridades del golf no se han pronunciado en ningún sentido sobre el AimPoint, si bien cada vez hay más jugadores que se suman a este nuevo procedimiento que ayuda a ver mejor cómo patear de forma correcta. Aunque sea lento.