Copa Davis
El cruce entre Serbia e Italia en semifinales alumbra un nuevo enfrentamiento entre el número 1 y el 4 del mundo. Los balcánicos ganaron 2-0 a Gran Bretaña y los transalpinos vencieron 2-1 a Países Bajos
Cuatro días después de ganar en Turín su séptima Copa de Maestros, Novak Djokovic inició con Serbia la persecución de su segunda Copa Davis. El número 1 del mundo y gran protagonista de la temporada, busca poner el mejor cierre en el pabellón Martín Carpena a un año en el que ha ganado tres títulos del Grand Slam para finalizar por octava ocasión en lo más alto del ránking. Con residencia en Marbella, donde pasa algunos períodos del año, y sin subestimar a la nutrida hinchada británica, Nole se siente de algún modo anfitrión, también por una superficie en la que se mueve con la destreza que demuestran los títulos consecutivos bajo techo en Paris-Bercy y en Turín.
Ausente España, eliminada el pasado septiembre en la primera fase de grupos, Djokovic y Sinner, quienes se jugaron el título en las ATP Finals, son los principales atractivos en estas Finales de la Copa Davis. Tras la victoria de Italia ante Países Bajos, con el número 4 del mundo multiplicándose con éxito en el individual y en el doble, y el triunfo de Serbia ante Gran Bretaña, con sendas victorias en singles de Miomir Kecmanovic y Djokovic, Málaga asistirá este sábado al tercer partido entre Sinner y Nole en tan sólo nueve días.
Se trata, sin duda, de uno de los encuentros más sugerentes de los que se puede disfrutar en la actualidad, una confrontación generacional que el transalpino logró hacer caer de su lado en el round robin de Turín antes de encontrar contundente réplica en la final del torneo. Serbia e Italia disputarán la segunda semifinal del torneo, después de que este viernes se crucen Australia y Finlandia (16.00 h., Movistar).
Firme Kecmanovic
Djokovic salió a la cancha con el aval del triunfo de Kecmanovic, que había derrotado a Jack Draper, número dos británico, por 7-6 (2) y 7-6 (6). El de Belgrado respondió a la confianza de su capitán, Viktor Trocki, que le eligió pese a contar con peor ránking que Laslo Djere y Dusan Lajovic, las otras alternativas. Más templado que su rival, Kecmanovic penalizó la vulnerabilidad del joven zurdo en los desempates.
La supervivencia de Gran Bretaña quedaba en manos de Cameron Norrie, 18º, un tenista inteligente y combativo pero que sólo había logrado arrancar un set a Djokovic en sus tres enfrentamientos, el pasado año en semifinales de Wimbledon. Cómodo desde el comienzo, Nole administró la única rotura para llevarse el primer parcial, transmitiendo la impresión de que después de venir de ganar consecutivamente a Carlos Alcaraz y Sinner en las ATP Finals, de pelear con éxito en el torneo que reúne a los ocho mejores del curso, viajaba con bastante holgura ante un oponente de menor rango. La superioridad de Djokovic volvió a plasmarse recién iniciado el segundo parcial. Al igual que le sucediera a Sinner en la final del pasado domingo, a Norrie le tocó asistir a poco menos que una exhibición del ganador de 24 títulos del Grand Slam.
A sus 36 años, Djokovic se desenvuelve con asombrosa frescura cuando la mayoría de los tenistas van con la reserva encendida. No sólo ganó por 6-4 y 6-4, sino que lo hizo con una suficiencia que le fortalece como favorito en el tercer encuentro frente a Sinner en tan breve plazo. Del lado del italiano está el valor de haber sido el único capaz de superarle en los últimos 24 partidos. Desde que cayó ante Alcaraz en la final de Wimbledon, sólo Sinner ha podido frenar a Djokovic, quien, no obstante, tardó poco en responder a la afrenta.