Las selecciones que se disputaron el oro en los últimos dos Juegos buscan el título con la duda de Nikola Karabatic, con dolor en el pie
Algo pasa en el Scandic Talk, el hotel de Estocolmo que cobija a las selecciones que quedan en el Mundial. Hay carreras, hay nervios, todos los periodistas franceses y daneses rodean al mismo jugador, Nikola Karabatic. Éste sonríe, organiza el tumulto de móviles y avanza que no tiene novedades, que todavía no sabe si podrá jugar.
«No sé cómo estará mi pie para la final, ahora mismo todos los escenarios son posibles. Pase lo que pase intentaré ser útil para el equipo, sea jugando o animando a mis compañeros. En semifinales no me necesitaron», proclamaba este sábado el francés, uno de los mejores jugadores de la historia, protagonista de la previa de la final del Mundial de este domingo (21.00 horas, Teledeporte). Su lesión es la única incertidumbre en un duelo repleto de certezas entre dos equipos que se conocen mucho, muchísimo, demasiado. Sin ir muy lejos se jugaron el oro en los dos últimos Juegos Olímpicos con resultado dispar: en Río 2016 venció Dinamarca y en Tokio 2020, Francia. Los Mundiales parecen territorio danés, que ha celebrado dos consecutivos, pero nadie en la historia ha ganado más que el conjunto galo, seis en total.
«Fue una alegría ver que Francia avanzaba y que nos los volvíamos a encontrar en la final, creo que era lo que todos queríamos», reconocía este sábado Simon Hald, jugador danés, al parecer amante del clásico del balonmano. Las dos selecciones, Francia y Dinamarca, están en pleno cambio generacional, con Karabatic y Mikkel Hansen perdiendo peso en favor de Dika Mem, Nedim Remili, Mathias Gidsel o Simon Pytlick, pero la rivalidad es la misma. Seguramente no haya otra igual en la historia de este deporte. Hoy otro episodio de una discusión que ya es para siempre.