Juan Matute, el jinete que volvió a la vida tras un derrame cerebral por el que le dieron hasta la extremaunción: "Los caballos me miraban raro. Asustados"

Juan Matute, el jinete que volvió a la vida tras un derrame cerebral por el que le dieron hasta la extremaunción: “Los caballos me miraban raro. Asustados”

«¡Yaaa, Lexus, amigo mío!». Juan Matute (Madrid, 1997)chasquea la lengua, palmea con tanta firmeza como cariño el cuello de su caballo, al que monta en una danza hipnótica bajo el sol primaveral. «Tiene nueve años, es el Lamine Yamal de esto», presume el jinete español, hace un momento a lomos del tordo Navaltocón, otro ejemplar de una belleza sublime. Fue una mañana como esta, en el cuadrilongo cubierto del Centro Ecuestre Sun Point, cuando hace poco más de cinco años Juan volvió a nacer. «El regalo», le gusta llamarlo al jinete.

«El 5 de mayo de 2020 estuve al borde de la muerte. Desde entonces tengo dos cumpleaños. Esa fue mi segunda oportunidad de la vida».

Aquella era la primera vez que, en pleno confinamiento por la pandemia, Juan pudo acudir a entrenar con sus caballos a la finca de Arroyomolinos. Los Juegos de Tokio habían sido pospuestos por el coronavirus, pero seguía latiendo el anhelo de imitar al padre, una leyenda Juan Matute senior de la doma clásica española, olímpico en Barcelona, Atlanta y Sidney (en Pekín, con Juan ya nacido, acudió como suplente). Bajo su mirada ejecutaba el movimiento estrella, el passage piaffe, encima de Guateque IV. «Estábamos ya terminando. Le di un respiro al caballo y estábamos descansando, cuando me empecé a marear, a perder el campo de visión. Una sensación de náuseas. Gracias a Dios mi padre estaba a pie de pista y me dijo que me bajara del caballo. El accidente hubiera sido fatal. Según me senté en el suelo, el dolor de cabeza fue brutal. Grité: '¡Mi cabezaaaa!'. No recuerdo absolutamente nada más». Había sufrido un gravísimo derrame cerebral.

Matute, con otro de sus caballos, en Arroyomolinos.

Matute, con otro de sus caballos, en Arroyomolinos.Angel Navarrete

Lo que siguió, en palabras de Juan, al que se lo contaron mil veces porque lo olvidaba, que todo lo repasa con una sonrisa y todo lo apoya en una fe que el proceso despertó -«antes del accidente era más bien tibio, de ir a misa de vez en cuando. Después, llegó mi conversión al camino de la verdad. Obró el milagro el Jefe»-, fue de «película de terror».

Ambulancias, policía, un helicóptero que lo trasladó al Hospital La Paz. «Todo por un chavalín sano de 22 años que hacía su deporte». Que venía sufriendo desde días atrás intensos y extraños dolores de cabeza, «punzantes en el ojo izquierdo». Asomaba una malformación de nacimiento, arteriovenosa congénita. Le operaron de urgencia pero no funcionó y quedó en estado crítico. «A mis padres les llegaron a preguntar si yo era donante de órganos. Ellos pensaban que me habían dado por muerto. Pidieron a un sacerdote que me diera el último sacramento, la extremaunción», pronuncia con frialdad, antes de relatar, ahora sí con emoción, el siguiente milagro, «la llamada de Estela, una conocida del mundo de la hípica». Que les habló del doctor Claudio Rodríguez y su equipo, de la Fundación Jiménez Diaz, de su experiencia en operaciones intravenosas. «Había visto las imágenes y creía que podría conseguirlo. Mis padres se agarraron a ese clavo ardiendo. Me pudieron trasladar dos días después, cuando bajó la presión intracraneal. El 9 de mayo fue la segunda operación». Cuatro horas en el quirófano a vida o muerte. 25 días en coma.

La mañana que volvió a la hípica, meses después, sus caballos se asustaron. Pesaba 55 kilos y sufría hemiparesia. «Fue emocionantísimo. Los caballos me miraban raro. Olía a medicina. Emitía un aroma extraño para ellos, que son tan sensibles. Y andaba como un robot, no me reconocían». No tardó en volver a subirse, en volver a caerse también. «Mi lado derecho estaba paralizado. Si en nuestra disciplina ya es complicado, ahora me faltaban recursos. Habilidad. Mi padre me gritaba: '¡Juan, levántate, inténtalo de nuevo!'».

Juan Matute, con Lexus, en Arroyomolinos.

Juan Matute, con Lexus, en Arroyomolinos.Angel Navarrete

No iba a ser la última caída para un chico de 22 años, 10 de ellos viviendo en Florida, que había visto cómo todo se truncaba sin previo aviso. El niño que desde los seis practicaba la hípica -«empecé en la categoría de ponis, en la disciplina contraria, los saltos de obstáculos»-. Que fue campeón de Europa juvenil en 2015. Y que descubrió «el trallazo» de que lo cotidiano se convirtiera en pesadilla, de sufrir hasta «en la tontería más absurda». «No podía peinarme por mí mismo, no podía sonarme los mocos. Tenía que ir en silla de ruedas, me tenían que dar de comer, me duchaban...». Llegaron las nubes negras, la depresión. «Cada mañana me despertaba queriendo tirar la toalla. Estaba rendido, deprimido. 'Que me deje todo el mundo en paz, que ya he sufrido suficiente. Adiós'. Mi madre me decía: 'Hazlo por todas esas personas que no lo han podido superar como tú'». Trabajó con psicólogos, se refugió en la familia y en la iglesia, hasta apreciar lo que él llama «la belleza de la superación diaria».

Juan cuenta todo esto, tan reciente, con una naturalidad que contagia. Sonríe a la vida y persigue con ahínco su sueño olímpico, cada día más de ocho horas con sus caballos. Con sus cuidados, con su entrenamiento. «Todo en la doma es arte, tacto ecuestre. Es un talento, poder compenetrarte con otro ser, con otro animal. Que no es depredador, es más bien presa, un animal de huida. Por lo que tiene que confiar en el jinete. Y eso lleva a la compenetración. Al resultado», cuenta de sus compinches equinos, como «amigos íntimos» con los que quiere triunfar. Y eso que... «Al 100% nunca se recupera uno. Es mucha herida la que me causó el derrame. Hay una facetita que me obliga a superarme cada día, desde la humildad», desvela, sin querer dar más detalles.

Un año después del accidente, aún en plena recuperación, ya se quedó a las puertas de los Juegos de Tokio. Como tres años después a las de París. Y ahí sigue el escudo que llevó su padre, que pretende bordarlo en su propio frac olímpico, porque «a la tercera va la vencida». Los resultados ilusionan. Matute ganó a finales de 2024 en Frankfurt con Lexus, un Gran Premio Internacional Cinco Estrellas, "mi mayor hazaña hasta el momento". También de su récord (69,8% y victoria) con Navaltocón después en el Jarama. Y del Campeonato de España, hace unos días, donde estuvo al borde de otro triunfo. Fue plata en el segundo día de la competición en la prueba de la Intermedia 1 con Formentor (otro de los caballos de su equipo de competición). Con Lexus fue sexto en la final de la prueba grande. «Con margen de mejora y mostrando grandes cualidades y potencial. Recibí comentarios muy optimistas por parte del jurado», relata. Lo siguiente, este mismo año, será el Campeonato de Europa. Y en 2026, el Mundial.

La última carrera de Roki

La última carrera de Roki

Actualizado Viernes, 16 mayo 2025 - 16:22

Rokfeller de Pleville Margot, más conocido como 'Roki', es uno de los caballos más queridos en la hípica española. Pese al buen estado físico que presenta, este fin de semana será la última vez que se le verá competir, en el Longines Global Champions Tour (LGCT) de Madrid.

El LGCT, considerado la 'Fórmula 1'de la hípica, es el circuito de salto ecuestre más prestigioso del mundo. La competición recorre 16 ciudades cada año y llega al Club de Campo Villa de Madrid del 16 al 18 de mayo. Y es precisamente éste el escenario que Eduardo Álvarez y su padre -el también jinete olímpico Luis Álvarez Cervera- han elegido para despedir al caballo más longevo de la alta competición española.

Eduardo Álvarez Aznar es el mejor jinete de salto de España. Para él Roki es "uno más de la familia" y siente "orgullo de tener un caballo así y contar con él en mi cuadra". Su despedida, pese a que también le resulta algo triste, le provoca "mucha alegría, por poder retirarlo así, estando en activo, pudiendo competir al máximo nivel".

El caballo, que cuenta con unos 600 kilos de peso y 1'64 metros de altura, tiene 20 años, lo que ya es una edad elevada para estos animales. Y es ésta la razón por la que su jinete toma la decisión de distanciarlo de las carreras: "Es por la edad que tiene, no por cómo se siente, porque ni mucho menos está pidiendo una retirada. También yo quería que fuera en un sitio importante para mí y para él, un sitio como Madrid".

La mentalidad y la técnica en los saltos son esas dos claves que, según explica Eduardo, diferencian a Rokfeller del resto de caballos: "No solo es lo físico, la mente también le acompaña. Está contento cada vez que sale de casa y va a un concurso, es ahí donde de verdad saca todo su potencial. Además, tiene una forma de saltar un poco peculiar. Tiene una técnica que es muy económica, no se desgasta. No tiene que pasar muy alto por encima de los saltos, es un caballo que puede repetir mucho en competiciones. Eso y su mentalidad es lo que le ha hecho seguir tanto tiempo en activo".

El jinete Eduardo Álvarez Aznar posa con su caballo, Roki.

El jinete Eduardo Álvarez Aznar posa con su caballo, Roki.ANTONIO HEREDIA

Eduardo y Roki llevan 12 años juntos, disputando multitud de campeonatos por el mundo entero. Al jinete la hípica es una pasión que le llega desde que era un niño, al dedicarse su padre a lo mismo -quien, por cierto, es su referente-. Empezó a montar con tan solo tres años y con 17, cuando vio que "tenía que tomar la decisión de tomármelo más en serio o ya como un hobby, elegí irme a Suiza e intentarlo. Ahí estuve en las cuadras de Thomas Fuchs y a partir de eso ya fue cuando empecé mi carrera profesional". Una carrera más que consolidada, que le ha llevado a conseguir tres veces un sueño: "Poder llegar a correr en unos Juegos Olímpicos".

De la hípica lo que menos le gusta es el hecho de tener que viajar tanto, por pasar demasiado tiempo fuera de casa, aunque Eduardo antes de ver la parte negativa recuerda que de su trabajo le "gusta todo. No me puedo quejar". Y lo que más le enseña el oficio es a "tener los pies en la tierra. En el mismo día puedes ganar una prueba y en la siguiente, con otro caballo, caerte o quedarte fuera. Aprendes mucho a perder y eso es lo que de verdad te enseña, el tener que levantarte constantemente y seguir peleando y luchando por lo que más te gusta".

Con su familia, además, es algo que disfruta porque a todos les gusta y ya están empezando a competir. El caballo favorito de sus hijos es, como no, Rokfeller: "Siempre preguntan solo por él y cada vez que vienen a la cuadra es Roki el que se lleva todos los cariños y todas las zanahorias".

Madrid será la capital mundial de la hípica

Madrid será la capital mundial de la hípica

Actualizado Martes, 6 mayo 2025 - 18:54

"Nadal dijo una frase, que Madrid se ha convertido en la capital mundial del deporte. Y como entenderéis, coincido plenamente. A las pruebas me remito". Así expresó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, su orgullo ante el gran espectáculo que acogerá la capital, el Longines Global Champions Tour (LGCT), entre el 16 y 18 de mayo.

Considerado la 'Fórmula 1' de la hípica, el LGCT es el circuito de salto ecuestre más prestigioso del mundo. La competición, que llega a su 114 edición, recorre 16 ciudades cada año, y esta vez uno de los destinos será el Club de Campo Villa de Madrid. La capital española es la cuarta sede de este circuito, la primera europea de la temporada. Con esto se une a otras ciudades como Cannes, Mónaco, París, Londres... que también acogerán el gran evento. Su desenlace será el fin de semana del 20-23 de noviembre de 2025 en Praga.

Almeida, que es por cierto presidente del Club de Campo, comentó que tiene "marcada en rojo la despedida de Roki". Rokfeller, más conocido como 'Roki', es el caballo más longevo de la alta competición española, y este torneo será el último que dispute, acompañado de su jinete Eduardo Álvarez Aznar.

Además de la despedida del reconocido caballo, el fin de semana tendrá muchos otros momentos. Como reveló Álvaro Arrieta, el presidente de OXER Sport -los organizadores del evento-, serán "tres días mágicos, donde habrá de todo: un ponypark para los más pequeños, música...".

De entre los grandes momentos que se vivirán, el viernes destaca la prueba de equipos. El sábado la Copa SM El Rey y el domingo el Gran Premio de Madrid del LGCT, donde "se verá quien es el jinete más en forma del campeonato mundial", declaró Arrieta. Además, este año hay una importante novedad en cuanto a la dotación económica que tendrá: "1.060.000 euros", concluyó el presidente de OXER Sport.

Con todo esto Madrid se va a convertir en "la capital del caballo", tal como contó el presidente de la Real Federación Española de Hípica, Javier Revuelta. "Van a competir la mayor parte de los primeros jinetes incluidos en el ranking internacional, pero también los mejores a nivel España. La competición además no se reduce solo a las pruebas de la GCT, sino que es una de las más importantes del calendario hípico nacional", continuó Revuelta.

23.807 días, Juan Antonio Jiménez, el deportista más viejo de París 2024: "En la doma no hay edad si sacas un caballo que funciona"

23.807 días, Juan Antonio Jiménez, el deportista más viejo de París 2024: “En la doma no hay edad si sacas un caballo que funciona”

Serán 23.807 días los que Juan Antonio Jiménez Cobo (Castro del Río, 1959) haya vivido cuando salte junto a su caballo Euclides Mor a la arena del Palacio de Versalles este 31 de julio. Con 65 años y 82 días, el jinete se convertirá en el español más veterano en la historia en participar en unos Juegos Olímpicos y también el más mayor de todas las delegaciones en París 2024. Sólo otra jinete, la australiana Mary Hanna, con 69 años, podría superarle en esta cita, pero en su caso es reserva en el equipo hípico aussie, por lo que si no hay lesiones no participará.

"Mientras esté en forma, la edad no es un problema", explica a EL MUNDO el cordobés, propietario de una hípica en Torrejón de Ardoz (Madrid). Fibroso y delgado, salta a la vista que la vida de Jiménez Cobo es la de un deportista de élite y de un apasionado no sólo por la doma, sino por los caballos.

"Nací entre caballos y me han salido los dientes entre ellos", explica el propio deportista. Su padre, también jinete, quiso que fuera mecánico, y a ello se dedicó durante 14 años aunque siempre aprovechaba sus huecos de ocio para montar. "Nunca me he planteado otra cosa", explica y continúa: "Desde que me acuesto estoy deseando levantarme la mañana siguiente para seguir. Es lo que me gusta. Supuestamente descansas un día, pero mi descanso es estar con mis caballos y mis alumnos. Es mi vida".

Tiene 60 caballos en su hípica que considera como "sus hijos". No hace distinciones pese a que han sido varios con los que ha compartido éxitos en las arenas de la doma y también en las olímpicas. Se enamoró de los Juegos en Seúl 88 y quiso participar en ellos hasta que lo consiguió en Sidney 2000 y en Atenas 2004, donde consiguió una medalla de plata por equipos en la modalidad de doma clásica.

Él empezó en la vaquera, en la que participó en varios campeonatos de España hasta que conoció la clásica y ya no miró atrás. Especialmente desde que se 'alió' con Guizo, un caballo de origen lusitano, con el que consiguió sus mayores éxitos. "Esto es cuestión de equilibrio. Cuando estás encima de un caballo no es cuestión de fuerza sino de equilibrio", detalla el jinete.

Desde Guizo han venido bastantes más. El último Euclides Mor, con el que participará en sus terceros Juegos Olímpicos, es el último de los equinos terminados en Mor. Dinastía de éxito en la cuadra de Jiménez Cobo. "En la doma no hay edad si sacas un caballo que funciona. Si me veo como estoy, vamos a donde haga falta", apunta alto el deportista olímpico español más veterano si no contamos con la medalla de pintura que obtuvo Daniel Vázquez en los Juegos Olímpicos de 1948 en Londres con 66 años y 7 meses. Unas disciplinas, las artes, que desaparecieron de la mayor cita deportiva mundial cuatro años más tarde.

Objetivos

Pero, la carrera olímpica de Jiménez Cobo no quiere detenerse aquí y, si obtiene los resultados, no descarta estar en Los Ángeles 2028. Serían 69 años, lo que le daría, seguramente pintura o no, el récord olímpico de longevidad en la delegación española, pero no la total, que lo tendría el tirador sueco Oscar Swahn quien, además, obtuvo una medalla de plata con 72 años y 279 días. "Yo voy con la misma ilusión como si fuera a ganar, pero ya llegar es un sueño".

Quién sabe si hoy en Versalles podrá acercarse a la gloria. De momento él cuenta con una ventaja superior a cualquiera: la experiencia. "Por una parte dices: 'qué viejo', por otra en cambio: 'qué suerte llegar con esta edad'", asegura el jinete. Dice el refrán que "a músico viejo le queda compás", Juan Antonio cuenta con una banda y Euclides Mor, es su frontman.

La Champions de la hípica, cita clave en Madrid

La Champions de la hípica, cita clave en Madrid

Actualizado Lunes, 22 abril 2024 - 12:58

Tras pasar por las sedes de Doha, Miami Beach, México DF y Shanghai, la edición de 2024 del circuito hípico de saltos más importante del mundo toca por primera vez suelo europeo en su única sede española: Madrid.

El fin de semana del 17 al 19 de mayo, el Longines Global Champions Tour traerá todo el espectáculo de la 'Champions de la hípica' a la icónica pista verde del Club de Campo Villa de Madrid, que envolverá todo el glamur de los saltos de clase mundial con la excelente propuesta de ocio, comercial y gastronómica que ya ha convertido la cita en un imprescindible de la primavera madrileña.

En este Gran Premio se darán cita algunos de los mejores binomios del mundo en la disciplina de salto. La competición reunirá un año más en la capital de España a la élite del panorama ecuestre internacional, con el jinete Eduardo Álvarez Aznar como principal estrella, ya que, tras la celebración de las tres primeras pruebas, y a falta de la de la sede de Shanghai -el próximo 3 de mayo-, se encuentra situado en el primer puesto de la clasificación del LGCT con 97 puntos, cinco por delante del austriaco Max Kühner y 31 por delante del francés Simon Delestre.

Longines Global Champions Tour

Longines Global Champions TourEL MUNDO

En el Club de Campo Villa de Madrid también se citarán otros posibles candidatos para representar a nuestro país en los JJ.OO de París 2024, como Mariano Martínez Bastida, que este fin de semana compite en la FEI World Cup Finals de Riyadh, Sergio Álvarez Moya y Manuel Fernández Saro, entre otros.

Durante los tres días de competición, los mejor clasificados del ranking mundial y varios campeones olímpicos y de copas del mundo lucharán por la victoria en la hierba de la pista verde del Club, que, entre todas las pruebas del fin de semana, ofrecerá una dotación económica de cerca de 1.000.000€ en premios.

El Champions Tour Gran Premio de Madrid del domingo por la tarde, puntuable para la clasificación general del campeonato, será uno de los platos fuertes, ya que cuenta con obstáculos a 1.60 m sólo aptos para los jinetes más experimentados y los caballos más en forma. Pero, además, en la pista verde aguardan otras citas imperdibles para los amantes de este deporte, como la centenaria Copa S.M. del Rey Trofeo Caser Grupo Helvetia, con los obstáculos a 1.50 m, que se celebrará el sábado por la tarde, la Global Champions League, que en la jornada del viernes reunirá a los 14 equipos privados más potentes del planeta -entre los que se encuentra el equipo anfitrión Madrid In Motion, patrocinado por Marqués de Riscal y Massimo Dutti- y más de una decena de apasionantes trofeos que convertirán este campeonato internacional madrileño en el epicentro de los saltos hípicos mundiales durante todo el fin de semana.