La hegemonía femenina en la hípica, el deporte más igualitario: “La fuerza del hombre no marca la diferencia”

La hegemonía femenina en la hípica, el deporte más igualitario: "La fuerza del hombre no marca la diferencia"

Los fríos números son muy contundentes: un 73% de todos los federados y más del 70% del total de los espectadores de concursos de hípica en España son mujeres. Es la disciplina olímpica más antigua en la que no hay ningún tipo de segregación por sexos: hombres y mujeres, caballos y yeguas, compiten entre sí, exactamente bajo las mismas condiciones.

«Es algo que se explica con mucha naturalidad: este es un deporte de binomios, basado en la compenetración. El animal no te ve, te siente. Es siempre una cuestión de dos, de combinación, de complicidad, de sinergia, en la que cuenta mucho también la sensibilidad, y ese es un aspecto en el que las mujeres, simplemente, nos superan en la mayoría de las ocasiones», explica Álvaro Arrieta, CEO de una Madrid Horse Week que, un año más, tratará de acercar la realidad de la hípica al gran público a finales de este mismo mes de noviembre.

Las dos pruebas más llamativas del evento, cómo no, serán la Copa del Mundo de Saltos y la Copa del Mundo de Doma Clásica, con el sueco Henrik von Eckermann y la española Beatriz Ferrer-Salat, respectivamente, como los grandes favoritos al triunfo. Pero habrá también mucho más en un evento que, ante todo, quiere ser transversal. «También tendremos el Concurso de Maestros de Doma Clásica, un Concurso de Doma Vaquera, muchas exhibiciones y algo que nos hace especial ilusión: la Real Escuela de Arte Ecuestre de Jerez. Este año conmemora su 50 aniversario y, para celebrarlo, vendrá a hacer su espectáculo en el IFEMA», señala Arrieta.

«La fuerza del hombre no marca la diferencia, lo que importa es la técnica y la sensibilidad .Y, también, saber de tu modalidad. Hay que tener mucha sensibilidad, comunicarte bien y tener complicidad con tu caballo. Quieras o no, son dos atletas juntos y es fundamental que exista una buena comunicación para que los dos estén a tope en el momento necesario», apunta por su parte Beatriz Ferrer-Salat, doble medallista olímpica en Atenas 2004 y quien cuenta además con una trayectoria tremendamente exitosa en la disciplina de Doma Clásica. «Desde mi punto de vista, además, creo que las mujeres tenemos una mayor conexión con los animales. Conexión o empatía, como quieras llamarlo. Pienso que tenemos más sensibilidad hacia los animales y sería también el motivo por el que hay más mujeres que hombres que montan a caballo», añade.

Beatriz Ferrer-Salat en el desfile previo a un concurso.Mundo

En su caso, decantarse por la hípica, una disciplina que practica desde los 15 años, fue fácil: «Me gustaba mucho el deporte y me gustaban mucho los animales. Con esas premisas, la mejor combinación de deporte con animales es la hípica. La mejor y la única». Vegana desde hace ya muchos años, tiene muy claro también que optar por esta filosofía de vida puede ser tremendamente beneficioso, incluso, a la hora de competir. «Pienso que si hubiera más veganos, estarían todos mucho mejor, sufrirían muchas menos lesiones y podrían estar durante más tiempo en la élite», asegura.

Vivir los que serían sus sextos Juegos Olímpicos, el año que viene, en París, es, cómo no, su gran objetivo a medio plazo. Está en un gran momento, pero, a pesar de todo, no piensa relajarse. «Se trata de competir y competir y de que, una vez llegado el momento, pueda estar entre las tres mejores de España para poder formar parte del equipo», asegura.

“Valores a los niños”

El gran objetivo de la Madrid Horse Week, un evento mucho más próximo en el tiempo, mientras, además de incidir en la igualdad que promulga la hípica, es romper con esa visión de deporte sólo para las élites que suele tenerse de ella. «Hay mucha leyenda urbana con nuestro deporte, fruto de que, obviamente, a nadie se le escapa que es un deporte en el que participan príncipes, princesas, aristócratas y gente de muchísimo dinero, pero eso no quita que la base, de hecho, sea muy accesible y, respecto a otros, absolutamente igualitaria. Lo que sí puede considerarse caro, como en prácticamente todos los deportes, es la alta competición», reitera un Arrieta que destaca también los valores familiares de la hípica.

«Es un deporte sostenible, respetuoso con el medio ambiente, que te permite estar en contacto con los animales y que a los niños les traslada unos valores brutales. No es solamente montar a caballo, hay que cuidarlo, limpiarlo, cepillarlo y dejarlo en buenas condiciones antes de que descanse. Creo que contribuye mucho en la formación humana y por eso engancha mucho a los niños, sobre todo a los más pequeños», sentencia.

kpd