La fría venganza de Laporte contra los medios que cuestionaron su presencia en la Selección: "El resto es historia"

La fría venganza de Laporte contra los medios que cuestionaron su presencia en la Selección: “El resto es historia”

El mundo del fútbol es muy cruel. Algunos medios y sus periodistas pueden llegar a realizar despiadadas críticas contra algunos jugadores. Pero muchas veces, como le ha sucedido en esta ocasión a Laporte, los futbolistas se cobran su venganza.

Las críticas al central francés, nacionalizado español, se centraban en su capacidad para jugar en una potente selección como la española. Cambiar el Manchester City en 2023 por el Al-Nassr F. C. de la, evidentemente menos fuerte, liga saudí, era para muchos periodistas un "abandono de la alta competición".

Por ello, cuando Luis de la Fuente decidió que tomara partido en la ahora campeona de la Eurocopa, pusieron el punto de mira en Laporte y sin ningún tipo de piedad lanzaron sus dardos contra él.

'El enchufe de Laporte con España: desapareció de la élite por irse a Arabia y está en la Eurocopa', titulaba una información 'El Confidencial'. 'El pimpante escaqueo de Laporte', opinaba en el AS Alfredo Relaño. "Vi a Laporte jugar y se lo dije al seleccionador: no está en la forma mínima exigible para jugar la Eurocopa", replicaba 'El Larguero' unas palabras de Joaquín Maroto en el AS. Duras palabras, frías opiniones. Y Laporte respondió en el terreno de juego.

"Ha habido de todo. Se ha especulado mucho. No había información como para opinar tanto. Hay mucha mala información que generan más titulares de la cuenta. Estaba muy preparado", se defendió Laporte tras completar los 90 minutos del partido de España contra Italia, en los que, por cierto, los de Luciano Spalletti se quedaron a cero.

Y los datos le respaldan. 525 minutos en esta Eurocopa jugando a gran nivel y siendo un faro a la hora de sacar el balón desde el lado izquierdo de la defensa. Llegó tocado al primer partido y no jugó pero desde entonces participó en seis encuentros, recuperó 37 balones y demostró una gran fiabilidad a la hora de mover el balón, completando con éxito el 93,84% de los pases que intentó.

"Estás expuesto a muchas opiniones de mucha gente. Lo que sí pedimos es que no se siga difamando. Nos cuesta a nosotros, pero también a las familias. No es necesario intentar desestabilizar a los jugadores cuando todos tenemos la idea de ir en el mismo camino y conseguir lo máximo posible", tuvo que decir Laporte cuando Willy Bácenas, cantante de Taburete, opinó que le ponía "negro que los centrales de España sean franceses".

Pero el culmen de su revancha, la guinda que coronaba la tarta de su venganza la tenía guardada Laporte para el final del campeonato. Tras levantar el trofeo junto a sus compañeros, devolvió todas esas injustas críticas en forma de tuit. Cuatro palabras acompañadas de los recortes de aquellas informaciones que le cuestionaban. Cuatro palabras que, con elegancia, retratan a los que dudaban de su nivel. "El resto es historia".

Y es que no nos damos cuenta del poder que los periodistas poseen. Y más en el mundo del fútbol. Un mundo en el que todos tenemos, por supuesto, derecho a opinar (siempre desde el respeto). Pero que no deja de ser un mundo en el que los protagonistas son personas muy jóvenes, niños todavía en muchas ocasiones. Por ello hay que tratar de minimizar el daño que se les puede provocar y cuidar su salud mental.

Caso claro es también el de Álvaro Morata. El capitán de la Selección Española, harto de las críticas, explotó en una imperdible entrevista con Eduardo J. Castelao en EL MUNDO. "Es probable que deje la selección tras la Eurocopa; en España no hay respeto por nada ni por nadie", expresó en ese encuentro. Y no le faltaba razón.

De los halagos del Rey Felipe VI a la Selección al frío saludo entre Sánchez y Dani Carvajal: "Gracias por jugar como jugáis"

De los halagos del Rey Felipe VI a la Selección al frío saludo entre Sánchez y Dani Carvajal: “Gracias por jugar como jugáis”

"Gracias por vuestro esfuerzo, por jugar como jugáis... Y no sólo técnicamente, sino con esa alegría". Sin poder esconder su sonrisa, con estas palabras recibió en la tarde de ayer el Rey Felipe VI a la Selección masculina de fútbol en el Palacio de la Zarzuela. Capitaneados por el aún rojiblanco Álvaro Morata, los 22 futbolistas, acompañados por su entrenador, Luis de la Fuente, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Pedro Rocha, y el resto del cuerpo técnico ocuparon las escaleras que dan acceso al jardín de Zarzuela para hacerse la fotografía oficial junto al Jefe del Estado, la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.

"Aprovechando que estáis tan formales queríamos transmitiros la enorme alegría que ha sido para todos. Habéis visto de sobra que ha sido un gran triunfo para España. Lograr en la fase final siete victorias consecutivas es algo que no se ha dado nunca. Me imagino que se os han pasado todo tipo de recuerdos e imágenes por la cabeza, pero esto es un recuerdo de generaciones, espero que de verdad lo disfrutéis. Gracias por lo que le habéis regalado a España, que nos venía bien una alegría como esta", les dijo el Rey a todos los deportistas, en una imagen que no se repetía desde hacía 12 años, cuando lograron su última Eurocopa.

Fue el propio domingo, tras la constatarse la victoria ante Inglaterra en Berlín, cuando Zarzuela realizó una ampliación de agenda donde se informó el encuentro de ayer lunes con los jugadores. Durante el acto, Felipe VI recibió una camiseta de la Selección, en cuya espalda se podía leer Reyes de Europa, de manos de Morata. Todos los jugadores reconocieron y agradecieron las palabras del Monarca con un sonoro aplauso y, tras compartir un breve coloquio con él y su familia, volvieron a subirse al autobús dirección Moncloa.

Felipe VI, con la camiseta que le entregó Álvaro Morata.

Felipe VI, con la camiseta que le entregó Álvaro Morata.EFE

Una vez en la morada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, éste, que estaba acompañado por la ministra de Deportes, Pilar Alegría, dio la mano uno a uno a todos los integrantes de la Selección. Aunque durante el saludo a Dani Carvajal, el defensa reaccionó de una manera fría, girando la cara sin apenas mirarle a los ojos al socialista.

A la cabeza de la expedición, Eurocopa en mano, estaba de nuevo el capitán Álvaro Morata, quien le regaló otra camiseta a Sánchez. "Enhorabuena a cada uno de vosotros. Y quiero, además, daros las gracias por ofrecer la mejor versión de España, mostrar la capacidad de esfuerzo, de remontada, de sacrificio... y también de juego limpio y bonito. A veces, en el deporte, queda la sensación de que no gana el mejor, o de que se juega muy bien pero no se ganan torneos. En esta ocasión tenemos una Selección que ha jugado de cine, y que además ha conseguido la cuarta Eurocopa", pronunció el presidente del Gobierno.

Tras la protocolaria foto a los pies del Palacio de la Moncloa, Sánchez quiso ensalzar «el espíritu de equipo» de los futbolistas españoles y agregó: "Sé que ayer tuvisteis una noche larga, y no quiero que se posponga más vuestra celebración por las calles de Madrid, pero quería señalar que es muy importante lo que sucedió anoche. Conseguir nuestra cuarta Eurocopa, no hay otro país que lo haya logrado. Como tampoco hay selección que haya ganado siete partidos en una Eurocopa... Y no contra cualquiera. Nos hemos enfrentado a grandes potencias futbolísticas como Francia, Alemania o Inglaterra. Lo que se logró ayer es formidable, merece el aplauso de todos".

Antes de que el combinado español continuara con su hoja de ruta, Sánchez recordó las figuras de Luis Aragonés y Vicente del Bosque, y lanzó un mensaje a Luis de la Fuente: "Queremos más, tenemos un mundial en 2026... Os deseo lo mejor".

Tras estas dos citas institucionales, los jugadores emprendieron la marcha hacia la parte más festiva de la celebración: el contacto con los ciudadanos. A lo largo de toda la jornada de ayer, y a través de las redes sociales, la Selección hizo un llamamiento a todos los españoles que quisieran acompañarles en su Rúa de los Campeones, para celebrar juntos la conquista de la Eurocopa a lo largo de los más de cuatro kilómetros de recorrido, desde Moncloa al Ayuntamiento de Madrid, en la calle Montalbán, para terminar rematando la fiesta en una abarrotada plaza de Cibeles.

Morata lleva la fiesta al delirio: "Tenemos que saber que somos el mejor país del mundo"

Morata lleva la fiesta al delirio: “Tenemos que saber que somos el mejor país del mundo”

Actualizado Lunes, 15 julio 2024 - 23:37

Por inesperado o por extraordinario, la Plaza de Cibeles de Madrid, esta vez teñida de rojo, se abarrotó de gente para acoger un nuevo triunfo de la selección. La cuarta. Muchos de los que ayer agitaban la bandera gritando a sus nuevos ídolos no estaban cuando, hace ya 12 años, Sergio Ramos tenía el honor de presentar al número 23 de aquella selección, Pepe Reina, que antes había hecho lo propio con el resto de jugadores de ese equipo que se hizo leyenda. Pero esta vez fue diferente. Fue la noche de los chavales, de esos que eran muy pequeños entonces, pero que han conectado como nadie con un país ansioso por volver a gritar, con orgullo, "¡Campeones, oé, oé!". Ellos eran la atracción y ellos protagonizaron la fiesta.

Una celebración que empezó horas antes de la llegada de los jugadores, cuando los clásicos como Yo soy español, español, español o el We will rock you de Queen comenzaron a sonar. Ya no pararían. Tampoco lo hizo el calor, que obligó a los presentes a asentarse en los lugares más inhóspitos, árboles incluidos.

Así, sobre las 22.00 horas, llegaron a una plaza que, rodeada de camiones policiales, vehículos blindados y plagada de familias de todas las partes del país y del mundo, esperaba eufórica su llegada: "Venimos desde Huelva solo para ver la celebración. Llevamos cuatro horas de espera para coger un buen sitio. Lo importante es que los chavales lo recuerden y lo pasen bien", decía un padre onubense.

"Respeta a todo el mundo"

También argentinos, que fueron campeones de América en la misma noche del domingo, quisieron acompañar, con la camiseta albiceleste, la histórica celebración. Allí, junto a la diosa griega esperaban las madres, que no dudaron en mostrar su emoción por lo que estaban viviendo. "Estoy muy contenta y orgullosa de lo que Nico ha conseguido. Es un chico que respeta a todo el mundo", dijo María a TVE. Todo un símbolo.

El baile fue un elemento esencial durante toda la noche, con Wally López, Aitana, que acertó con su predicción para la final e Isabel Aaiún, autora de la canción fetiche de esta Euro: Potra salvaje. Porque esta selección demostró ser así, "libre como el principio de una canción". Sin complejos, sin la necesidad de imitar ni ser nadie más que ellos mismos. Tardaron, el procolo obligaba a saludos protocolarios que, quizás, retrasaron más la gran bienvenida de lo esperado, pero un gran escenario decorado con los colores de todos les esperaba para animar la fiesta. Ni siquiera Ibai Llanos, que bromeaba en los momentos previos con Marc Cucurella, se lo quiso perder.

Vista general de la Plaza de Cibeles, el lunes.

Vista general de la Plaza de Cibeles, el lunes.EFE

Como en todo acto que se precie, lo primero es presentarse. Y así lo hicieron. Vídeo con todos los goles, móviles en alto para inmortalizar el momento y a saltar. El primero fue Álvaro Morata, el capitán, que con una sonrisa radiante levantaba al cielo de Madrid el trofeo mientras era ovacionado. "Españoles, ¡somos campeones de Europa!", gritó tres veces. "¿Sabéis por qué? Porque habéis creído y lo hemos notado", dijo el delantero rojiblanco. "Ha sido un auténtico orgullo ser el capitán. Os aseguro que siempre me he dejado la vida por intentar conseguir esto". "Tenemos el mejor país del mundo, la mejor comida, los mejores sitios de vacaciones, los mejores trabajadores, somos el mejor país del mundo", terminó.

Justo después, se vistió de ese Pepe Reina que tanto recordábamos, y que el propio Álvaro se encargó de homenajear, para presentar a sus compañeros. Desde David Raya, pasando por Dani Carvajal o por Robin Le Normand que, a pesar de no estar acostumbrado a hablar delante de tanta gente, sí que se atrevió a gritar bien fuerte: "¡Viva España!".

También nos dejó un surtido de apodos, como el "teniente Vivian", con el que parafraseó la canción de La Bamba o el "tiburón" para Ferran Torres. Joselu se arrancó con Luis Miguel, Dani Olmo con Estopa o Grimaldo que vibró con La Falda de Myke Towers. También Álex Remiro, el único que no ha podido jugar en el torneo, se llevó su merecido aplauso. "Gibraltar es español", fue otro de los gritos coreados.

Solo quedaba el míster, Luis de la Fuente, que después de ser manteado por todos los jugadores, también mandó un mensaje al país: "Unidos somos más fuertes". Así fue la noche en la que España celebró, simplemente, ser campeona.

El mensaje que deja la Selección tras la Eurocopa: el “ejemplo” de De la Fuente y la “lealtad” de Nico Williams

Actualizado Lunes, 15 julio 2024 - 23:52

Fue una noche larguísima, saliendo del estadio poco antes de las dos de la madrugada, con toda la parafernalia que requieren estas noches. Un altavoz como el Empire State, algunas latas de cerveza (Coca-cola para Lamine, que es menor de edad), y gritos, muchos gritos. Después, en el hotel, mucha alegría y algo de desenfreno hasta altas horas de la madrugada, como dice el tópico. Era el final de una aventura que ha dado la vuelta a la imagen de la

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La Eurocopa más difícil: sustos, sanciones y cuatro campeones del mundo

Actualizado Lunes, 15 julio 2024 - 22:03

La cosa empezó con algo del ruido. El día que este equipo se concentró, sábado 1 de junio, se casó Mikel Merino e Iñaki Williams estaba en otra boda, la de su hermano. Carvajal, Nacho y Joselu estaban en Londres ganando la Copa de Europa, y de Laporte no se sabía nada. Merino y Williams llegaron al día siguiente, y el miércoles lo hicieron los del Madrid y Laporte, al que una mínima esquirla de la prensa llamó "gordo" en privado y "fuera de forma" en público, sin más argumentos que las fotografías. Dos amistosos y viaje a Donaueschingen, el lugar donde ha llovido la mayor parte de los días, con temperaturas benévolas y un hotel de lujo donde dormir un día normal cuesta a partir de 700 euros. Llegaron el domingo 9 de junio. En el horizonte, el debut contra Croacia. En ese momento, nadie pensaba tener que enfrentarse a los cuatro campeones del mundo europeos. Pero hubo que hacerlo.

Para saber más

ILUSIÓN. El 15 de junio España despachó en Berlín a un buen equipo como el croata con un 3-0 al descanso que ponía al equipo en el foco. El buen fútbol, por momentos, y la contundencia en el área, despertó a los españoles, ilusionados con un dato: tras 111 partidos ganándola, España perdió en ese choque la posesión ante Croacia (46% frente al 54% del rival). Y el resultado, escrito queda, fue de 3-0.

CALIDAD. El 20 de junio, en Gelsenkirchen, la selección dio un puñetazo en la mesa de esos que retumban. Le dio un meneo muy serio a Italia y, más allá de que el gol fuera solo uno y además en propia puerta (Calafiori), la exhibición de Nico dio alas para pensar, ahora sí, en ganar la Eurocopa. Fue un repaso desde el minuto 1 hasta el 90, una noche de esas que pasará a la historia de la selección, con cinco veces más disparos que su oponente (20 contra 4) y la sensación de que Luis de la Fuente había fabricado algo serio. Ya era primera de grupo.

DESCANSO. El 24 de junio fue una jornada de trámite. En Düsseldorf, España no se jugaba nada contra Albania y se permitió dos lujos: vestir de amarillo y jugar con todos los futbolistas que no han sido titulares en esta Eurocopa excepto Dani Olmo, que daría el paso un par de partidos más tarde. Aún así, el equipo ganó contra los albaneses, entusiastas en la grada y en la hierba, gracias a un gol de Ferran Torres en la primera parte.

SUSTO. Era domingo, 30 de junio, final de mes, y Georgia, que había sido aplastada por la selección no hace ni un año (1-7 en Tiflis, lugar de nacimiento de este proyecto con Nico y Lamine a los mandos), se puso por delante en una desgracia. Sobrevinieron los peores minutos del equipo en el torneo, un cuarto de hora, un poco más, de pases malos, resbalones y peripecias varias. Un gol de Rodri lo empató y en la segunda parte, cuesta abajo, España enfiló ya los cuartos de final.

EL DÍA D. Al igual que ocurrió en 2008, el antepenúltimo partido del torneo marca todo. Fue el viernes, 5 de julio, en Stuttgart, una ciudad levantada por las obras, desagradable e incómoda para el visitante a más no poder. Contra la anfitriona, el otro equipo que mejor había jugado hasta entonces. Dani Olmo, a los mandos desde la lesión de Pedri (provocada por una entrada de Kroos), adelantó a España, que aguantó hasta el último minuto el acoso de Alemania. Wirtz empató en ese último minuto pero, sorprendentemente, España bajó las revoluciones del campo, y de la grada, en la prórroga, y mató a Alemania con un cabezazo memorable de Merino en el 119.

CALMA. Martes 9 de julio en el maravilloso Allianz Arena. España descorchó un partido nada vistoso, pero maduro. Ni se inmutó con el gol de Francia, tal era el rival. Simplemente cogió el balón, le dio la vuelta al marcador y luego lo compartió (el balón) con su rival, desnortado. Apenas pasó apuros la selección, que enfilaba ya al cuarto campeón del mundo, a todos los europeos, en un desafío nunca antes visto. Ya sólo faltaba la final.

El frío saludo de Dani Carvajal a Pedro Sánchez durante el recibimiento en Moncloa

El frío saludo de Dani Carvajal a Pedro Sánchez durante el recibimiento en Moncloa

Actualizado Lunes, 15 julio 2024 - 21:50

La recepción del presidente del Gobierno a los flamantes campeones de la Eurocopa dejó una imagen llamativa en el Palacio de la Moncloa. Dani Carvajal, uno de los capitanes de La Roja, dio la mano a Pedro Sánchez con gesto frío y sin mirarle a la cara. Un apretón mucho menos efusivo que el resto de sus compañeros de vestuario, que sí cumplieron con el gesto protocolario con normalidad.

Lecciones de una Eurocopa con Imperio, pero sin Rey: estrellas exhaustas por el calendario y entrenadores con más miedo que fútbol

Lecciones de una Eurocopa con Imperio, pero sin Rey: estrellas exhaustas por el calendario y entrenadores con más miedo que fútbol

Uno de los primeros debates que surgieron en Berlín, una vez superado el éxtasis inicial, fue el del Balón de Oro. No por un excesivo interés en el premio, sino por las dudas sobre qué futbolista había sido el mejor del torneo y del año ahora que todas las competiciones tienen dueño. Y la realidad es que el Imperio ha sido España, pero el fútbol continental parece no tener Rey, lastradas sus estrellas por un calendario eterno y por la cobardía de muchos de los seleccionadores.

Esa es una de las grandes conclusiones del torneo. Recuerden los partidos que han visto. ¿Qué equipos, más allá de España, han sido verticales y valientes y han buscado su propio gol antes que evitar el del rival? A Países Bajos hay que reconocerle sus virtudes, Turquía fue la revelación y Austria, atractiva en fase de grupos, perdió ante los otomanos.

Las grandes potencias, sin embargo, han sido una decepción. No tanto por los resultados sino por el estilo. En la historia quedará un apretado 2-1 contra España, pero la reacción ante la derrota de Inglaterra es de «decepción». Así lo resumió Jude Bellingham, lejos de su nivel en el Madrid. De Phil Foden y Harry Kane siguen esperando noticias, limitados, como el madridista, por lo extenuante del calendario.

52 partidos de Bellingham

«La gente tiene que entender que el fútbol de selecciones no es como el de clubes. Llegamos aquí después de una temporada muy larga y exigente, no podemos salir a ganar 5-0 los partidos, hemos tenido que jugar a otra cosa», admitió Bellingham en la zona mixta del Olympiastadion. Lesionado en varios momentos del curso, el inglés ha disputado 52 partidos, 12 menos que Lamine Yamal, el español con más encuentros.

Francia es la otra gran decepción del torneo. Llegaba después de ser finalista en Qatar y con Kylian Mbappé recién fichado por el Madrid, aunque su mes en Alemania ha tenido más política que fútbol. Didier Deschamps, que como Gareth Southgate llegará hasta el Mundial 2026, ha vuelto a construir un equipo rocoso en defensa, pero sin ideas en ataque. El cansancio de la temporada ha hecho mella y sus técnicos no han encontrado las soluciones de Luis de la Fuente.

Southgate tardó en apostar por jóvenes como Watkins, Mainoo y Palmer, y Deschamps apenas ha contado con Barcola, que demostró por momentos tener una velocidad más que sus compañeros. Contaban con ingredientes, pero los dejaron en la nevera. De la Fuente, por su parte, no dudó en apostar por los niños y, cuando los necesitó, por secundarios como Merino, Zubimendi y Oyarzabal.

Miedo a perder

Alemania y Portugal detuvieron su paso en cuartos ante España y Francia. Un pequeño traspié para dos proyectos que deben decir «adiós» a sus jerarcas. Toni Kroos ya ha dado un paso al lado, ¿lo hará Cristiano Ronaldo (o lo hará Roberto Martínez)? Jamal Musiala, Florian Wirtz, Vitinha y Rafael Leao ofrecen suficientes argumentos como para que sus países lleguen a la Copa del Mundo en las primeras filas de la parrilla.

El torneo se ha caracterizado por el miedo a perder, la guerra táctica y, especialmente, el poco protagonismo de las grandes estrellas. España ha acumulado más ataques (411) y más regates (146) que nadie, por encima de Francia (341 y 129) e Inglaterra (344 y 120). Queda claro el mejor equipo, pero ¿y la gran estrella?

Mbappé, incrédulo, durante la semifinal ante España.

Mbappé, incrédulo, durante la semifinal ante España.EFE

Kroos y Musiala fueron de más a menos, Bellingham dejó una chilena histórica y varios encuentros irregulares, Kane se lleva el Pichichi compartido con b, pero no ha aparecido en los momentos importantes, Mbappé, ausente en el inicio por su fractura de nariz, volvió a casa con una asistencia entre octavos, cuartos y semifinales, Cristiano y Antoine Griezmann no han marcado...

Mientras, la Copa América se la llevó la Argentina de Leo Messi y Brasil quedó varada en cuartos, rebajando las opciones de Vinicius, clave en la Liga y la Champions del Madrid. Las estrellas tienen claro por qué no han aparecido: la culpa es del calendario. «Necesito descansar y recuperarme, ha sido una temporada muy larga», manifestó Mbappé tras la derrota ante España en semifinales. Hoy se presenta en el Bernabéu. Así es el fútbol. Esto no para.

Messi regala 23 auriculares personalizados a todos sus compañeros de la Selección Argentina antes de jugar la final de la Copa América

Messi regala 23 auriculares personalizados a todos sus compañeros de la Selección Argentina antes de jugar la final de la Copa América

Actualizado Lunes, 15 julio 2024 - 11:53

Leo Messi, capitán de la Selección Argentina, tuvo un detalle bastante apreciado por sus compañeros poco antes de jugar la final de la Copa América este lunes. El argentino les regaló a todos sus compañeros unos cascos de la famosa marca por su calidad de audio 'Beats', cuyo precio oscila los 350 dólares sin contar el valor de la personalización que el argentino les ha realizado.

Los auriculares no fueron los típicos que las personas de a pie pueden comprar en las diferentes tiendas. Messi les entregó unos cascos personalizados con los colores de la bandera argentina, el escudo de la AFA con las tres estrellas y el número que cada jugador tiene en la espalda de la camiseta oficial de la selección. Es decir, un regalo personalizado para cada futbolista.

Esta información se ha conocido gracias al tuit del hermano de Alejandro Garnacho, Roberto Garnacho, que ha publicado en X lo siguiente: "Messi regaló 23 unidades a los jugadores y una la tengo yo. Oficialmente puedo decir que recibí un regalo de Leo".

No es el único regalo que el jugador argentino hace a sus compañeros. Messi ya tuvo el detalle de regalar a sus compañeros del Inter de Miami en 2023 el mismo presente.

El futuro de España ya está aquí: una idea firme, una plantilla joven y un seleccionador asentado

El futuro de España ya está aquí: una idea firme, una plantilla joven y un seleccionador asentado

"Pase lo que pase, me iré contento". La frase es del seleccionador, Luis de la Fuente, en la previa de la final, es concluyente. Ese "pase lo que pase" es un mensaje de optimismo tras el torneo que ayer cerró la selección con una maravillosa victoria. España se marcha de la Eurocopa y es legítimo preguntarse: ¿por qué De la Fuente se va contento, al margen de lo obvio?

De las cuatro semifinalistas, España era la selección con una media de edad más alta, sin ser alta. Los 27 años de promedio son apenas una décima más que Francia (26,9) y algo más que Inglaterra (26,3) y Países Bajos (26,4). En todo caso, se trata de un listón que anuncia la continuidad del grupo en los próximos años, y en los próximos años significa, fundamentalmente, el Mundial de 2026, a disputar en México, Estados Unidos y Canadá. Ahí estará el núcleo de lo que se ha visto en esta Eurocopa y que ha devuelto la ilusión por la selección española al gran público (no hay más que ver las audiencias y el promedio de edad de quienes siguen a este grupo, encabezado por un par de millenials, uno de ellos menor de edad, y que llegará a esa cita con el carné de conducir recién estrenado).

Para saber más

Lo primero que tendrá continuidad, cómo no, es el seleccionador. Luis de la Fuente llegó en diciembre de 2022, tras la catástrofe del Mundial de Qatar. Un perfil opuesto a Luis Enrique que, después de muchos meses de zozobra (derrota en Glasgow, aplausos a Rubiales, perfil bajo, etc...) le ha dado la vuelta al calcetín, ha construido un equipo muy competitivo y ha normalizado la relación con la prensa y con la hinchada, donde no se aprecia la división que sí existía con el asturiano en el banquillo, polarizado todo en torno a su figura.

De su mano, una generación heterogénea de futbolistas ha colonizado la selección, y la inmensa mayoría de ellos está en condiciones de seguir hasta ese Mundial de dentro de un par de veranos. Pensemos primero en el once tipo de esta Eurocopa. Unai Simón (27 años) enfila lo mejor de su carrera. Carvajal (32) es uno de los que ofrecen dudas, pues llegará con 34, pero sus últimos años sin lesiones, su nivel aquí, da para pensar que estará. En todo caso, en ese lugar del campo deberá llegar sangre nueva, pues Navas ha cerrado aquí su capítulo. Le Normad también tiene 27, y su futuro en el Atlético de Madrid se intuye mejor que el presente. Sobre Laporte (30) pesa un poco, como con Carvajal, la edad, y todo va a depender de si cumple su deseo de regresar al fútbol europeo o no. En todo caso, la irrupción de Cubarsí da aire a esta posición del campo. Quien tiene un montón de años por delante es Cucurella, probablemente el gran descubrimiento de esta Eurocopa. Tiene 25. Grimaldo, 28.

Sala de máquinas

En el centro del campo, Rodrigo y Fabián Ruiz tienen 28 años, llegarán en plena madurez. Igual que Merino. Y todos los demás son jovencísimos. Pedri (21), Fermín (21), Alex Baena (22) y Gavi (19), ausente por lesión, aseguran el futuro. Hasta Zubimendi (25) por si Rodrigo no estuviera. Arriba está quizá, el gran debate del futuro. Si Álvaro Morata, el capitán, toma finalmente la decisión de dejar la selección, y teniendo en cuenta el DNI de Joselu (34) y su marcha a Qatar, Luis de la Fuente debe ponerse a trabajar en ello. Los nombres que más le gustan al seleccionador, porque son del grupo de jugadores que él ha tenido, son Abel Ruiz, que acaba de fichar por el Girona, y Borja Mayoral, que de no haberse lesionado hubiera tenido opciones de estar aquí. Incluso Samu Omorodion, que irá a los Juegos con la sub'21.

Pero, sobre todo, la explosión de dos chavales, Nico y Lamine, seguirá siendo el eje central del equipo. Tienen 21 y 17 años, de modo que incluso el próximo Mundial podría llegarles pronto por edad, que no por rendimiento. Ellos son la bandera del equipo, y lo seguirán siendo, y a ellos se supeditará casi todo en el futuro si mantienen el nivel. Olmo, otro de los fijos, tiene 26 años, la edad perfecta, y Oyarzabal, otro de los importantes, también (27). Menos incluso acumula Ferran Torres (24).

En resumen, alrededor del 80% del equipo tiene futuro a medio plazo y el entrenador que ha organizado este colectivo no ofrece dudas. Cuando arranque la Liga de Naciones, en septiembre, habrá un equipo reconocible en los televisores. Seguramente el interés por sus partidos decaiga, y es lógico teniendo en cuenta que la afición a la selección se multiplica en los grandes torneos como el que ayer concluyó. Pero, al igual que ocurrió tras la Eurocopa de 2008, habrá un suelo de interés mucho más alto que el visto hasta ahora.

Lautaro tumba a Colombia en la final de la Copa América y Argentina logra un triplete histórico

Lautaro tumba a Colombia en la final de la Copa América y Argentina logra un triplete histórico

Un nuevo gol salvador de Lautaro Martínez, en el minuto 112, dio a Argentina la victoria sobre Colombia, su decimosexto título de la Copa América y la prolongación de un ciclo ganador que incluye un triplete histórico (Copa América-Mundial-Copa América).

Fue un triunfo meritorio, porque la selección de Lionel Scaloni se sobrepuso a un mal comienzo y a la lesión de Leo Messi en el minuto 65 para dejar la sensación de que, como dice su técnico, siempre encuentra soluciones.

No fue una final corriente. Empezó con escándalo cuatro horas antes, cuando una avalancha de hinchas sin entrada provocó el cierre de todos los accesos del estadio y el posterior aplazamiento del comienzo del partido casi hora y media. Y finalizó con un golpe de eficacia de Lautaro Martínez, al que le han bastado ratitos en cada partido para encabezar, con cinco goles, la clasificación de los artilleros.

En una olla a presión, con el aforo desbordado por aficionados encendidos, fue Colombia la que mejor entró al partido.

El conjunto de Néstor Lorenzo se mueve mejor en el terreno de las emociones. Disfruta cuando el fútbol se acelera y aumentan las disputas con el balón dividido. Argentina, al contrario, prefiere controlar el juego y, salvo por momentos Ecuador, nadie se lo ha discutido en este torneo.

Por eso, pese a que Julián Álvarez avisó en el primer minuto, fue la selección colombiana la que dominó el trámite y se acercó al gol con un disparo de Jhon Córdoba que rechazó el poste (m.7) y un disparo de Jefferson Lerma desde fuera del área que obligó a lucirse a Emiliano Martínez (m.34).

Pese a que Messi se mostró más activo en este primer tiempo que en los últimos partidos, la Albiceleste no se encontró a gusto en ningún momento. Tuvo problemas para tapar la vía de agua que abrió Santiago Arias por la derecha y vio encendidas las alarmas cuando una dura entrada al tobillo del sustituto de Daniel Muñoz -que le pudo costar la expulsión- hizo que el 10 cojease hasta el final de la primera mitad.

Tras el entretiempo, ampliado a 26 minutos por la actuación de Shakira - esta vez no importó que se superase el cuarto de hora estipulado-, siguió la Tricolor llevando la iniciativa.

Avisó Arias con un disparo cruzado, luego Dávinson Sánchez de cabeza, tras un córner prolongado también con la testa por Córdoba, pero, sin embargo, fue Ángel di María quien más cerca estuvo de volver a citarse con la gloria, con un tiro cayéndose que rechazó con apuros Camilo Vargas.

Pero la noche no pintaba albiceleste y pasada la hora de juego se lesionó su referente. Fue en un esprint tras Luis Díaz en el centro del campo. Messi, que aún renqueaba por la acción del primer tiempo, notó que se le iba el tobillo, se tiró al suelo y pidió el cambio. El shock que provocó fue de tal magnitud que ni la afición casi reaccionó.

No fue hasta un par de minutos después que el estadio comenzó a corear su apellido, después de que el videomarcador mostrase las lágrimas del capitán en el banquillo.

Para aumentar el drama, poco después fue Gonzalo Montiel el que se fue al césped pidiendo el cambio y casi acto seguido se le anuló un gol, por fuera de juego previo de Nicolás Tagliafico a Nicolás González.

La entrada del delantero de la Fiorentina, que estuvo a punto de volver a marcar de cabeza, tuvo un efecto vigorizante para la Albiceleste, que concluyó el partido en el área colombiana, con Nico siempre protagonista de sus ataques.

Sin embargo, con el partido enredado, con constantes interrupciones por faltas, la final entró en el terreno de los errores y, sobre todo, del miedo a perder antes de una prórroga que se hizo inevitable.

A comienzo del alargue, Néstor Rodríguez retiró a un inédito James, sustituido por Juanfer Quintero. Salvó Camilo Vargas a su equipo tras un nuevo disparo de Nicolás González y Scaloni cambió su centro del campo, con Rodrigo de Paul como único superviviente, y dio entrada a Lautaro Martínez, en busca de una acción ganadora del 'Toro'.

Hizo lo propio para el último cuarto de hora, Lorenzo, con Miguel Borja sustituyendo a un desaparecido Luis Díaz y un mediocampo de refresco.

Pero cómo no, apareció Lautaro Martínez, para en el 112 volver a marcar un gol vital, un gol que da un título, que retiene la corona sobre la cabeza de Messi, despide a Di María, sustituido en el 116, con un título, y le convierte en leyenda.