El terremoto en Red Bull y sus réplicas en torno a Alonso: “Primero tiene que estar seguro de sí mismo”

Actualizado Jueves, 7 marzo 2024 - 22:48

Si alguien esperaba a Christian Horner metido en su caparazón o rehuyendo a las cámaras, a menudo impertinentes, es que no conoce su carácter. Antes del mediodía de ayer, el jefe de Red Bull se pavoneaba por el paddock con la frente alta y una amplia

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Fernando Alonso, mejor tiempo y alguna queja en Jeddah: “Un desastre, muy peligroso”

Actualizado Jueves, 7 marzo 2024 - 20:14

Las anunciadas mejoras de Aston Martin no llegaron a concretarse en Jeddah, donde el AMR24 apareció con la única novedad del alerón trasero. La configuración específica para estas vertiginosas curvas en el Corniche Circuit, una pista que ahora se adecua mejor al coche de Fernando Alonso. Aun sin novedades aerodinámicas estructurales, el asturiano se mostró temible a una vuelta. Tras quedar a sólo 18 centésimas de Max Verstappen (1:29.659) en la primera sesión, terminó marcando el mejor crono de la noche (1:28.827).

El miércoles, durante su comparencia ante los medios, Alonso había mostrado cierta prudencia. No espera milagros en el GP de Arabia Saudí, segunda cita del Mundial, porque según sus cálculos, Aston Martin sigue siendo el quinto equipo de la parrilla. Sin embargo, los tiempos salen de inmediato en los entrenamientos. Y eso siempre es algo alentador.

Colarse por delante de Sergio Pérez, a quien aventajó en 23 milésimas, también debería suponer motivo de orgullo para la escudería liderada por Mike Krack. El mexicano, en perpetua reivindicación, ganó sobre este asfalto en 2023 y presume de ser todo un especialista sobre asfalto semi-urbano. Pero nadie pudo el jueves con Alonso. A falta de conocer su carga de combustible, el bicampeón volvió a dejar constancia del gran nivel del monoplaza verde a una vuelta.

Otra tapa de alcantarilla

Un par de horas antes de la qualy de Sakhir, Fernando ya se había colado en la segunda plaza, sólo por detrás de Carlos Sainz. Y en el Corniche Circuit, sus sensaciones resultaron aún más productivas. Ni siquiera la inevitable tapa de alcantarilla, que retrasó 10 minutos la actividad en pista, pudo restar protagonismo al asturiano. Aunque las simulaciones de carrera siguen siendo muy favorables para Verstappen, el Aston Martin puede inmiscuirse en la pelea por la pole. Desde luego, por estas rectas vuela a una media de 250,2 km/h. Y Alonso tampoco parece inmutarse por los peligros que acechan tras las curvas ciegas, donde el exceso de tráfico provoca situaciones críticas.

"Esto es un desastre. Es muy peligroso", clamó Alonso tras ver muy cerca el alerón trasero de Charles Leclerc. Las quejas sobre la seguridad de la pista fueron la tónica de la segunda sesión. La más sonora se la dedicó George Russell al "jodido" Yuki Tsunoda. Y ningún momento tan malo como el que pasó Logan Sargeant. Al piloto de Williams apenas le quedaba un hilo de voz tras una extraña maniobra de Lewis Hamilton. Sainz, renqueante de sus molestias gastrointestinales, lo describió por radio: "Lo que hizo Hamilton es súper peligroso. Estaba en medio y podía haberse quitado de ahí. Sargeant casi se estrella por su culpa", detalló a su ingeniero Riccardo Adami.

'Warning' y multa para Hamilton

El incidente fue anotado por los comisarios y tras la pertinente investigación, el heptacampeón mundial recibió un warning, más una sanción de 15.000 euros. "Fue un fallo grave por parte del equipo, sobre todo teniendo en cuenta la naturaleza de la curva 11, al final de una serie de curvas de alta velocidad en las que la visibilidad se ve reducida", explicaron en su escrito los responsables de la FIA.

La mera presencia de Sainz, debilitado por un virus, había supuesto ya, de por sí, una buena noticia. Por la tarde, el madrileño pudo marcar el sexto tiempo (1:30.164), sólo 13 centésimas más lento que Leclerc. Sin ser relevante, lo realmente esperanzador es que pudo completar el mismo program a que su compañero en Ferrari (24 vueltas). Como colofón del jueves, Carlos tuvo que conformarse con la séptima plaza, a 27 centésimas del monegasco y a 62 de la cabeza.

Tampoco anduvo especialmnente inspirado Lance Stroll. Tras su gran actuación en Sakhir, con una remontada hasta la décima plaza, el canadiense cometió un pequeño desliz que le hizo rozar una de las protecciones. Su prioridad en Arabia Saudí será estrechar el hueco ante Alonso, ante quien cedió siete y cinco décimas, respectivamente.

Sainz cae indispuesto en Jeddah y Alonso habla sobre Red Bull: “Mejor estar en su lista que en la retirada”

Actualizado Miércoles, 6 marzo 2024 - 16:38

La segunda carrera del Mundial se complicó de pronto para Carlos Sainz, que el miércoles no pudo cumplir con sus compromisos ante la prensa en Jeddah. El piloto de Ferrari se sintió indispuesto en las horas previas y, tras pisar el paddock a mediodía, tuvo que regresar con cierta urgencia al hotel. A falta de confirmación oficial sobre su salud, sobre la que no quiso ofrecer detalles Ferrari, el madrileño deberá apurar su recuperación de cara a la primera sesión de entrenamientos libres del jueves (14:30 horas).

Sainz, que antes de aterrizar en Jeddah había acudido a varios actos promocionales, sufrió un debilitamiento paulatino a lo largo del miércoles. La víspera, Ferrari había adelantado su presencia ante los medios, una cita que primero retrasó y más tarde tuvo que cancelar definitivamente. Mientras Sainz abandonaba el Jeddah Corniche Circuit, Charles Leclerc sí podía comparecer en la rueda de prensa oficial de la FIA.

La plenitud de Carlos se antoja crucial en Arabia Saudí, un gran premio de elevada exigencia para los pilotos, donde a partir del jueves se esperan temperaturas superiores a los 30ºC. Este calor volverá a mezclarse con la pegajosa humedad a orillas del Mar Rojo. En cualquier caso, el equipo de Frédéric Vasseur confía en el total restablecimiento de Sainz, autor de un gran podio el pasado sábado en Bahrein.

"Será mi decisión"

Ante la ausencia de Sainz, Fernando Alonso volvió a acaparar el protagonismo en el paddock, donde aumentan los rumores sobre su futuro a partir de 2025. "No tengo contrato, así que es mejor estar en las listas de Mercedes o Red Bull que en la lista para otros campeonatos o en la retirada", aseguró el bicampeón mundial.

Preguntado por la situación de Max Verstappen, envuelto en la guerra civil de Red Bull, y lo que supondría para él un posible fichaje del neerlandés por Mercedes, Alonso se mostró prudente. "Primero decidiré si quiero sacrificar mi vida para estar totalmente comprometido con la F1. Esa será mi decisión. Seguiré con interés lo que sucede con Max, pero es una pregunta para él".

"Sería egoísta si sólo pensase en renovar y ser piloto de Fórmula 1. Eso está muy bien, pero no soy ese tipo de persona. Si me comprometo es porque hay una opción de ganar carreras y voy a entregar el 100% a una organización que también dará su 100%", añadió Fernando.

"sorpresa positiva y negativa"

Asimismo, el asturiano admitió que Aston Martín ha arrancado este Mundial "en una posición un poco más baja" que el año pasado, aunque reiteró las "esperanzas" de su equipo para convertirse en la "segunda fuerza" de la parrilla. De momento, la escudería liderada por Mike Krack deberá estrechar el margen ante McLaren y Mercedes, cuyo ritmo de carrera fue muy superior el pasado fin de semana en Sakhir.

A tenor de lo apuntado en Bahrein, el AMR24 debería mantener su velocidad en las vueltas de clasificación, donde sí pudo competir con los mejores, y mejorar sus prestaciones durante la carrera. "Fue una sorpresa lo rápido que íbamos el viernes y lo lejos que nos quedamos el sábado. Fue una sorpresa positiva y otra negativa, así que debemos entender qué podemos hacer mejor", analizó Alonso.

El coraje de Carlos Sainz y las cifras de su gran arranque con Ferrari

Actualizado Lunes, 4 marzo 2024 - 01:58

Carlos Sainz nunca se deja arrastrar por la euforia, pero a última hora del domingo, tras su podio en Sakhir, se le notaba distinto. Durante la rueda de prensa de la FIA y delante de las cámaras de Sky Italia, justo a la puerta del hospitality de Ferrari, el madrileño destilaba una honda felicidad. Aún arrastraba la adrenalina de la carrera, donde se había divertido como nunca, completando dos soberbios adelantamientos ante Charles Leclerc. Sin embargo, a su alrededor, no se percibía tanto entusiasmo.

Para saber más

El ambiente en el seno del equipo de Frédéric Vasseur siempre fluctúa en función de lo que suceda con Leclerc, que el domingo, poco antes de que Sainz apareciese por el cuartel general, aún rumiaba su decepción por el cuarto puesto. El monegasco iba y venía con un helado en la boca, en busca de respuestas. Un problema con los frenos había arruinado su carrera. El SF24, incontrolable, le obligó a bloquear siete u ocho veces. Esa avería, por supuesto, también la sufrió Sainz. "Teníamos muchas vibraciones y el pedal, en un momento dado, empezó a irse largo", explicó Carlos. Lejos de dejarse dominar por la frustración, el español empezó a mover el coche en la recta para enfriar el lado que se calentaba más y los frenos volvieron a rendir.

Tantos pormenores técnicos vienen al caso para explicar la verdadera naturaleza de Sainz al volante. Carlos, según la definición del ex campeón mundial Damon Hill, no es un simple driver, sino un genuino racer. Es decir, un piloto cuyas virtudes van más allá de la velocidad a la que impulsa su monoplaza. Un piloto que sabe leer cada situación y se anticipa a los contratiempos. Un piloto que no se limita a pisar a fondo, sino que piensa, analiza y mantiene la compostura. Por si fuera poco, ahora cuenta con un coche que también le permite atacar.

A la par que Pérez

A diferencia de 2023, donde se pasó la segunda mitad del Mundial mirando por los retrovisores y gestionando los neumáticos, Sainz sabe del potencial del SF24. Un monoplaza que el domingo mostró unas prestaciones que sólo palidecían ante Red Bull. Con el neumático blando, Sainz marcó un ritmo de carrera de 1:37.611, a 65 centésimas de Max Verstappen, pero tres milésimas más rápido que Sergio Pérez. Con la goma dura, Carlos rodó a un promedio de 1:36.231, a 68 centésimas del campeón y sólo 23 milésimas más lento que el mexicano. Para completar la comparativa, baste citar el ritmo medio de Lewis Hamilton, 87 centésimas más lento que Mad Max, o el de Fernando Alonso, 1.29 peor.

Estos datos, por tanto, suponen un buen punto de partida para la Scuderia. Tal y como recordó Vasseur, hace sólo 12 meses el primer coche rojo acabó en Sakhir a 48 segundos del ganador. Y el domingo, ese abismo se redujo exactamente a la mitad. Además, Ferrari ha liderado este fin de semana un apartado que le venía causando jaquecas desde tiempo atrás. Por una vez, sus mecánicos fueron los más rápidos en los pit-stops (2,3 segundos con Leclerc y 2,7 con Sainz).

'Undercut' encubierto

Pese a todo, los ánimos en el garaje andan revueltos. Después de tres años, Sainz conoce de sobra las complejidades de Maranello y el ecosistema favorable hacia quien allí dentro llaman Il Predestinato. Durante todo este tiempo apenas ha alzado la voz y su cortés disciplina aún es muy celebrada en el paddock. Pero ahora que se sabe obligado a entregar el asiento a Lewis Hamilton en 2025, no va a perder ni una oportunidad de demostrar su valía. O de reclamar lo que considere justo.

Porque las estrategias de Ferrari siguen siendo, cuanto menos, cuestionables. El ejemplo del domingo, cuando Leclerc paró en la undécima vuelta -tres antes que Sainz, pese a marchar claramente rezagado- levantó otra vez los recelos sobre un trato de favor. Así que, para sobreponerse a ese undercut encubierto, el madrileño tuvo que adelantar a Charles dos veces en pista. Dos maniobras solventadas por centímetros y sin un pestañeo. Sainz sabe, mejor que nadie, que desde la destitución de Mattia Binotto, un convencido defensor del trato igualitario en el box, Ferrari ya ni siquiera va a tomarse la molestia de guardar las formas.

Carlos Sainz y el bálsamo de Fierabrás

Carlos Sainz y el bálsamo de Fierabrás

Actualizado Sábado, 2 marzo 2024 - 21:59

Se le veía un brillo especial en los ojos cuando terminó la carrera. Había logrado, sin ninguna fisura, sin ningún error, el único objetivo que era materialmente alcanzable: ser el primero detrás de los Red Bull. Un podio, un bálsamo de Fierabrás que

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Fernando Alonso y las caras largas en Aston Martin: “Tenemos cuatro equipos por delante”

Actualizado Sábado, 2 marzo 2024 - 21:09

Una hora antes de la carrera, mientras los mecánicos apuraban sus pitillos y sorbían el último café, la atmósfera en el garaje de Aston Martin era muy distinta a la de hace un año en Sakhir. El team principal, Mike Krack, daba cuenta de un sandwich bajo los toldos del paddock y sus hombres seguían de reojo las declaraciones de Fernando Alonso en el drivers parade. Se mascaba la tensión y no aquella ilusión desbordante de 2023. Sólo tres horas más tarde, cuando el asturiano desfiló hacia los tornos de salida, la tropa verde ya preparaba sus bagajes con destino a Arabia Saudí, consciente de que este Mundial ha empezado torcido.

El reverencial respeto hacia Alonso entre la gente de Aston Martin se entiende mejor en momentos como este, cuando las simulaciones previas a la carrera ya les situaban como quinto coche de la parrilla. De ahí ese ambiente sombrío entre la fuerza de choque. Un severo revés tras meses de trabajo y una decepción, en particular, para el bicampeón mundial. "Tenemos cuatro equipos un poco por delante nuestro, como ya sucedía en Abu Dhabi", admitió Alonso, en referencia a la última cita del Mundial 2023.

Arrancar el nuevo curso como se terminó el anterior nunca es asumible para alguien tan exigente como Alonso, cuya sonrisa sólo asomó en plenitud durante una breve sesión fotográfica junto al Rey Juan Carlos. Por segunda jornada consecutiva, el Emérito se pasó ayer por Sakhir para saludar a los pilotos españoles. El monarca fue talismán para Carlos Sainz, pero no para Alonso, contrariado ante los micrófonos. "Estamos detrás de McLaren, Ferrari, Mercedes y Red Bull, así que toca mejorar. La vuelta de la qualy del viernes fue un poco excepcional y nos puso en una situación que no era real. Hoy sí hemos visto la realidad", sentenció en DAZN.

"Necesitamos más rendimiento"

La crudeza de Alonso fue edulcorada, como suele ser habitual, por Krack, con la mirada ya puesta en la carrera del próximo sábado. "Necesitamos un poco más de rendimiento para desafiar a los equipos de delante, pero esto es una carrera, una pista y trabajaremos duro para progresar en Jeddah", valoró el luxemburgués. Si había notado a Alonso, tal y como él mismo admitió ayer, algo enfurruñado durante la pretemporada, habrá que ver ahora al asturiano ante estas primeras adversidades.

Alonso y el Emérito, el sábado en Bahrein.

Alonso y el Emérito, el sábado en Bahrein.RV RACING PRESS

Desde luego, Arabia Saudí no se presenta precisamente como el entorno idóneo para el AMR24. Aunque hace un año Alonso pudo cazar un podio a rebufo de los Red Bull, la vertiginosa cuerda de Jeddah debería privilegiar más a Ferrari o McLaren. Por no citar a los inabordables Red Bull. Tras devanarse los sesos durante el invierno para mejorar la velocidad punta, los ingenieros de Krack reclaman algo más de paciencia para evaluar el paso adelante. De momento, Lance Stroll fue sexto ayer en este apartado (326 km/h) y Alonso, décimo (324 km/h).

Verstappen siembra la desolación y Carlos Sainz vuela hacia el podio

Verstappen siembra la desolación y Carlos Sainz vuela hacia el podio

No hubo historia en el arranque del Mundial, porque Max Verstappen también impide a los rivales construir su relato. No da opción a la emboscada, ni al cuerpo a cuerpo en la trinchera, ni a la resistencia partisana. El dominio con el que Red Bull ha echado a rodar en 2024 resulta tan exagerado que la competencia ya husmea entre las migajas. Mad Max ganó con 22,4 segundos sobre Sergio Pérez, su compañero en Red Bull, el margen más amplio tras dos décadas en Bahrein. Y rubricó eso que en la F1 se llama Grand Chelem, el galardón que agrupa victoria, pole, vuelta rápida (1:32.608) y un liderato desde la salida hasta la meta. Entre el polvo del desierto, sólo una flor creció bajo las dunas. Una de color rojo, enarbolada por Carlos Sainz sobre tierra baldía.

El madrileño fue elegido por los aficionados como piloto del día con el 31% de los votos. En la meta, por supuesto, se le notaba exultante. Durante algún tramo de la carrera había soñado incluso con alcanzar a Pérez, pero la tercera plaza colmaba, sin duda, sus expectativas. Porque no se trataba simplemente del 19º podio de su vida, sino de un aldabonazo en el garaje de Ferrari.

Fernando Alonso, para qué negarlo, no tuvo ni la más mínima opción de hacer algo grande en Sakhir. Acabó noveno porque su coche no va mucho más allá, lo que debería poner en alerta a todo Aston Martin. Había partido desde la zona sucia y pronto descubrió que ni siquiera podría sujetar a los McLaren. En la tercera vuelta cedió paso a Lando Norris y un par de giros más tarde a Oscar Piastri. Con el morro de Lewis Hamilton tras su aletín, se sentía a merced, no sólo de un heptacampeón, sino casi de cualquiera.

"Más ritmo que los de delante"

Sainz, por contra, había enviado bien pronto un aviso para evitar malentendidos: "Tengo más ritmo que los de delante". Obviamente, hacía alusión a un Leclerc con los nervios destrozados, a quien no dudó en llevar al límite. En la corta distancia, tras una espectacular frenada en la curva 1, Sainz se apuntó el primer combate de lo que se antoja un Mundial agitadísimo en el box rojo.

No exageraba Carlos con sus predicciones, porque fue el único capaz de sostener por un rato el infernal ritmo de Verstappen. Pero quiso Ferrari que tras su primer pit-stop, en la vuelta 15, regresara al asfalto otra vez a la estela de Leclerc. Mientras el monegasco se quejaba de los frenos, su compañero era un disparo. A su vuelta rápida (1:35.507), de inmediato pulida por Verstappen, añadió una maravillosa maniobra frente a George Russell.

Para comprender la superioridad del campeón, el único que rodaba con regularidad en 1:35, quede también el dato de que sólo se demoró 20 minutos en doblar a Logan Sargeant. Superada la mitad de la prueba, su hueco ante Pérez se había ampliado a 15 segundos. Es decir, un promedio de cinco décimas por vuelta ante un rival con su mismo coche.

Bandera a cuadros para Sainz en Sakhir.

Bandera a cuadros para Sainz en Sakhir.AFP

Si había interés en comprobar cómo afectaría el frío a la degradación, las conclusiones resultaron bastante alentadoras para Ferrari. A Leclerc le avisaron de que sus Pirelli alargarían su vida más allá de lo esperado. Y Sainz, sobre un asfalto a tan sólo 22ºC, rodaba con constancia en 1:37. Además, Ferrari cumplió con creces con un segundo pit-stop, a 20 vueltas para la meta, en 2,2 segundos.

Stroll, desde el pozo

Red Bull tuvo que actuar de inmediato con Pérez, dado que su ventaja sobre Sainz no excedía de los dos segundos. El mexicano sabía que jugaba con ventaja y que contaba aún con una bola extra. Así quedó en evidencia durante su último relevo, cuando añadió otro segundo a su favor para alcanzar la meta con holgura.

Sin noticias de Russell, sin alardes de Norris, sin un solo coletazo de Leclerc, el espectáculo declinaba. Red Bull había sembrado la desolación y el resto bastante tenía con completar las 57 vueltas. Alonso, sin ir más lejos, tuvo que sujetarse a duras penas en el top-10. Nunca se sintió competitivo ante McLaren o Mercedes, por mencionar sólo a los adversarios más a su alcance. Y aún más preocupante fue cómo fue perdiendo terreno ante Lance Stroll, que se había desplomado al pozo tras un toque en la primera curva con Nico Hulkenberg. Por una vez, el canadiense no perdería la compostura, sino que fue adquiriendo, poco a poco, gran consistencia.

Fernando sólo había atraído la atención de las cámaras con un par de maniobras ante Guanyu Zhou. Pero su primer stint con los duros resultó muy preocupante. Y ni siquiera tuvo suerte en el casino, a la espera de un golpe de suerte en forma de safety car. Nada menos que 25 vueltas esperando nada. No obstante, nadamás renovar el calzado, su AMR24 ya parecía otro. Si Stroll pretendía cruzar la meta por delante, no sabía con quien iba a jugarse los cuartos. Alonso se quitó de encima a su compañero con una feroz maniobra. Su único desquite en un sábado, que como él mismo reconoció por la radio, se le hizo eterno.

El Rey Emérito vuelve a la F1: visita por sorpresa al ‘paddock’ y bromas con Carlos Sainz

Actualizado Sábado, 2 marzo 2024 - 01:01

La previa de la sesión clasificatoria del GP de Bahrein se vio animada el viernes por la visita del Rey Juan Carlos I, que quiso pisar de nuevo un paddock de la Fórmula 1. Fue la primera aparición del monarca en el Gran Circo desde el GP de México de 2021 y tuvo carácter privado. El Emérito, gran aficionado a las carreras, no perdió la oportunidad de saludar a viejos conocidos como Pedro de la Rosa o Marc Gené y siguió la evolución de la qualy en compañía de Carlos Sainz, cuádruple ganador del Rally Dakar.

La llegada del Rey a bordo de un carrito de golf provocó el habitual revuelo en el ya de por sí animado ambiente de la F1. Sin embargo, su presencia pilló con el paso cambiado a Fernando Alonso y Carlos Sainz Jr, que venían de cerrar con un doblete los últimos entrenamientos libres en Sakhir. Por motivos de seguridad, el monarca guarda con recelo cada una de sus visitas. Y por la obligada discreción, Aston Martin y Ferrari prohibieron a la prensa la distribución de material fotográfico.

En cualquier caso, la cercanía de ambas escuderías en el paddock facilitó las cosas a Don Juan Carlos, que apenas tuvo que caminar unos pasos para acceder a sus respectivas instalaciones. Poco antes de las seis de la tarde fue recibido en el hospitality de Ferrari por la familia Sainz. Y una media hora después salió acompañado del bicampeón mundial para sentarse en la terraza ante un televisor de grandes dimensiones.

Del Jarama a la Fórmula E

Sainz, un convencido defensor de la figura del monarca, le informó de cada detalle de lo que sucedía sobre el asfalto. Ataviado con unos cascos, el Rey también dispuso de línea directa con el garaje de Frédéric Vasseur. A pesar de su movilidad reducida, el monarca mostró su habitual buen humor tanto con De la Rosa, embajador de Aston Martin, como con Gené, su homólogo en Ferrari. Por no mencionar el ambiente distendido que se percibía junto al gran dominador del Dakar en la última década.

La pasión de Juan Carlos I por la F1 se remonta a varias décadas atrás. De hecho, los aficionados más veteranos suelen recordar su papel de mediador en el conflicto entre Jean Marie Balestre, Bernie Ecclestone y los pilotos durante el controvertido GP de España de 1979, disputado en el Jarama. Aquella amistad con Ecclestone le permitió seguir acercándose de forma oficial al Gran Circo incluso después de 2014, año de su abdicación.

La última visita del Emérito que había causado gran expectación en el entorno de Liberty Media se remontaba al GP de Abu Dhabi 2018, el mismo domingo que Alonso cerró por primera vez la puerta con un "Hasta luego". En los últimos tiempos, su presencia en los circuitos se redujo al E-Prix Diriyah, una de las citas Mundial de Fórmula E, disputada en Riad a comienzos de 2023. En el caso de Bahrein, los fuertes lazos con la dinastía local, especialmente con el titular del trono, Hamad bin Isa bin Salman Al Jalifa, han facilitado aún más la llegada de Don Juan Carlos a un Gran Premio que este año celebra su 20ª edición.

Verstappen borra la sonrisa de Sainz y Alonso en Sakhir con su 'pole' 33

Verstappen borra la sonrisa de Sainz y Alonso en Sakhir con su ‘pole’ 33

Terminaron las especulaciones, cayeron las caretas y Max Vestappen arrancó el Mundial 2024 como había cerrado el anterior. Riendo a carcajadas bajo el casco tras su primera 'pole' del año (1:29.179), con 22 centésimas sobre Charles Leclerc y 30 ante George Russell. No hubo modo de presentar batalla por parte de los españoles, porque Carlos Sainz, cuarto, y Fernando Alonso, sexto, aún necesitan más impulso a una vuelta.

Hablase en serio o no, lo cierto es que nada más cruzar la meta, Verstappen pensaba que no sería suficiente. De hecho, Leclerc había marcado un 1:29.165 en la Q2. Pero cuando Gianpiero Lambiase hizo oficial su 33ª pole, el campeón estalló de felicidad. "No tienes que disculparte, porque fue un buen comienzo", le dijo su ingeniero de confianza. Ferrari, que venía cuestionando la hegemonía de Mad Max desde los test, debió resignarse al gesto torcido de Leclerc.

Y lo grave del asunto ahora es el ritmo que Verstappen amenaza con imponer camino de la victoria. El mismo con el que aterrorizó durante sus simulaciones en la última sesión libre del viernes. Ni siquiera Leclerc y Russell esperan un milagro. Las dos posiciones del podio se antojan el único tesoro al alcance. Por ellas pugnarán Sainz y Alonso, cuarto y sexto, cada uno con sus matices.

Todo a una carta

El asturiano jugó a contracorriente en la Q3, esperando su turno y apostándolo todo a una bala, cuando sus adversarios dejaron la pista libre. Gracias a un fantástico sector intermedio, donde estableció récord provisional, pudo auparse por delante de Lewis Hamilton y los McLaren. Y sólo cedió ante Sergio Pérez por cinco milésimas. Sainz, por su parte, acabó cediendo esa maldita décima que tanto tiempo le viene martirizando ante Leclerc (1:29.507).

Ferrari, al menos, pudo comprobar la agilidad de su SF24 en las zonas más sinuosas de Salhir, donde plantó cara a Verstappen. El neerlandés, con un 1:29.374 en el inicio de la Q2, disponía de carta blanca para ahorrar gomas, mientras el resto debía emplear un juego extra. Quien mejor las exprimió fue Leclerc aventajando a su némesis en más de cinco décimas en el segundo y último sector.

El provecho también fue apreciable para Alonso, que había salido a la Q2 con calzado nuevo, aunque lejos del liderato. Su segundo intento, algo más afinado, le iba a colocar quinto, a 69 centésimas de Leclerc. La temperatura del asfalto descendía a 21ºC y Mercedes seguía sudando más de lo debido. George Russell, investigado por no seguir las instrucciones del director de carrera, hubo de apurar hasta el último instante, igual que Hamilton. La decepción, sin paliativos, fue Lance Stroll, decimosegundo, a casi una décima del corte, establecido por Oscar Piastri.

Hamilton, en apuros

En la Q1, el canadiense ya había tenido que esperar a su intento postrero para librarse de la quema, pero su crono, a sólo 56 milésimas de la cabeza, dejaba pistas sobre el brío del Aston Martin. También sufrió algo más de lo esperado Hamilton, con un 1:30.4 que le colocaba a medio segundo de Sainz. Su noveno puesto final en la parrilla, por delante de un Haas, no puede dejar satisfecho a nadie en el garaje de Mercedes,

Por la zona baja, la única sorpresa positiva fue la velocidad de Alex Albon, incrustando su Williams entre los Mercedes. En el otro lado de la balanza, subrayar el batacazo de Alpine, con sus dos monoplazas hundidos en el pozo. Mientras, Otmar Szafnauer, ex jefe de la escudería francesa, paseaba por el paddock con una ostentosa acreditación VIP.

Un doblete Sainz-Alonso como aperitivo en Sakhir: “Estoy conectado con el coche”

Actualizado Viernes, 1 marzo 2024 - 15:05

Aún restaba un cuarto de hora para el final de la tercera sesión libre cuando un mensaje de Aston Martin dejó a más de uno boquiabierto en Sakhir. "Eres P1, una décima más rápido que Max Verstappen", informaron por radio a Fernando Alonso. "Sí, recibido. Otro paso más y mejor conectado con el coche. Se siente bien", respondió el bicampeón mundial. Un par de minutos más tarde, Carlos Sainz multiplicaría las esperanzas españolas con el mejor tiempo del viernes (1:30.824).

El piloto de Ferrari acababa de arañar a Verstappen una décima en el segundo sector y dos más en el último, sacando el máximo provecho a sus neumáticos de clasificación. La evidencia de que el SF24 puede, al menos, discutir también la hegemonía de Red Bull en las curvas lentas.

Por supuesto, el equipo de Christian Horner se mantiene como principal favorito para la pole. De hecho, Mad Max y Sergio Pérez fueron los únicos de la parrilla que se dieron el lujo de probar el neumático C1, el más duro de la gama, mientras el resto rodaba con el C3.

El top-10, en medio segundo

A última hora del jueves, Charles Leclerc había advertido que la gran pregunta era saber cuál es la ventaja real del RB20, porque daba por hecha una terrible igualdad entre Mercedes, Ferrari, Aston Martin y McLaren. Estas exiguas diferencias en cuanto prestaciones se plasmaron de nuevo, con el top10 agrupado en medio segundo.

Alonso, por su parte, cedió tan sólo 141 milésimas ante Sainz, después de que ambos completaran 18 vueltas, dos menos que Lewis Hamilton y Kevin Magnussen. El buen feeling del asturiano con el AMR24 El heptacampeón había sido el primero en salir a pista, por lo que debió hacer frente a unas condiciones del asfalto menos propicias. En cambio, George Russell sí pudo confirmar la inercia positiva de Mercedes y extrajo rendimiento inmediato de sus gomas (1:31.190).

Las condiciones del trazado mejoraban a cada minuto, pero ni Verstappen ni Pérez, que finalmente también apostaron por la goma blanda, pudieron desbancar ya a los líderes. Aunque si algún equipo puede lamentarse de sus prestaciones, ese es Alpine. En su peor actuación conjunta del fin de semana, Pierre Gasly y Esteban Ocon se deslizaron, respectivamente, hasta el último y antepenúltimo lugar de la tabla.