Valverde, un seleccionador sin experiencia: ''No fui director de equipo, pero gané siete medallas en los Mundiales, más que nadie''

Valverde, un seleccionador sin experiencia: ”No fui director de equipo, pero gané siete medallas en los Mundiales, más que nadie”

Alejandro Valverde (Las Lumbreras, 45 años) hace dos años que se retiró del ciclismo, pero sigue tan fino como un profesional, corre pruebas de gravel y ejerce como embajador del equipo Movistar. El miércoler, en la sede del CSD, fue presentado como nuevo seleccionador español masculino y gran estandarte de la Federación Española, presidida por José Vicioso. También fue presentado el resto del organigrama deportivo: Félix García Casas (director técnico), Jose Luis de Santos (director técnico adjunto), Javier Alonso (seleccionador de trial), Javier Ruiz de Larrinaga (ciclocrós), Juan Peralta y Javier Zahonero (pista), Pierre-Henri Sauze (BMX), Eleuterio Anguita (ruta junior) y Pascual Orengo (ruta sub'23), Gema Pascual (seleccionadora de carretera féminas), Anna Villa (seleccionadora masculina y femenina de BTT) y Begoña Luis (paralímpicos). Todos acapararon protagonismo, pero ninguno como Valverde, que estrena cargo saltándose todos los plazos, privilegio de un mundialista con un palmarés incomparable.

Ha sido nombrado seleccionador de élite sin haber ejercido, ni siquiera, como director de equipo ¿Cómo puede convencer a los que dudan sobre sus capacidades técnicas?
Yo vengo con una ilusión tremenda. Quiero devolver al ciclismo algo de lo mucho que me ha dado. Lo que puedo ofrecer es mi experiencia en los Mundiales, tengo siete medallas; un oro, dos platas y cuatro bronces, más que nadie.
Ha tardado varios meses en hacer oficial su nombramiento ¿Hubo problemas para negociar con Movistar?
No hubo problemas, lo que pasaba es que había que compaginar el cargo con mis actividades en Movistar. Desde el principio estaba cantado que firmaría como seleccionador.
El puesto de seleccionador no compensa económicamente a ex corredores de élite como usted.
No compensa. Yo he aceptado este puesto porque me gusta el reto y porque puedo contar con una gran generación de corredores. A nivel mundial hay un gran ciclista, Tadej Pogacar, que es muy superior al resto, pero también hay sitio para otros.
¿Usted destacó como ciclista valiente, ofensivo. Esa filosofía la aplicará como seleccionador?
Siempre me gustó estar adelante, pero no hay que atacar por atacar, hay que actuar con cabeza y saber moverse. Mi rol consistirá en formar un buen grupo, que los corredores se lleven bien.
El bloque como gran apuesta.
Lo importante en la selección es formar un grupo compacto, que todos vayan en la misma dirección, que vengan con las ideas claras. Yo gané muchas veces, pero también trabajé para que vencieran Óscar Freire, Purito Rodríguez o Samuel Sánchez. La unión hace la fuerza.
¿Juan Ayuso será el líder de la selección?
Ayuso es muy bueno. Ha comenzado la temporada muy fuerte, ganando carreras en Italia. Su gran rival lo tiene en su propio equipo, Pogacar. Tenemos una gran hornada de corredores que van a demostrar la valía del ciclismo español, ahí están Ayuso, Pablo Torres, Enric Mas, Ivan Romeo, Roger Adriá, Javier Romo, Adriá Pericas...
Juan Ayuso, ganador de la Tirreno-Adriático

Juan Ayuso, ganador de la Tirreno-AdriáticoR. BettiniEFE

Hay chavales con gran futuro, pero parece complicado igualar aquella época dorada con usted, Contador, Freire o Purito. Nadie como usted es capaz ganar en todos los escenarios.
Hay gente con mucho nivel y todo irá llegando, ya vamos recuperando los buenos momentos. No es cuestión de comparar, cada uno tiene sus características. Muchos dicen que aún no podemos ganar un Tour de Francia, pero el ciclismo no es sólo lograr un Tour, hay otras carreras muy bonitas.
Se estrenará en el Mundial de Ruanda, siempre que la guerra que asola a ese país no lo impida. ¿Ha visto el recorrido del campeonato?
El Mundial del Ruanda es muy exigente, más duro que el de Innsbruck, en el que gané la medalla de oro. He visto el recorrido por vídeo y tengo previsto ir a Kigali para verlo in situ, grabarlo y rodar con la bici. Nos beneficia tener el mismo huso horario, nos desplazaremos allí lo más tarde posible. Nosotros tenemos gente que se amolda bien a ese trazado, contamos con opciones, que se consigan medallas ya es otra cosa. Quiero hacer una concentración con los corredores antes de afrontar el campeonato, a ver si es posible.
¿Ya tiene pensado quién ejercerá de capitán de ruta, que actúe como director, porque en el Mundial no hay pinganillos?
Yo puedo planificar cualquier estrategia, dar instrucciones, pero luego son los ciclistas los que toman las decisiones. Tiene que haber un líder que sepa leer la carrera. Todavía queda mucho para el Mundial, ya veremos. Cuando yo estaba tenía a Imanol Erviti como capitán, ahora también hay gente válida para esa función, como Enric Mas o Mikel Landa. A mí me gusta mucho Iván Romeo, es muy inteligente, dentro y fuera de la carretera. Ya le he dicho a Eusebio Unzué que me recuerda a Miguel Indurain. Tengo mucha confianza en él, siempre quiero tenerlo a mi lado, sube y contrarrelojea muy bien, de un año para otro ha crecido mucho y sabe leer muy bien las carreras.
¿De qué seleccionador guarda mejor recuerdo?
Me entendí fenomenalmente con Javier Mínguez y Pascual Momparler. Con José Luis de Santos también mantuve buena relación, y con Paco Antequera empezó todo. No tengo nada que reprochar a nadie, al contrario, estoy muy agradecido a todos.
Juan Ayuso bate récords de precocidad: mejor que Indurain, Contador, Valverde y Freire

Juan Ayuso bate récords de precocidad: mejor que Indurain, Contador, Valverde y Freire

La medalla de oro del Sagrado Corazón de Jesús que le regalaron sus abuelos cuando nació, siempre colgada del cuello y por fuera del maillot. Su novia Laura y la perrita Trufa besándole tras cruzar la línea de meta y antes de subir al podio. Secuencias que van convirtiéndose en rutinarias y que definen al ciclista que pulveriza registros de precocidad. Juan Ayuso, vencedor de la Tirreno-Adriático, supera las marcas de los corredores españoles más relevantes de la historia en el momento en el que contaban 22 años y medio. Ya suma 12 victorias, casi el doble que Miguel Indurain. «Al talento hay que darle rienda suelta», señala el entorno del chaval.

El ciclista nacido en Barcelona el 16 de septiembre de 2002 progresa a toda velocidad. En 2021, con 18 años, se adjudicó el Giro Baby (ganó tres etapas), una prueba destinada a los sub-23, y en la que estableció el récord de triunfador más joven. Su éxito provocó que los técnicos del UAE acelerasen su incorporación al primer equipo. El 31 de julio de 2022 estrenó su palmarés profesional en el Circuito de Getxo y seis días después le renovaron el contrato hasta 2028. Entonces era el de mayor duración del UAE, ahora el más extenso es el de Tadej Pogacar, hasta 2030. Con 19 años debutó en la Vuelta a España, terminó tercero y fue el corredor más joven en subir al podio en una de las tres grandes rondas en los últimos 100 años (el récord lo ostenta Henri Cornet, ganador del Tour de Francia de 1904). Desde entonces no ha dejado de asombrar en las montañas y en las contrarreloj (el pasado año derrotó a Filippo Ganna).

En su hoja de servicios figuran 12 victorias, algunas con gran valor, como la general y dos jornadas de la Tirreno-Adriático (la segunda carrera por etapas más importante de Italia) o la Vuelta al País Vasco. También se ha anotado el Trofeo Laigueglia, las clásicas de Drôme y Faun Ardeche, una etapa en el Tour de Romandía, otra en el Tour de Luxemburgo y dos en la Vuelta a Suiza.

Con números de 'sprinter'

Ayuso supera al resto en cantidad y calidad de sus logros. A los 22 años y medio, el centenario Bernardo Ruiz tenía ocho triunfos. Indurain contaba con siete, brillando en el Tour del Porvenir y Vuelta a Murcia. Angelino Soler (el vencedor más joven de la Vuelta a España, con 21 años, en 1961) también alcanzó siete. Alberto Contador sumó seis, con etapas en Romandía, País Vasco o Setmana Catalana. Txomin Perurena, asimismo, firmó media docena. Pedro Delgado contaba con dos éxitos, los mismos que Purito Rodríguez y Óscar Freire. Abraham Olano, con uno. Alejandro Valverde no se estrenó hasta pasados los 23 años, lo mismo les sucedió a Federico Martín Bahamontes, Luis Ocaña, José Manuel Fuente, Marino Lejarreta, Ángel Arroyo, Chava Jiménez, Roberto Heras o Carlos Sastre.

El chaval del UAE no admite comparación con ningún escalador o ganador español de las tres grandes rondas por etapas. Luce números de sprinter. A su edad, sólo le supera Miguel Poblet, el pionero de los clasicómanos patrios, con 22 victorias, brillando durante cuatro ediciones de la Volta a Catalunya. El cántabro Alfonso Gutiérrez alcanzó las 12.

Aprendizaje para el Giro

Ayuso, que hace sólo seis años tenía adornada su habitación con pósters de Contador, Valverde y Purito y que ahora reside en Andorra, posee madera de líder. Tras conquistar el Tridente de Neptuno de la Tirreno-Adriático aseguró que no le agobia la presión y que se ha propuesto ganar el próximo Giro de Italia. «Esta carrera me ha servido como aprendizaje para el Giro, porque también habrá etapas de frío y lluvia. Quiero dar las gracias a mis compañeros. Siempre he estado arropado, me han ayudado a preparar los ataques. Estoy muy contento, y esperamos poder seguir con estas sensaciones para la Volta a Catalunya y el Giro», señaló.

Con ese agradecimiento quiso transmitir el mensaje de que está a gusto en el UAE, a pesar de que muchos técnicos aseguran que debería tener un equipo a su completa disposición, sin verse obligado a sacrificarse en beneficio de Pogacar. El esloveno es otro portento de precocidad, ya que con 22 años y medio ya había logrado 26 triunfos, entre ellos el Tour de Francia y tres etapas en la ronda gala. Eddy Merckx llegó hasta las 33, con exhibiciones en el Mundial en ruta o la Milán-San Remo.

Según los test de esfuerzo realizados por los especialistas de UAE, Ayuso mueve 6,2 vatio/kg., la misma potencia que Pogacar. «Juan tiene una formación y preparación como nunca he visto en un ciclista. Sabe de nutrición, biomecánica, fisiología, glucógeno, lactato, vatios, pulsaciones...», ha explicado Íñigo San Millán, fisiólogo, técnico del UAE y profesor en la Universidad de Colorado.

Ayuso, formado para impactar.

Ayuso, 11 años después, toma el relevo de Contador en el trono de los dos mares de Italia:''Me preparé para este objetivo''

Ayuso, 11 años después, toma el relevo de Contador en el trono de los dos mares de Italia:”Me preparé para este objetivo”

Once años atrás, Juan Ayuso se peleaba con su amigo Mateo para ver quién era el más rápido en las calles de Jávea. Por las tardes, se plantaba delante de la televisión para disfrutar con las exhibiciones de su ídolo en la Tirreno-Adriático. ''Cuando sea mayor quiero ser como él'', decía mientras veía a Alberto Contador en las ascensiones a los puertos de los Abruzos. En este invierno lluvioso, el escalador de Pinto ha encontrado relevo español en la travesía que enlaza, de oeste a este, los dos mares de Italia.

Ayuso, el nuevo fenómeno del ciclismo español, conquistó este domingo el tridente de Neptuno que acredita al vencedor de la primera carrera italiana por etapas encuadrada en la temporada UCI World Tour, que finalizó en la tradicional meta de San Benedetto del Tronto, ganada al sprint por el italiano Jonathan Milan.

La jornada de clausura de la Tirreno-Adriático, con un recorrido sin apenas dificultades orográficas, estuvo controlada por el UAE y por el Ineos de Filippo Ganna, que consiguió bonificar en el sprint intermedio para arrebatar a Antonio Tiberi la segunda plaza del podio. La nota de calidad la puso Van der Poel, que se fugó y luego fue neutralizado en el ecuador de la etapa. Los últimos kilómetros, ya en las calles de San Benedetto del Tronto, fueron dominados por el Visma de Olav Kooij y Lidl de Milan. El velocista italiano, que contó con ayuda de su amigo Filippo Ganna, se anotó su segundo triunfo parcial en la ronda de los mares, la quinta de la temporada.

líder que no sabe ejercer de gregario

Cuarto triunfo del curso para Ayuso, credenciales idénticas a las de su compañero Tadej Pogacar. El español se ha impuesto en el Trofeo Laigueglia, en la Drôme Classic y en la sexta etapa y la general de la Tirreno-Adriático; el esloveno, en la Strade Bianche y en dos jornadas y la general del Tour de Emiratos Árabes Unidos.

Ayuso vence y los aficionados se ilusionan con el nuevo ídolo, tan parecido, tan ambicioso como Contador. Ambos son los mejores contrarrelojistas entre los escaladores. Ayuso, que sólo ha comenzado a crecer, tampoco se asusta en la asunción de responsabilidades y reclama un equipo a su disposición. Es un líder que no sabe ejercer de gregario, por eso la dirección del UAE le ha diseñado una temporada en la que apenas coincidirá con Pogacar. El 24 de marzo acudirá a la Volta a Catalunya, donde pugnará con Primoz Roglic y Jonas Vingegaard (si se recupera bien de la caída en París-Niza), y luego afrontará su primer Giro de Italia.

Ayuso, a sus 22 años, cinco meses y 28 días, se ha convertido en el sexto ganador más joven de la historia de la Tirreno-Adriático, un peldaño por detrás Pogacar, que ganó, en 2021, con 22 años, cinco meses y 23 días. Una ronda que sonrió por quinta vez al ciclismo español, las anteriores ediciones favorables fueron las de 1991, con triunfo de Herminio Díaz Zabala; la de 2000, con Abraham Olano; la de 2005, con Óscar Freire, y la ya comentada de 2014, con Contador.

''En el comienzo de la temporada trabajé duro para conseguir el triunfo en la Tirreno-Adriático, que era mi primer gran objetivo. El esfuerzo ha tenido sus resultados'' dijo Ayuso tras enfundarse el maillot azzurro el pasado sábado en una ronda en la que siempre ha tenido estrella. El pasado año finalizó segundo, tras Vingegaard, y superó a Filippo Ganna en la contrarreloj inaugural (en esta edición se intercambiaron las posiciones). El español se siente muy cómodo en Italia, su gran rampa de lanzamiento. En 2021, cuando militaba en el Colpack Ballan, arrasó en el Baby Giro al imponerse en la clasificación general y en tres etapas. Tras su espectacular victoria pasó al primer equipo del UAE, donde cautiva por su descaro.

Ayuso, suma y sigue en una campaña que promete sensaciones intensas.

Festival de Ayuso en la Tirreno-Adriático: victoria en la etapa reina y liderato

Festival de Ayuso en la Tirreno-Adriático: victoria en la etapa reina y liderato

El Tridente de Neptuno para el escalador más atrevido, el que asciende sin mirar atrás, midiendo los tiempos y desprendiéndose de sus enemigos con golpes certeros. Juan Ayuso, el gran diamante del ciclismo español, se adjudicó este sábado la etapa reina de la Tirreno-Adriático y destronó del liderato al italiano Filippo Ganna (Ineos), que perdió 49 segundos con el corredor del UAE.

El chaval criado en Jávea se desprendió de sus adversarios con un ataque a falta de tres kilómetro de la cima de la estación de esquí de Frontignano, una subida de menos de ocho kilómetros, al 7,8% de desnivel medio, con rampas del 12% en la cordillera de los Apeninos.

Hasta esa montaña llegó un grupo de fugados compuesto Gianni Vermeersch (Alpecin), Benjamin Thomas (Cofidis), Andrea Vendrame (Decathlon AG2R), Samuele Battistella (EF Education), Jasper Stuyven (Lidl Trek), Chris Hamilton (Team Picnic PostNL), Andrea Pietrobon (Polti) y Magnus Cort Nielsen (Uno-X Mobility), que contaron con una ventaja de tres minutos y que al comienzo de puerto tuvieron poco más de 50 segundos. Desde el mismo comienzo del puerto, Isaac del Toro y Adam Yates, compañeros de Ayuso impusieron un fuerte ritmo que provocó el desfallecimiento de Ganna, que antes del inicio de la jornada disponía de 22 segundos de ventaja respecto al español. Tras el acelerón del corredores del UAE, a cuatro de la meta, saltó Ayuso con potencia y su ofensiva sólo fue respondida inicialmente por Thomas Pidcock (Ineos), Jai Hindley (Bora) y Mikel Landa (Soudal).

Tras un kilómetro de tanteo, Ayuso se marchó de forma imperial hacia la conquista de la etapa y del liderato de una prueba en la que el año pasado fue segundo, sólo superado por Jonas Vingegaard, que ahora se recupera de una lesión en la mano izquierda provocada el pasado jueves en la quinta etapa de la París-Niza.

El triunfo de este sábado se une a los conseguidos este mes en el Trofeo Laigueglia y la Drôme Classic. En crono inaugural de la Tirreno-Adriático fue segundo, tras Ganna. Ahora el italiano queda tercero en la clasificación general, a 38 segundos. La segunda plaza es para Antonio Tiberi (Bahrain), a 37.

''Estoy muy contento y muy agredido al trabajo realizado por todo el equipo'', dijo Ayuso tras pasar la línea de meta y besar a su novia y a su perrita Trufa.

Este domingo, jornada de clausura de la ronda de los dos mares, con una etapa de 147 kilómetros con salida en Porto Potenza Picena y final en San Benedetto del Tronto. El recorrido es llano, salvo en el ecuador de la ruta, que incluye el ascenso al alto de Ripatransone. El viento y los consiguientes abanicos podrían evitar la previsible llegada al sprint y a prevista coronación de Ayuso.

Este sábado también se afrontó la penúltima cita de la París-Niza con una etapa recortada por la adversa climatología. La jornada prevista de 147,8 kilómetros se quedó en 109,3 kilómetros, se suprimió el paso por el Col de la Colmiane, pero se mantuvo el final, con el ascenso a Auron, un puerto de 7,3 kilómetros con un 7,2% de desnivel medio. La jornada, condicionada por la lluvia y el frío, fue ganada por el australiano Michael Storer(Tudor), que sobrevivió a la escapada buena del día. Iván Romero (Movistar); otra vez espléndido, fue cuarto. La ronda, que finaliza este domingo, está liderada por el estadounidense Matteo Jorgenson (Visma); que cuenta con 37 segundos de ventaja sobre el germano Florian Lipowitz (Bora)

La carrera francesa se sella con una etapa de cerca de 120 kilómetros propicia para las emboscadas, con cuatro subidas (Porte, Pellie, D'Eze y Quatre Chemins) antes de afrontar la sinuosa llegada a Niza.

Almeida derrota a Vingegaard en un caótico final de etapa de la París-Niza

Almeida derrota a Vingegaard en un caótico final de etapa de la París-Niza

El descontrol y el caos se adueñaron de la primera etapa de montaña de la París-Niza, ganada por el portugués Joao Almeida, que superó en el último suspiro a Jonas Vingegaard, el danés es el nuevo líder de la ronda francesa.

Venció el escalador luso en una jornada en la que la organización de la prueba generó un gran desconcierto al neutralizar la carrera a falta de 45 kilómetros para la meta debido a sendos accidentes ocasionados por un vehículo y una motocicleta.

En plena tormenta de agua y nieve, los ciclistas fueron detenidos (algunos, como Vingegaard se protegieron en el coche de su equipo) y minutos después se les ordenó avanzar, pero sin validar los tiempos, hasta 28,8 kilómetros de la llegada, 16 kilómetros inútiles. Entonces, el director de la carrera, ante las protestas de varios ciclistas, como Iván Romeo, volvió a parar el grupo y a relanzar la carrera, según el orden que estaba establecido antes de las incidencias. Por delante del pelotón iba un grupito de fugados, integrado, entre otros, por Guernalec, Swift, Leknessund, Tarling y Foss.

Seis ascensiones

Vuelta a empezar después de más 100 kilómetros transcurridos desde la salida de Vichy, con un grupo cabecero comandado por el Visma del líder, Matteo Jorgenson, que avanzaba hacia la estación de esquí de La Loge Des Gardes, en las cercanías del Loira y el Puy-de-Dôme, un puerto de primera categoría con 6,7 kilómetros al 7% de desnivel medio. El trayecto de la jornada también incluyó las ascensiones a seis puertos: cuatro de tercera categoría, dos de segunda.

En la última subida, Vingeggard, siempre pendiente de su compañero Jorgenson, sorprendió a sus rivales con dos acelerones a falta de 3.000 metros para la cima. Se fugó, pero nunca superó los 10 segundos de ventaja. El danés, que quiso lanzar un mensaje de autoridad a Tadej Pogacar, no calculó bien sus esfuerzos y a falta de 100 metros su superado por Almeida, el gregario del esloveno en el UAE. Al menos, Vingegaard tuvo la recompensa del liderato de a prueba que finalizará el próximo domingo.

A la espera de Frontignano

La lluvia y el frío también condicionaron el desarrollo de la tercera etapa de la Tirreno-Adriático, la jornada maratón, con 237 kilómetros de recorrido entre Follorica y Colfiorito. El pelotón decidió imprimir una marcha sin ritmo por la adversa climatología y sólo se animó un poco a falta 50 kilómetros, con la fuga de Pietrobon y De Bondt, siempre bajo el control del Ineos de Filippo Ganna. Juan Ayuso ya avisó en la salida que el escenario no era el adecuado para presentar batalla, todo será diferente el próximo viernes, con la llegada a Pergola, y el sábado, con final en la cima de Frontignano.

La clausura, en el Valico de Colfiorito, una subida tendida de 17 kilómetros, sin pendientes acusadas, en el parque Regional de Umbría, Ganna desafió al grupo de los mejores con un ataque a falta de tres kilómetros que fue respondido primero por Ayuso y luego por Van der Poel. En el arreón definitivo el más rápido fue el italiano Andrea Vendrame. Roger Adriá fue quinto y Alex Aranburu, octavo

Ganna se venga de Juan Ayuso en la crono de apertura de la Tirreno-Adriático

Ganna se venga de Juan Ayuso en la crono de apertura de la Tirreno-Adriático

El gigante de Verbania, un año después, se venga de una de sus afrentas más dolorosas. Filippo Ganna, el contrarrelojista más potente y elegante del pelotón, se adjudicó este lunes, en Lido di Camaiore, la crono de apertura de laTirreno-Adriático. Un triunfo que sirve para cicatrizar la herida moral sufrida en 2024 en el mismo escenario, donde fue batido por el español Juan Ayuso.

El barbado italiano, con su maillot de campeón de italia, firmó un extraordinario ejercicio, de más a menos, en los 11,5 kilómetros de recorrido. El rodador del Ineos paró el cronómetro en 12 minutos y 17 segundos, 23 segundos menos que Ayuso. En el tiempo intermedio, Ganna sólo superaba al chaval de Jávea en dos segundos, pero últimos seis kilómetros, sin apenas curvas, fueron un festival para el italiano, aclamado por el público.

Ayuso, el mejor contrarrelojista de los escaladores, estuvo espléndido, marcando siempre los mejores tiempos antes de la salida del italiano. Terminó segundo y ya atesora una ligera aventaja sobre sus principales rivales en la conquista de la ronda de los dos mares, como medio minuto a Simon Yates y Pello Bilbao, 15 sobre su compañero Isaac del Toro y seis sobre Antonio Tiberi.

Ganna portará la maglia azurra en la etapa de esta martes, con un trazado llano entre Camaiore y Follonica, con 189 kilómetros de recorrido.

Por otra parte, el belga Tim Merlier repitió victoria a sprint en la segunda jornada de la París-Niza, que transcurrió entre Montesson y Bellegarde y la que en el último tramo hubo varias caídas. Este martes se disputa una contrarreloj por equipos en la que el Visma de Jonas Vingegaard parte como favorito.

Ayuso acapara focos en la Tirreno-Adriático, carrera en la que en 2024 humilló a Ganna y sólo fue superado por Vingegaard

Ayuso acapara focos en la Tirreno-Adriático, carrera en la que en 2024 humilló a Ganna y sólo fue superado por Vingegaard

Sendas distintas para evitar coincidencias y no frenar la progresión del nuevo talento español. Joxean Fernández Matxin, tras la polémica nacida en el último Tour, ha preferido separar los caminos de Juan Ayuso y Tadej Pogacar. El chaval de Jávea admira al esloveno pero se siente incómodo en el rol de gregario, por ese motivo apenas coincidirán durante la temporada. Mientras el campeón del mundo se volcará en las clásicas antes de acudir al Tour, su compañero afrontará carreras de una semana para preparar el Giro de Italia.

Ayuso, que ha firmado un arranque excelente de curso, con victorias en el Trofeo Laigueglia y en Faun Drome, acude este lunes a una de sus rondas predilectas, la Tirreno-Adriático, y a final de marzo a la Volta Catalunya. En la cita italiana de 2024 sorprendió con un segundo puesto en la clasificación general, sólo superado por Jonas Vingegaard, y con una victoria en la contrarreloj inaugural en la que batió al especialista Filippo Ganna. Hoy, la ronda vuelve a levantar el telón en el mismo y agradable escenario que en 2024, en Lido di Camaiore, con una crono de 11,5 kilómetros.

«Estoy contento con mi rendimiento y con el gran trabajo realizado por el equipo en el inicio de la temporada», ha señalado el escalador del UAE, que parte como principal reclamo de una carrera que finaliza el próximo domingo y que incluye dos jornadas montañosas (tercera y sexta) propicias para el joven español. Entre sus principales adversarios para la conquista del Tridente de los dos mares figuran Mikel Landa (tercero en 2021 y 2022), el británico Simon Yates (ganador en 2020), el australiano Jai Hindley (tercero en 2024) y el ecuatoriano Richard Carapaz.

Otras figuras en la carrera de entre mares son Mathieu Van der Poel, el ex campeón mundial y siete veces arcoíris de ciclocrós, que afina la forma para la Milán-San Remo, y el británico Thomas Pidcock, segundo en la Strade Bianche, que atraviesa por el mejor momento de su trayectoria deportiva.

Quien no estará en la Tirreno-Adriático será Jonas Vingegaard, que ha preferido acudir a la París-Niza, que arrancó el domingo con victoria al sprint del belga Tim Merlier.

Pogacar, herido por una aparatosa caída y tras un gran ejercicio de coraje, vence en el 'sterrato' de la Strade Bianche

Pogacar, herido por una aparatosa caída y tras un gran ejercicio de coraje, vence en el ‘sterrato’ de la Strade Bianche

Se huye por miedo, para evitar un daño, para superar traumas, para olvidar. Tadej Pogacar huye por placer, por necesidad vital, para ratificar su poderío. Todo por el espectáculo. Lo suyo no son conquistas, son exhibiciones, como la rubricada este sábado en la apertura de las grandes clásicas de la temporada.

La victoria más dolorosa, manchada de sangre, en la fantástica Strade Bianche. Un triunfo que humaniza al corredor más prodigioso, que impuso su jerarquía tras cometer un error en la trazada de una curva que estuvo cerca de arruinar toda su temporada. Una caída que precedió a otra fuga de coraje, a 18 kilómetros de la conclusión, que supuso su tercer título consecutivo en la clásica del sterrato, igualando el récord de Fabian Cancellara.

Segundo fue el británico Tom Pidcock, a 1.22 minutos. El tercero, Tim Wellens (campañero de Pogacar en el UAE), a 1.10. Quinto, Pello Bilbao y décimo, Roger Adriá.

Pogacar es un espectáculo hasta en las situaciones más hostiles. A falta de 49 kilómetros para la meta en la medieval Piazza del Campo de Siena, el esloveno inclinó demasiado su bicicleta en una curva descendente, la rueda delantera se deslizó hacia la izquierda y se cayó, golpeándose el hombro, la rodilla y el codo izquierdos en el asfalto; luego salió despedido, tras una acrobática voltereta, hacia unas zarzas. Tom Pidcock logró esquivarle gracias a esa habilidad adquirida en el ciclocrós.

Pogi, con el susto en el cuerpo, se levantó enseguida y un kilómetro después contactó con Pidcock, que decidió esperarle porque sabía que era más conveniente avanzar en su compañía cuando aún restaba la parte más exigente de la prueba italiana.

Roger Adriá, espléndido

Una clásica en la que el catalán Roger Adrià estuvo espléndido, siempre en el grupo cabecero y cerca de Pogacar. Sólo quedó descolgado del líder del UAE cuando el fenómeno atacó a falta de 78 kilómetros para neutralizar a un grupito de fugados y romper la prueba.

Tras la caída que determinó el desarrollo de la Strade Bianche, el británico y el esloveno caminaron en sintonía entre las polvaredas que simulaban incendios forestales en las colinas verdes de la Toscana, hasta el sector 15 de sterrato, en el Colle Pinzuto, cuando el maillot arco iris descolgó al británico con esos arreones que carecen de réplica. Medio minuto en 2, 5 kilómetros.

''No es una vergüenza quedar por detrás de Pogacar'', decía el italiano Alberto Bettiol en la víspera de la clásica de la carreteras blancas, que esta edición resultó más dura que las anteriores por la presencia de nuevos ascensos de tierra. Estas novedades provocaron que Van der Poel y Van Aert no se presentaran, ya que el recorrido parecía más apropiado para escaladores que para clasicómanos. .

Una Strade Bianche en la que Pogacar brilla como nadie en esa icónica ascensión a Via Santa Caterina, que siempre acapara una de los imágenes más impactantes de la temporada, y en la monumental Piazza del Campo de Siena. 92 triunfos en su magnífico palmarés.

Pirimer triunfo de las ocho clásicas que tiene previsto afrontara en este curso. Las siguientes serán Milán-San Remo, E3 Harelbeke, Gante-Wevelgem, Tour de Flandes, Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja. Casi nada.

Arranca el festival de las clásicas con el 'sterrato', las cabalgadas antológicas y el descomunal reto de un genio voraz

Arranca el festival de las clásicas con el ‘sterrato’, las cabalgadas antológicas y el descomunal reto de un genio voraz

Sterrato, adoquines, muros, abanicos, toboganes, dientes de sierra, precipicios, maratón de kilómetros. Las clásicas han dejado de pertenecer a los panenkitas del pedal para cautivar al gran público. Las carreras de un día atrapan por su intensidad y por la presencia de una generación de ciclistas ansiosos de mostrar su voracidad en todos los escenarios. Mathieu van der Poel, Wout van Aert, Remco Evenepoel,Tom Pidcock contra el majestuoso Tadej Pogacar. Jonas Vingegaard, Primoz Roglic, Juan Ayuso, Carlos Rodríguez o Ben O'Connor prefieren las pruebas de una semana para preparar Giro, Tour o Vuelta.

El bloque principal de la nueva temporada de las clásicas de primavera, que arranca este sábado con la espectacular Strade Bianche, aparece iluminado por la presencia de Pogacar, que ahora replica a los corredores de otras épocas y se vuelca como nunca en las pruebas de un día, con ocho citas, más que nadie entre los grandes del pelotón. El estandarte del UAE garantiza escapadas antológicas. El fondista muta en clasicómano insaciable y anuncia que acudirá a tres Monumentos: Milán-San Remo, Tour de Flandes y Lieja-Bastoña-Lieja (al Giro de Lombardía irá a mediados de en octubre) y no descarta la París-Roubaix. Nunca ha participado en el Infierno del Norte por temor a las caídas y a un brutal desgaste físico. Lo previsible es que deje aparcado el examen de los terroríficos tramos de pavés.

En el calendario de las clásicas del esloveno, que en febrero se anotó dos etapas y la general del UAE, también figuran Strade Bianche, E3- Herelbeke, Gante-Wevelgem, Amstel Gold Race y Flecha Valona. El segundo en este ranking de participación es el británico Pidcock, con siete clásicas de primavera; Van Aert se queda con seis; Van der Poel y Evenepoel suman cuatro.

Pogacar arranca su festival con la Strade Bianche, la clásica moderna y más atractiva, con sus selectivos tramos de sterrato. Son 213 kilómetros, con salida y llegada en la Piazza del Campo de Siena, con 82 kilómetros de firme de tierra compactada, divididos en 16 sectores. El esloveno persigue su tercer título en la que antes se llamaba L'Eroica, los anteriores los ganó en 2022 y en 2024.

Pidcock, Richard Carapaz y el polaco Michal Kwiatkowski (también cuenta con dos victorias en la prueba de la medieval Siena) parten como principales adversarios del esloveno en los cautivadores parajes de la Toscana. La representación española está liderada por Pello Bilbao (esta es una sus carreras preferidas), Pelayo Sánchez y Mikel Landa. El escalador de Murguía abre el curso asumiendo el liderazgo del Soudal Quick-Step debido a que Evenepoel aún se recupera de las fracturas en varias costillas, omóplato derecho y mano derecha, contusiones en los pulmones y una luxación clavícula producidas el pasado diciembre en un entrenamiento.

Una de las pocas obsesiones de Pogacar es conquistar la Milán-San Remo, la clásica que menos que se acomoda a sus características y que siempre cuenta con una elevada nómina de candidatos. En la Classicissima ha sido, decimosegundo, quinto, cuarto y tercero. En esta edición pugnará, entre otros, con Pidcock, Alaphilippe, Mohoric y Van der Poel.

El fenómeno holandés dosifica y selecciona su munición, dado que después de la prueba italiana sólo acudirá a la E3- Herelbek, Tour de Flandes y París-Roubaix. En Flandes, donde defiende título, se enfrentará a Pogacar y en la cita cumbre de los tramos de pavés (ganador en 2023 y 2024) desafiará a Van Aert y otras locomotoras, como Tim Merlier, Mads Pedersen o Jasper Philippsen (segundo en 2023 y 2024). La gran apuesta española será Oier Lazkano -se marchó del Movistar para unirse al Bora de Primoz Roglic-, que debutó en los abombados caminos de tractores de Roubaix en 2023 (finalizó en la posición 102) y que el pasado año se vio obligado a abandonar. Esta es la cita que más atrae a Iván García Cortina (Movistar), que ya suma siete participaciones, la mejor la de 2022, en la que terminó en 25º.

La clausura de París-Roubaix abre la puerta al Tríptico de las Ardenas, con Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja (las únicas clásicas a las que acudirá Enric Mas), territorio el que antes se exhibía Alejandro Valverde y por el que ahora se pelean Pogacar, Van der Poel, Van Aert, Evenepoel y Pidcock. La primavera de los prodigios ya está aquí.

Induráin, "sorprendido" por la "revolución" de la bicicleta en París

Induráin, “sorprendido” por la “revolución” de la bicicleta en París

Actualizado Viernes, 7 marzo 2025 - 15:29

"Ha cambiado mucho París desde que gané el Tour: veo mucha bicicleta y mucho carril-bici", reconoció Miguel Induráin en su celebrado regreso la capital francesa, treinta años después de su último recorrido triunfal por los Campos Elíseos. El pentacampeón del Tour fue galardonado junto a Joanne Somarriba (triple vencedora de la carrera francesa) con el Premio Diálogo que promueve los vínculos entre los dos países.

"El ciclismo rompe las fronteras", aseguró Induráin. "Es lo que tiene este deporte, que la gente te reconoce cuando ganas, aunque ellos tenían también muy buenos corredores. Siempre me he sentido arropado en Francia y en Italia (doble vencedor del Giro), y lo conseguí andando fuerte en la bici y haciendo lo mío".

"Hay corredores que conectan y otros que no: los aficionados lo captan y reconocen el esfuerzo", precisó Induráin, en el momento de recordar los momentos "agónicos" de los cinco Tours consecutivos, que le valieron el título de 'El Extraterrestre'. "En su momento agradecí mucho también el apoyo de los españoles viven en Francia y que se lanzaron a la carretera para animarme".

A los Alpes y a los Pirineos regresa ocasionalmente el mejor ciclista de nuestra historia. Por París no ha vuelto a pedalear desde el entonces, aunque se confiesa "sorprendido" por la revolución de las dos ruedas que ha cuajado en la última década bajo la batuta de Anne Hidalgo: "Veo la ciudad muy ágil, he caminado por el centro y no se nota tanto la aglomeración de coches que había en mi época".

En París, los viajes en bicicleta han adelantado efectivamente a los desplazamientos en coche en el centro de la ciudad. El 11,2% de los parisinos se mueve en dos ruedas, frente a al 4,3% que lo hace en coche. El 30% utiliza el transporte público y el 53,5% se mueve a pie.

A su paso por la embajada española, en las inmediaciones del emblemático Pont d'Alma, el navarro de oro rememoró las cinco ocasiones -entre 1991 y 1995- en que salió al balcón (también lo hizo en 1996, aunque quedó undécimo) para agradecer el apoyo de sus paisanos: "Era un momento grato, después de la tensión de la carretera".

"El Tour no es solo una carrera de ciclismo, es una historia de superación", declaró por su parte la ciclista vasca Joanne Somarriba, ex campeona del mundo contrarreloj, ganadora del Tour en el 2000, 2001 y 2003 y doble vencedora del Giro. al igual que Induráin.

Somarriba rompió una lanza por el auge del ciclismo femenino y reconoció que su sueño desde niña era coronar etapas en los Pirineos. "Algo que sigo haciendo como aficionada, aunque ahora me permito el detalle de tomar un refresco tras superar un puerto", comentó.