Borja Jiménez, de (casi) profesor de autoescuela a entrenador de Primera con el Leganés: “La vida está para tomar decisiones arriesgadas”
Si Borja Jiménez (Ávila, 1985) no hubiera seguido su corazón, hoy LaLiga y el CD Leganés no contarían con un gran entrenador y un hombre de fútbol. En su primera experiencia en los banquillos consiguió llevar al Ávila al playoff de ascenso a Segunda B, pero a sus 21 años el fútbol se olvidó de él y casi termina de profesor de autoescuela. Hoy, con 39, es el tercer técnico más joven de Primera División y el que llevó al quinto equipo madrileño a la máxima categoría. Sólo hay una cosa que no le gusta de su trabajo, la Fantasy, uno de los motivos por los que se eliminó los comentarios en redes sociales. Hoy juega en el Metropolitano, sin su Fondo Sur, ante el Atlético de Madrid.
- ¿Van a ganar al Metropolitano?
- De los próximos tres partidos tenemos dos equipos de Champions y en sus campos. Tenemos que convivir con esa dificultad. Creo que es un premio a una muy buena temporada del año pasado, hay que competir, disfrutar y, sobre todo, sentirnos capaces de poder ganar en cualquier campo.
- Lo harán sin Fondo Sur.
- Las circunstancias por las que no van a estar no nos agradan a ninguno, pero a priori es un hándicap para ellos. No creo que tenga una influencia determinante en el partido, aunque a nivel visual será algo extraño de ver. Intentaremos, dentro de lo que a ellos les pueda suponer no contar con parte de su afición, jugar lo mejor posible nuestras bazas.
- Han sido semanas de demasiadas noticias de ultras, ¿estamos volviendo atrás?
- Esperemos que no, porque no sería positivo. Desde aquí hago un llamamiento a la coherencia, a la calma, al saber estar, a que al final el fútbol es un espectáculo donde intentamos pasarlo bien, disfrutar. Hay mucha gente que va con su familia, con sus amigos y queremos que los campos del fútbol sean un sitio seguro donde disfrutar de nuestros equipos.
- ¿Qué o quién le da más miedo del Atlético?
- Todos, hablar de un futbolista u otro en equipos de élite mundial, llámese Griezmann, Julián, Sorloth... Son delanteros de muchísimo talento, pero su línea defensiva es parecida. Son jugadores de élite mundial.
- Vienen de un calendario más benévolo, llegan los Alpes.
- Cada partido, cada salida, parte con una dificultad extra. A nivel personal lo tengo interiorizado, muy normalizado para saber dónde estamos, quiénes somos y cuál es la manera para conseguir el objetivo.
- Encajan poco pero también marcan poco.
- Por lo general, los equipos de mitad de tabla para abajo suelen tener problemas para hacer gol. ¿Por qué? Porque la diferencia entre Primera y Segunda División es que Primera es una categoría muy del futbolista, donde ellos tienen la capacidad de desorganizar cualquier sistema defensivo. Y Segunda es más del entrenador, donde las tácticas o las modificaciones son menos permeables al talento individual.
- Todo ello con una plantilla casi nueva.
- Sí, más del 50% son jugadores nuevos y muchos han llegado al final del mercado, lo que supone que ahora estén arrastrando molestias típicas de pretemporada.
- ¿Ya se han adaptado el entrenador y el Leganés a Primera?
- A nivel personal sí, porque hemos detectado qué cosas nos valían del año pasado y ahora no, independientemente de los futbolistas. A nivel colectivo todavía nos queda, porque hemos tenido muy poco tiempo para trabajar.
- Lo evidente es que ahora ganan menos.
- Sí, y también hay un cambio de roles en los jugadores. Todas estas cosas son difíciles de asimilar y quien diga lo contrario miente. Lo intentas prevenir ayudando a que la gente entienda este tipo de situaciones, pero no es fácil. Hay que cambiar esa mentalidad, pero nosotros, club y afición, porque creo que conocer nuestra realidad nos va a acercar mucho a los objetivos.
- A nivel mental, dejar el ascenso para la última jornada tras perderlo en la penúltima les tuvo que ayudar.
- A cualquiera le hubiera supuesto un golpe muy duro y a este grupo le supuso una piedra más en el camino. A las 48 horas entendió que la única opción era ganar 6 días después y lo hizo. Es un equipo con una resiliencia muy grande, con una capacidad de trabajo muy buena y que ha entendido desde el primer momento que el éxito del Leganés o el éxito que ellos puedan tener va unido al del resto de compañeros.
- Fue uno de sus momentos más duros.
- Sí, junto con el no ascenso del Dépor. Semanas en las que no tuvimos que mostrar dudas. Creo que hicimos un esfuerzo muy grande en intentar olvidar eso y que nos sirviera como empujón para poder celebrarlo con nuestra gente.
- Es de los pocos entrenadores que no ha sido futbolista profesional, ¿cómo sienta en el vestuario?
- Los futbolistas, aparte de algún matiz táctico, lo que necesitan son personas y no creo que para entrar en un vestuario y conocer sus necesidades hayas tenido que ser futbolista. Habrá casos que les pueda ayudar más y otros menos, porque mis experiencias son diferentes.
- Con 21 años empezó a entrenar, imagino que el balón no era lo suyo.
- Era atrevido (risas). Lo que a mí me gustaba cuando jugaba era estar con mis amigos. En aquella época había menos cosas y la necesidad de jugar al fútbol o de inventarte juegos era mayor. No me considero futbolista, me considero una persona que ama muchísimo este deporte, que amaba estar con su gente y que ahora tiene el privilegio de vivir cumpliendo un sueño.
- ¿Llegó a dudar de usted en aquel impasse sin equipo entre el Ávila y la cantera del Valladolid?
- Dudas, porque tras llevar al Ávila al playoff de ascenso a Segunda B piensas que lo que has conseguido tiene mayor repercusión y la realidad es que si caminas 50 kilómetros nadie sabe lo que ha pasado. Nosotros vivimos en el entorno del fútbol en el que creemos que todo gira a nuestro alrededor y que cuando has hecho algo importante tiene más repercusión de la que realmente tiene.
- ¿Qué pensaría Borja Jiménez de sí mismo si hubiera terminado como profesor de autoescuela?
- Pues que se equivocó, porque creo que en la vida estamos para tomar decisiones arriesgadas y para hacer lo que nos guste. Trabajamos 50 años y lo tienes que hacer en una profesión donde estés cómodo, que te guste, porque si no es inaguantable. El mayor tiempo de nuestra vida lo pasamos trabajando y es muy difícil hacer algo que no te gusta todos los días de tu vida. Entonces me hubiera arrepentido muchísimo.
- Su otra pasión, por su hermano el productor Selecta, entiendo que será la música.
- Sí, además a él le pasa un poco parecido, aunque no tiene ni idea de fútbol. Ahora ya un poco (risas). Entiendo que él tiene también, más que pasión por el fútbol, pasión por su hermano. Y a mí me pasa igual. Y otro de mis hobbies es verle actuar siempre que puedo, me llena de orgullo y lo disfruto muchísimo.
- ¿Cree que sus padres les hubieran querido a alguno trabajando con ellos?
- Ellos se alegran de nuestro éxito, lógicamente, y nunca se hubieran imaginado esto de sus hijos. Lo que lamentan es que podamos pasar poco tiempo con ellos por nuestras profesiones y son ellos los que siguen haciendo el esfuerzo por vernos y van a los partidos o también a las fiestas de Pablo y se acuestan a las 5 am.
- ¿Cree que el fútbol es complicado para tener familia?
- Sí, muy complicado. Cada vez la gente va contando con más naturalidad los problemas. Ya no solo los que sufrimos nosotros como que nos insulten o que nos falten el respeto. Tú estás dentro y lo ves como parte de tu profesión, pero tu familia no. Y a nivel personal, los horarios, los fines de semana, los viajes... para la gente que está a tu alrededor es complicado, porque tienes mucho desorden en tu día a día. La gente me dice, ¿qué día libras? Bueno, pues ninguno, no libras. Como entrenador nunca tienes descanso.
- ¿Tiene otra pasión que se le parezca al fútbol?
- No, mi siguiente pasión son los coches, pero no tengo tiempo. Yo iría dos veces a la semana a montar en kart y a dar mis vueltas, pero no me da. Pero sí que es una pasión que he tenido siempre. Y luego una que es igual que el fútbol, pero que no se puede contabilizar, es mi familia y mis amigos. A eso sí que les dedico más tiempo que al fútbol. No en horas, pero sí en importancia.