Simeone y los penaltis, Reina y el depósito del coche, las supersticiones más locas del fútbol: "Hay que evitar que terminen en una obsesión"

Simeone y los penaltis, Reina y el depósito del coche, las supersticiones más locas del fútbol: “Hay que evitar que terminen en una obsesión”

Fue una de las imágenes del Metropolitano en la mágica noche ante el Inter, aunque hoy el equipo esté fuera de la Champions. Medio estadio comiéndose las uñas, los jugadores abrazados y Simeone agazapado en la entrada del túnel de vestuarios sin mirar hacia los penaltis y perdiéndose el milagro de Oblak. "Se me vino el partido del Bayer Leverkusen. Vi los dos primeros penales y los anotaron, el segundo no lo vi y lo paró Jan. Si te están marcando el camino, sigue ese camino", confesó el técnico entre risas.

"Simeone es la persona más maniática que me he encontrado". El que habla es el exfutbolista y expupilo del argentino en el Atlético de Madrid, Guilherme Siqueira. El brasileño militó temporada y media con los rojiblancos (2014/15 y la mitad de la 15/16) y no se olvida de las numerosas manías no sólo del Cholo, también del Profe Ortega. "Una vez se paró el altavoz donde suenan siempre las mismas canciones 10 minutos antes de calentar y el Profe se volvió loco: '¿Qué está pasando?', gritaba y era como si ya fuéramos perdiendo 0-1", reveló Siqueira.

El lateral izquierdo también recuerda las idas en bus desde el hotel de concentración con las mismas canciones de rock a todo trapo que no le dejaban ni oír su propia música y la respuesta que le dio su compatriota Joao Miranda cuando le preguntó a ese respecto en uno de esos viajes. "¿No te has dado cuenta? Es todo superstición, Sique".

Y es que el Atlético venía de ganar LaLiga el año anterior, la 2013/14, con aquel empate en el Camp Nou con gol de Godín por lo que el cuerpo técnico rojiblanco decidió repetir las rutinas que, creían, les hicieron campeones. "Cuando vovíamos del calentamiento, Gabi cogía un balón, se lo pasaba al Cholo y este empezaba a botarlo sin parar... todo igual, siempre lo mismo", confiesa Guilherme.

Si el deporte es un compendio de talento, trabajo y suerte, en el fútbol este último factor es el que menos se intenta dejar al azar. Son incontables los jugadores o entrenadores que tienen sus propias rutinas para concentrarse en el juego. "Al hacer siempre lo mismo, me siento más seguro. Es importante para la percepción de control. Tengo la sensación de que controlo, fortalece la autoconfianza, reduce el estrés y mantiene mi foco atencional donde yo quiero que esté", explica David Peris, presidente de la Federación de Psicología en el Deporte.

Si nos fijamos bien en cada partido podemos ver algunas de ellas. Las más habituales son, por ejemplo, jugadores que siempre pisan primero el césped con el pie derecho, los que tienen prendas fetiche o amuletos a la hora de afrontar los encuentros o los que siempre entran al campo al final de sus equipos.

Kolo Touré, en un duelo del Arsenal.

Kolo Touré, en un duelo del Arsenal.

El Arsenal jugó unos minutos la ida de los octavos de Liga de Campeones en 2009 ante la Roma con nueve jugadores porque Kolo Touré, cuya obsesión era entrar el último al terreno de juego, quiso esperar a que los servicios médicos del club atendieran a su compañero William Gallas en el descanso del partido. Encima, el central marfileño fue amonestado por entrar al campo sin permiso. Afortunadamente para él, su equipo avanzó de ronda y llegó hasta semifinales donde fue apeado por el Manchester United.

"La línea es si tú controlas tus rutinas y te ayudan. Cuando tu no las controlas y son una obligación o te produce ansiedad no hacerlas es el límite", define Peris la diferencia entre rutinas y lo que podrían considerarse enfermedades mentales, como las que describe el ex futbolista de la Real Sociedad, Zuhaitz Gurrutxaga en Subcampeón, el libro que coescribe con Ander Izagirre. El jugador llegaba a disputar partidos intentando cruzar las líneas del terreno de juego con el pie derecho, algo parecido a Jack Nicholson en la película Mejor Imposible.

Pepe Reina tiene un ritual antes del inicio del partido que le lleva un minuto y consiste en saludar a sus defensas en cierto orden, tocar los dos palos de la portería y avanzar desde ella hasta el borde del área y vuelta en tramos de seis pasos. Pero si hay una manía curiosa del portero es la de llenar el depósito del coche antes de los partidos porque una vez lo había hecho y le había ido bien. "Asocias un recuerdo positivo y lo quieres recuperar, pero hay que evitar que sea una obsesión", comenta Peris.

Reina, en el enfrentamiento ante el Valencia con el Villarreal.

Reina, en el enfrentamiento ante el Valencia con el Villarreal.EFE

"Las supersticiones vienen de estar mucho tiempo solo. No paras de pensar. Tienes hábitos, pelis, música, llamadas a la familia, zapatillas... Piensas: 'si la cosa va bien, hago lo mismo", revela Siqueira y confirma la teoría de Peris de que cada uno genera sus propias rutinas para sentirte "conectado al fútbol".

Es al dejar el fútbol, cuando muchos futbolistas son más conscientes de las obsesiones que tenían cuando jugaban. El toquecito en el larguero de Casillas cuando marcaba su equipo, las botas de medio número menos de Aitor Ocio por incrementar las "sensaciones" o el no disparar a puerta en el calentamiento de Hugo Sánchez para "no gastar goles". "Siempre tienen más supersticiones los futbolistas que los cuerpos técnicos", apunta Siqueira.

No es el caso de Simeone, que supera con creces a todos sus jugadores y sus manías llegan también a afectar al departamento de viajes del club, que tiene que cambiar de hotel cuando el resultado es adverso, o los horarios de desplazamientos del equipo, o los jugadores que dan la rueda de prensa. Aunque que Witsel hablara en la previa ante el Dortmund por tercera vez en Champions, no terminó igual de bien que las dos anteriores. "Lo que te ayuda hay que mantenerlo y lo que no, evitarlo", concluye Peris.

¿Por qué no hay ojo de halcón en España? Cuatro millones, la negativa de Tebas y la indignación del Barça ante el gol fantasma

¿Por qué no hay ojo de halcón en España? Cuatro millones, la negativa de Tebas y la indignación del Barça ante el gol fantasma

Una audiencia potencial de 650 millones de personas pudo observar cómo en el minuto 28 un córner rematado por Lamine Yamal terminaba en un gol fantasma en la portería del Real Madrid. Lunin terminaría echando el balón de nuevo a saque de esquina. Se tardó unos dos minutos en que se reanudase el juego, en uno de los mejores partidos que se pueden ver en el mundo del fútbol actualmente.

Los jugadores reclamaban en uno u otro sentido al árbitro del encuentro, César Soto Grado, y Gündogan le pedía que se mirase el reloj para comprobar si el balón había entrado o no. No sabía el germano ex del Manchester City, que en España, al contrario que en Inglaterra, no hay tecnología de gol. Así que la jugada debería determinarla el VAR. El videoarbitraje fue incapaz de concluir que el balón había traspasado la línea por completo así que el gol no subió al marcador.

Lo llamativo es que Canal + Francia y Bein Sports aplicaron la tecnología 3D a las tomas de cámara de las que disponía la retransmisión, había 36 para todo el encuentro, y determinaron que el balón no había traspasado la raya por completo.

Pese a las quejas posteriores en rueda de prensa de Xavi Hernández, entrenador del Barcelona, y el portero, Ter Stegen, en las que manifestaban que era "una vergüenza" que no hubiera tecnología de gol en España; Javier Tebas, presidente de LaLiga, no se quedaba callado.

En un post en X, el mandatario escribía: "Sin comentarios..." y adjuntaba una serie de capturas de pantalla en las que se evidenciaban errores de la tecnología de gol o Hawk Eye, la más reciente de hace dos años. En la última, además, recogía un titular en el que se apuntaba que Francia había suspendido el uso de esta tecnología.

Lo cierto es que en las competiciones organizadas por UEFA y en Alemania, Francia, Reino Unido e Italia cuentan con esta herramienta que, como el VAR, ha tenido errores, algunos recogidos en el post del presidente de LaLiga. Hawkeye Innovations, la principal compañía que opera este sistema, pidió disculpas por uno grosero que ocurrió en un partido de la Premier en 2021 y explicó que era la primera vez que ocurría algo así en más de 9.000 partidos de uso.

La implementación de este sistema se cuantifica, aproximadamente, en unos cuatro millones de euros. Javier Tebas explicó en una entrevista en Movistar a principios de temporada: "No es un tema económico lo de la tecnología de gol, es un tema de uso. En una temporada hay cuatro o cinco jugadas de este tipo". Y también apuntó que el VAR soluciona el "el 99%" de los casos a este respecto y que no tienen previsto instaurar una tecnología que no es "fiable al 100%".

Esta negativa de la competición de fútbol profesional se mantiene desde 2017. Un año después llegaría el videoarbitraje a nuestra liga y LaLiga consideró suficiente instalar dos cámaras fijas en la grada a la altura de la línea de gol para determinar si el balón traspasa la línea o no y ayudar en los chequeos de la mayor parte de jugadas de área así como en el trazado de líneas de fuera de juego cuyo posicionamiento parta del punto de penalti hacia la línea de meta.

El Var es "fiable"

Desde el estamento arbitral creen que estas cámaras son "fiables", siempre que el portero o un jugador no se interpongan en su tiro visual como hizo ayer Lunin. Estas circunstancias se han producido en torno a media docena de ocasiones a lo largo de seis temporadas, el equivalente a 4.500 partidos.

De hecho, éstas intervinieron en otro gol polémico en la misma jornada, en el Getafe - Real Sociedad. El videoarbitraje determinó que el primer remate de Óscar, jugador azulón, había traspasado la línea, aunque luego la jugada continuó y fue Latasa quien perforó la meta defendida por Remiro.

España sólo ha contado en una ocasión con la tecnología de gol. Fue en la primera Supercopa jugada en Arabia jugada en 2020 en Arabia Saudí. En esta edición, la primera vez que contó con cuatro equipos en su fase final, no hizo falta recurrir a la tecnología de gol. El Real Madrid fue el campeón de ese torneo en los penaltis ante el Atlético de Madrid.

El Atlético alarga su depresión europea ante el Alavés

El Atlético alarga su depresión europea ante el Alavés

No podía ser otro día y no podía ser otro partido. Sólo uno terminaría con los tres puntos, pero eso no significaba que el duelo de Mendizorroza no fuera un momento para recordar en casa de los Simeone. Padre e hijo se encontraban en liga por primera vez y Giuliano, además, partía como titular después de que le rompieran la pierna en un partido de pretemporada el pasado verano ante el Burgos. Y, aunque parezca increíble, el que sonreiría finalmente sería el hijo. [Narración y Estadísticas, 2-0]

Solo ese apellido ya evoca lucha, esfuerzo y sacrificio. Lo que pasa es que en los primeros minutos ambos equipos interpretaron de manera exagerada esas virtudes y hubo episodios más violentos de lo habitual en una jornada liguera sin demasiadas urgencias, pero con el rabillo del ojo atento. Unos hacia la Champions y otros hacia el descenso.

Y, sin ni siquiera dar tiempo a que el balón bajara al césped, el Alavés se encontró con el primer gol y Giuliano perdonó el segundo a su padre. Tras un despeje larguísimo de Sivera, varios rechaces flojos dejaron el cuero en los pies de Benavidez en el balcón del área y el uruguayo la colocó en la base del poste. Golazo. El pequeño de los Simeone no pudo hacer el segundo apenas dos minutos después porque se le fue el disparo alto tras un error de Savic que midió mal en un salto.

Giuliano en un lance con Molina.

Giuliano en un lance con Molina.CESAR MANSOAFP

Otro partido en el que, el otrora inexpugnable Atlético de Madrid, recibía un gol. Y ya son 12 encuentros seguidos sin mantener la portería a cero. Este año defensivamente el Atlético es una verbena y eso les ha costado muchos disgustos, principalmente fuera de casa, y dos eliminaciones en Copa y en Champions. Un drama.

Cuesta ver a un equipo como el Atlético, con muy buen pie y gusto por la pausa esta temporada, pasarse casi una parte entera a pelotazos y esperando una contra cuando vas perdiendo en el marcador. El golpe del Dortmund se ha notado en la línea de flotación colchonera, especialmente en la afectiva. Solo De Paul y Koke mostraron cierto amor propio.

Apenas un remate a puerta en 45 minutos perdiendo el choque desde el 14, aunque es cierto que al borde del descanso los colchoneros apretaron, o por vergüenza o por suavizar la bronca que el Cholo estaría rumiando desde verse abajo en el marcador.

Pero justo cuando moría el tiempo, una mano absurda de Azpilicueta casi complica las cosas aún más para los colchoneros. Tuvo suerte el navarro y el Var le anuló el penalti pitado en primera instancia por Gil Manzano. Otras veces se han pitado. Con jugadas grises uno entiende que las quejas vayan elevándose según el tamaño del equipo beneficiado.

Decía Filipe Luis, ex futbolista del Atlético, que a veces cuesta mentalizarse para partidos de liga que vienen tras una dura exigencia europea. Decepción en este caso. Los primeros 45 minutos fueron eso, un problema de actitud que el Cholo quiso corregir en el descanso y con la entrada de Saúl por De Paul. Y el ilicitano ya le enseñó los tacos en la primera jugada sobre el césped a Giuliano.

Mejoría inerme

Sea lo que fuere, bajó el balón el Atlético y comenzó a rondar más la portería de Sivera. Es su juego este año, el toque y la presión, pero las dos cosas las había olvidado en Vitoria. A quien no se le olvidó jugar pese a la inactividad fue a Giuliano. El mejor sobre el campo. Y una tortura para la defensa atlética, especialmente para Molina, al que le hizo bastantes trajes.

Dos motivos de sorpresa en Mendizorroza. Uno, la ausencia deportiva de Griezmann. Estuvo invisible el francés. Prolongó su intrascendencia de Dortmund, lo que es un problemón para el Atlético. Y otro la ausencia, en este caso física, de Samu. Luis García Plaza decidió prescindir de inicio del delantero cedido por los colchoneros, cosas de entrenador. El plan funcionó.

Los rojiblancos mejoraron con la salida de Riquelme y Lino perdonó el empate tras una gran combinación conjunta y pase atrás de Molina. Luego fue Sivera quien tuvo que intervenir para atajar un gran disparo de Correa. El Atlético apretaba y quería, ahora sí, ahogar al Alavés.

Pero, con su última bocanada, los babazorros mataron a los atléticos con un 'riojazo' de bandera. Empaló el medio vitoriano un centro lateral a la escuadra para iluminar Vitoria y mantener a los rojiblancos en su depresión postraumática europea.

Duelo parricida en Vitoria, los Simeone se enfrentan por primera vez tras la lesión de Giuliano: "Sería increíble jugar pero lo importante es ganar"

Duelo parricida en Vitoria, los Simeone se enfrentan por primera vez tras la lesión de Giuliano: “Sería increíble jugar pero lo importante es ganar”

Volvía Diego Simeone de San Francisco de la pretemporada con el Atlético de Madrid a principios de agosto cuando recibía la noticia de lo ocurrido a su hijo menor de su primer matrimonio. El entrenador, nada más aterrizar en la capital, cogía el coche, recogía a su mujer y se dirigía a Vitoria donde operarían a Giuliano de una luxación de tobillo y una rotura de peroné tras una dura entrada en un amistoso ante el Burgos.

"Muchas gracias a todos los que se preocuparon y estuvieron pendientes. Giuliano ya está recuperándose y en muy buenas manos", fue el texto que el preparador argentino escribió en redes sociales acompañando a una foto en la que sale dándole la mano a su hijo tras su intervención quirúrgica. Casi medio año después, el futbolista volvió al césped y esta tarde tiene un duelo parricida en Mendizorroza.

"Física y mentalmente ya estoy 100% recuperado y con los minutos que voy teniendo en el campo me encuentro muchísimo mejor. En lo personal también muy contento", expresa el jugador en la antesala de un partido "muy especial" para él en lo personal y muy importante para su equipo, al que tan solo le separan siete puntos de la salvación.

El Alavés, equipo en el que milita el hijo del Cholo desde este verano, se enfrenta al Atlético de Madrid, club al que pertenece y en el que, desde hace 12 años, tiene a su padre sentado en el banquillo. Un equipo que ya puso en apuros a los rojiblancos en el Metropolitano, aunque terminó perdiendo por dos goles a uno.

El vástago de Simeone augura un encuentro igual de complicado en Vitoria. "Será un duelo muy disputado porque el Atlético no negocia el esfuerzo. Hay que hacer un partido casi perfecto para sumar los tres puntos. Los dos equipos nunca dan una pelota por perdida", comentaba en un reciente vídeo.

Giuliano conoce bien el Atlético. Fue jugador de la cantera rojiblanca a la que llegó del fútbol base de River Plate. Ya desde pequeño no solo destacó como delantero, también trascendieron las celebraciones de los goles rojiblancos abrazando a su padre cuando ejercía de recogepelotas del primer equipo.

Su primera experiencia profesional llegó con 20 años cuando fue cedido al Zaragoza de Segunda División. Allí fue uno de los futbolistas más destacados del conjunto maño del que terminó como máximo goleador con nueve tantos.

El Atlético entendió que necesitaba seguir fogeándose y esta temporada decidió volver a cederlo. En esta ocasión fue al conjunto vitoriano con el que sufrió ese percance del que se recuperó, durante el primer mes, en Madrid junto a su pareja y su familia. Mientras, el jugador que le lesionó, Matos, ex canterano del Sevilla y defensa del Burgos, siguió recibiendo amenazas y calificativos de "asesino" o "carnicero" en redes sociales.

Giuliano es un joven muy apegado a los suyos como se puede observar en sus publicaciones en redes sociales. Son numerosas las imágenes que le muestran no sólo junto a su padre, también junto a sus hermanos, también futbolistas. Giovanni, que milita en el Nápoles y Gianluca que se encuentra jugando en el Tudelano, de Segunda RFEF. También se le ve junto a sus hermanastras, hijas de Carla Pereyra y el Cholo.

Esta tarde habrá otra foto familiar, un recuerdo nuevo para el album de los Simeone. Solo que, según finalice el encuentro, uno exhibirá una amplia sonrisa y el otro, probablemente, no tenga la mejor de las caras. "Sería increíble jugar, pero lo importante son los tres puntos", confesaba Giuliano. Coinciden padre e hijo en qué es lo importante.

Explotan los cuartos más goleadores de la historia sin el valor doble fuera de casa: "Se especula menos"

Explotan los cuartos más goleadores de la historia sin el valor doble fuera de casa: “Se especula menos”

Hay que irse a la temporada 2003/04 de la Champions League para buscar unos cuartos tan goleadores como los de este curso, con 32 tantos. Entonces se marcaron 30 goles y era el récord de la competición desde que mutó de Copa de Europa al formato actual, hace ya 21 años, y casi un tercio de ellos se hicieron en la eliminatoria entre el Milan y el Deportivo: 4-1 en el enfrentamiento de ida y 4-0 en el de vuelta.

"A mis jugadores les traté de convencer de que el Milan no era tan grande como equipo y que fue un accidente en la ida. Y en el segundo partido salieron como locos". Habla Javier Irureta, el que fuera el entrenador del Deportivo, protagonista de una de las mayores gestas en la competición continental. "Tuvimos suerte de hacer los goles pronto y de no encajar", añade Irureta.

Entonces estaba vigente la norma del valor doble de los goles en caso de empate y lejos de casa. Una norma que permitía al Depor pasar con un 3-0, pero el equipo gallego decidió asegurar el pase con el cuarto gol, obra de Fran. Esa regla fue instaurada por la UEFA en 1965 y ha sido fruto de acalorados debates durante los últimos años hasta que fue retirarla hace tres temporadas.

"El impacto de la regla va ahora en contra de su propósito original, ya que ahora disuade a los equipos locales, especialmente en los partidos de ida, de atacar, porque temen encajar un gol que daría a sus rivales una ventaja crucial para el partido de vuelta", explicaba el presidente del máximo organismo del fútbol europeo, Alexander Ceferin, para justificar la retirada.

Resultado final del Borussia - Atlético.

Resultado final del Borussia - Atlético.Martin MeissnerAP

La UEFA venía observando que las estadísticas desde mediados de la década de los 70 hasta la época actual mostraban una reducción de victorias en casa (se pasó del 61% al 47%) y de un aumento a domicilio (del 19% al 30%). También se alteró la media de goles por partido marcados en campo propio (del 2,02 se pasó al 1,58) y en ajeno (del 0,95 al 1,15).

"Ahora, cada partido empieza de cero, se especula menos con el resultado», opina Antonio Núñez, campeón de la Champions con el Liverpool en la temporada 2004/05. El ex futbolista cree que aquella regla «condicionaba bastante» y que se tendía más a "guardar lo que tenías".

A su juicio, "el fútbol es más justo", como también expresó el propio Ceferin respecto a la desventaja que suponía recibir un gol en la prórroga y verse obligado a marcar dos. "A veces la eliminatoria se rompía y ya sabías que la prórroga era imposible, por lo que eso resta toda la emoción", explica el madrileño.

Retirada y cambio

Se ha tardado casi tres años, ya que la norma se retiró en la 2021/22, en apreciar los primeros resultados de este cambio, ya que aquel año se hicieron 23 goles y el pasado, 20. Con estos 32 se establece la mejor marca histórica, dejando los 30 de la 2003/04 en segundo puesto y en el tercero, empatados, los cursos 1999/2000 y la 2008/09, con 28. "El 3-3 del Bernabéu era un marcador malo, pero es difícil elegir el estilo de juego para obtener el resultado que tú quieres", apunta Irureta.

Es cierto que un buen año de laboratorio fue la Champions de la pandemia. Aquella que tuvo su fase final en Lisboa en el 2020 y se jugaba a partido único. Se marcaron 20 goles en cuatro partidos, con una media de cinco por encuentro. En actual campaña han sido cuatro. Esos cuatro tantos por encuentro en la fase de cuartos sólo se habían superado en cinco ocasiones, todas en el antiguo formato de Copa de Europa y siempre antes del valor doble de los goles en campo contrario.

Podemos hablar de un fútbol más ofensivo. En los ocho equipos que llegaron a esta fase estaban los tres mejores jugadores del mundo y técnico con estilo ofensivo. Pero ese cambio de normativa, sin duda, influye y mejora la competición.

Las reformas pendientes en Barça y Atlético tras el fiasco de la Champions

Las reformas pendientes en Barça y Atlético tras el fiasco de la Champions

Eran los favoritos. Unos por la sorpresa de la ida y otros por plantilla. Pero la Champions es una competición inclemente. No perdona los errores. Y los equipos españoles tuvieron muchos. Pero es resultadista recurrir a los 90 minutos que FC Barcelona y Atlético de Madrid jugaron en Montjuïc y Dortmund, respectivamente. Quizás haga falta echar la vista atrás para explicar la debacle de ambos.

Para saber más

El consuelo de la eliminación se lo llevan los rojiblancos, y no es poco. Hablamos de los 50 millones que los colchoneros recibirán por clasificarse para el Mundial de clubes que se jugará el año que viene en Estados Unidos entre el 15 de junio y el 13 de julio. El Barcelona debía llegar a la final de Wembley para enjuagar los seis puntos de ventaja que le llevaban los rojiblancos en la clasificación.

Volviendo al drama. La eliminación en la Champions a manos del PSG ha dejado al Barça casi en tierra de nadie. A ocho puntos de distancia de un Real Madrid al que se antoja muy complicado poder arrebatarle el título de Liga y con un pequeño colchón de cinco respecto al tercer clasificado, un Girona que debe recibir a los azulgrana en Montilivi, en los despachos barcelonistas ya pueden empezar a acelerar sus planes para el curso que viene y no será fácil.

El primero de ellos es el banquillo. Xavi, por mucho que algunos abriguen aún alguna tímida esperanza, no parece que vaya a reconsiderar su marcha. Con este panorama, la opción más plausible para tomarle el relevo sería la de un Rafa Márquez que ya se postuló para ello tras conocerse la decisión del ex centrocampista. Las arcas de la entidad que preside Joan Laporta siguen lejos de permitir grandes dispendios y el mexicano, a pesar de escasa experiencia apenas como técnico del Barça Atlètic, cuenta aparentemente con muchos apoyos para dar ya el salto. Tal vez, recordando en parte al que dio en 2008 un Pep Guardiola que pasó de lograr el ascenso a Segunda B con el filial a sentarse en el banquillo del Camp Nou.

Las circunstancias son muy diferentes. Entonces, la columna vertebral del equipo, con nombres como los de Xavi, Iniesta o Messi, atesoraba una calidad enorme. E, incluso, hubo margen para mejorarla con fichajes estratégicos. Con vistas a este verano, Deco es muy consciente de que apenas podrá cerrar un par de llegadas, más allá de los intentos por lograr que sigan Joao Cancelo y Joao Félix. Un mediocentro defensivo y un jugador de ataque que se sienta cómodo moviéndose por la banda izquierda serán las prioridades. En cuanto a las despedidas, Marcos Alonso no va a seguir, Íñigo Martínez, ante la opción de que no pueda ser inscrito, está también en la rampa de salida y el club necesita hacer caja con, por lo menos, un par de ventas. Y allí aparecen nombres como los de Raphinha, revalorizado en la Champions, Christensen, que llegó a coste cero, Koundé e, incluso, el de un Araujo por el que sigue suspirando mucho el Bayern de Múnich.

Por otra parte, las necesidades del Atlético son públicas y notorias desde principios de temporada y se han ido ocultando por la fortaleza del equipo en casa y por una racha en la delantera que se ha diluido en este final de temporada como un azucarillo. La lesión ha convertido la regularidad de Griezmann en lo contrario y Morata, por desgracia para los colchoneros, ha vuelto a ser el delantero con la falta de contundencia que tan poco le gusta a Simeone.

Simeone en su duelo ante el Dortmund.

Simeone en su duelo ante el Dortmund.ODD ANDERSENAFP

"Atravesamos con una jugada de Álvaro que no pudo ser gol y con otra de Correa que lo hizo bien, pero no entró", soltó Simeone en un mensaje subliminal hacia el madrileño que no pasó desapercibido. Es un gol en los últimos 16 partidos para el delantero y el francés, aunque ha aportado a nivel ofensivo goles, no muchos, y asistencias, a la hora de la verdad no ha conseguido rendir al nivel esperado. Sin contar con que no marca fuera del Metropolitano desde octubre.

Y es precisamente el rendimiento fuera de casa otro de los problemas del equipo esta temporada. En competición doméstica el equipo rojiblanco iría líder de contar solo los partidos en el Metropolitano, mientras que sus actuaciones fuera le colocarían en la séptima plaza. En Champions, las cosas no han ido mucho mejor, el equipo sólo ha conseguido ganar un encuentro lejos de Madrid, ante el Feyenoord, el resto son empates o derrotas.

Otra parcela que el Atlético deberá revisar es la defensiva. Son 61 goles en contra en todas las competiciones, la mayor cifra goleadora en contra en la era Simeone. El argentino no ha sabido encontrar una línea sólida este año empezando por el bajo rendimiento de Molina y Savic, las lesiones de Giménez, Reinildo y Hermoso y las bajas prestaciones que ha dado Paulista desde su llegada. Sólo Witsel, uno de los hombres más usados por Simeone, y Azpilicueta, lo poco que ha jugado, han tenido un buen rendimiento.

Mundialito

Así, asegurado el Mundialito de clubes, al equipo le queda certificar la plaza Champions, que supone unos 67 millones de media anuales, para poder intentar una reconstrucción el año que viene. O, al menos, solucionar las urgencias muchas de ellas ya pedidas por Simeone este año como son un cinco, para el que el favorito es Guido Rodríguez, y un central de garantías. También deberán plantearse el fichaje de un delantero si Correa y Morata vuelven a coquetear con salir como hicieron en el mercado de invierno y de verano respectivamente. Aunque, la vuelta de Samu Omorodion, cedido en el Alavés, será más que probable.

Serán siete partidos y un verano interesante donde dos de los tres principales clubes españoles deberán renovarse, uno mucho en el banquillo y otro, muchísimo, en el campo.

Unos errores inolvidables y la pólvora mojada de Morata y Griezmann: "Si la diosa fortuna viniera de nuestro lado, el resultado sería otro"

Unos errores inolvidables y la pólvora mojada de Morata y Griezmann: “Si la diosa fortuna viniera de nuestro lado, el resultado sería otro”

Ante esta eliminatoria de Champions, viene a la mente una antigua campaña de la DGT que tomaba una frase muy manida del refranero español: "Los errores se pagan". "Cada vez más", añadía aquel anuncio muy vigente en la eliminatoria del Atlético de Madrid. "Si hoy la diosa fortuna viniera de nuestro lado el resultado sería otro", lamentaba Diego Simeone en la rueda de prensa posterior a la dura derrota en Dortmund.

No llegaba el electrónico al minuto cinco cuando Morata comenzó una cabalgada absolutamente solo camino de la portería de Kobel. Ese tipo de ocasiones donde te da tiempo a pensar si te has dejado la luz del baño encendida en Madrid. Tanto elucubrar del madrileño terminó por hacerle marrar la ocasión tras una picadita inocente al portero suizo. Resoplaba desesperado Simeone.

No sería la única ya que Correa tendría otra en la segunda parte que hubiera puesto a los rojiblancos, de nuevo, por delante en la eliminatoria. Pero la del argentino se fue también lamiendo el palo. Otro resoplido. "Ellos han tenido la suerte de convertir dos goles más", contaba Ángel Correa al finalizar el encuentro.

"podríamos haber ganado 6-4"

Así, cuando Sabitzer hacía el cuarto, el que echaba al Atlético de la Champions League, la mente de los rojiblancos volvía a esas ocasiones marradas, pero también a las que se tuvieron en la ida. Aquel partido fue de tres a cero, si el Atlético hubiera tenido otra delantera. "En los dos partidos las mejores situaciones de gol fueron las nuestras", apuntaba Simeone.

Pero en el fútbol no se vive de ocasiones, sino de contundencia. Y esa es la que mostró el Borussia en todas las aproximaciones que hizo al área rojiblanca. "Ellos fueron contundentes, hicieron muchos goles. Si tuvieramos la misma contundencia podríamos haber ganado 6-4", detallaba el argentino.

Pero, pese a mencionar las estadísticas sobre lo complicado que es "ensayar la contundencia", al Cholo se le olvidó mencionar que los alemanes dispararon el doble de veces que los españoles, el triple de ellas a puerta. No fue solo una cuestión de acierto, también fueron matemáticas.

Simeone, el martes, en la zona técnica del BVB Stadion.

Simeone, el martes, en la zona técnica del BVB Stadion.EFE

No quiso Simeone mencionar el motivo del cambio de Morata al descanso, quizás el trabajo que le aporta el ariete le resultó insuficiente en un partido donde se necesitaban goles. Algo que sí aportó Correa tras su salida.

Pero lo cierto es que si Morata lleva mes y medio sin marcar un gol, Griezmann ha tenido claroscuros tras su vuelta de la lesión de tobillo. Lo que pasa es que la parroquia rojiblanca confiaba en que el francés diera su mejor versión ante uno de los partidos más importantes del equipo esta temporada y lo cierto es que fue completamente anulado por la defensa amarilla.

Si Mbappé y Haaland habían decepcionado en sus partidos de ida de cuartos, el delantero del PSG se ha redimido en la vuelta y el noruego tendrá una nueva oportunidad este miércoles. El 7 rojiblanco estrelló la suya ante el 'Muro Amarillo'.

Objetivo Champions

Vuelve el Atlético a decepcionar ante un reto que, a priori, parecía asequible dada la calidad de su plantilla y a lo exhibido en el Metropolitano. Pero los rojiblancos volvieron a mostrar su peor cara como visitante y alargaron su racha de tantos recibidos a 11 partidos seguidos. En esta ocasión fueron cuatro, una losa muy pesada si falta pólvora arriba. "Es un día duro del que tenemos aprender de estas situaciones porque en un futuro nos pueden servir", exresaba Koke al finalizar el duelo.

Ahora, el objetivo de la temporada se centrará en conseguir plaza para volver a intentarlo el año próximo. Sería el duodécimo consecutivo desde que llegó Simeone, un récord sólo al alcance de pocos grandes clubes europeos. Flaco consuelo en una noche aciaga para el club colchonero.

El Atlético se estrella contra el 'muro amarillo' y está fuera de la Champions

El Atlético se estrella contra el ‘muro amarillo’ y está fuera de la Champions

Era una de esas noches de Champions. De las de antes. Se olía a historia en el césped e historia había que hacer. Era un momento de épica, de las grandes gestas rojiblancas en Europa. Simeone estaba ansioso, nervioso, con miedo, pero también esperanzado. Para ello eligió guerreros, para una batalla, para derribar el muro de Dortmund. Pero el ejército tenía los pies de barro. Los rojiblancos se hundieron ante la atmósfera alemana. Y el sueño de Champions se esfumó tras el Muro amarillo. Se estrelló, mejor dicho. [Narración y estadísticas (4-2)]

Hubo mérito en lo que aguantó el equipo en los primeros minutos. Pero el Muro se echaba encima de su equipo y este empujaba hacia la portería de Oblak. Solo Morata encontró una grieta pero su cabalgada resultó infructuosa. De esa ocasión se acordaría el delantero y también su equipo. En Champions hay cosas que no se pueden perdonar.

Terzic se fijó en quien hizo daño en la ida a los rojiblancos y sacó a Brandt de inicio para jugar entre líneas y lo cierto es que se notó la presencia del mediapunta alemán. Su tamaño ayudaba al equipo por alto y su calidad permitía filtrar pases a los veloces extremos amarillos.

La línea en tres cuartos

Los primeros 15 minutos fueron sin freno. Malo para el Atlético que partía con ventaja en la eliminatoria, exigua, sí, pero ventaja. Sabían los alemanes que los rojiblancos tenían a sus gacelas en el banquillo o sancionadas y aprovechaban para poner la línea de defensa, en ocasiones, en tres cuartos de campo.

Tardó media hora el Atlético en aplacar los ánimos amarillos y le costó una amarilla y varias ocasiones en contra. Pero mantener la portería a cero en la primera media hora era un tesoro, como bien explicó Witsel, ex jugador del Borussia y hoy en las filas rojiblancas en la previa. No pudo aguantarla mucho más. El empuje era tal que Brandt acabó perforando la portería de Oblak tras una gran jugada individual ante Witsel. Eliminatoria empatada y los duelos, esos a los que tanta importancia da Simeone, caían todos del lado alemán.

Brandt celebra uno de los tantos.

Brandt celebra uno de los tantos.INA FASSBENDERAFP

El gol hizo crecer aún más a los alemanes y desordenó a los rojiblancos. Volvía el tembleque de los primeros minutos y los amarillos olieron la sangre por el carril derecho rojiblanco. De nuevo una jugada con Molina fuera de sitio encontró a Maatsen en el pico del área pequeña solo y con el balón controlado. Tiro cruzado al palo largo y, ahora sí, tocaba remar a los de fuera.

El Atlético era un equipo muy largo, con los del medio muy separados de la defensa, lo que facilitaba al Borussia salir en largo desde Kobel y aprovechar segundas jugadas. Lo mejor de los primeros 45 minutos para los rojiblancos fue el pitido final de los primeros 45 minutos. Un sonido que permite hacer borrón y cuenta nueva. Lo necesitaba el equipo. También un meneo y se lo dio el Cholo al descanso. Riquelme, Barrios y Correa al campo por Azpilicueta, Molina y Morata. El argentino salió extramotivado con dos ocasiones en apenas tres minutos. Una de ellas terminó en el córner que empataba la eliminatoria. Fue un gol en propia tras un remate de Hermoso, pero vale igual.

Griezmann lamenta la eliminación de Champions.

Griezmann lamenta la eliminación de Champions.ODD ANDERSENAFP

A partir de ahí, el partido fue un toma y daca con ocasiones para cada conjunto. Brandt y Correa, de nuevo, amenazaron pero no acertaron. El partido estaba en un alambre, pero al Atlético esta temporada el funambulismo se le da mejor en su estadio. Menos al menudo delantero argentino, cuya intermitencia a veces exaspera y otras alegra. No se le puede negar nunca la inteligencia callejera al 10 del Atlético, el aparecer en espacios reducidos y en sacar punterazos donde otros necesitan armar la pierna. Eso, más o menos, es lo que pasó. De un barullo en el área en el que los defensas alemanes fueron incapaces de dar un pelotazo, la recogió el ángel rojiblanco para empatar el partido.

Alegría efímera

Poco duraría la alegría a los españoles porque Füllkrug, con un precioso cabezazo de estos académicos girando el cuello, puso un centro de Brandt en la escuadra de Oblak. Y dos minutos después, Sabitzer con un disparo desde fuera del área remontó, de nuevo, la eliminatoria para los de casa.

En los últimos minutos fue Oblak el que mantuvo vivo al Atlético con dos paradas monumentales. Una tras un mano a mano con Füllkrug y otra a un disparo de fuera del área de Sabitzer. Pero el esloveno fue el único que quiso o quizás el único que pudo. El resto se estrelló contra el Muro amarillo.

Un Atlético de luces y sombras, las gestas y los fracasos europeos: "Gran parte de sus logros es por su mentalidad"

Un Atlético de luces y sombras, las gestas y los fracasos europeos: “Gran parte de sus logros es por su mentalidad”

Llegaba el Inter en octavos de Champions, último finalista de la competición, sin perder desde septiembre, salvo un duelo en Coppa ante el Bolonia. Con una riqueza táctica y técnica que impresionaba en Europa. El partido de San Siro para el Atlético de Madrid fue como una visita al dentista salvada por Oblak, como anestesista, y por una gran falta de acierto italiano. Entonces, el éxtasis en la vuelta en el Metropolitano, de nuevo con el esloveno como héroe.

El Atlético de Madrid volvía a hacerlo. Como ante el Chelsea en 2014, el Bayernde Múnich en 2016 y el Liverpool en el 2020, el equipo rojiblanco se sobreponía a una presunta inferioridad sobre el papel para salir victorioso, aunque fuera en la agonía de la tanda de penaltis. "Gran parte de los logros del Atlético son mentales, ante los grandes se motivan", explica a EL MUNDO el ex guardameta rojiblanco, Abel Resino.

Una de las primeras gestas futbolísticas fue la remontada ante el Chelsea de Mourinho en Stamford Bridge en 2014. Era el acceso a la primera final de la Champions del Cholo y la segunda en la historia del club. Los pupilos del argentino tuvieron que sobreponerse no sólo al empate a cero del Calderón en la ida, sino a que 'su Niño', Fernando Torres, adelantara a los blues en la primera media hora del encuentro.

"Sentíamos que podíamos con cualquiera. Habíamos ganado todo y nos faltaba la Champions. Fuimos muy superiores, a pesar de que ellos se adelantaran", cuenta Mario Suárez, uno de los mediocentros titulares del conjunto rojiblanco. Adrián y Diego Costa de penalti darían la vuelta al marcador, Arda Turán remataría al Chelsea y encargaría el ticket para la final de Lisboa, que se terminaría perdiendo con el Madrid.

Adrián tras marcar al Chelsea.

Adrián tras marcar al Chelsea.

El viaje a la segunda final del Cholo conllevaría otra semifinal que asombraría al mundo y daría cuenta de la capacidad de resiliencia del conjunto rojiblanco. Sería, además, frente al Bayern de Guardiola en 2016. Saúl hizo en la ida en el Calderón uno de los goles más bonitos de la historia de la Champions y, probablemente, el más importante de su carrera. Con esa exigua ventaja llegaba el Atlético a Múnich a sufrir uno de los mayores asedios de la historia de la competición.

"Fue un ejercicio de fe", apunta Suárez, "saber que para ganar y conseguir el objetivo hay que sufrir", añade. El Bayern tuvo un 73% de posesión y realizó 33 remates, pero sólo consiguió vencer por dos goles a uno con Griezmann y Oblak como héroes de la noche y se hizo bueno el valor doble de los goles fuera de casa. "El equipo ante los grandes tiene que saber en todo momento lo que tiene que hacer. No puede salir a tumba abierta. Hay que realizar un juego defensivo sin fisuras", apunta Resino.

Saúl tras su gol al Bayern.

Saúl tras su gol al Bayern.MARCA

De nuevo, la alegría que lleva a la decepción de perder la segunda final consecutiva ante el Real Madrid. En un club en el que, tras otro palo, entraron las dudas desde la cúpula hasta el banquillo pero, como dice Abel Resino, solo había que tener un poco de memoria. "El cambio que produce la llegada de Simeone es como el día y la noche. La gente que dice que ya ha pasado no se acuerdan de cómo era el club antes de él. No se entraba en Europa, se quedaba décimotercero...", apunta.

Y es cierto que desde la llegada del argentino hay más Chelseas, Bayerns y otras gestas; como la del Liverpool en el año de la pandemia, con esa remontada épica en Anfield por dos goles a tres con aquel doblete de Llorente in extremis y el gol de la victoria de Morata; que decepciones. "A nivel emocional estos partidos de Champions te sacan lo mejor", comenta el ex futbolista rojiblanco Filipe Luis, presente en Stamford Bridge, pero apunta también el bajón mental que se produce tras estas grandes exigencias.

Las decepciones

Filipe se refiere a los partidos ligueros entre eliminatorias europeas, pero esa relajación quizás también afecte al equipo ante retos más sencillos en Europa. De hecho, todos los equipos querían el pasado 15 de marzo que le tocase la bola del Borussia de Dortmund en el sorteo de los cuartos en Nyon. Era, a priori, el rival más asequible. Le cayó al Atlético y, a juzgar por la primera media hora en el partido de ida, parecía que iba a ser un paseo. Entonces, se relajó la tensión y, lo que iba a ser un partido de 3-0 terminó dos a uno, y gracias.

"No fue relajación, a lo mejor ese día con ese equipo no juegas bien. Tan fácil como que no metes las que tienes", explica Mario Suárez. Una explicación y una relajación que se extiende a otras sombras europeas como aquella fase de grupos en 2017 en la que el equipo rojiblanco no consiguió ganarle un partido al desconocido Qarabag y quedó tercero de grupo. Aunque luego se alzara ese mismo año con la Europa League ante el Olympique de Marsella.

Tampoco podemos olvidar la derrota ante el Leipzig en aquella Champions de la pandemia cuya fase final se jugó a partido único en Portugal. Y, por último, la mayor decepción europea del Cholo hasta la fecha cuando el equipo, el año pasado, no consiguió pasar de la primera fase de la máxima competición en un grupo en el que coincidió con el Brujas, el Oporto y el Leverkusen. "No es que el entrenador no consiga mentalizar, es que el propio técnico cree que ante ese tipo de partidos no hace falta hacerlo. No es lo mismo un partido ante un City que ante un Almería o Villarreal", apunta Resino.

Esta noche en Alemania el equipo deberá elegir qué cara poner, si la de las grandes noches europeas o la de las grandes decepciones. "El Atlético de Madrid tiene plantilla como para ganar la Champions y a eso se suma que los jugadores se lo llegan a creer", apunta Abel. Como dice el eslogan rojiblanco: "Nunca dejes de creer".

Simeone ante el vértigo del 'Muro' de Dortmund: "Lo importante es el todo y quien lo interprete mejor estará en semifinales"

Simeone ante el vértigo del ‘Muro’ de Dortmund: “Lo importante es el todo y quien lo interprete mejor estará en semifinales”

Es el vértigo de asomarse al precipicio, en este caso, al 'Muro' de Dortmund. Es la "ilusión, el entusiasmo, la adrenalina, los nervios, los miedos y las responsabilidades" de volver a meter al Atlético de Madrid entre los cuatro mejores de Europa. "Lo importante es el todo y el que lo interprete mejor estará en la siguiente fase", contaba Diego Simeone en la rueda de prensa previa al enfrentamiento ante el Borussia de Dortmund.

Se ha movido el Cholo muchas veces con el Atlético de Madrid por estas latitudes, seis concretamente, de las que ha conseguido salir victorioso en tres ocasiones. En todas ellas, dos en la final y una en la semifinal, su verdugo fue el mismo: el Real Madrid.

En esta ocasión se trata de otro equipo, "muy fuerte en su casa", según definió el propio Simeone y con gente hábil en las bandas y con mucha intensidad. El argentino mencionó expresamente a Bynoe-Gittens, aunque le adjudicó otro número al que le corresponde, que "la rompió".

El argentino cree que hay que fortalecer la parte mental de los jugadores, pero que no hace falta alimentarles la moral. "Cualquier futbolista en cuartos y en puertas de los mejores cuatro de Europa es una ilusión enorme", apuntaba el técnico argentino.

Witsel, en la previa del encuentro.

Witsel, en la previa del encuentro.Bernd ThissenAP

Lo que hay que domar serán los nervios y, sobre todo, el ambiente. Una grada que conoce bien Axel Witsel, futbolista del Borussia Dortmund durante cuatro años y hoy en el conjunto rojiblanco. "Es uno de los mejores ambientes, pero como lo es el de nuestro estadio", reflexionaba el belga en la misma comparecencia que su entrenador.

Witsel ha asumido el discurso de partido a partido de su entrenador y no se quiere imaginar nada más allá del partido en el Signal Iduna Park. "Los partidos son detalles. Las oportunidades que tengamos tenemos que meterlas y estar atentos defensivamente. Los detalles cuentan", admitía el futbolista.

Precisamente, uno de esos detalles es intentar poner el cerrojo en la portería de Jan Oblak, perforada en los últimos diez partidos y motivo de preocupación tanto para el entrenador como para la defensa rojiblanca.

Récord

Witsel y Simeone coinciden en que el grupo está listo para afrontar este reto y confían en la experiencia de muchos de los jugadores rojiblancos que ya han jugado en varias ocasiones a estas alturas de la competición. El PSG o el Barcelona les esperará al otro lado.

Más allá de lo que pase en el terreno de juego, fuera el club ha registrado el mayor desplazamiento de aficionados de su historia sin contar las finales de Lisboa y Milán. Serán 4.000 los hinchas rojiblancos que intentarán evitar a sus jugadores y a su entrenador el vértigo de asomarse al Muro de Dortmund.