El agitador Correa desatasca al Atlético en San Mamés

El agitador Correa desatasca al Atlético en San Mamés

Correa se ha disfrazado de agitador y le sienta bien. Hay jugadores que apenas necesitan toca la pelota un par de veces para tumbar a un rival. Es un don y el argentino lo tiene. En San Mamés apareció en el minuto 88 para desatascar al Atlético y, con una carrera en el añadido, plantarse ante Agirrezabala y meterle a su equipo los tres puntos en el bolsillo. [Narración y estadísticas]

Eso buscaba Simeone y eso le dio el goleador, relegado al banquillo de inicio, con la inestimable ayuda del atrevido Giuliano y la capacidad de Sorloth no sólo para rematar sino también para intimidar y asistir. Así lo hizo anticipándose a Lekue en la pelea por una pelota que Nico envió al centro del campo y lanzando a la carrera a Correa hacia la portería para resolver un duelo con pocas ocasiones. De hecho, le sobró toda la primera parte.

Bajo una intensa lluvia, ninguno de los dos equipos encontraron la forma de hacerse daño. Ni un disparo entre los tres palos. El Athletic se plantó muy serio para que al equipo de Simeone le costara carburar. Llorente, una de sus armas, iba a tener que controlar a Nico y su contribución en ataque mermó. Pero el partido no estaba ahí. Valverde sabía que su centro del campo tenía que morder a Koke y a Barrios, cortocircuitar cualquier opción de que encontraran a Griezmann porque el francés iba a ser el encargado de alimentar a Julián Álvarez. Si la pelota la manejaban Reinildo, Giménez o Le Normand, todo se les iba a complicar.

Aún así, tuvieron algún susto. En el minuto 12 se lo dio el goleador argentino, que no pudo armar un disparo cruzado y le salió manso sin crear problemas a Agirrezabala. No estaba incómodo el Atlético, pero no se sacudía de la telaraña que tejieron los vascos, que tardaron en acercarse a Juan Musso, debutante en la portería porque Oblak se cayó de la convocatoria por problemas estomacales.

La estirada de los leones no consiguió traducirse en ocasiones y fue de nuevo el Atlético quiso poner pausa, mover la pelota y tratar de desordenar a su rival. Así fue como Lino encontró en la frontal a Gallagher, quebró a Prados muy fácil y soltó un derechazo que no encontró portería. No tuvo continuidad este arreón atlético y el duelo no despertó.

La alarma sonó en el vestuario y, cesado el aguacero, apareció el fútbol. Aumentó el ritmo y la tensión, algo en lo que el Athletic manejó mejor. Tanto que se encontraron los hermanos Williams para lograr un gol que fue anulado por fuera de juego. Ander Herrera había visto a Iñaki en la banda derecha y él, de primeras, buscó a Nico para que la empujara en el segundo palo, pero estaba ligeramente adelantado. Quiso responder el Atlético y la ocasión la creó un Griezmann, más presente, con un centro raso que se paseó por el área pequeña de Agirrezabala sin que llegara a rebañarlo Samu Lino.

Refrescó Valverde su once para entrar en el toma y daca que se avecinaba. Se envalentonaron sus hombres y Sancet soltó un latigazo desde la medialuna que provocó el lucimiento de Musso.

Cabeceó Simeone y echó mano a todo lo que tenía, empezando por Sorloth, Riquelme y De Paul y acabando por su hijo Giuliano. No puede especular el argentino con los quilates que tiene en la plantilla y, de ese atrevimiento, a la fuerza o por convencimiento, nació la victoria.

El ‘efecto campeón de la Eurocopa’ anima el bazar de LaLiga, que vende algo más que compra

Actualizado Sábado, 31 agosto 2024 - 01:56

No ha sido la Eurocopa el gran escaparate de la compraventa de jugadores salvo en el caso de la selección española. Los campeones de Europa han sido los agitadores del mercado nacional con sus cambios de camisetas, su regreso al campeonato nacional y, en dos casos, ventas que han dejado cifras destacables en la tesorería de sus clubes.

Nico Williams parecía iba abrir el camino, pero seguirá al menos una temporada más en San Mamés y el camino lo abrió otra de las estrellas de Luis De la Fuente en Alemania, Dani Olmo. Ya habían anunciado su cambio de aires, a Arabia y Qatar, Nacho y Joselu con la carta de libertad, pero ya como campeón, Olmo llegó al Barça por 55 millones de euros. Lo siguió Robin Le Normand al salir de la Real Sociedad hacia el Atlético dejando 32 millones en Anoeta. El tercero en cambiar de aires fue el capitán Álvaro Morata cerrando su fichaje por el Milan por 13 millones. Ayoze Pérez también dejó el Betis para ponerse a las órdenes de Marcelino en Villarreal tras el pago de cuatro millones de euros. El último en unirse ha sido Mikel Merino, que partió como suplente en la Eurocopa pero acabó marcando el gol que clasificó a España para semifinales.

Su traspaso al Arsenal se cerró en 32 millones y ha sido el segundo más alto de LaLiga hacia otras competiciones. El primero fue la venta de Joao Félix al Chelsea por 52 millones y los terceros el de Mamardashvili y Dovbyk. El Liverpool ha abonado 30 millones al Valencia, más otros cinco que podrían llegar en variables, para llevarse a partir de junio de 2025 al guardameta georgiano que encandiló a media Europa. En el caso del delantero ucraniano, por el máximo goleador de la pasada Liga la Roma ha pagado 30,5 millones.

Los cuatro estuvieron en la Eurocopa con diferente brillo, pero de las ventas totales de LaLiga apenas un 21% ha sido de estos jugadores que enseñaron su talento en el campeonato de Europa y, de manera individual, el único traspaso que se cuela entre los 15 más altos es del portugués ex del Atlético.

En términos relativos, la liga portuguesa es la más beneficiada por el escaparate de la UEFA, con un movimiento de ventas que duplica al de fichajes (140 frente a 304 millones) y pone su balance en positivo. Uno de los traspasos más suculentos lo ha protagonizado el centrocampista internacional Joao Neves, que deja el Benfica por el PSG a cambio de 60 millones de euros.

Las marchas del defensa neerlandés Matthijs de Light del Bayern al United por 45 millones y la de Olmo del Leipzig han incrementado los ingresos de la Bundesliga, que ha comprado menos que hace un año (573 millones frente a los 864 de 2023) pero ha vendido más del doble. Aún así, sus cuentas globales siguen en rojo.

La Serie A italiana, lejos de la contención de años anteriores, se ha estimulado tanto que se coloca tras la Premier como segundo mercado más activo, con 917 millones de gasto. De la Eurocopa han salido sus dos ventas más potentes, ambas del Bolonia. El central Ricardo Calafiori vestirá la camiseta del Arsenal por 45 millones y se las verá en el área con su ex compañero Joshua Zirkzee. El neerlandés forma parte de la plantilla del Manchester United tras el pago de 42,5 millones. Al cierre de esta edición, Osimhen trataba de sellar su marcha del Nápoles al Chelsea o al Al Ahli saudí.

La Premier sigue siendo la gran animadora, especialmente en clave interna, con sus 2.222 millones invertidos. Reparte recursos en otras competiciones, pero en los traspasos entre sus clubes es donde las cifras engordan. Si bien es cierto que su venta más importante ha sido la de Julián Álvarez al Atlético por 75 millones, a la que se suma la de Douglas Luiz a la Juventus por 51,5, las siguientes en la lista son entre equipos ingleses. El Tottenham ha pagado al Bournemouth por el delantero Solanke 64,3 millones y el Chelsea al Wolverhampton por el portugués Pedro Neto. Esos dos movimientos están entre los 10 más altos de la ventana estival.

LaLiga, a la cola de la grandes competiciones en gasto (531 millones) y tercera en ventas (537), es la única equilibrada, y los flujos han sido llamativos, a diferencia de lo ocurrido otras temporadas. Y no sólo en traspasos y fichajes exteriores, entre las que destacan la de Julián Álvarez, Olmo o Endrick por el Madrid (47,5 millones) o Gallagher, sino también en compraventas internas. El Atlético ha sido el gran estimulador con las llegadas de Le Normand y Sorloth, que alimentaron las arcas de la Real Sociedad y el Villarreal y han provocado otros interesantes movimientos.

A la cabeza de los clubes que más han gastado está el Atlético y a la cola, el Valencia y el Rayo, que apenas han gastado para reforzarse acogiéndose a jugadores libres de contrato y cesiones.

Mingueza y Pepelu, novedades en la convocatoria de España con Rodrigo y el regreso de Pau Torres y Jeremy Pino

Mingueza y Pepelu, novedades en la convocatoria de España con Rodrigo y el regreso de Pau Torres y Jeremy Pino

La andadura de España en la Nations League como campeón de Europa arranca con novedades. Luis de la Fuente mantiene el grueso del grupo que le llevó al título en Alemania pero ha recuperado a jugadores que ya han formado parte de anteriores convocatorias y ha echado mano de Óscar Mingueza y el valencianista Pepelu para debutar en la lista que se enfrentará a Serbia en Belgrado el próximo miércoles 5 y a Suiza en Ginebra el domingo 8.

La baja de Unai Simón en la portería la cubrirá el guardameta del Chelsea Robert Sánchez, que vuelve a la selección como también Pau Torres. De la Fuente ha dejado fuera a Nacho tras su fichaje por Al-Qadsiah saudí. La marcha a Arabia no ha pesado, como ya ocurrió con Laporte, para que Joselu vuelva a ser convocado.

Mingueza debuta en una citación por el extraordinario arranque de Liga y ante el adiós de Jesús Navas, que ya anunció en Alemania que serían sus últimos partidos con la camiseta nacional.

En la lista no falta Rodrigo, que ejercerá de capitán ante la ausencia por lesión de Morata. Aún no ha jugado con el City y será baja ante Serbia por la sanción que le impuso la UEFA tras de denuncia de Gibraltar por sus cánticos durante la celebración de la Eurocopa.

Fermín, con la Sub-21

No estará en estos partidos Mikel Merino ni Baena ni Fermín. El navarro recién aterrizado en Londres y el jugador del Villarreal tendrá descanso, pactado con su club, tras encadenar el campeonato de Europa por los Juegos Olímpicos. Esto le ha abierto la puerta a Aleix García, que cambió Girona por el Bayer Leverlussen, y al pivote del Valencia Pepelu, que llevaba varias ventanas en la prelista del seleccionador.

La ausencia de Fermín es llamativa porque si bien tampoco tuvo descanso en verano, no parará sino que se marcha con la Sub-21 de Santi Denia, que arranca la clasificación para el Europeo de 2025.

Al ataque regresa Yeremy Pino, uno de los jugadores en los que siempre ha confiado De la Fuente y que sufrió una lesión grave la pasada temporada.

Lista

Porteros: David Raya, Álex Remiro y Robert Sánchez.

Defensas: Carvajal, Mingueza, Le Normand, Vivian, Laporte, Pau Torres, Cucurella y Álex Grimaldo.

Centrocampistas: Rodri, Zubimendi, Pepelu, Fabián, Aleix García, Dani Olmo y Pedri.

Delanteros: Lamine Yamal, Nico Williams, Ferran, Yeremy Pino, Oyarzabal, Ayoze y Joselu.

El Atlético se enreda con el Espanyol: sin gol y bajo la zozobra de Simeone

Actualizado Miércoles, 28 agosto 2024 - 23:48

Se enredó el Atlético en sus propios pies. Fue capaz de acelerar el duelo ante el Espanyol, de tenerlo en su mano y dejar que languideciera hasta temer que se escapara el punto del tibio empate. Tuvo de delante un rival tan serio como poco incisivo, que aún no ha marcado un gol pero que fue creciendo a medida que los minutos le acercaban a la supervivencia.

Se pintó el partido al inicio como un paseo de los locales, que no parecían notar la ausencia en el once de los tres jugadores más determinantes en los primeros partidos: Llorente, Barrios y Griezmann. Con un Espanyol que parecía estar aún en fase de adaptación a la categoría, Simeone experimentó con la opción que encandila al Metropolitano, rendido a Julián Álvarez y a Sorloth. Todo rojiblanco sueña con que esa pareja se complemente porque será sinónimo de gloria. Para que eso ocurra, hay que alimentarla, y tanto Riquelme como De Paul se tomaron muy en serio la misión.

En el minuto 6, fue Riquelme quien asistió a la Araña para que forzara el paradón de Joan García, salvador de su equipo en la primera parte. Pese a que a Lino le tocó volver a retrasarse en la banda izquierda, aún tuvo fue fuelle para mandar al poste un balón que le sirvió De Paul. El argentino, que arrancó la temporada algo indolente, no sintió la presión de la medular perica y se manejó con tanta soltura que sacó un surtido de asistencias, especialmente para los testarazos de Sorloth. Pero también para buscar a Julián, que tuvo otra buena oportunidad de hacer su primer gol de rojiblanco en un córner que peinó Le Normand y quedó para empujarlo en el segundo palo. Estaban dominando a su rival y se habían instalado en el área enloqueciendo a una defensa que se veía asediada con centro laterales y pases filtrados buscando la amenaza de un gigante noruego y la pillería de un argentino.

Sin embargo, como si en la pausa de hidratación hubieran tomado una poción mágica, el Espanyol despertó. Pedía su técnico, Manolo Jiménez, que complicaran más la vida a Koke y De Paul, y el primero que lo hizo fue Puado que mandó por encima del larguero la mejor ocasión. Se estaba dibujando otro partido al que el Atlético no se adaptó. Había perdido verticalidad y el peligro. Aun así, antes del descanso, Julián Álvarez peleó un balón en la banda derecha para entregárselo a De Paul y que se lo sirviera, cómo no, al noruego. Pero apareció, una vez más, el meta catalán.

Tan poco le gustó a Simeone la primera mitad que enmendó su alineación: se acabó el descanso para Llorente, porque necesitaba su aceleración tanto como a Griezmann entre líneas y a Barrios de pulmón. En la primera jugada de la reanudación, por los tres pasó la pelota y acabó en un remate de Sorloth. La maquinaria parecía volver a funcionar.

Sin embargo, esta vez el Espanyol ya le había cogido el pulso y, como mandaba su entrenador, encontró la forma de exigir a los cerebros del Atlético. El primero en fallar fue De Paul, a quien Veliz le robó el balón para buscar a Puado que, de tacón, la dejó pasar para el remate fallido de Aguado. Ya se iban acercando y eso volvió a inquietar.

Por eso los rojiblancos presionaron cuando el VAR revisó una jugada embarullada que acabó con la pelota en el fondo de la red rebañada por Riquelme... en fuera de juego. No conseguía el Atlético desatascar el marcador y el Espanyol lo percibió. Por eso, optó por refrescarse para entrar en el toma y daca que pedía el duelo.

Tuvo el gol Barrios, lo buscó Griezmann, con poca lucidez, pero la mejor ocasión la tuvieron los pericos en las botas del marroquí Cheddira en un mano a mano con Jan Oblak. La inquietud de la parroquia rojiblanca se agigantó cuando Simeone agitó de nuevo el once, mandó a Sorloth a la ducha, y se encomendó a la chispa de Llorente y el mando de Barrios, que le dejó Griezmann solo ante Joan García para... fallar. Murió el Atlético en el área, pero no fue capaz de acertar.

El Atlético se enreda ante el Espanyol: sin gol y bajo la zozobra de Simeone

Actualizado Miércoles, 28 agosto 2024 - 23:43

Se enredó el Atlético en sus propios pies. Fue capaz de acelerar el duelo ante el Espanyol, de tenerlo en su mano y dejar que languideciera hasta temer que se escapara el punto del tibio empate. Tuvo de delante un rival tan serio como poco incisivo, que aún no ha marcado un gol pero que fue creciendo a medida que los minutos le acercaban a la supervivencia.

Se pintó el partido al inicio como un paseo de los locales, que no parecían notar la ausencia en el once de los tres jugadores más determinantes en los primeros partidos: Llorente, Barrios y Griezmann. Con un Espanyol que parecía estar aún en fase de adaptación a la categoría, Simeone experimentó con la opción que encandila al Metropolitano, rendido a Julián Álvarez y a Sorloth. Todo rojiblanco sueña con que esa pareja se complemente porque será sinónimo de gloria. Para que eso ocurra, hay que alimentarla, y tanto Riquelme como De Paul se tomaron muy en serio la misión.

En el minuto 6, fue Riquelme quien asistió a la Araña para que forzara el paradón de Joan García, salvador de su equipo en la primera parte. Pese a que a Lino le tocó volver a retrasarse en la banda izquierda, aún tuvo fue fuelle para mandar al poste un balón que le sirvió De Paul. El argentino, que arrancó la temporada algo indolente, no sintió la presión de la medular perica y se manejó con tanta soltura que sacó un surtido de asistencias, especialmente para los testarazos de Sorloth. Pero también para buscar a Julián, que tuvo otra buena oportunidad de hacer su primer gol de rojiblanco en un córner que peinó Le Normand y quedó para empujarlo en el segundo palo. Estaban dominando a su rival y se habían instalado en el área enloqueciendo a una defensa que se veía asediada con centro laterales y pases filtrados buscando la amenaza de un gigante noruego y la pillería de un argentino.

Sin embargo, como si en la pausa de hidratación hubieran tomado una poción mágica, el Espanyol despertó. Pedía su técnico, Manolo Jiménez, que complicaran más la vida a Koke y De Paul, y el primero que lo hizo fue Puado que mandó por encima del larguero la mejor ocasión. Se estaba dibujando otro partido al que el Atlético no se adaptó. Había perdido verticalidad y el peligro. Aun así, antes del descanso, Julián Álvarez peleó un balón en la banda derecha para entregárselo a De Paul y que se lo sirviera, cómo no, al noruego. Pero apareció, una vez más, el meta catalán.

Tan poco le gustó a Simeone la primera mitad que enmendó su alineación: se acabó el descanso para Llorente, porque necesitaba su aceleración tanto como a Griezmann entre líneas y a Barrios de pulmón. En la primera jugada de la reanudación, por los tres pasó la pelota y acabó en un remate de Sorloth. La maquinaria parecía volver a funcionar.

Sin embargo, esta vez el Espanyol ya le había cogido el pulso y, como mandaba su entrenador, encontró la forma de exigir a los cerebros del Atlético. El primero en fallar fue De Paul, a quien Veliz le robó el balón para buscar a Puado que, de tacón, la dejó pasar para el remate fallido de Aguado. Ya se iban acercando y eso volvió a inquietar.

Por eso los rojiblancos presionaron cuando el VAR revisó una jugada embarullada que acabó con la pelota en el fondo de la red rebañada por Riquelme... en fuera de juego. No conseguía el Atlético desatascar el marcador y el Espanyol lo percibió. Por eso, optó por refrescarse para entrar en el toma y daca que pedía el duelo.

Tuvo el gol Barrios, lo buscó Griezmann, con poca lucidez, pero la mejor ocasión la tuvieron los pericos en las botas del marroquí Cheddira en un mano a mano con Jan Oblak. La inquietud de la parroquia rojiblanca se agigantó cuando Simeone agitó de nuevo el once, mandó a Sorloth a la ducha, y se encomendó a la chispa de Llorente y el mando de Barrios, que le dejó Griezmann solo ante Joan García para... fallar. Murió el Atlético en el área, pero no fue capaz de acertar.

Queda en suspenso el acuerdo verbal del Valencia con el Aston Villa para la cesión de Barrenechea y se ultima la del central belga Caufiez

Actualizado Miércoles, 28 agosto 2024 - 16:59

El traspaso de Giorgi Mamardashvili al Liverpool no es la última operación del Valencia en el mercado de fichajes. El club quiere reforzar la plantilla de Rubén Baraja, eso sí, sin invertir ni un euro. Una temporada más, acude a operaciones de última hora con otros equipos para negociar cesiones. En esta ocasión había apalabrado con el Aston Villa el préstamo hasta junio del centrocampista argentino Enzo Barrenechea y con el Clermont de la segunda división francesa la del central belga de 27 años Maximiliano Caufriez.

Sin embargo, la llegada de Barrenechea, de 23 años, está paralizada. Se trata de un pivote que llegó al equipo de Emery el pasado mes de junio tras pagar a la Juventus ocho millones de euros. Los villanos, dada la buena relación de Emery y Damià Vidagany con Baraja, veían como opción interesante enviarle a Valencia para tener controlada su progresión y garantizarle minutos en una liga competitiva. Sin embargo, decisiones internas del Aston Villa relacionadas por el mercado en la Premier le han hecho paralizar un acuerdo que estaba apalabrado.

En el caso del central belga, su llegada se está ultimando. Caufiez salió de su país en 2022 camino del Spartak de Moscú para después recalar en Francia. La cesión podría llevar aparejada una opción de compra el próximom mes de junio.

Ahora bien, estas dos operaciones están cerradas de manera verbal, pero están condicionadas a la marcha de Cenk al Valladolid, que lleva días a punto de cerrarse, y la posible salida de André Almeida camino del Benfica o de algún otro jugador del centro del campo. Sólo en esos casos llegarían a Paterna.

Valencia y Liverpool cierran el traspaso de Mamardashvili, que se quedará en Mestalla

Actualizado Lunes, 26 agosto 2024 - 17:17

Giorgi Mamardashvili se ha convertido en nuevo jugador del Liverpool pero no dejará de defender la portería del Valencia esta temporada. Ambos clubes han llegado a un acuerdo para el traspaso del georgiano por 30 millones de euros a los que se sumarán cinco más condicionados a objetivos alcanzables, pero el futbolista no jugará en la Premier.

Mamardashvili ha pasado este lunes reconocimiento médico y firmará su nuevo contrato con el conjunto inglés, pero seguirá a las órdenes de Baraja toda esta temporada. Es la condición que impuso Peter Lim para rebajar los 40 millones que, de inicio, exigía para aceptar la venta del portero. El Liverpool había diseñado una operación de compra en la que incluía a una cesión al Bournemouth hasta junio, de manera que fuera cogiendo experiencia para sustituir a Allison Becker en los reds. La imposibilidad de realizar ese movimiento hizo que tanto Valencia como Liverpool replantearan una operación que hace a los ingleses asegurarse que tendrán al georgiano y a los valencianistas contar con él una temporada más.

No existe cláusula en el acuerdo que permita llevarse a Mamardashvili a Anfield antes de junio de 2025, pero tampoco que deje la puerta abierta a su continuidad en Valencia más allá de esa fecha.

La salida de Cenk

De los 30 millones que el Valencia ingresa, ninguno irá destinado a la llegada de refuerzos a la plantilla. La única posibilidad de ver caras nuevas está condicionada a la salida de otros futbolistas.

Cercana está la del turco Cenk, por quien se ha interesado el Valladolid en una operación de cesión "que protege la inversión", en palabras del director deportivo, Miguel Ángel Corona, que hizo el club hace un año pagando cinco millones por su traspaso. Si se concreta, el Valencia podría ir al mercado a por un central con el único margen de los 1,4 millones brutos que libera la ficha del defensa. En la agenda está Alexis Duarte, central uruguayo del Spartak, que ha sido ofrecido.

No hay otras salidas hilvanándose, pero el club está atento a una posible oferta por Almeida que alcance los parámetros considerados óptimos por Peter Lim, o por Thierry Correia, a quien puso en el mercado al inicio del verano y que podría estar en los pensamientos del Nápoles. Ambos son jugadores de la órbita de Jorge Mendes.

El Atlético vapulea al Girona con los superhéroes de casa: Llorente, Griezmann y su escudero Barrios

El Atlético vapulea al Girona con los superhéroes de casa: Llorente, Griezmann y su escudero Barrios

Un superhéroe de manual cumple con reglas innegociables: oculta sus poderes, disfraza su identidad y aparece para salvar de apuros. Incluso los adivina. En el Metropolitano aparecieron dos ante el Girona que no eran ni la Araña Álvarez ni el Thor noruego Sorloth. Ya vestían de rojiblanco y nadie se acordaba. Griezmann y Marcos Llorente no necesitaron que se encierra un gran foco para librar al Atlético de cualquier emboscada y saben que tienen un pupilo, Barrios, que les ayudó a desactivar a un rival blando que les regaló la ocasión de hacer magia. [Narración y estadísticas]

El primero en mostrar sus poderes fue el francés. No estaba siendo un partido cómodo ni para los rojiblancos ni para su rival. Después de las grietas que el equipo mostró en el debut ante el Villarreal, Simeone lo cementó y le encomendó la tarea del gol Julián Álvarez, que sintió el aliento del veterano Blind en el cogote y no pudo darse la primera carrera que hizo rugir al estadio hasta el minuto 16.

Se tanteaban los rivales, se cerraban bien los atléticos y no hallaba el Girona, con más control, cómo desordenarlos. De hecho, los latigazos en ataque se iban concentrando en su área. Lino sirvió un centro raso al punto de penalti que Griezmann sólo tenía que empujar, pero inexplicablemente chutó al aire. Le quiso devolver el francés la asistencia y el extremo sólo armó un remate manso.

El Girona ha cambiado piezas esenciales en su once de ataque pero siguen encontrándose hasta con los ojos cerrados y eso hacía que al Atlético le costara estirarse más de la cuenta. Oblak empezara a ver tránsito a su alrededor. Probó Tsygankov con un centro llovido sin rematador y Míchel pedía a sus jugadores que apretaran en las bandas y con balones buscando las carreras de Abel Ruiz. Sin embargo, antes se quebró el partido.

Un pase larguísimo a Julián Álvarez, en pelea con Blind, lo cazó Gazzaniga con la mano fuera del área. Munuera Montero lo castigó con amarilla, para enfado de la parroquia rojiblanca, y falta. La lanzó Griezmann al hueco de la barrera y ajustada al palo del arquero que no pudo atajarla. El Atlético respiraba, pero el Girona avisó antes del descanso justo como Míchel había pedido, con carreras de Abel Ruiz para dos mano a mano que ganó Oblak.

Por si el Girona reaccionaba, tras el descanso le dieron el segundo golpe. Volvieron a aparecer en la foto Griezmann y Gazzaniga, pero el protagonista fue Llorente. Sin capa, voló por el carril derecho y le vio el francés para, en una acrobacia, lanzarle la pelota para que se plantara en la la medialuna del área y batiera de un derechazo a un meta que volvió a hacer un gesto extraño. Segundo gol en la Liga y el mejor ejemplo de que es el jugador más en forma del equipo.

Con el partido escorado, Simeone se protegió con la veteranía de Koke, el pulmón de Gallagher y la amenaza de Sorloth. Y es que el Girona se instaló en campo contrario y fue probando por dónde encontrar la grieta. Lo hizo con fe Bryan Gil , Portu y Almena sin que nada pudiera cambiar el escenario. Sin embargo, el respiro definitivo se lo dieron los mismos: apareció Barrios en una carrera infinita en el tiempo añadido para apoyarse en Llorente y regalarle el gol al capitán Koke en una noche feliz para el Metropolitano.

Aspas prende la llama de la ilusión del Celta con una goleada al Valencia y el liderato en LaLiga

Aspas prende la llama de la ilusión del Celta con una goleada al Valencia y el liderato en LaLiga

El Celta se había preparado para la fiesta de su 101 aniversario y del liderato en LaLiga y la desató casi sin esfuerzo. Los festejos en Balaídos los eclipsó durante algunos minutos el gol de Diego López para el Valencia, que luego se mostró incapaz de agarrarse al resultado a favor por errores en las dos áreas. Mostró tantos agujeros en todas sus líneas que acabó castigado por Aspas, que encendió las velas que soplaron él mismo, Mingueza y Fran Beltrán.

Los gallegos saltaron erizados por los fuegos y el eco del himno de C. Tangana para el Centenario. Oliveira dos Cen Anos les atronó desde el gradas a las 19:23 cuando enfilaban el camino al césped para acosar a los valencianistas. Les arrebataron la pelota, los encerraron e intentaron probar a Mamardashvili con las amenazas de Williot Swedberg y el imprescindible Iago Aspas. Trataba el equipo de Baraja de estirarse por la derecha con las carreras de Thierry por la banda derecha. Lo que en ese momento pareció un arma ventajosa, acabó siendo una trampa mortal.

Pero antes, el Valencia había conseguido ponerse en ventaja. Llevó el balón al área y, tras mil intentos, acabó en las botas de Rafa Mir que, de espaldas, optó colocarlo de chilena en el área pequeña donde apareció para cabecearlo Diego López. El gol llegó en el minuto 14 y tardó en subir al marcador porque se quiso constatar lo que todo el estadio ya había visto, que no hubo juego peligroso del delantero murciano en su acrobacia.

Lo tenía el Valencia todo de cara y, de nuevo el lateral portugués se lanzó a pisar área y probar a Iván Villar con un derechazo más potente que colocado. Ese atrevimiento lo pagó el Valencia. Con déficit de extremos y el recién llegado Luis Rioja en el banquillo, Baraja volvió a escorar a Mir a la banda derecha, una maniobra bomba porque entre sus tareas no estaban las ayudas a Thierry.

Las costuras se vieron cuando un centro de Iago Aspas desde la orilla derecha acabó en la banda contraria reclamado por un solitario Mingueza para, de media bolea, colarla por la escuadra de Mamardahsvili. Apenas diez minutos le había costado al Celta empatar y, en poco más, le dio la vuelta al marcador. Lo quiso hacer Swedberg, a la carrera y con un doble regate en el área que Mosquera aguantó para que el sueco no pudiera ajustar su disparo. El agujero por la banda era ya muy evidente.

Pese a que Rafa Mir despejó en lugar de rematar en el área de Guaita, el Celta se aprovechó de otro robo. Conducía Mingueza desde su campo cuando vio incorporarse a la carrera a Aspas por el carril central y le asistió para marcar el segundo gol. El centro del campo valencianista fue transparente.

Al Valencia, con el marcador a favor, le habían remontado en cinco minutos con dos contras por haberse olvidado de protegerse. Meneó Baraja a sus extremos buscando cerrar vías de agua, pero el Celta tampoco era perfecto y pudo ver que su esfuerzo se quedaba en nada si Hugo Duro hubiera estado más ágil para rematar en el punto de penalti un centro de Jesús Vázquez. No sólo no marcó el empate sino que vio cómo le castigaban por unas manos en el área en el tiempo añadido. Es entonces cuando Mamardashvili, que se quedará en el Valencia una temporada más cedido por el Liverpool, se acercó a susurrarle a Aspas y el maleficio surtió efecto porque atrapó el lanzamiento, impropio de la veteranía del gallego.

Tuvo que volver a salvar el georgiano a su equipo al inicio de la segunda parte con un paradón a mano cambiada al envenenado golpeo del delantero sueco de los celtiñas. Sólo fue un aviso de que el equipo de Claudio Giráldez querían más y el tercer gol llevó con un obús de Fran Beltrán desde la medialuna del área.

Noqueado el Valencia, Baraja estrenó a Luis Rioja y Balaídos se encomendó a Borja Iglesias, que les regaló un taconazo que pretendía dejar solo a Bamba ante el meta valencianista. Con el marcador cómodo, el Celta alzó el pie y el Valencia quiso crecer a base de los chavales de Paterna. Eran los dos equipos el reflejo del potencial que tiene su cantera y las telarañas de sus cuentas, destinados a pelear por los mismos objetivos.

La mejor ocasión que tuvo el Valencia de acercarse estuvo en el balón llovido de Foulquier que Rafa Mir estrelló en el poste. El resto fue más corazón que cabeza y oportunidades y el Celta no sufrió.

El Valencia cierra el fichaje de Luis Rioja mientras ultima con el Liverpool la venta con cesión de Mamardashvili

Actualizado Jueves, 22 agosto 2024 - 17:46

El Valencia ha cerrado el fichaje del extremo del Alavés Luis Rioja, una operación deseada por Rubén Baraja desde el final de la pasada temporada y que llevaba todo el verano congelada. Se ha activado tras aclararse el futuro de Giorgi Mamardashvili, que se convertirá en la venta del verano que esperaba Peter Lim para dar luz verde a otros refuerzos, pero que no dejará de jugar en Mestalla.

El club ultima un acuerdo para la venta del guardameta georgiano al Liverpool por una cifra que rondará los 35 millones de euros. No era la pretendida por Lim, que lo tasó en 40, pero la operación acaba siendo ventajosa para el Valencia. La intención de los reds era firmar al jugador para que no se le escapara pero cederlo al Boremouth esta temporada, algo que la Premier no permite desde este año.

Ahí es donde el Valencia, y el propio Marmardashvili, ha optado por convencer al conjunto inglés para quedarse en Mestalla a cambio de rebajar el precio del fichaje, al que habrá que sumarle variables que siguen negociándose.

La luz verde a esta operación ha hecho también se acepte abonar el Alavés 1,5 millones de euros, más un millón en variables, y firmar a Rioja por tres temporadas. El futbolista ha llegado este mediodía a Valencia y, aunque no ha viajado con el equipo a Vigo, podría hacerlo en las próximas horas. Si así fuera, se daría el curioso caso de que se enfrentaría al Celta en dos jornadas consecutivas de Liga con la camiseta de dos equipos.

Rioja se suma como refuerzo a Rafa Mir y Dani Gómez, que llegaron cedidos de Sevilla y Levante, y a Tárrega, recuperado del Valladolid. Baraja celebró la llegada del futbolista para "apuntarlar" las bandas, pero es consciente de que cada incorporación es difícil porque el club "prioriza la economía".

"A veces no puedes firmar a siete jugadores por 50 millones de euros, pero sí que el club te dé alternativas y variantes, detalles o pequeños fichajes que hagan aumentar la competencia. Porque cuantas más armas tengamos, mejor", argumentó un entrenador que, aunque espera que el club lo diga públicamente, sabe que el objetivo es la permanencia.