Carolina Marín: “Si tuviera miedo de volver a lesionarme habría colgado ya la raqueta”

Carolina Marín: "Si tuviera miedo de volver a lesionarme habría colgado ya la raqueta"

Bádminton

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La campeona olímpica de bádminton atiende a EL MUNDO para relatar cómo están siendo sus entrenamientos y cómo ha afrontado su etapa fuera de las pistas por las lesiones en la rodilla

La jugadora de bádminton Carolina Marín en el Centro de Alto Rendimiento de MadridJesús HellínEuropa Press

Puedo porque pienso que puedo, esta es la frase que una y otra vez se repite en la mente de Carolina Marín (Huelva, 1993), y está claro que es un mantra que le ha ayudado a superar sus peores momentos. La campeona olímpica de bádminton y embajadora del banco Santander fue la madrina de la Carrera de la Mujer celebrada el pasado domingo en Madrid, uniéndose a la marea rosa que inundó la capital española con más de 32.000 corredoras. La deportista, que se está preparando para los torneos que tiene por delante antes de poner rumbo a París, donde disputará sus segundos Juegos Olímpicos, cuenta a EL MUNDO cómo están siendo sus entrenamientos y cómo ha afrontado su etapa fuera de las pistas por las lesiones en la rodilla.

Aprovechando que es usted la embajadora de esta Carrera de la Mujer. ¿Cómo ha vivido la experiencia?
Estoy agradecida por haber sido la embajadora de esta carrera tan importante. Estoy muy orgullosa porque creo que a la mujer hoy en día se la nombra mucho más, se da mucho más a conocer, estamos en boca de muchos eventos y actos. Creo que se nos está dando la importancia que necesitamos, y la verdad es que estoy muy feliz por haber visto a tantas mujeres emocionadas.
¿Cómo es actualmente su día a día? ¿Cuántas horas le echa?
Una deportista de élite se prepara casi un día entero de jornada laboral. Me despierto a las ocho de la mañana y acabo sobre las ocho o nueve de la tarde. Hago entrenamientos de seis o siete horas, además de una hora con la psicóloga y sesiones de fisio.
Ha pasado por dos lesiones muy complicadas en la rodilla. ¿Cómo ha sido el proceso de recuperación?
La última lesión, que fue hace justamente dos años, ha sido un proceso tedioso porque he tenido durante año y medio un dolor muy frustrante. Mentalmente me ha costado mucho llegar a aceptar un dolor que yo no quería tener en mi cuerpo. Sobre todo porque por las mañanas me levantaba sin saber muy bien cómo iba a tener la rodilla. También ha sido frustrante no poder soportar la carga de entrenamiento que mi equipo me tenía planteada y que siempre tuviéramos que cambiar los entrenamientos. Al final iba a competir sin haber hecho buenos entrenamientos, y de esa manera es muy complicado rendir contra las mejores y competir a un alto nivel. A día de hoy, desde diciembre, por fin tras tocar muchas teclas: cambio de plantillas, infiltraciones, quitar líquido de la rodilla, etc, puedo decir que no tengo ese dolor que tenía antes. Es una rodilla operada, evidentemente tenemos que seguir cuidándola porque ya no va a ser igual que antes, pero por fin estoy acumulando muy buenos entrenamientos que van a hacer que en la competición pueda rendir mucho mejor.
Ha comentado que realiza sesiones con un psicóloga. ¿Cómo ha trabajado a nivel mental el tema de las lesiones? ¿Le daba miedo volver a jugar y lesionarse?
Si tuviera miedo de volver a lesionarme, habría colgado ya la raqueta. Hemos tenido que desarrollar mucho la calma y la paciencia, que no son virtudes mías innatas, porque soy muy impaciente y quiero las cosas ya. Además, hemos tenido que trabajar el tema de ir poco a poco, de no dar muchos pasos hacia delante, porque al final la rodilla te dice que hay que ir despacio. También el control emocional, no quedarme con nada dentro, sino hablarlo con mi psicóloga, compartirlo con mi equipo, eso también ha sido un proceso importante.
EL MUNDO

Su lema es Puedo porque pienso que puedo. Imagino que es una frase que le ha ayudado mucho en este tiempo apartada de las pistas,. ¿Dónde se originó?
Surgió en una sesión con el primer psicólogo que tuve. Salió una frase y luego yo le he dado la forma con mis propias palabras. A día de hoy la mantengo porque, ya no es algo que me haya ayudado a mí en una cierta etapa de mi carrera deportiva, sino que también veo que a la gente le ayuda. Para mí eso es un orgullo.
Tras el parón por la última lesión, ha regresado a las pistas ganando dos torneos y llegando a otras dos finales. ¿Cómo lo valora?
El balance está siendo bastante positivo, aunque es cierto que todavía queda margen de mejora. Estamos en ello, en el camino de seguir mejorando, puliendo detalles y, sobre todo, preparando los torneos que tengo del circuito mundial, ya que en verano tengo el Campeonato del Mundo.
Tiene más cercano el Campeonato del Mundo pero, ¿se le va ya la mente a París 2024?
Para los Juegos Olímpicos queda todavía más de un año. Hay muchísimos torneos por delante en los cuales quiero centrarme mucho más, porque eso me va a hacer intentar subir a lo más alto del ranking mundial para salir en una buena posición en los Juegos.
A lo largo de toda su trayectoria deportiva ha ganado múltiples torneos, ha sido tres veces campeona mundial, seis veces europea y ha logrado un oro olímpico. ¿Siente que estos buenos resultados le generan presión por tener que ganar siempre?
Creo que esa presión me la pongo yo a mí misma. Al final la presión externa de la gente siempre está, en el sentido de que quieren que gane, pero me la pongo aún más yo, porque soy la que más quiero ganar. Aunque no sólo se trata de ganar, sino que lo primero es disfrutar.
Además de disfrutar con lo que hace, vivió momentos en los que se tuvo que sacrificar. Se fue de Huelva a Madrid a entrenar con 14 años, ¿Cómo fue ese proceso?
Fue complicado, sobre todo la decisión de mis padres. Vivía una situación en la que mis padres estaban separados, soy hija única, no tengo a nadie de mi familia en Madrid, así que fue una decisión muy complicada. A pesar de ello, puedo asegurar que mis padres están, a día de hoy, muy orgullosos de esa decisión y de todo lo que he conseguido.
En Madrid conoció a su actual entrenador, Fernando Rivas, con él ha formado un equipo inseparable, ¿no es así?
Es un binomio en el que nos apoyamos mutuamente. Fernando me exige mucho en la pista, y yo también a él, porque al final tiene que estar todo el rato pensando en cosas nuevas para hacer, estrategias, etc. Creo que ha sido como encajar dos piezas.
Por último, a la gente normalmente se le recomienda que practique deporte para desconectar. ¿Cómo lo hace una deportista de élite?
Desconecto descansando, tirándome en el sofá o en mi jardín, cenando con amigos o con mi pareja, leyendo o viendo series. Así es como desconectamos los deportistas.

kpd