Carapaz revoluciona el Giro el día del gran hundimiento de Juan Ayuso

Carapaz revoluciona el Giro el día del gran hundimiento de Juan Ayuso

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Ocurrió en las primeras rampas de Santa Bárbara, el tercer coloso de la jornada que iba a escribir las verdades del Giro más extraño e impredecible. Y tanto. Juan Ayuso se hundió en el grupo ya selecto, perdió comba ante el ritmo que entonces marcaba el Education First, se abrió el maillot blanco y dejó que sus piernas sin fuerza pedalearan hacia la nada. La gran debacle del español (acabó entrando en meta a 14:47 del ganador) que optaba a todo y que se despide cuando apenas llegan las dificultades iniciales de la semana dolomítica. El mismo día que Richard Caparaz puso patas arriba la Corsa Rosa.

El español desapareció de la escena en su propio calvario, mientras por delante todo era una revolución. En el último puerto llegó la electricidad del ciclismo de ataque. Mientras los dos Astana de la escapada del día, Fortunato y Scaroni, se encaminaban hacia la victoria de etapa en la cima de San Valentino (entraron de la mano, pero el líder de la montaña dejó el honor a su compañero Scaroni, en un gesto precioso), Carapaz, resurgido, el de antaño, un escalador único, se lanzaba a por todas.

El ecuatoriano, que había dejado algún extraño momento de dudas en el puerto anterior (incluso había sufrido una caída al inicio), atacó con toda su furia a falta de siete kilómetros y ni Simon Yates (que lo había intentado antes), ni Del Toro ni nadie fue capaz de seguirle. Fue aumentando la distancia mientras los demás salvaban los muebles como podían. Una etapa para el recuerdo. El líder, completando la debacle del UAE, perdió comba con el resto de favoritos. Con el propio Yates, con Dereck Gee, con Storer… Hasta Egan Bernal le cogió y después le soltó.

Del Toro logró salvar la maglia rosa, aunque la clasificación queda apretadísima, a 26 segundos Yates y a 31 Carapaz. Tampoco lejos anda Gee.

Ayuso, durante los primeros kilómetros de la etapa.LUCA BETTINIAFP

Diluviaba en la salida de la coqueta Piazzola sul Brenta, también en los primeros kilómetros hacia el Valle del Adigio. Y de repente salió el sol y se elevaron las temperaturas. En la primera subida del día, Ayuso ya había pasado por problemas. Cuando se retrasó a orinar y a quitarse uno de los dos pares de guantes que llevaba para resguardarse del frío, el Ineos se puso a tirar con fuerza del pelotón y el español cedió un minuto que luego tuvo que recuperar con ayuda de su compañero Vine, en las rampas de Carbonare.

Hasta este martes, no habían sido las mejores señales para el de Jávea, aunque nada hacía sospechar tal explosión. Cierto es que había sufrido dos caídas, que recibió varios puntos de sutura en su rodilla. Pero siempre hizo gala de su condición de escalador, de que sus cualidades iban aumentando según pasaban los días de las grandes vueltas. No fue así, ni siquiera estará en el podio del Roma el domingo. Si recupera fuerzas, a Ayuso apenas le queda ayudar a su compañero Del Toro o buscar otra victoria de etapa.

No fue la única víctima de la jornada. Un rato antes se había bajado de la bicicleta Primoz Roglic, al que su caída en el sterrato había diezmado. Volvió a caer ayer y dijo adiós, como en el pasado Tour, acorralado por el infortunio.

kpd