Real Madrid – Milan (3-2)
El inglés y el uruguayo, de lo mejor de un conjunto de Ancelotti que aún debe ajustarse a su nuevo sistema, pero que consigue remontar al Milan (3-2)
Estrenaba el Real Madrid sistema y también a su fichaje estrella. Mientras el equipo se debatía aún entre la pausa del pasado y la velocidad del futuro, Jude Bellingham marcaba el paso del conjunto blanco con gestos de estrella. Valverde, que debe de ser una pieza clave en ese Madrid venidero, era el otro toque picante de la escuadra de Carlo Ancelotti sin menoscabo de Vinicius, que empieza la temporada como terminó la otra, exhibiéndose y enfrentándose. Con todo, el Real Madrid consiguió remontar una desventaja inicial de dos goles para terminar ganando del Milan por 3-2.
Llegaba el minuto 40 y Jude Bellingham daba un taconazo a ninguna parte que era cortado por la defensa del Milán. Era el primer error del inglés y casi el único en su debut con el conjunto de Ancelotti. Terminaba la primera parte del Real Madrid- Milán y entre Militao, Nacho, Lucas y, sobre todo, Mendy, acumulaban ya dos goles en contra, y una lista aún mayor de fallos atrás.
El Real Madrid iniciaba su pretemporada en el Rose Bowl de Pasadena (California) y la gente esperaba ver una superproducción de Hollywood, pero se encontró una versión edulcorada de Bambi con los toques picantes del medio inglés en la primera parte y de Valverde en la segunda. Se estrenaba el rombo en la pizarra blanca, y Bellingham y Valverde fueron jugadores de dos rombos.
La primera parte resultaba pareja entre dos grandes europeos, semifinalistas de la última edición de la Champions League. El Milan buscaba el robo arriba con una presión alta y el Real Madrid se olvidaba del toque de otras campañas y comenzaba su nueva era con transiciones rápidas, más propias de la juventud que ha fichado. Solo Kroos mantenía esos retazos de un Madrid pasado, con más pausa y menos vértigo.
Las primeras ocasiones cayeron por parte del conjunto blanco, gracias también al retorno de un Brahim Díaz que se mueve bien entre líneas. No obstante, el Milan respondía bien aprovechando las contras y, especialmente, los errores groseros de una zaga que, salvo Militao, parece que va a disponer de pocos minutos la próxima temporada. Mendy tuvo varios pases al contrario que quizás no sean trascendentes por la importancia de este Champions Tour, pero seguro que Ancelotti ha tomado buena nota de ellos.
Sin embargo, y por desgracia para él, Nacho es el que sale en las fotos de los dos goles milanistas. En el primero no termina de cerrar en un córner el área pequeña y Tomori remata sin oposición al fondo de la red. El segundo llega por un error suyo en salida que recoge Romero y culmina desde fuera del área con un disparo ajustado a la escuadra de Lunin. Quizás el portero ucraniano podría haber hecho algo más en el primero, pero el segundo fue un auténtico golazo. Nacho tan serio, sobrio y necesario la temporada pasada hasta el punto de ganarse la renovación, no empieza bien en este primer test.
Explosión uruguaya
La segunda parte comenzó con un Madrid más mandón y con un 11 completamente renovado, ocho cambios respecto a la primera mitad. Salieron Vinicius y Rodrygo arriba, que sustituyeron a un Joselu absolutamente invisible en la primera mitad. No es Benzema el ex delantero del Espanyol y mal haría el Madrid en esperar un juego parecido al del francés. Le llegaron muy pocos balones al delantero de origen gallego.
La dupla brasileña fue mucho más incisiva en una defensa milanista más lenta y rígida, especialmente tras esperar Pioli hasta el minuto 70 para hacer los cambios. Una internada de Rodrygo fue el primer aviso madridista hasta que llegó la locura a la zaga italiana aprovechada por Valverde, MVP del partido. Mención especial para el portero Portiello. Nadie sabe qué tiene el Madrid para causar esas locuras transitorias en los cancerberos rivales.
En el minuto 56, Valverde aprovechó un error inicial en salida de balón del conjunto milanista para disparar desde fuera del área. No era un tiro muy fuerte ni ajustado, pero a Portiello se le escurrió entre las manos. Apenas un minuto después, el uruguayo anticipaba un pase de Tomori y, también desde fuera del área, batía de nuevo a Portiello, esta vez sí, con un potente disparo ajustado al palo.
El Milan, con el marcador empatado, mejoró con los cambios y emparejó una segunda mitad que tenía claros tintes blancos. No obstante, volvió a aparecer Valverde para recuperar un balón, ceder a Modric, y ya sacaría el croata la chistera para dar un pase en profundidad a Vinicius, que se comía a un blando Kjaer y definía por bajo ante Maignan, sustituto del malogrado Portiello.
Pocas conclusiones se pueden sacar de un partido que marca el inicio de la temporada blanca y de un nuevo sistema que será el que marque el devenir del juego del conjunto de Ancelotti. Un rombo con el que el equipo tuvo algunos problemas para llegar por fuera y para mantener una presión alta que Ancelotti quiere que sea uno de los pilares de este nuevo Madrid.