El uruguayo, lateral en 3 de los últimos 4 duelos ante el Madrid, es el que mejor ha defendido al brasileño. Su amistad con Valverde y la fluidez en portugués, claves de su buena relación
Sus vidas son paralelas. Se subieron a un avión en Brasil y Uruguay y cruzaron el charco para llegar a Madrid y Barcelona casi a la vez, en el verano de 2018. Tenían 18 y 19 años, eran prácticamente adolescentes. Y quizás es todo eso lo que en el fondo les ha unido: el origen humilde, la apuesta por una carrera lejos de su casa, el atrevimiento de fichar por un gigante del fútbol mundial y la explosión temprana, inesperada. Son Vinicius Júnior y Ronald Araújo.
«Ese chico es muy bueno». En los campos de Valdebebas, cuando se pregunta sobre el futbolista que mejor ha defendido a la joven estrella del Real Madrid, siempre aparece el nombre del central del Barcelona. Se valora su físico y su talento defensivo, lo lógico, pero también la honradez y la integridad de su defensa. En una temporada en la que Vinicius ha sufrido marcajes más mentales que futbolísticos, el propio jugador brasileño señala a Araújo como el mejor rival al que se ha enfrentado durante estos meses. Ni una bronca, ni un mal gesto, ni una provocación. Sólo fútbol. Y le ha salido bien.
Araújo, siempre central, ha sido lateral derecho en el 0-4 del curso pasado en el Bernabéu (anotó un gol), en la final de la Supercopa de Arabia (3-1 para los culés) y en el último 0-1 de la Copa del Rey, en todos secando a un Vinicius que aparecía como la gran amenaza del Madrid. Es su kryptonita. En el 3-1 de octubre en Chamartín, Xavi apostó por Sergi Roberto contra Vinicius, un error que parece no volverá a cometer. El técnico sólo ha utilizado a Araújo de lateral contra el Madrid y en la ida ante el United. Para el resto de duelos prefiere en la derecha a Koundé. La presencia de Vinicius, clave.
“Vinicius es el número uno”
Y más allá del césped está el respeto mutuo. «Para mí Vinicius es el número uno en el uno contra uno», ha dicho Araújo esta semana, donde ha evitado hablar de provocaciones o guerras psicológicas: «No creo que esté ganando ninguna guerra. Es sólo fútbol. Nos quedan muchos duelos en nuestras carreras, hay que seguir trabajando».
Unas declaraciones que, en mitad de la batalla mediática por el ‘Caso Negreira‘ y con la resaca de los marcajes de otros rivales sobre Vinicius, han caído bien en Chamartín, donde Araújo, que habla un perfecto portugués al haberse criado cerca de la frontera con Brasil, tiene más amigos que enemigos.
“A Ronald le quiero mucho”
El uruguayo, que comparte agencia de comunicación con Rodrygo Goes, es gran amigo de su compatriota Fede Valverde, que habla maravillas sobre él en el vestuario. El camino de ambos uruguayos se remonta a julio de 2015, cuando Valverde debutó con Peñarol en un amistoso ante el Cruzeiro brasileño en la ciudad de Rivera, zona natal de Araújo, que estuvo en la grada aquel día viendo el partido.
Con esa fecha como recuerdo principal, han ido fortaleciendo su amistad en las concentraciones de una selección que sin Diego Godín ni Luis Suárez, ahora les tiene a ellos como líderes. Ambos brillaron en los Mundiales sub-20 que disputaron, Valverde en 2017 y Araújo en 2019, y sienten todavía hoy el dolor por el fracaso en Qatar, donde su selección quedó eliminada en la fase de grupos. «Es mi amigo, aunque es el Barça, pero es mi amigo igual», bromeaba Valverde durante la Copa del Mundo. «Le quiero mucho. Es un diez como compañero».
Esta noche, Araújo y Vinicius, con Valverde a su lado, disputarán un clásico que decidirá la lucha por el campeonato. Si el Barça gana, se alejará a doce puntos. Si lo hace el Madrid, se acercará a seis. Y todo pasa por una banda, por otro clásico: Araújo – Vinicius.