Araujo, escudo y bandera del Barcelona, custodia el liderato ante el Villarreal

Araujo, escudo y bandera del Barcelona, custodia el liderato ante el Villarreal

LaLiga Santander


Villarreal 0 Barcelona 1

Actualizado

El central uruguayo, con una exhibición defensiva, protege a los azulgrana en La Cerámica en un triunfo definido otra vez por Pedri. Los azulgrana aventajan en 11 puntos al Real Madrid, con un partido menos

Los jugadores del Barça celebran el triunfo.JOSÉ JORDANAFP

En el fútbol puede haber redención. Incluso liberación. Olvidar, en cambio, es mucho más difícil. Pocos deportes agujerean la coraza emocional con tanta crueldad. Quique Setién, que se había pasado tantos años admirando a un Barcelona hasta el punto de reconocerse como un apóstol cruyffista, sólo pudo generar un mal recuerdo en el imaginario azulgrana: cambió el pasto por la ciénaga, fue más predicador que entrenador, y formó parte en Da Luz (2-8) de la marcha fúnebre de un club despedazado desde el despacho y canibalizado desde el camerino. El Barça ha olvidado a Setién porque ahora no deambula presumiendo de su pasado, sino que pelea por su futuro. Y nadie lo hace más que Araujo, escudo y bandera.

Admite este Barcelona de Xavi Hernández demasiadas evidencias. Conquistó el estadio de La Cerámica tras maravillar al principio y trampear al final, fijó su posición como líder de la Liga, insistió en sus advertencias al Real Madrid -a 11 puntos, aunque con su partido frente al Elche aún por disputar-, y prolongó la cotidianidad del triunfo mediante fórmulas ya conocidas: presión feroz donde no hay cabida para quien mire a las musarañas, un alto sentido del sacrificio, la seguridad defensiva que proporciona un corrector sin igual como Araujo, y un creciente peso ofensivo de un cuarteto de centrocampistas que ya lidera De Jong con holgura, y donde trata de no desentonar Kessié.

Sirva el gol inaugural de Pedri como metáfora de lo escrito. El ojo, caprichoso, podrá recrearse en la estética combinación en espacios reducidos entre el canario y Lewandowski -la misma asociación que tuvo que deshacer Pepe Reina al amanecer, negando el disparo del polaco-. Pedri, cuya capacidad de ejecución continúa creciendo -seis goles en esta Liga, siete en la temporada-, aprovechó la asistencia de Lewandowski con la parsimonia de quien sacude las migas del mantel. Pero todo aquello ocurrió porque, unos segundos antes, a Koundé se le había ocurrido abandonar su posición para arrebatar la pelota a Baena. Si no hubiera llegado a tiempo el francés, su entrenador no se lo habría recriminado. La valentía pesa más que la temeridad.

Lewandowski, mejor en el pase

A Setién no le funcionó el plan inicial. Trató de hacerse con la garganta del campo igualando los efectivos del Barcelona en la zona ancha. Para ello reformuló su esquema, comenzó con un 4-4-2 y alejó a Baena del extremo para que acompañara a Parejo, Capoue y Coquelin. La lesión de rodilla de este último pasada la media hora llevó al técnico cántabro a cambiar la fórmula echando mano de un agitador exterior como Chukwueze. Aunque lo que más penalizaron los locales, una vez más, fue su escasa capacidad de resolución. En la enfermería otra vez Gerard Moreno, Morales naufragó en todas las acciones que requirieron delicadeza en el área -desaprovechó un grave error de Pedri en un pase hacia atrás-. Araujo hizo el resto abrumando cuantas veces quiso a Yéremy Pino.

Si acaso, al Barcelona se le pudo otra vez reprochar que no sumara más goles para impedir la rebelión final del rival. Lewandowski estuvo mucho mejor pasando que rematando. El ariete, de hecho, no estuvo acertado en cuatro ocasiones en la zona caliente. Raphinha, mientras, también dispuso de una gran opción en el segundo acto, pero la faltó finura.

Xavi se enfadó de lo lindo ante el rendimiento decreciente de los suyos. La hinchada de La Cerámica protestó un gol en fuera de juego de Chukwueze y alimentó el acoso final, con Pepe Reina acudiendo a rematar en el desenlace.

Pero siendo Araujo quien custodia el liderato, incluso el sufrimiento parece poético.

kpd