¿Puede y quiere Pedro Sánchez echar a Rubiales de la Federación de Fútbol?

¿Puede y quiere Pedro Sánchez echar a Rubiales de la Federación de Fútbol?

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Los mecanismos legales dependen de que el CSD envíe las denuncias al TAD. En el PSOE se preguntaban en el pasado por una presunta protección de Moncloa. El Mundial 2030, coartada

La presión sobre Rubiales y el aviso de Pedro Sánchez: “Sus disculpas no son suficientes”EL MUNDO

Después de la condena del presidente del Gobierno a la actitud de Luis Rubiales, aunque sin ser concreto acerca de que quería decir cuando recomendaba al dirigente «seguir dando pasos», se plantean dudas de hasta dónde quiere y puede llegar Pedro Sánchez.

Para saber más

¿Tiene poder el Gobierno para forzar la destitución del dirigente?

Directamente, no. Las federaciones son instituciones de naturaleza jurídica privada, pero ejercen funciones públicas por delegación y reciben dinero público, por lo que están sujetas a controles por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) de tipo económico, electoral y disciplinario. La vía es, pues, denunciar ante el CSD y poner en marcha los mecanismos que podrían desembocar en una suspensión cautelar y hasta en la inhabilitación. La primera denuncia ya ha llegado por parte de Miguel Galán, presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores. La segunda procede de la formación política Sumar, a la que se suma la del ex colegiado Estrada Fernández, dirigida, en este caso, a la propia Federación..

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¿Quién instruye y quién decide?

La cúpula del CSD debe decidir si da traslado de la denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). En los casos anteriores de Rubiales, no lo hizo, hecho que provocó discrepancias entre el ex secretario de Estado, José Manuel Franco, y el director de Deportes, Albert Soler. A causa de ello, el segundo dejó el organismo, al que había llegado a petición de Moncloa por su conocimiento y experiencia en el deporte. En la actualidad es Víctor Francos el secretario de Estado. Aunque el Gobierno se encuentra en funciones, a la espera del proceso de investidura, el CSD está en plenitud de funciones. Los próximos días serán, pues, clave. Si Franco da traslado de estas denuncia y otras que probablemente llegarán en los próximos días al CSD, el futuro de Rubiales estará en manos de los árbitros del TAD.

¿Qué se le puede imputar a Rubiales?

Tanto Galán como la ministra Yolanda Díaz se refirieron a «actos notorios y públicos que atenten contra la dignidad y decoro deportivos» y a «abusos de poder», recogidos como «infracciones muy graves» en la nueva Ley del Deporte, de 2022. La disposición transitoria tercera de dicha Ley, en cambio, dice que el régimen sancionador y disciplinario anterior a la entrada en vigor de la ley continuará hasta que se desarrolle reglamentariamente el nuevo marco extrajudicial de solución de conflictos. Está aún pendiente. El marco reglamentario anterior, sin embargo, también permite imputar ambas infracciones a Rubiales, recogidas en los artículos 14.h y 14.a del Real Decreto, de 1992, sobre disciplina deportiva, que complementa la Ley del Deporte de 1990. En el beso de Rubiales a Jenni Hermoso, pudo existir abuso de autoridad; en el gesto de echarse la mano a sus partes en el palco de Sídney, un atentado al decoro deportivo, ambas infracciones muy graves.

¿Qué sanción podría tener Rubiales?

Si el TAD decide abrir expediente a Rubiales, la directiva del CSD podría decidir suspender cautelarmente al dirigente. Es lo que hizo con Ángel Villar a raíz de su imputación. Las sanciones, finalmente, para infracciones muy graves pasan por la inhabilitación por distintos periodos de tiempo, tanto en la nueva Ley del Deporte, cuyo régimen sancionador todavía no sería aplicable, como en el marco legal anterior. Mientras que en las consultas de tipo electoral, el TAD tiene carácter consultivo, en materia disciplinaria posee competencias plenas.

¿Por qué no se activó el mecanismo con las denuncias anteriores?

José Manuel Franco no estimó oportuno dar traslado al TAD, algo que provocó preguntas entre integrantes del Gobierno y el PSOE. Una justificación era que había que «mantener el equilibrio del ecosistema Tebas-Rubiales» y no posicionar al Gobierno en la guerra del fútbol. Otra era que no se alterara la carrera por traer a España el Mundial 2030, un proyecto de Estado. Ahora sabremos si éstos u otros argumentos blindan a Rubiales, aunque con menos crédito internacional para traer un Mundial. Se gana en otro campo.

kpd