Después de tres banderas rojas, el español finaliza tercero por tercera vez consecutiva este año
Vuelan las balas alrededor y, si alguna le toca, sobrevive, pero siempre sigue allí arriba, en el podio, una carrera más, y otra, y otra, y ya son tres. Fernando Alonso, tercero por tercera vez este año. Fernando Alonso, siempre entre los mejores. En el circuito de Albert Park ocurrió de todo, tres banderas rojas, dos resalidas de locura y pese a ello Alonso volvió a subirse al cajón.
Por detrás del vencedor Max Verstappen pudo ser segundo, pues amenazó a Lewis Hamilton durante casi toda la prueba. Por delante de Carlos Sainz, pudo quedarse fuera, pues su compatriota le embistió en la segunda resalida. Pero al final Alonso regresó a un puesto que es el suyo esta temporada, tercero también el Mundial. Quizá con la regularidad como argumento pueda amenazar a los Red Bull en el campeonato.
Porque pocas carreras como ésta habrá para la desgracia, para sufrir alguna desdicha, para lamentarse, y nada, felicidad, otro podio. Hubo desorden de inicio, durante una hora no pasó prácticamente nada y, al final, un caos absoluto: una carrera a dos vueltas.
Cuando todo ya parecía decidido, con Max Verstappen primero con ventaja, Lewis Hamilton segundo, Fernando Alonso tercero y Carlos Sainz cuarto, Kevin Magnussen empotró su monoplaza contra un muro, destrozó una de sus ruedas traseras y los restos de llanta obligaron a los responsables de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) a mostrar la segunda de las tres banderas rojas de la carrera. Todos a boxes, todos a prepararse. De repente, de la tranquilidad a la esquizofrenia.
El atropello de Sainz
“Es una regla estúpida, no puedes sacar bandera roja a falta de dos vueltas”, gritaba Alonso en su radio después de la resalida. En ella, el español intentó atacar a Hamilton, acabó por el exterior y en el interior apareció Sainz que se lo llevó por delante. Un toque más o menos limpio, que no destrozó su Aston Martin, pero que apartó de la pista a Alonso. Estaba fuera de los puntos, una catástrofe. ¿Su suerte? Que a su alrededor el lío era histórico. Choques y más choques, toques y más toques, piezas y más piezas volando por todos los sitios.
El accidente entre los dos Alpine, Esteban Ocon y Pierre Gasly, ambos contra el muro, obligó a la FIA a enseñar de manera inmediata una tercera bandera roja y eso salvó a Alonso. El regreso a la parrilla de todos los pilotos le devolvió el tercer puesto y así marcharon todos, en fila india, detrás del ‘safety car’, hasta la bandera a cuadros. La calamidad fue para Sainz que, por ese incidente, recibió una sanción de cinco segundos y cayó del cuarto puesto al duodécimo, es decir, fuera de los puntos.
La primera bandera roja
En realidad, el segundo destrozo de la carrera de Sainz. Porque en las primeras vueltas ya padeció la mala estrategia de Ferrarri, aunque entonces lo pudo arreglar. En la salida de la prueba, una excelente reacción y el accidente de su compañero, Charles Leclerc, colocó al español en una posición privilegiada, pero poco después se descubrió fuera del Top 10. De inicio, los dos Mercedes, George Russell y Lewis Hamilton, se situó por delante de Verstappen, Sainz se puso cuarto y Alonso se quedó en quinta posición. Un magnifico arranque para el madrileño, que duró demasiado poco.
Un accidente Alex Albon hizo aparecer el ‘safety car’ y los responsables de Ferrari decidieron que Sainz pasara por boxes. ¿Qué ocurrió justo después? Que la FIA determinó la primera bandera roja de la jornada y esa visita por el garaje fue en su detrimento. Tuvo que remontar y remontó. De la undécima posición, a la cuarta, mientras por delante Russell rompía el motor y Verstappen, Hamilton y Alonso se afianzaban en sus puestos de podio. Luego llegaría la segunda roja, el caos, el toque entre los dos españoles y su final antagónico: alegría para Alonso y tristeza para Sainz.