Mutua Madrid Open
Se impuso por 2-6, 6-4 y 6-2 y jugará en tercera ronda contra Dimitrov
La última vez que Carlos Alcaraz había pisado la Manolo Santana fue para salir aclamado por la hinchada. No en vano, culminó en la final de la pasada edición del Mutua Madrid Open, frente a Alexander Zverev el ochomil de un cuadro en el que le tocó con anterioridad superar a Rafael Nadal y Novak Djokovic. Un año después, el número dos del mundo se encontró por sorpresa con la soga al cuello antes de salir airoso de su partido de debut en la presente edición del torneo ante Emil Ruusuvuori, 41º, a quien terminó imponiéndose por 2-6, 6-4 y 6-2, en do horas y 16 minutos.
El finlandés se escapó en el marcador gracias a la efectividad del primer servicio y a los errores de su rival, que dio la impresión de tener dificultades para adaptarse a las condiciones de Madrid, sólo cuatro días después de haber revalidado en Barcelona el título de campeón del Conde de Godó. Ruusuvuori afinaba en los golpes de inicio, pues también con el resto creaba dificultades a Alcaraz, que entregó el primer set a la cuarta pelota, con un revés a la red.
Inesperado el comienzo del partido, pues el español no sólo acostumbra a ganar casi todo cuanto juega, sino que concede muy poco. De hecho, había cedido su último parcial en las semifinales de Miami, cuando cayó ante Jannik Sinner. En Barcelona se llevó la copa de carrerilla.
“Hay que hacer más largo el rally, como sea”, le decía desde su box Juan Carlos Ferrero, sabedor de que el sesgo que tomaba el encuentro era contrario a los intereses de su jugador. El problema era que los puntos dilatados también acababan del lado de Ruusuvuori. “Y alguna dejada también”, le impelía a la búsqueda de su esencia, difuminada ante el azote del finlandés, un impenetrable témpano de hielo. Después de errar un passing shot en carrera que le costó el quinto juego del segundo set, el murciano lanzó la raqueta contra la arena. No había manera de encontrarle la vuelta a su rival. Ni una sola pelota de rotura en el horizonte.
Un juego crucial
Las situaciones comprometidas se sucedían. Estuvo 0-30 con 2-1 abajo en el cuarto juego y 15-40 en el sexto, cuando selló un bote pronto inverosímil que le mantuvo con vida, para dos puntos después presentar un revés paralelo con el que salvó otro delicado trance e improvisar después un saque y volea ante la quinta amenaza de su oponente, muy convencido de cuanto hacía. Alcaraz logró hacerse con un juego de más de 13 minutos.
Una doble falta de su rival le dio la primera bola de rotura, en el séptimo juego, donde lograría abrir brecha en el marcador e invertir la tendencia del encuentro. Con la final del modesto torneo de Pune en 2022 como recorrido más largo en el circuito, Ruusuvuori, que había derrotado al español en su único enfrentamiento previo, en la primera ronda de Miami, hace dos temporadas, cuando Alcaraz aún no se había disparado en la competición, sólo contaba con dos victorias en los 13 partidos anteriores frente a tenistas del top 10. Es, no obstante, un buen competidor si encuentra el ritmo que le conviene.
Después de hacerse con el segundo set, con la fortaleza de haber escapado de una situación límite, el campeón esta temporada en Indian Wells, Barcelona y Buenos Aires se hizo con el control del partido, tomando temprana ventaja en el tercer parcial y definiendo en el segundo match point. Este domingo le espera Grigor Dimitrov, 32º, a quien venció el pasado año en octavos de Paris-Bercy por 6-1 y 6-3.