Pese a las pocas conversiones, firma una tarjeta de 71 golpes y se mantiene entre los 30 primeros
Mikel hoy teletrabaja desde el TPC de Sawgrass. Lleva el número 11 de Nico Williams a la espalda mientras ve los últimos golpes de prácticas de Jon Rahm. Son las 7.50 de la mañana en Florida cuando se cruzan las miradas de Jon y Mikel camino del tee del 10.
“Así, sí”, afirma rotundo ‘Rahmbo’ clavando la mirada de la camiseta del Ahtletic de Bilbao. Fue uno de los pocos momentos relajados del día para Jon.
Mikel lleva 15 años trabajando en Estados Unidos y este jueves decidió venir desde Miami enfundado en los colores de su equipo favorito y pagar 80 dólares para animar a Rahm en directo, durante la primera jornada del The Players Championship.
Los dioses del golf torturarían la paciencia del jugador de Barrika. Se invirtió la tendencia triunfal del inicio del año, este jueves funcionó el juego desde el tee de salida, pero se esfumó la efectividad sobre los greenes. Un total de 30 putts en 18 hoyos -con una media de cercana a los dos putts por hoyo- le hicieron acumular una de sus peores actuaciones sobre los greenes. “Estoy bastante cabreado por lo poco que he aprovechado. He jugado bien, he tirado buenos putts, han sido fallos por muy poco, he estado rozando los bordes”, analizaba en frio del español, que reconoció haberse encontrado muy cómodo desde el tee de salida. “Llevaba un mes no pegándole tan bien, pero no estaba muy incómodo, os tengo mal acostumbrados”.
Un bajo porcentaje de conversión
El primer birdie llegó en el hoyo 16, su séptimo en el día. Fue un birdie con dos putts tras un imponente golpe desde la pinaza en el par 5, el putt de eagle desde menos de 4 metros rozaba el hoyo. A medida que transcurrían los hoyos se acumulaban las oportunidades desperdiciadas, algunas tan claras como la del hoyo dos de 3,5 metros, o el escaso metro y medio que falló en el 4. El único bogey del día llegó en el 8 tras un mal swing de salida y un putt errado de dos metros y el par en el 9, par cinco, con sabor a bogey, después de terminar el día con tres putts.
“Ha sido un día de esos, no me he dado oportunidades y las que he tenido no las he aprovechado”, comentaba. Si el infalible Rahm estaba convirtiendo hasta la fecha casi el 50% de sus oportunidades de birdie, hoy su porcentaje de conversión bajo a algo menos de un 20%. “Es el primer día, a ver si cada día vamos un poco mejor y llego al domingo con opciones”, decía resignado mientras Mikel, el número 11 del Ahtletic, se marchaba con la miel en los labios. No fue el día de Rahm, sin embargo sus 71 golpes le dejan dentro de los 30 mejores, de momento a 8 golpes de Ramey, líder provisional del The Players Championship.
El grado de consuelo para el español dependerá de la dirección a la que gire su cabeza este juevesal lado de sus ilustres compañeros de partido; Rory McIIlroy, número 2, naufragó con +4 (76 golpes) y Scotty Scheffler, número 3, dio la vuelta a una ronda trabajada con un brillante -4 (69 golpes). Por delante aún tres jornadas y la llegada de la incómoda lluvia prevista para este viernes.