El neerlandés consigue la segunda victoria del curso en ciclocross con una gran exhibición individual.
No hubo revancha, sino reafirmación. En Gavere (Bélgica), en el segundo enfrentamiento directo de la temporada de ciclocross entre Mathieu van der Poel, Wout van Aert y Tom Pidcock, el neerlandés volvió a deleitar con una exhibición en solitario.
Prácticamente desde los mismos inicios de la carrera tomó la cabeza y ya no la abandonó. Desde esos mismos inicios, Van Aert ocupó la segunda posición y así llegó a la meta, a 36 segundos. En cierto modo, la “gracia” la puso Pidcock, que empezó muy atrás, fue remontando y se enfrascó en, digamos, ya la última vuelta en un duelo alternante con Joris Nieuwenhuis (Países Bajos), en el que ambos se adelantaban continuamente el uno al otro, sin acabar de separarse en beneficio o en perjuicio de ninguno de los dos.
Pidcock, más fuerte, pero técnicamente menos fiable en un recorrido muy duro y, en algunos tramos, embarradísimo, una auténtica mousse de chocolate que obligó a todo el mundo a cambiar con frecuencia de bicicleta, le tomó en los últimos la delantera a su agotado rival y terminó tercero, a 58 segundos de Van der Poel. El mejor especialista español, Felipe Orts, fue decimocuarto, a 4:33 del intratable neerlandés.
Los llamados Tres Tenores volverán a coincidir el día 30 en Hulst.