El ‘arma’ arrojadiza de las bolas: “Tanto cambio es un asesinato para las articulaciones”

El 'arma' arrojadiza de las bolas: "Tanto cambio es un asesinato para las articulaciones"

«A veces tomas la decisión de disputar un torneo u otro dependiendo de la pelota. “Esa bola no la soporto”, llegas a plantearte». Las palabras a este periódico de un veterano entrenador nos sitúan ante la dimensión de un problema que se ha agravado recientemente, con una sucesión de lesiones que algunos de los damnificados han atribuido a los cambios de pelota a los que deben enfrentarse cada semana.

«La inconsistencia es un problema, y ésa es nuestra queja. Tiene que haber más uniformidad para evitar problemas en muñecas, codos y hombros», se ha pronunciado Novak Djokovic, número 1 del mundo.

Hay un rotundo consenso sobre la necesidad de homologar las pelotas que se utilicen en cada superficie durante los distintos períodos de la temporada. Existe también unanimidad en que no se trata de la única razón que genera problemas físicos, sino que la exigencia del calendario y la propia evolución del juego y del perfil de sus protagonistas se suman a los factores que percuten sobre su salud. «Cada vez se empieza a competir a edades más tempranas y las carreras son más largas. Mejoran los materiales, pegan y recepcionan a más velocidad. La velocidad de la pelota provoca cambios biomecánicos en la técnica y en las posiciones de apoyo, que pueden derivar en lesiones nuevas», nos explica en conversación telefónica Ángel Ruiz-Cotorro, médico de Rafael Nadal y de la Real Federación Española de Tenis.

Caracteristicas pelotas tenis

La temporada se juega con 11 marcas de pelotas: Wilson, Dunlop, Penn, Slazenger, Head, Tecnifibre, Yonex, Tretorn, Babolat, Artengo y RS Soderling. El problema no es tanto la diversidad de firmas como la alternancia en su uso. Si bien el comienzo del curso en pista rápida, hasta el Abierto de Australia, se disputa con Dunlop, ya en la gira de tierra sudamericana comienzan los movimientos: de la Dunlop del ATP 250 de Córdoba se pasa a la Wilson Roland Garros en Buenos Aires, Santiago y Río de Janeiro.

Los cambios en tierra

Todo va a peor en el curso europeo de arcilla: los torneos más importantes previos a Roland Garros, léase Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma, se disputan con Dunlop, mientras que en París se juega con la Wilson Roland Garros, motivo de severas controversias en la pasada edición. «Es como si juegas con Nike toda toda la fase previa de la Champions y la final la juegas con Adidas», apunta Xavi Segura, encordador del equipo español de Copa Davis. «Es lógico que la industria del tenis se tenga que mover por dinero y que dependa de los patrocinadores, pero debería tenderse a unificar las pelotas en cada superficie», prosigue.

El reglamento de la Federación Internacional de Tenis (ITF), por el que se rige también la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales), señala unos baremos a los que han de ceñirse las pelotas en cada superficie, como recoge el cuadro adjunto. Sin embargo, esa mínima oscilación entre las distintas marcas genera gran incomodidad en los jugadores.

El último tramo del curso, el que ha redimensionado las quejas, arroja un baile constante de pelotas. He aquí parte de la secuencia: en Chengdu se juega con Yonex, en Zhuhai con Head, en Astana con Wilson, en Pekín de nuevo con Head, en Shanghai vuelta a Wilson, en Tokio con Dunlop, en Estocolmo con RS Soderling, Viena y Basilea otra vez con Dunlop, Paris-Bercy con Head, Metz con Artengo y Sofía con Dunlop, al igual que las ATP Finals.

Se trataría de disputar cada gira con una misma pelota

José Perlas

«Se trataría de disputar cada gira con una misma pelota, para que no se resientan codos, hombros e incluso la manera de jugar», apunta José Perlas, entrenador de Dusan Lajovic, conocedor de que la ATP intenta encontrar soluciones.

Tras el vano intento de obtener una respuesta de Andrea Gaudenzi, presidente de este organismo, nos responde a través del correo electrónico Ross Hutchins, ATP Tour manager. «Valoramos todos los comentarios de los jugadores y trabajamos con todos los proveedores que tienen un impacto en los tenistas y en el juego. Actualmente, los torneos negocian sus propios contratos de pelotas de forma independiente y por un número variable de años. La salud de los jugadores es un motivo principal para que encontremos soluciones. Somos optimistas para que, como mínimo, podamos alcanzar un resultado que proporcione una mayor consistencia de bolas en diferentes superficies. Es necesario hacer más. Esperamos lograr algunos avances consultando con nuestros jugadores y miembros de los torneos en los próximos meses».

Lesiones precoces

Ruiz-Cotorro alerta de lesiones a edades cada vez más tempranas. «Las fracturas por sobrecarga empiezan a aparecer en las escuelas y las academias. También los edemas óseos y las patologías de cadera. La pelota viaja muy rápido, a veces no hay tiempo para lograr buenos apoyos y has de golpear en posiciones extremas».

Marc Boada, fisioterapeuta de Grigor Dimitrov, número 14 del mundo y reciente finalista en el Masters 1000 de Paris-Bercy, ya advirtió del problema hace un lustro, en conversación con este periódico. «Las pelotas son muy distintas de una semana a otra. También ha habido dificultades de abastecimiento de la felpa de las bolas, debido a lo cual se dañan mucho antes. La percepción de los tenistas es muy diferente. No se puede cambiar de bola siete semanas seguidas. Es un asesinato para las articulaciones», agrega ahora, sin obviar el peso de otros factores.

Aboga por un calendario más racional y por evitar que las jornadas de competición se prolonguen en la madrugada, entre otras medidas. Los partidos after hours empiezan a convertirse en costumbre. Paris-Bercy se quedó recientemente sin Jannik Sinner, quien decidió no seguir en el torneo después de terminar su partido de segunda ronda a las 02:37 h. y ver cómo se programaba su siguiente compromiso sin 12 horas de margen.

«Hay que proteger a los jugadores, no exprimirlos. Es la mejor manera de vender un producto que interese a los espectadores», sostiene Boada.

Así como la idoneidad de las superficies se solucionó hace ya bastantes años, evitando algunos pisos ultrarápidos con la homologación de cada tipo de cancha, el asunto que ahora desata las quejas de los jugadores parece más complicado de resolver. La ITF y la ATP siguen con la pelota en el tejado.

kpd