Memphis Grizzlies
El español renunció al Eurobasket para “desarrollar su físico” y prepararse para una temporada clave. Parte como titular en Memphis y acapara elogios y grandes números. “La selección va a tener un jugador increíble por 10 o 15 años”, admite su mentor Ivo Simovic
Santi Aldama nunca tuvo prisa, pero ahora acelera. “Mejorar un 1% al día”, proclama como mantra. Optó por una formación a fuego lento pese a las proposiciones y las expectativas, lejos de las canteras de los grandes equipos, primero en la Academia Canterbury de Las Palmas y después en la NCAA, en una Universidad con no demasiado caché baloncestístico. “No sólo hay un camino”, contaba hace unos meses a este periódico. Tan claro como que ahora es consciente de que ha llegado el momento clave de su carrera. El gran salto cuando todavía no ha cumplido los 22 años.
Lleva preparándose para esto desde que de niño jugaba de base, aunque sólo había que ver en la grada a su padre (Santi Aldama senior, 2,13 metros) y a su tío, (Santi Toledo, 2,11), el hermano de su madre, ex jugadores profesionales ambos, para intuir que sería un gigante. Tras un primer año de adaptación en la NBA y un verano de intenso trabajo “entre bastidores” en el que, a instancias de los Grizzlies, rechazó jugar el Eurobasket con España, el canario está listo para afrontar su temporada sophomore. Y como titular. “Me noto preparado”, desafía.
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“Era pequeñito, tendría 12 años. Manejaba muy bien el balón, jugaba de base, tiraba. Llamaba la atención, claro”. El primer encuentro nunca se olvida. Ivo Simovic, ahora asistente de la prestigiosa UCLA, que entonces revolucionaba el baloncesto de formación español desde el Torrelodones, viajó a Las Palmas junto a Anicet Lavodrama. Desde aquel día maneja, junto a la familia de Aldama, la carrera de un jugador que le acompañó a la Universidad de Loyola Maryland, donde pronto vislumbraron el evidente salto al draft, pese a que en el periplo Santi tuvo que lidiar con una operación de rodilla y con todos los inconvenientes de la pandemia.
10 kilos más
“El primer año en la NBA nunca es fácil, no sólo es el baloncesto, es la vida. Sales de un mundo de niños y empiezas a ganar dinero, vives sólo… Tuvo suerte de que fue elegido por una franquicia que apuesta por la formación de jugadores, que no tenía urgencias”, confiesa el serbio, sorprendido por el verano de Aldama. “Durante la temporada pasada creció otros dos centímetros [ya está en 2,14] y creo que ha ganado en torno a 10 kilos de músculo. Un cuerpo como el suyo necesita trabajo específico”, relata sobre la misión de Santi, que ya está viendo los resultados en una pretemporada en la que ha desatado todas las expectativas de su propia franquicia. “Antes esperaba a que me chocasen. Ahora soy yo el que puede iniciar el contacto”, contaba el ala-pívot en una entrevista reciente en Sporting News.
Aldama, cuyo hermano pequeño Miguel también ha dado el salto a EEUU (a un high school en Nueva York), es consciente de que la lesión de Jaren Jackson le abre una puerta a la titularidad y de que en los Grizzlies han visto que su español -otro más en la tradición de Memphis, donde los hermanos Gasol son leyenda- es el hombre adecuado. Fue elegido en el quinteto ideal de la Summer League de julio, donde brilló con actuaciones de 31 puntos y nueve rebotes. “Está teniendo un verano estupendo, jugando con mucha confianza”, le elogió su entrenador Taylor Jenkins, palabras que corroboró públicamente el General Manager Zach Kleiman. En los cinco partidos disputados en pretemporada, todos en el quinteto, ha disparado sus números: tercer anotador (12,2 puntos, 40% en triples) tras Ja Morant y Desmon Bane, segundo máximo reboteador después de Steven Adams (7,2), primer taponador (1,2), cuarto en minutos…
Pero, para recoger estos frutos y encarar en la pole un curso decisivo, Aldama tuvo que sacrificar lo que realmente le apetecía, lo que a la postre sería un oro continental. “A Santi le encanta la selección, para él es un orgullo, lo lleva dentro, sé cuántas ganas tiene de debutar”, cuenta Simovic sobre la renuncia ‘obligada’ a España. Porque Aldama, MVP del Eurobasket sub 18 de 2019 en un equipo que formaba una pareja letal junto a Usman Garuba, era clave en los planes de Sergio Scariolo. Tras mucho pensarlo y a instancias de los Grizzlies, decidió declinar la llamada y dedicar dos meses “a desarrollar su cuerpo”. “La selección española va a tener un jugador increíble por 10 o 15 años. Si esta temporada sale bien como parece, pues la selección, los Grizzlies y Santi, todos estarán contentos”, razona Simovic.
Que desvela los progresos de su pupilo, centrado en ser capaz de integrarse definitivamente en la NBA. “El objetivo es estar en la rotación todo el año”, pronuncia el canario, que el año pasado disputó 32 partidos con los Grizzlies y varios más con el equipo de la Liga de Desarrollo (Memphis Hustle). “Ha mejorado un montón de cosas. Es obvio el paso adelante físico. Ahora ya puede competir. También ha trabajado el tiro y la defensa. Sabe que tiene que ganar sus minutos desde ahí y tiene que ser capaz de defender exteriores e interiores, se va a enfrentar a jugadores que son unas bestias. Tiene que aprender cómo utilizar su cuerpo y su tamaño”, relata el técnico serbio, que confiesa sus conversaciones con su pupilo. “Él lo ve como una oportunidad. Es un tío super inteligente, muy tranquilo, que gestiona la presión bastante bien. Ahora la NBA se está enterando de su calidad. Y está muy motivado e ilusionado. Me dice: ‘Es que cada lanzamiento que tiro, creo que va dentro’. Tiene un nivel de confianza muy alto”, relata Simovic, que avisa: “Tiene una oportunidad fantástica en Memphis. Ellos confían mucho en él. Y creo que todavía está al 50-60% de su máximo. Va a tener una larga carrera en la NBA”.