“Esto es algo mítico, legendario”, asegura Victor Wembanyama, de 19 años y 2,24 metros, tras ser elegido por los Spurs.
Ya cuando entrenaba en el suburbio parisino de Nanterre era evidente para todos la altura de su talento. En lo objetivo: 2,24 metros. Ágil y elegante en sus movimientos. Victor Wembanyama (Chesnay, Yvelines, 2004) creció con un balón en sus manos y ahora, con 19 años, es la estrella más prometedora del basket francés al haber logrado ser número uno del draft de la NBA.
Se le considera el mejor de su generación. Él mismo ha reconocido que, ya en primaria, le sacaba una cabeza a muchos de sus profesores. Su padre, de origen congoleño, medía dos metros y era saltador. Su hermana, Eve, es jugadora profesional y su madre era entrenadora de baloncesto. Su historia prometedora combina genética y educación, pero necesitaba el tercer elemento para llegar donde ha llegado: talento.
“Aunque fuera algo esperado… Cuando vas a a tener un hijo, hace nueve meses que lo sabes, pero estas emocionado igualmente. Esto es parecido. Es algo mítico, legendario (…) Es algo que siempre he soñado”, señaló tras saber que jugará con los Spurs de San Antonio.
Wemby, su apodo, se inició en el baloncesto con siete años, tras haber practicado judo y fútbol. Siempre destacó y brilló por encima de la media y pronto llamó la atención de clubes internacionales. Con 10 años entró en la cantera del Nanterre. Medía casi 1,90. Con 14 el Barcelona ya le corteja, pero sus padres prefirieron que siguiera formándose en Nanterre.
“Ha estado siempre muy bien rodeado, con padres muy presentes pero no agobiantes, que han estado ahí para ayudarle y protegerle, sobre todo de la atención mediática que genera”, explica al periódico francés Liberation el comentarista George Eddy, que juega a menudo al basket con su padre.
Otras pasiones
Desde que arrancó la temporada ha tenido más de medio centenar de peticiones de entrevistas de medios americanos. Todas denegadas. Sus entrenadores aseguran que tiene una inteligencia emocional de altura. “Nunca he visto un deportista con 18 años tan elocuente ante los micrófonos”, señala al citado medio Bryan George, uno de sus entrenador en Nanterre. Cuenta, además, que a Wemby le gusta dibujar, hacer legos y leer.
Hace tiempo que ya vuelve locos a los medios deportivos y se hacen quinielas con la fortuna que va a generar. Según Le Parisien, el jugador, que ya ganaba 20.000 euros al mes en Francia, podría alcanzar los 55 millones de dólares en cuatro años. Él podría aportar a la franquicia texana 500 millones de dólares.
Campeón de Francia y estrella del Mundial sub19, es la bandera también de cara a los Juegos de París 2024, aunque él siempre ha tenido el foco puesto en la NBA. El año pasado cambio el ASVEL, el equipo de Euroliga en el que estaba, por el Metropolitans 92, el mejor de los clubes que no disputa competición europea y que está dirigido por el seleccionador de Francia, Vincent Collet, lo que le permitía estar mejor tutelado. También, jugar menos partidos y prepararse mejor para su objetivo.
“Intento partir sobre el mismo paso y después mejorar, trabajando como si fuera un jugador de talla media. Desde los 10 años he intentado hacerlo todo en la cancha“, dijo hace poco en una entrevista a L’Equipe.
Elogiado por todos
Se le ha llamado ‘el extraterrestre’ o ‘el superdotado’. El seleccionador francés admitió haber visto muchos “jugadores altos que lanzan con los pies en el suelo”, “pero él es capaz de moverse y lanzar y eso es algo único”. “Es un ganador, un competidor, de la raza de los campeones. Hemos sido una etapa para él, pero lo bonito es que la ha vivido a fondo”, dijo tras su último partido con este equipo.
Wemby va a poder medirse con Tony Parker, la leyenda francesa de la NBA. “Nos haces soñar”, le felicito por Twitter el presidente francés, Emmanuel Macron. “Wemby, la aventura comienza ahora”, le ha dicho en la misma red otra estrella del deporte francés, el futbolista Kylian Mbappé.
