El Ministerio Público se suma a la petición del propio ex vicepresidente del CTA, que afirma que el club azulgrana estaba realizando un “ejercicio de cinismo”.
Programa especial sobre el caso Negreira.CUATRO
La Fiscalía se opone a que el FC Barcelona sea acusación en el ‘caso Negreira’ al mismo tiempo que investigado. El Ministerio Público ha presentado un escrito ante la juez de Barcelona que instruye la causa, al que ha tenido acceso EL MUNDO, en el que sostiene que en su caso es “incompatible” ejercer la acusación al mismo tiempo que dispone de la condición de investigado por comprar al histórico número dos del colectivo arbitral durante casi dos décadas.
“Parece evidente que el estatus de investigado y las consecuencias procesales que de él se derivan y que solo a él se aplican resultan incompatibles con la posición simultánea de acusador”, razona la Fiscalía, que se suma a la oposición del propio ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, que tal y como desveló este periódico, también rechazó la petición del Barça. En su caso, argumentando que el club azulgrana estaba protagonizando un “ejercicio de cinismo”.
El club que preside Joan Laporta, que abonó a Negreira más de siete millones de euros en 20 años por intentar conseguir resultados favorables, tal y como arguye el Ministerio Público, pidió ser acusación en el proceso. Defendió que la entidad había sido víctima de la familia Negreira, toda vez que el hijo del ex dirigente arbitral había cobrado con facturas falsas a través de un ex alto cargo del club, Josep Contreras, que se quedaba con una comisión de hasta el 50 % de los contratos.
Pesquisas bajo secreto
A partir de este momento la última palabra la tiene la instructora del mayor escándalo del deporte español de las últimas décadas, que mantiene las pesquisas bajo secreto tras acreditar que Negreira sacó ingentes cantidades de dinero en efectivo.
La Guardia Civil sospecha que el antiguo número dos arbitral repartió dinero entre altos cargos azulgranas y que pudo hacer lo propio con colegiados que arbitraban al Barça. Por ello la juez ha decidido imputar a Javier Enríquez, hijo de José María Enríquez Negreira, al que la Fiscalía mantenía como testigo, y ha señalado también la posible existencia de un nuevo delito de blanqueo de capitales que se suma al de corrupción deportiva.
"Soy la víctima de una tormenta perfecta en la que confluyen intereses políticos y venganzas de los miembros del Comité del Mundial". La ya ex directora de la Candidatura del Mundial 2030, María Tato, dio su versión en exclusiva a EL MUNDO horas antes de poner su cargo a disposición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras acreditarse la manipulación de la puntuación de las 11 sedes.
Tato reconoce que confeccionó una primera clasificación en la que estaba incluido el estadio de Balaídos y que la cambió apenas 24 horas después porque asegura que se había "equivocado". "Me limité a corregir unos errores de interpretación al aplicar los criterios y no lo hice sola".
Según la ya ex responsable federativa, esta alteración de las puntuaciones, que acabó dejando fuera al estadio vigués y dando entrada al de Anoeta, se materializó en una reunión que mantuvo el pasado 26 de junio en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas con otros dos miembros del Comité del Mundial: Fernando Sanz y Jorge Mowinckel.
Según ha podido saber este periódico, durante los últimos días Tato ha precisado a la cúpula de la RFEF que dicho encuentro tuvo lugar en la cafetería de las instalaciones. Sin embargo, Sanz y Mowinckel niegan rotundamente que dicha reunión tuviera lugar y se desvinculan por completo de la variación en las calificaciones introducida por Tato.
"No ha habido ninguna irregularidad",
"No ha habido ninguna irregularidad", dice a este periódico la ex responsable federativa, que insiste en que durante las últimas horas el resto de integrantes del Comité del Mundial han mentido al intentar desvincularse de la puntuación de los 11 que estadios que acogerán los partidos dentro de cinco años.
El problema radicó, según detalla Tato, en que no aplicó correctamente los criterios de la FIFA en lo que respecta a las obras que requerían los estadios y, concretamente, el de Anoeta. Reconoce que de la primera reunión que mantuvo con sus compañeros salió una primera clasificación de la que todos eran conocedores y que luego este listado se varió al día siguiente. "Tengo todos los mails y todas las pruebas de que digo la verdad", enfatiza.
Como prueba de que no quiso beneficiar ni perjudicar a nadie esgrime que ella es aficionada al Athletic de Bilbao y que si hubiera querido manipular el resultado nunca hubiera beneficiado a la Real Sociedad.
La ex miembro de la comisión, en un momento de la charla.Alberto Di Lolli
La que era única superviviente de la comisión de la candidatura española del Mundial cree que es un "daño colateral", en primer lugar, de una guerra abierta "entre la RFEF y el Consejo Superior de Deportes (CSD)". Pero también confirma las malas relaciones que existían entre ella, Sanz y Mowinckel, los otros miembros de la comisión de los que el presidente Louzán decidió prescindir en diciembre del año pasado.
Tato defiende su intervención en el proceso de selección de sedes y explica a este periódico que las modificaciones se realizaron "siempre con criterios objetivos", pero que éstos se ajustaron hasta llegar al excel definitivo en el que entraba Anoeta entre las 11 sedes y salía Vigo de la clasificación.
Insiste en que los cambios entre los diferentes documentos elaborados por la comisión los conocían todos los miembros de la misma: "Fernando Sanz miente cuando dice que no sabía nada al respecto".
El informe
En el informe en el que se explica el proceso de elección, al que ha tenido acceso este periódico, se abordan cuatro factores de decisión: Proyecto Técnico (40%), Operatividad (15%), Estructura Financiera (15%) y Dotación de ciudades (30%). El primer factor, además, contaba con los subfactores: Nivel de intervención, Sostenibilidad medioambiental, Calendario de ejecución y Capacidad del Estadio.
Son esos subfactores, según Tato, los que modificaron la puntuación de varias de las sedes entre el primer encuentro de la comisión realizado el 25 de junio de 2024 y el siguiente. "Sobre todo era el tema de la sostenibilidad, Balaídos es un estadio nuevo que habría que haber remodelado mientras que otros ya tenían espacio en la grada y era una cuestión de poner más asientos", apuntó.
La ya ex directora de la comisión mantiene que lo que se produjo en ese segundo encuentro fueron unos ajustes a los criterios que se habían valorado inicialmente basados en "los usados por la FIFA en el último Mundial elegido: Brasil 2027 Femenino".
Tato, durante su encuentro con EL MUNDO.Alberto Di Lolli
El actual presidente de la Federación era la persona a la que Tato reportaba el proceso de selección, pero asegura que ni él ni nadie le indicaron que modificase el excel que terminó con Balaídos fuera de las 11 sedes seleccionadas.
Enfrentamiento con el Gobierno
Mantiene que Louzán, entonces vicepresidente de Pedro Rocha, que se hallaba en la Eurocopa de Alemania aunque sería inhabilitado semanas más tarde, no se interesó por el proceso hasta que el CSD expresó ciertas modificaciones. "Si quieren decir algo que vengan a mi casa", cuenta la ex directora que manifestó el dirigente ante las presiones del Gobierno respecto a los criterios de selección. Admite que le reportaba el estado del proceso y sostiene que colaboró con el equipo del Mundial.
La propuesta gubernamental era que se introdujeran, además, "criterios estratégicos" que debían contar con un peso de un 35%. El Ejecutivo quería premiar la "vecindad", es decir, "aquellas sedes que estén cerca de la frontera de los otros dos países" y que ese criterio "únicamente afecta a Vigo".
En los correos remarcaba al mandatario federativo que le facilitaba la información "únicamente a efectos de su conocimiento y del presi". Tato apostilla: "No dimito porque sea culpable de algo" y añade "en un país en el que no dimite nadie". Sino que lo hace porque "no quiere seguir soportando" la situación en la que se encuentra tras estallar el escándalo.
El ex jugador del FC Barcelona Gerard Piqué ha defendido ante la juez que investiga el denominado 'caso Rubiales' que las comisiones millonarias que percibe de Arabia Saudí en el marco de la Supercopa de España son completamente legales y ha negado el pago de cualquier comisión a directivos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Piqué ha recalcado en su declaración como imputado ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda que siempre actuó como agente de las autoridades saudíes y en ningún caso de la RFEF y que, por lo tanto, no incurrió en ningún tipo de incompatibilidad. Asimismo, ha aseverado que en cualquier otro país del mundo se hubiera homenajeado a alguien que hubiera conseguido tanto dinero para la RFEF en lugar de abrirle un procedimiento penal. "En otro país me habrían puesto un monumento", declaró el ex defensa barcelonista.
El ex capitán azulgrana, que este jueves presentó las facturas que ha venido cobrando durante los últimos años (sólo durante las pesquisas judiciales ha percibido más de 10 millones de euros, tal y como desveló EL MUNDO), ha enfatizado que se le ha ocasionado un daño reputacional irreparable con este asunto, ha roto a llorar, y ha añadido que nadie le va a compensar por los perjuicios que le ha ocasionado el procedimiento judicial.
Han sido dos horas de declaración ante la juez Delia Rodrigo. El ex futbolista, citado a las 9.30, ha llegado apenas 15 minutos antes a la sede de los juzgados de la ciudad madrileña donde le esperaban más de medio centenar de periodistas. Ni a la entrada, ni a la salida, que se ha producido un poco antes de las 12 del mediodía, ha querido realizar comentarios.
Piqué ha decidido responder a preguntas realizadas por la juez, por el ministerio fiscal y por su defensa, pero ha rechazado contestar a cuestiones de la acusación particular. Ha sido en el punto final de su declaración, cuando el exfutbolista ha expresado el deseo de decir unas palabras, el momento en el que se ha emocionado.