El brasileño, enfadado por el trato que la empresa le dio durante el Mundial, quiso cambiar de patrocinador y negoció con Puma. Ahora Nike le ofrecerá una mejora del contrato.
En Qatar, en plena pelea por la sexta Copa del Mundo de Brasil, Vinicius Júnior estalló contra Nike, patrocinador del futbolista y de la selección canarinha. El jugador del Real Madrid había llegado al Mundial como uno de los delanteros más en forma del planeta, pero no salió en los anuncios promocionales de su marca antes del torneo, donde los protagonistas fueron Cristiano Ronaldo, Kylian Mbappé y Virgil Van Dijk, y tampoco tuvo una edición especial de zapatillas para la cita, como sí recibieron otros compañeros. Además, dentro de la expedición de Brasil, de la que Nike también es patrocinador oficial, Vinicius se quedó fuera de la presentación de la camiseta y de algunos carteles oficiales. Neymar, Marquinhos, Richarlison o el madridista Rodrygo le pasaron por delante. El enfado era tal que quiso cambiar de patrocinador, iniciando contactos y acercándose mucho a firmar con Puma.
Cinco meses después, todo ha cambiado entre Nike y el brasileño, y no sólo por el fútbol. La guerra contra el racismo que Vinicius lleva liderando toda la temporada ha hecho recapacitar a la marca, que tiene en la defensa de los derechos de las minorías una de las grandes banderas de su gestión. Después de los insultos racistas sufridos por el brasileño en Mestalla y de la defensa mundial que ha recibido, la empresa estadounidense ha convertido a Vinicius en uno de sus atletas más importantes. Lo que no hizo el fútbol, lo ha hecho el racismo.
«Deja de mirar hacia otro lado», decía el cartel publicitario publicado por Nike en sus redes sociales esta semana, mostrando su apoyo al delantero del Real Madrid. «Estamos todos contigo», añadía la organización en otro post.
Nike es la marca de símbolos antirracistas como Serena Williams, LeBron James, Tiger Woods o Colin Kaepernick, la estrella de la NFL que terminó fuera de la liga tras hincar la rodilla durante el himno estadounidense en protesta contra el abuso policial. Respaldó a sus atletas durante el Black Lives Matter y sus campañas, especialmente en Norteamérica, siempre han buscado algo más allá del puro deporte.
Fuera de Estados Unidos, sin embargo, a Nike siempre le ha costado más vincular el éxito de sus estrellas con la implicación en luchas sociales. La lista de grandes deportistas de la marca es inmensa, con Cristiano Ronaldo, Kylian Mbappé, Erling Haaland, Rafa Nadal, Luka Doncic o Giannis Antetokounmpo como principales estrellas, pero casi ninguno, apenas el griego como excepción, se ha involucrado de verdad en la lucha antirracista. Vinicius les ha ofrecido eso y Nike, que hace unos meses se olvidó de él, ahora fuerza el reencuentro.
Contrato hasta 2028
Vinicius, nacido en el 2000, viste Nike desde los 13 años y tiene contrato con la marca hasta 2028, aunque antes de los incidentes de Mestalla, los representantes del brasileño y los abogados de la organización estadounidense tuvieron que enfrentarse en un juicio para ver si dicho contrato seguía vigente o no. Desde el entorno de Vinicius, molesto por todo lo que había sucedido en el Mundial, se aseguraba que dicho contrato podía terminarse antes de tiempo, con la oferta de Puma en el horizonte. «Vini quiere una marca que le valore más a nivel mundial», admitían fuentes cercanas al jugador a este periódico en febrero.
En esa época, el brasileño llegó a ocultar el símbolo de Nike de sus zapatillas, usando unas completamente negras a modo de presión, y tenía decidido irse con Neymar a Puma. La marca alemana no le iba a pagar lo mismo que a su compatriota, pero sí iba a mejorar lo que recibía en Nike y le iba a situar como el gran activo de futuro de la organización. Después del gol en la final de la Champions y dos temporadas en las que ha superado los 20 goles y las 18 asistencias en cada una, Vinicius consideraba que se merecía más protagonismo. Adidas, que viste al Madrid y es el gran rival de Nike, intentó firmarle, pero perdió la carrera. Aún así, ver a la estrella de los blancos lejos de su competidor le compensaba. Ya sufrió bastante durante los años de Cristiano Ronaldo.
Nike, mientras, lo apostó todo a Mbappé y a Haaland, que en abril firmó un contrato con la marca para los próximos diez años a razón de 22 millones anuales. Los focos eran para ellos. Pero apareció Mestalla, culminación de todos los incidentes sufridos por Vinicius en los últimos meses en el fútbol español. Y llegó la sentencia del juicio entre los abogados de Nike y de Vinicius: debía quedarse en la marca americana hasta 2028.
Lo que al principio podría haber sido un problema para el brasileño se ha convertido en un punto de inflexión. Su insistencia en denunciar el racismo ha dado con la marca que más explota esa lucha. Vinicius ha agradecido en público y en privado el apoyo de Nike y sus estrellas durante los últimos días, ya negocia una mejora del contrato a la altura de Haaland y prepara junto a la marca varias campañas publicitarias contra el racismo.
