El Real Madrid deja con vida al campeón: una asombrosa remontada sin victoria

El Real Madrid deja con vida al campeón: una asombrosa remontada sin victoria

Anadolu Efes 89 Real Madrid 90

Actualizado

Los blancos, que perdían por 17 al comienzo del último cuarto, se lograron poner por delante gracias a Sergio Rodríguez, pero otro mal cierre de partido dio el triunfo a un Efes en el alambre

Tavares, ante Micic, en el Sinan Erdem.ERDEM SAHINEFE

Fue digno de una final lo sucedido en el Sinan Erdem, pura agonía. Los dos equipos que se jugaron el título en Belgrado en una batalla de montaña rusa. Una lluvia de triples del Efes, una remontada asombrosa del Real Madrid y un desenlace donde otra vez los blancos no supieron rematar. Ganó el campeón por la mínima y suspira de alivio. [90-89: Narración y estadísticas]

Porque sigue con vida en esta Euroliga que no perdona siestas. Aún le quedará remar para estar en los playoffs, para intentar el tercer título consecutivo, para ser la pesadilla de los cabezas de serie. Porque la ocasión era propicia para el doble objetivo blanco. Asentarse en el liderato, a la vera del Olympiacos, y dejar al Anadolu herido de muerte. Al indolente Efes, que se ha pasado media temporada a medio gas y ahora se le encienden todas las alarmas.

Porque en este momento, casi sin red, con una pelea feroz por las últimas plazas hacia el título en la que Maccabi, Baskonia, Zalgiris o Partizan no flaquean, a Ergin Ataman le acechan los problemas físicos (el genio Micic jugó menos de 20 minutos, Beaubois fue baja…), le apuran las victorias que no llegan y no le salen las cuentas. Con eso en la mente salió victorioso, aunque no fuera un ejercicio de solidez precisamente. Fue más bien una reacción de orgullo, un tercer cuarto arrollador y un final donde tuvo más colmillo que este Madrid que sigue sin saber cerrar partidos.

Musa y Deck

El triunfo turco en el abismo no deja de ser otro aviso a los equipos que dominan, una amenaza para los playoffs. Tantas cosas en juego en un duelo que se debió disputar hace unas semanas -aplazado por la tragedia de los terremotos en Turquía y Siria- y que ahora valía todavía más. De ahí el respeto, la igualdad, la batalla de ajedrez. Amaneció el Madrid dominando, amurallado en defensa y con Musa y Deck como estiletes: a la carrera, son imparables para cualquiera.

Pero sin la pareja en cancha y pese a gozar de una ventaja lustrosa (31-39), los de Chus Mateo sufrieron el alud local, un arreón antes del descanso que era el pregón de lo que estaba por venir. La chispa adecuada fue un agarrón de Abalde castigado con antideportiva: de ahí al descanso, un 11-0 que dio la vuelta al choque.

Porque el Madrid se quedó de piedra. Defensivamente roto por el movimiento de balón del Efes, que, apoyado por su brutal acierto, fue creciendo hasta despedazar a su rival. Su talento desatado, surfeando con viento a favor ante un rival que se enredó con el arbitraje para empeorarlo todo. El tercer cuarto fue una sangría, una lluvia de triples (el Efes llegó a firmar un 13 de 22, ocho sólo en ese tramo) para encarrilar el triunfo (77-60).

Y en ese pozo, reaccionó el Madrid, lo impensable, agarrado a la samba del Chacho -fue baja por lesión Williams Goss y Llull sigue en recuperación- y se esfumó el Efes. Un parcial de 6-24, ver para creer: el equipo que había anotado 35 puntos en el tercer cuarto sumaba apenas cuatro en los primeros ocho minutos del definitivo. Quedaban tres minutos cuando Yabusele anotó el triple que daba la vuelta a todo (83-84) y entonces Chus Mateo volvió a quedarse sin ideas para ganar. Respondió Larkin y Pleiss -el mismo que fue clave en la última final- sentenció con una canasta y un tapón a Deck.

kpd