Osasuna es el primer club en usar el reconocimiento facial.
La problemática de la utilización de sistema biométricos en la entrada en los estadios de fútbol no es, desde luego, menor. La Sentencia del Tribunal Supremo de 2 de julio de 2017 ya planteó que la utilización de estos métodos no suponía, en si misma
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Ir a nadar paseando junto a una muralla romana ya es un privilegio, pero este verano los socios del Club Natació Tarraco tenían otro: a su disposición, como profesor de técnica, Carles Coll, el mejor nadador español en la actualidad. Durante varias semanas en agosto, el vigente campeón del mundo en piscina corta de los 200 metros braza ofrecía sus conocimientos en clases particulares a 80 euros la hora o 50 euros la media hora. Fue un exitazo. Nadadores y triatletas de la zona de Tarragona llegaron a formar grupos para atender a sus explicaciones y no le quedó ni un hueco libre en la agenda. Hubo muchas preguntas específicas, pero también algunas personales: «¿Necesitas estar dando clases particulares?»
«La verdad es que no lo hice por lo económico. Había competido en el Mundial, estuve de vacaciones con un amigo por Indonesia y, al volver a casa, tenía unas semanas libres. A nadie le va mal ganar un poco de dinero, pero las clases me sirvieron sobre todo para volver al agua y compartir todo lo que sé sobre natación. Me parecía guay resolver dudas, dar consejos, ayudar a otros a mejorar», comenta Coll en conversación con EL MUNDO desde Blacksburg, una pequeña ciudad de Virginia, en Estados Unidos, adonde ya ha vuelto a entrenar para prepararse para el año que viene.
El espectáculo del último Mundial
Recientemente graduado en Nutrición en la Universidad de Virginia Tech, hace unos meses valoró otros futuros posibles, como irse a entrenar a Australia, pero en el último Mundial confirmó que la mejor opción era seguir en Virginia a las órdenes del entrenador español Sergi López. En el campeonato más importante, en la final de los 200 metros braza, Coll salió a un ritmo por debajo del récord del mundo y así se mantuvo durante media prueba, aunque al final se desfondó y llegó el último. El resultado no fue el mejor. Pero las sensaciones, ¡guau!
«Ahí aprendí que ya estoy en el top mundial. Ahí vi que, puliendo algunos detalles, puedo ganar cualquier competición. De aquí a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 me centraré completamente en la natación para intentar ganar una medalla. Aunque ya no estudio, sigo entrenando con el mismo equipo universitario, sigo con Sergi y sigo haciendo el mismo tipo de entrenamientos. Es el camino que me funciona», reconoce Coll, que en 2024 ya había ganado el oro en la misma prueba en piscina corta, la hermana pequeña de la natación.
Al acabar sus estudios en la universidad de Virginia Tech, ¿no valoró regresar a España?
La verdad es que no. En España sólo se puede mantener el alto nivel en un Centro de Alto Rendimiento y no me veo entrenando en un sitio así. Ya lo hice entre los 15 y los 17 años y sería como volver a la adolescencia. Hay varios motivos por los que España no consigue montar más grupos de natación de alto nivel, y uno de ellos es que, a los 18 años, hay que elegir entre natación y estudios. No se puede compaginar. Si no me hubiera ido a Estados Unidos, yo también lo habría dejado. Es lo normal.
Progenitores en la piscina
Los éxitos de Coll nacen en un pasado anterior a su propio nacimiento. Ahora recibe los consejos de López, que fue bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 en su misma prueba, los 200 braza, pero antes ya contaba con asesores expertos. Su padre, Adolf Coll, fue velocista: llegó a nadar en la final del relevo 4x100 estilos del Mundial de 1991 junto al propio López, Martín López Zubero y Josele Ballester, y su madre, Mireia Martí, era especialista en espalda. Por ellos Coll se lanzó a la piscina en el Reus Ploms y el Tarraco antes de pasar por el CAR de Sant Cugat y emigrar a Estados Unidos.
Cuenta que durante algunos años el fútbol le tentó, pero que la mayor amenaza para su carrera fue realmente un problema en los escafoides que le obligó a pasar por quirófano poco después de llegar a Virginia. Aquello le dejó sin la posibilidad de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, por ejemplo, aunque tras la rehabilitación recuperó el tiempo perdido. Ya cuenta con varios récords de España, medallas internacionales y, a la espera de Hugo González, es el líder de la selección para este ciclo olímpico. Menudo currículum para un profesor de clases particulares.
Un presunto seguidor del grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha sido detenido este viernes 7 de junio en el aeropuerto de Colonia-Bonn (oeste), según ha informado este lunes la fiscalía general del Estado, mientras que los medios han apuntado a que el individuo había tratado de encontrar un trabajo como guarda de seguridad en la Eurocopa.
El sospechoso, con triple nacionalidad alemana, marroquí y polaca, está acusado de apoyar a una organización terrorista extranjera, de acuerdo con un comunicado.
Según la versión de la fiscalía, el detenido simpatiza con la ideología del EI y en septiembre de 2023 realizó en tres ocasiones transferencias de sumas de 1.675dólares a una cuenta del Estado Islámico del Gran Jorasán (conocido como ISIS-K, una rama regional del EI en Asia Central).
El detenido compareció el 7 de junio ante el juez de instrucción del Tribunal de Justicia Federal, que decretó su ingreso en prisión preventiva.
Entretanto, varios medios alemanes habían adelantado durante el fin de semana la detención del presunto simpatizante del EI, que de acuerdo con informaciones no oficiales, había presentado su currículum para trabajar como guarda de seguridad en varios eventos relacionados con la Eurocopa.
No obstante, fue excluido durante el proceso de selección por razones que no han trascendido.
Además, según el tabloide 'Bild' intentó sin éxito conseguir acceso a otros dos grandes eventos de masas.
Este mes de marzo fueron detenidos en Alemania dos presuntos simpatizantes del ISIS-K en Gera (este) que aparentemente querían atentar en Suecia como reacción las quemas de coranes.