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Lo firmó en 2018, un mes después de que Messi acordara el mayor de la historia. En 2020 lo prolonga y difiere cantidades. Incluía un “bonus fiscal” por sanciones de Hacienda
En enero de 2018, Gerard Piqué firmó el mayor contrato de su carrera con el Barcelona, meses antes de que expirara su vinculación con el club azulgrana. Era un mes después de que Leo Messi rubricara con el club azulgrana el mayor de la historia del fútbol. El futbolista se garantizaba 142 millones de euros brutos durante las cinco temporadas de vigencia, ya que se aplicaba a la vigente (2017/18) hasta la 2021-22, según se desprende del contrato listo para la firma que el club le envía un mes antes de hacerse pública su renovación, el 15 de diciembre de 2017. Ello da una cifra de 28,4 millones brutos por temporada, que podrían aumentar si se cumplían algunos pluses relacionados con objetivos.
Cuando Piqué se dirigió a Josep Maria Bartomeu para hablar de las condiciones, le dijo que quería ser el central mejor pagado del mundo y ganar más que Sergio Ramos, según fuentes próximas a la negociación. Con este contrato lo consiguió, ya que el madridista alcanzó en el club blanco los 12,5 millones netos. El azulgrana estaba, después de impuestos, en torno a los 15.
Las condiciones económicas del contrato de trabajo se reflejan en el apartado cuarto, referido a la “retribución”. Establecían que Piqué ingresaría 13.600.000 euros brutos como salario fijo anual. En otro contrato se añadiría la parte de los ingresos por derechos de imagen, dado que la ley permite ingresar a los jugadores el 15% de sus ingresos en sus clubes por ese concepto, con una carga impositiva menor. A continuación, el contrato de trabajo detalla numerosos bonus vinculados a la consecución de objetivos, en una estructura similar al contrato de Messi, además de otros por premios especiales y de fidelidad.
Al llegar al punto 4.6, sin embargo, el documento es claro: “El FC Barcelona garantiza que durante la vigencia de este contrato, el jugador percibirá un mínimo de 107.213.050 euros, computando a tales efectos los importes pagados por el club en virtud de los conceptos establecidos en el 4.1 (con la excepción del premio especial del artículo 4.19 y el bonus extraordinario del apartado 4.1.10)”. Los premios estaban condicionados a que el futbolista figurara vinculado al club hasta el 30 de junio de la última temporada, es decir, la actual, y hubiera alcanzado los méritos reseñados.
En el punto 4.1.9 se dice: “Adicionalmente a los importes señalados anteriormente, el jugador recibirá un premio especial de 15.446.036 euros que será exigible en un 50%, es decir, 7.723.018 euros, el 30 de junio de 2018, y el otro 50% el 30 de junio de 2019″. En el 4.1.10, se añade “un bonus extraordinario de 7.414.186 euros, que será exigible el 31 de enero de 2018. Por otra parte, el contrato de imagen prevé unos ingresos para el futbolista de 2.400.000 euros por cada una de las cinco temporadas. Es decir, 12 millones en total. La suma de la cantidad garantizada, en la que se entiende que se incluiría un bonus por fidelidad, más el “premio especial”, el “bonus extraordinario” y los ingresos por imagen arrojan una cantidad total de 142.073.272 millones. Es decir, 28,4 por ejercicio.
Ese contrato fue remitido después de las negociaciones por Ángel Rocamora, del Barcelona, a Arturo Canales, agente del jugador, el 15 de diciembre de 2017, por mail con las siguientes palabras: “Aquí va la versión firmable de los dos contratos”. El 18 del mes siguiente, después de las Navidades, se anunciaba su renovación. Si existió alguna modificación de última hora por parte de los asesores de Piqué, únicamente pudo beneficiar al futbolista.
“Bonus fiscal”
En el cálculo de los emolumentos, el club incluyó lo que llama “bonus fiscal” para compensar las actas que Hacienda había levantado al futbolista por una reclamación de IVA y que, elevadas a bruto, ascendían a 7,1 millones. “En cuanto al bonus fiscal, lo he repartido entre la imagen y laboral (referido a los contratos). He cogido los importes firmes y el acuerdo de las facturas no pagadas de 2016, elevadas al bruto del 10,89%. Creo que el criterio es defendible”, explica Ángel Rocamora a los servicios jurídicos del club.
La llegada de la pandemia, tres años después, provocaría recortes y cambios en el contrato, prorrogado antes de su finalización con otras condiciones. Por una parte, Piqué, como el resto de la plantilla, pactó unos recortes puntuales de salario con la directiva en junio de 2020. Según anunció el propio Leo Messi, de hasta un 70% del salario fijo durante el estado de alarma decretado por el Gobierno, tras una controversia entre directiva y plantilla, y después de que los empleados del club sufrieran un ERTE.
Prolongación y diferimiento de cantidades
Los devastadores efectos de la pandemia, sin embargo, hicieron insuficientes los recortes para un club que vivía al límite económicamente, debido a la disparada masa salarial de su plantilla. El problema no era sólo el salario de Messi, sino el de todos. En octubre de 2020, una semana antes de que Josep Maria Bartomeu dimitiera, varios jugadores aceptaron negociar sus condiciones, entre ellos Piqué, además de Ter Stegen, Lenglet o Frenkie de Jong. En realidad, se trataba de prolongaciones de contrato a cambio de diferir cantidades para amortiguar los ejercicios más golpeados por la pandemia. Según ese acuerdo y la documentación a la que ha tenido acceso EL MUNDO, las cantidades pactadas en los ejercicios posteriores con Piqué eran de 18 millones brutos en la temporada 2020/21, 27,7 en la 2021/22, 29,50 en la 2022/23 y 40,80 en la última, la 2023/24. La suma de las cantidades arroja incluso sumas superiores, aunque todo indica que estarían en función de los bonus, ajustes y aplazamientos.
Con la llegada de Joan Laporta, el Barcelona ha renegociado con la plantilla a efectos salariales, por lo que estas cantidades pueden haber sufrido modificaciones. El sueldo del central ha sido motivo de controversia, de la que el propio Piqué participó al publicar en un tuit un asiento de un ingreso semestral de 2,3 millones de euros, en enero de 2022. Era la segunda temporada tras la prolongación de su contrato y el diferimiento de cantidades, y se trataría únicamente de un ingreso sin hacer referencia a otro tipo de bonus o premios.