Los aplausos y vítores en la recta de meta sorprendieron a Carlos Sainz, que gasta la sana costumbre de brillar en el Circuito de las Américas. Interrumpían los aficionados al piloto madrileño como reconocimiento a su tercera posición en la sprint race, por detrás de Max Verstappen y George Russell. No le funcionaba el micrófono para agradecer tanto cariño, pero Sainz sabía que este resultado reforzaba su liderazgo en Williams. Tras su podio en Bakú, Carlos había aprovechado otra oportunidad, gracias a la debacle de McLaren y a su control sobre los Ferrari.
Las buenas sensaciones de Sainz en Austin ya se vislumbraron con sus dos podios (2024, 2023) y su pole con Ferrari (2022). Sin embargo, esta tercera plaza supone otra razón para el optimismo de James Vowles, team principal de Williams, que aún pudo brindar por la sexta plaza de Alex Albon. No salió bien Sainz, pero sí supo quitarse de enmedio en el momento crítico, manteniendo firme el timón desde entonces.
Lo sucedido este sábado en Austin podría marcar una pauta en lo que resta de Mundial, donde aún aguardan otras dos sprint races (Interlagos y Las Vegas). Entonces deberán actuar de un modo más precavido en McLaren, sacudida por un doble cero con el que nadie contaba. Todo se resolvió en escasos metros, pero las consecuencias podrían alcanzar mucho más lejos. Incluso a la suerte de las famosas papaya rules.
Alonso, fuera de combate
Lando Norris soltó mejor el embrague que Oscar Piastri, manteniendo la iniciativa en la subida hacia la curva 1. Esa segunda plaza, por detrás de Verstappen, reforzaba sus opciones, aunque lejos de conformarse, el líder del Mundial quiso arriesgar. O más bien se limitó a improvisar. Un violento volantazo desde el exterior hacia el vértice de la curva, con el que se llevaría por delante Nico Hulkenberg, que había asombrado con su cuarto puesto en la parrilla. El choque no sólo dejaba fuera de combate al australiano, sino que desataba una carambola letal para Norris.
Quedó Piastri a un tris del vuelco, mientras la rueda trasera izquierda de su compañero se perdía sin dueño, asfalto abajo. Los dos McLaren quedaban fuera de combate. Una reedición de la reciente polémica en Singapur y otro resquicio para que Verstappen recortase sus 63 puntos de déficit en el Mundial.
En medio del caos, Fernando Alonso fue el otro gran damnificado. Había partido sexto el asturiano, con serias opciones de firmar su mejor resultado del año. De ese modo enfiló hacia la curva 1, filtándose por el interior y asomando hacia la segunda plaza. En ese preciso momento, el alerón delantero de Hulkenberg lastimó su rueda trasera derecha.
El drama de Aston Martin se completó en la vuelta 16, cuando Lance Stroll forzó en exceso ante Esteban Ocon cuando luchaba por la decimotercera plaza. Doble abandono para la escudería de Silverstone, que había preparado el AMR25 con una configuración más agresiva, consciente de que en la carrera larga sus bazas se reducen drásticamente.
El accidente del canadiense forzó el segundo safety car, con el que se llegaría hasta la bandera a cuadros. El cierre de una sprint mucho más movida de lo habitual, donde también hubo que reseñar un agresivo intento de Russell ante Verstappen en la curva 12. Anotado por forzarlo fuera de la pista, pero sin investigación posterior. Tampoco hubo premio para Ferrari, pese a las seis plazas recuperadas por Charles Leclerc en la salida. El monegasco protagonizó un error infantil en las enlazadas para regalar la posición a Lewis Hamilton, cuarto en la meta.