En la desesperada lucha contra el ocaso, el jugador repite episodios autodestructivos, en Madrid, Turín o Manchester, y exige contratos imposibles al agente al que consideraba un segundo padre
“¡O me consigues el Chelsea o el Bayern, o rompemos!” La presión por un ocaso que es incapaz de admitir lleva a Cristiano Ronaldo, a sus 37 años, a lanzar un ultimátum a quien considera como un padre, después de perder a su progenitor cuando era un n
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