El cambio mental de Mbappé durante su adaptación al vestuario del Madrid: “Tiene una cabeza privilegiada”

El cambio mental de Mbappé durante su adaptación al vestuario del Madrid: "Tiene una cabeza privilegiada"

Justo al terminar la rueda de prensa de Kylian Mbappé, el debate era el mismo entre los periodistas que llenaron la sala de Valdebebas: «Qué bien se expresa». Los mismos que habían alucinado con el perfecto castellano que habló en su presentación como nuevo jugador del Real Madrid volvieron a sorprenderse con el nivel de autocrítica y honestidad de su segunda comparecencia como gran estrella del conjunto blanco. Los focos confirmaron lo que la directiva, el cuerpo técnico y el vestuario llevan observando desde verano: «Tiene una cabeza privilegiada», admiten fuentes cercanas a la plantilla.

Mbappé había permanecido en silencio desde verano, siendo sus únicas palabras las pronunciadas en una mixta en el Bernabéu. Sentado, ante los medios y en Valdebebas o en alguna otra previa europea, ninguna. Este fue su estreno continental. Un debut que le ha llegado en el mejor momento de su temporada, cuando acumula tres encuentros seguidos marcando y dos, ante Celta y Las Palmas, siendo el mejor futbolista del equipo. Son 18 goles entre todas las competiciones, 12 de ellos en Liga, y la sensación de que está cogiendo velocidad de crucero.

Todo después de unos meses complicados, ahogado por la adaptación y la presión de su nuevo escenario. Con Bilbao y aquel penalti fallado como «fondo» de su pesadilla. «Al principio era algo más mental, de decir ‘ahora tengo que hacer más‘. Estaba bien físicamente, con el equipo, con el grupo… Pero tenía que hacer más. El momento de Bilbao, cuando fallé el penalti, fue un momento de bam, era el momento de cambiar todo, de confirmar que no había venido al Madrid para jugar mal», reflexionó.

«pensaba demasiado»

Aquella cita de San Mamés llegó después de su mala noche en Anfield, donde también falló un penalti, y de dos meses, octubre y noviembre, en los que sólo había anotado dos goles. Cifras preocupantes.

Tras el duelo contra el Athletic, Mbappé marcó de forma consecutiva ante Girona, Atalanta, Pachuca y Sevilla. Y después de medirse a los andaluces admitió que en Bilbao había tocado fondo. Según el propio delantero, «pensaba demasiado». «Después de ese partido cambié mi mentalidad, me impactó no ser capaz de dar todo lo que podía. No lo podía hacer peor. Pensaba demasiado. En cómo moverme, en si ir o no al espacio, en si me acercaba a Vini, si me acercaba a Rodrygo… Pensaba demasiado y no jugaba bien», desarrolló.

La realidad es que el Mbappé de estas últimas semanas es un jugador distinto. Ancelotti mantiene la idea de que intercambie posiciones con Vinicius, permitiendo al brasileño actuar por el centro, pero da libertad al francés para aparecer por donde quiera: en la base, la mediapunta, la izquierda, la derecha, el área… Una situación que, como admiten en Valdebebas, requería «tiempo». «Sólo necesitaba jugar partidos».

Ese proceso de adaptación ha sido clave para entender sus últimos meses, las dudas en las posiciones, en los roles de un vestuario campeón de Liga y Champions… No quería pisar el espacio, deportivo y mediático, de nadie. Todo lo explicó en la sala de prensa. «No es que fuera tímido, pero es que cuando llegas al Madrid tienes que llegar con humildad. No puedo llegar aquí y decir ‘eh, tú, pásame el balón, este es mi equipo‘. Eso no, se trata de respeto».

kpd