El Alcantarilla, equipo que milita en el grupo XIII de Tercera Federación, protagonizó una polémica celebración de su primera victoria de la temporada el pasado domingo al mostrar una camiseta de apoyo a Pablo Jara, ex jugador del equipo, que está siendo investigado por una presunta agresión sexual junto al jugador del Valencia Rafa Mir.
Tras imponerse en el campo del Plus Ultra, los jugadores se hicieron una foto en el vestuario mostrando una camiseta con el dorsal número 15, que había pertenecido a Jara hasta la temporada pasada. El club colgó la imagen en sus redes sociales, pero al día siguiente la retiró, según informa Marca.
La publicación del Alcantarilla eliminada el lunes 9.
El presidente del Alcantarilla, Gabriel Esturillo, que también es el abogado de Pablo Jara en el proceso abierto, aseguró el día 4, tras la comparecencia del futbolista en el juzgado, que ya no pertenece al club. “Yo soy el presidente del club también y os voy a decir que Pablo no es jugador del Alcantarilla porque no hemos llegado a un acuerdo con él en esta pretemporada. Estaba entrenando con nosotros hasta hace unos días. Eso se puede comprobar porque no está inscrito en la Federación”.
Sin embargo, un día después de estas declaraciones, el club publicó un comunicado en su perfil de X sobre la detención del jugador: “En relación con las noticias de prensa difundidas sobre Pablo Jara, el club es conocedor de la situación y, desde el primer momento, ha estado a disposición de la justicia para colaborar en todo aquello que se requerido”,
Algo se quebró en Novak Djokovic el pasado enero en Melbourne. Ante Jannik Sinner, en semifinales del Open de Australia, cayó desprovisto de su tenis y su carácter, indolente y dócil y no encontró explicación a lo ocurrido. Cómo sería el golpe que el día después renunció al ATP 500 de Dubai para recuperarse. Pero no funcionó. Por lo visto estos días en el Masters 1000 de Indian Wells todavía no lo ha conseguido. El número uno del ranking mundial volvió a sufrir una decepción y en la rueda de prensa posterior aceptó el debate: ¿Está en crisis? La derrota en tercera ronda por 4-6, 6-3 y 3-6 fue lo de menos pese a que su rival, el italiano Luca Nardi, es el número 123 del mundo. Lo peor fueron las sensaciones.
"Estoy sorprendido por mi nivel de juego actual, es realmente malo. Debo analizar bien qué ha ocurrido en el partido. He cometido algunos errores no forzados terribles y he jugado muy defensivo. No tengo excusas, debería haberlo hecho mucho mejor y ya está. Ha sido un partido muy pobre por mi parte", reconoció el serbio, que no se había inscrito al siguiente torneo, el Masters 1000 de Miami, pero que posiblemente se apuntará a última hora para cambiar la dinámica.
Pese a que la temporada acaba de empezar, un dato demuestra el mal momento de Djokovic: a estas alturas siempre había levantado un título excepto en los años 2006, 2018 y 2022. En 2006 era un adolescente, en 2018 venía de una lesión de codo y en 2022 apenas podía jugar por no haberse vacunado contra el covid. El resto de cursos o ya había vencido en el Open de Australia -10 veces- o había celebrado en el ATP 250 de Doha, el ATP 500 de Dubai o el propio torneo de Indian Wells.
"No estoy acostumbrado a esta situación porque en la mayoría de temporadas de mi carrera he ganado un título pronto, pero es parte del deporte. Sólo queda aceptarlo y seguir adelante. Supongo que el próximo trofeo que obtenga será grandioso porque querrá decir que he recuperado mi nivel", comentaba Djokovic que, eso sí, mantendrá el número uno pase lo que pase. El año pasado no jugó en Estados Unidos así que no defendía puntos en esta gira y llegará a la tierra batida en lo más alto de la lista. Si no mejora, eso sí, antes de Roland Garros podría perder la corona ante el empuje de Carlos Alcaraz y, sobre todo, de Jannik Sinner.
¿Cómo parar un tren de alta velocidad? Con esa pregunta se fueron los italianos del AufSchalke Arena después de ver cómo Nico Williams hundía a Di Lorenzo y le hacía pensar en lo que pesan 30 años cuando un descarado jovenzuelo se empeña una y otra vez en someterte a un calvario. No había ayuda posible que consiguiera que recuperara la cintura cada vez que el extremo del Athletic le encaraba. "Es lo que me pide el míster, que encare y sea yo mismo, y eso es hecho", contó el jugador tras recibir el galardón al mejor jugador del partido (MVP), sustituyendo a Fabián, que lo fue en el debu.
"Sabíamos que iba a ser difícil porque Italia se junta bien, pero hemos tirado mucho", añadía antes de confesar que encontró un socio inesperado en Cucurella. "Me entiendo a las mil maravillas con él".
En la primera fila, disfrutando de este baño a Italia, estaba el Rey Felipe VI, que viajó a Gelserkirchen para presidir el partido y fue recibido a pie de estadio por el presidente de la RFEF, Pedro Rocha. "Este equipo puede hacer grandes cosas", contó el monarca tras pasar por el vestuario, donde confesó que había "mucha fiesta" y se transmitía un mensaje: "Hay que seguir así".
"Ha sido un partido espectacular, con dominio del campo en todos los momentos, aunque el gol no haya sido posible, porque ha sido en propia puerta. Espero que haya muchos goles más de los nuestros", resumió. "Ha sido muy agradable", resumió el propio Pedro Rocha.
La presencia de Rocha no pudo ser evitada por el Gobierno, aunque lo intentó. La UEFA ampara al presidente federativo y en Gelsenkirchen quedó claro que los intentos por restarle protagonismo han sido en balde. Ni siquiera el presidente del CSD, Rodríguez Uribes, estuvo en la primera fila de autoridades, y no fue porque no lo intentó a través de todas las vías posibles. De Vicente del Bosque, presidente de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación, nada se sabe.
El sentimiento de equipo
Uno que vivió con desesperación fue Spalleti. El técnico toscano se encaró con el banquillo español en una falta de Di Marco a Le Normand. "Tira para tu banquillo", le vino a gesticular De la Fuente, bien tranquilo porque su equipo bailaba a la todavía campeona de Europa. "Esto es gracias a los jugadores, que no se cansan de tener ambición. El sentimiento de equipo es la clave", dijo el seleccionador.
"Tenemos muchísimo talento, no me canso de decirlo. Yo no dormiría si fuese el míster por la cantidad de alineaciones que puede hacer", reflexionaba Morata. Ni siquiera se dio un respiro España en ataque y por eso vivió tranquilo Laporte pese a que tenía que encararse con Scamacca, un león al que convirtió en gatito.
Williams dribla a Di Lorenzo durante el partido.P-DE MELOAFP
Fue el central la única sorpresa del once de Luis de la Fuente, que recuperó la pareja con Le Normand porque Nacho, titular ante Croacia, arrastra molestias que le llevaron a llegar con retraso a la concentración en Essen porque se sometió a pruebas. Se lo guardó el seleccionador ante un partido exigente que acabó siendo más cómodo de lo esperado.
Nada más protegió el seleccionador. Apostó por Fabián, que se aprovechó de las ayudas de los centrocampistas italianos a las orillas, y se movió con tanta libertad que obligó a Donnarumma a sacar una mano decisiva para evitar el primer gol del partido. También maniobró Pedri a su antojo ante la mirada de Jorginho, otro al que la fecha de nacimiento se le notó, obligando a Calafiori a perseguirlo. Aseado estaba siendo el partido del central del Bolonia pretendido por la Juventus hasta que se convirtió en el protagonista involuntario del gol. Nunca habría imaginado sufrir tanto con esta España que, si bien huye de encasillarse en un estilo, está cada vez más claro a qué juega y la capacidad de dañar que tiene.
Susto y amarilla de Rodrigo
El único susto de la noche lo dio Rodrigo. Con una amarilla a la espalda del duelo ante Croacia, vio otra poco antes del descanso. Demasiado pronto para pensar que fue buscada porque el marcador aún marcaba el empate a cero, pero le obligará a descansar ante Albania el próximo lunes en Düsseldorf. No hay mal que por bien no venga, porque el capitán de España sufrió la entrada de Cristante en el arranque de la segunda mitad que le dañó la rodilla izquierda. Por un momento, la hinchada española enmudeció al ver cómo le hacían sobre el mismo césped pruebas en la articulación. Se alzó, correteó, se tocó pero aguantó todo el partido sin resentirse.