El Alcantarilla, equipo que milita en el grupo XIII de Tercera Federación, protagonizó una polémica celebración de su primera victoria de la temporada el pasado domingo al mostrar una camiseta de apoyo a Pablo Jara, ex jugador del equipo, que está siendo investigado por una presunta agresión sexual junto al jugador del Valencia Rafa Mir.
Tras imponerse en el campo del Plus Ultra, los jugadores se hicieron una foto en el vestuario mostrando una camiseta con el dorsal número 15, que había pertenecido a Jara hasta la temporada pasada. El club colgó la imagen en sus redes sociales, pero al día siguiente la retiró, según informa Marca.
La publicación del Alcantarilla eliminada el lunes 9.
El presidente del Alcantarilla, Gabriel Esturillo, que también es el abogado de Pablo Jara en el proceso abierto, aseguró el día 4, tras la comparecencia del futbolista en el juzgado, que ya no pertenece al club. “Yo soy el presidente del club también y os voy a decir que Pablo no es jugador del Alcantarilla porque no hemos llegado a un acuerdo con él en esta pretemporada. Estaba entrenando con nosotros hasta hace unos días. Eso se puede comprobar porque no está inscrito en la Federación”.
Sin embargo, un día después de estas declaraciones, el club publicó un comunicado en su perfil de X sobre la detención del jugador: “En relación con las noticias de prensa difundidas sobre Pablo Jara, el club es conocedor de la situación y, desde el primer momento, ha estado a disposición de la justicia para colaborar en todo aquello que se requerido”,
"Esto matará aquello", escribió Víctor Hugo en Nuestra Señora de París. Un Vitor Hugo, apellidado Roque Ferreira y nacido en Timóteo, Brasil, en 2005, pasó melancólicamente por el Fútbol Club Barcelona y busca ahora en el Real Betis acabar con sus propias sombras. Reencontrarse con el gol. Sentirse útil sobre el rectángulo de hierba. Desquitarse de aquellos seis meses de azulgrana con una temporada de verdiblanco donde, de momento, está teniendo protagonismo. El peor rival de un futbolista siempre será la expectativa que depositaron en él.
Manuel Pellegrini confía en Roque. Aunque lo hace a su manera. Fueron sintomáticas unas declaraciones sobre el ariete: "Cuando le trajimos sabíamos que era un jugador en formación. Si hubiera metido las ocasiones que ha tenido estaríamos más arriba en la tabla, pero quizá él tampoco estaría aquí. Está formándose y confiamos en sacar su potencial".
Pese a sus palabras, un tanto agridulces, el técnico chileno le ha dado el doble de minutos al brasileño que a su alternativa en la plantilla, el congoleño Cédrick Bakambu. Hoy se enfrentará a su ex equipo en el Benito Villamarín como titular. Frente a los culés, que siguen siendo propietarios de sus derechos, el delantero quiere dejarse ver. Reivindicarse. Con ese suave rencor que cobijan en el pecho todos los cedidos cuando se enfrentan contra sus clubes. "Si Dios quiere, marcaré, porque para eso estoy trabajando toda la semana". Aunque, no se sabe si por respeto a los papeles o al corazón, dijo que "si les marco un gol, no lo celebraré".
A Vitor Roque le llaman Tigrinho. A él le gusta su mote, porque, según defiende, define su fútbol agresivo, directo y perseverante. Pero el nombre le viene heredado de su padre, al que sus amigotes llamaban Tigrao, sin que nadie sepa exactamente por qué.
La carrera del ariete comenzó en las divisiones juveniles del América Mineiro, un club célebre por desarrollar grandes talentos. En 2019 fue fichado por el Cruzeiro donde debutó como profesional a los 16 años. De ahí dio al salto al Athletico Paranaense, consolidando su fútbol y consiguiendo escaparate internacional. Con el Furacão, como se conoce al equipo rojinegro, y pese a su juventud, disputó 81encuentros, marcando 28 goles y dando 11 asistencias. La llamada de Europa no tardó en llegar.
Vitor Roque fichó por el Barça en el verano de 2023. La idea era dejarlo jugando en Brasil, al menos, durante esa temporada, pero el errático desempeño del club obligó a adelantar su llegada. Con Xavi Hernández a los mandos, y Lewandowski por delante en el plantel, el brasileño jugó apenas 300 minutos. Un goteo de oportunidades que se cerró con dos goles. No fue el sueño esperado, más bien un toque de atención y un aprendizaje severo.
Vitor Roque es un delantero versátil que puede desempeñarse tanto como nueve clásico como segundo delantero o extremo, aunque en el 4-2-3-1 de Pellegrini, ocupa exclusivamente la punta. "Reconozco que a veces tengo ansiedad de cara al gol, pero estoy trabajando para solucionarlo", contó hace poco. Mucha presión, muchas ganas por demostrar su valía y un equipo que ha dejado de fluir en ataque.
El jugador del Betis celebra un gol ante el Atlético.EFE
Ante la pregunta de que si quiere demostrarle al Barcelona esta tarde que se habían equivocado con él, dijo: "Mi única motivación es ayudar al Betis". Y confesó su admiración por dos futbolistas hoy rivales: Raphinha y De Jong.
El Betis conserva una opción de compra de 25 millones por el 80% del pase del jugador al término de esta temporada, 27,5 millones si se ejerciera en una hipotética segunda campaña. "Estoy feliz de estar aquí", dice el futbolista. "Vitor tiene ganas. Es muy joven. Va a cometer errores, pero veremos también muchos aciertos", dice su entrenador.
Un delantero sólo se hace grande en los partidos grandes. Y, frente al club que apostó con firmeza por él, al menos económicamente, tiene Roque la oportunidad de recuperar el brillo que le catapultó en Brasil. En Sevilla tendrá una temporada y muchos minutos por delante para saber si se mirará en el espejo de los Oliveira y los Edu o en la de los Tardelli, los Baptistaos, los Sobis o los Leandro Damião.
El esfuerzo por contener a Oscar Piastri y George Russell, hasta alcanzar en sexta posición la bandera a cuadros, dejó más que feliz a Fernando Alonso en Suzuka. "Fue mi mejor carrera al menos en un año. Desde abril o mayo de 2023, nunca había tenido un fin de semana tan completo como éste. Seguramente esté entre las cinco mejores carreras de mi vida, aunque nadie se acordará nunca de ella, porque he acabado sexto y fui quinto en la clasificación", aseguró el líder de Aston Martin.
La regularidad de Alonso al volante del AMR-24 se trasladó a la tabla de tiempos, donde su ritmo de carrera fue 95 centésimas más rápido que el de Lance Stroll. Pese a remontar cuatro posiciones, de la decimosexta de la parrilla a la decimosegunda en la meta, el canadiense se había mostrado muy molesto con las prestaciones de su monoplaza. "Es increíble lo mala que es nuestra velocidad en la recta. Parecemos de otra categoría", lamentó por radio. No obstante, según los datos del speed trap, Stroll alcanzó los 333 km/h, el cuarto mejor registro de la parrilla, únicamente por detrás de los Haas y Russell.
A falta de confirmar las mejoras aerodinámicas en el suelo y los pontones del monoplaza verde, lo cierto es que Alonso supo competir codo con codo frente a McLaren y Mercedes, cuya superioridad mecánica quedó otra vez de manifiesto. "Nuestra posición natural es noveno y décimo. Hicimos quintos ayer, lo que fue un pequeño milagro. Y sextos hoy... un gran milagro. Tendré esta carrera siempre en mi memoria, aunque será olvidada por el público tras dos o tres días", valoró el bicampeón mundial.
'Pit-stop' de 2,3 segundos
Entre los aspectos positivos del domingo, también cabe valorar la rapidez de los neumáticos de Aston Martin durante los dos pit-stops de su jefe de filas. "Wow. Ha sido muy rápido. Gracias, chicos", exclamó el asturiano tras una excelente paso por boxes resuelto en 2,3 segundos. La buena sintonía con los ingenieros y mecánicos volverá a ponerse a prueba dentro de 15 días en el regreso del GP de China. "Aún tenemos que analizar nuestro paquete de actualizaciones, así que echaremos un vistazo a todos nuestros datos antes de llegar a Shanghai", anticipó Fernando.
Por último, el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans quiso enviar un mensaje a la FIA a propósito de su duelo frente a Russell. Cuando le preguntaron por si había entregado el DRS a Piastri para protegerse del británico de Mercedes, Alonso argumentó de un modo a medio camino entre la broma y la crítica.
"No sé qué decir después de Australia. Igual me descalifican para el resto del campeonato...", arrancó Fernando, en referencia a la maniobra ante Russell castigada con 10 segundos por la FIA. "Está claro que teniendo detrás a Piastri era una forma de defenderme de Russell. Seguramente quitaba un poco de la batería en la última recta para que Piastri se acercase más. Es lo que hizo Carlos [Sainz] el año pasado en Singapur: darle DRS al segundo para protegerse del tercero. Es algo normal que hacemos en todas las carreras", finalizó el ovetense.
El Gobierno de Nepal ha elevado este año la tarifa para subir al Everest la próxima primavera: de 11.000 a 15.000 dólares. Las agencias de viajes ya preparan expediciones que, con ese permiso incluido, costarán como mínimo unos 70.000 dólares. La demanda, sin embargo, será igualmente altísima. Si el año pasado se marcó un nuevo récord con 517 permisos para turistas, no hay duda de que la próxima temporada se superará esa cifra.
El problema para el país es que la montaña más alta del mundo no da más de sí. Puede seguir aumentando los precios y otorgar unos cuantos permisos más, pero el colapso está muy cerca. Para una de las economías más pobres y menos desarrolladas del planeta, los ingresos que se generan en el Everest son esenciales, y su estancamiento, un problema. Por eso, este año Nepal ha expandido su táctica.
Mientras continúa explotando el techo del mundo a precio de oro, ofrece a los extranjeros la mayoría del resto de sus montañas -que son muchas- totalmente gratis. Si un montañero quiere ascender alguno de los 97 picos situados en las regiones más occidentales del país (77 en la provincia de Karnali y 20 en Sudurpaschim), podrá hacerlo a partir de ahora sin coste alguno. Antes tenía que pagar entre 2.000 y 5.000 dólares; ahora ni eso. En la lista figuran el trío formado por el Api, el Nampa y el Saipal -tres cumbres de más de 7.000 metros que forman una extraordinaria cresta- y muchos otros parajes, aunque de momento el interés es limitado.
La solución, otro mundo
Las autoridades locales aseguran que no ha habido un aumento significativo de las solicitudes, que en los últimos tiempos rondaban las 30 o 40 anuales por el conjunto de los 97 picos. Karnali y Sudurpaschim son regiones enormes que, entre ambas, suman unos cuatro millones de habitantes, pero sin turismo, más de la mitad de su población vive por debajo del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), y solo un 3 % tiene acceso a agua potable. Entre las dos presentan los peores indicadores de todo Nepal.
¿La solución? Seguramente no haya solución. Al menos, hasta que el mundo cambie.
«Solemos concebir las montañas como espacios libres, sin conflicto, de una pureza poética, pero en las montañas siempre se ha impuesto la ideología dominante del mundo. El inicio del alpinismo estuvo ligado a la Revolución Francesa; las primeras expediciones al Everest, al imperialismo británico; y ahora el montañismo es mayoritariamente neoliberal. No hay amor por la montaña. El Everest es lo que tiene valor para quien quiere la foto, y eso es lo que busca la mayoría de la gente», explica Pablo Batalla, montañero y autor de La bandera en la cumbre (Capitán Swing, 2025), un libro en el que reflexiona sobre la política en la historia del alpinismo.
Alrededor de la montaña más alta del mundo ha habido iniciativas de todo tipo, incluso un alpinismo con unos valores contrarios a lo que sucede hoy en día, pero un futuro distinto parece aún lejano: «Hay indicios de que el modelo actual está en decadencia y de que puede crecer un alpinismo ecologista, de proximidad, de kilómetro cero, de renuncia incluso, que valore las montañas cercanas. Pero, de momento, predomina otro orden».