El esloveno Primoz Roglic, uno de los favoritos para el Tour de Francia, abandonó la carrera el viernes por la mañana justo antes de la 13ª etapa tras su fuerte caída la noche anterior, así lo anunció su equipo Red Bull-Bora.
“Después de una revisión detallada por parte de nuestro equipo médico anoche y nuevamente esta mañana, se tomó la decisión de que Primoz Roglic no será titular hoy“, dijo el equipo.
El ganador del último Critérium du Dauphiné fue sexto en la clasificación general, a 4:42 del maillot amarillo Tadej Pogacar.
El jueves bajó dos puestos tras una fuerte caída en la final de la duodécima etapa.
Eterna maldición del Tour de Francia, única Gran Vuelta que falta en su colección, cruzó la meta a más de dos minutos del ganador y con el hombro derecho sangrando.
El esloveno de 34 años ya había caído en el mismo hombro en el Dauphiné y tiene fama de caer a menudo al suelo, ya sea por falta de destreza o porque llegó al ciclismo muy tarde tras una carrera inicial en saltos de esquí.
El jueves, no pudo hacer mucho cuando el kazajo Alexey Lutsenko chocó contra una isla separadora en forma de salchicha que lo hizo girar y atropellar a varios corredores.
Pogacar y sus dos perseguidores en la general, Remco Evenepoel (a 1:06) y Jonas Vingegaard (a 1:14) pasaron sin incidentes. No fue lo mismo para Roglic, que colocado en el lugar equivocado, en el momento equivocado, pasó por encima de su bicicleta.
Deuda saldada con la historia, tres años después. El británico Tom Pidcock se proclamó este domingo vencedor de la clásica Amstel Gold Race, una carrera que en 2021 le proporcionó un enorme disgusto, cuando la foto finish le privó del triunfo en favor de Wout van Aert. El polivalente corredor del Ineos se impuso en el sprint al suizo Marc Hirschi y al belga Tiejs Benoot en una cita en la que Van der Poel estuvo por debajo de las expectativas.
El neerlandés, vencedor en París-Roubaix y Tour de Flandes, corrió siempre en cabeza del pelotón, pero nunca amagó con esos ataques que encandilan al público. Todos estaban pendientes de un arreón desde larga distancia del líder del Alpecin, pero al comprobar que prefería reservar fuerzas, sus enemigos le retaron con una ofensiva a falta de 28 kilómetros para la meta. Entre los desafiantes estaban los españoles Pello Bilbao y Roger Adriá (espléndidos ambos), Pidcock, Vansevenant, Honoré y Maduas.
La iniciativa de la docena de corredores fugados apenas tuvo respuesta por un pelotón en el que viajaban, entre otros, Van der Poel y Juan Ayuso. El español, que sufrió una caída, pasó desapercibido en la clásica neerlandesa, patrocinada por una marca de cervezas, que constó de 253,6 kilómetros, con salida en Maastrich y llegada a Valkenburg. Fue la primera participación del chaval del UAE en una prueba de desgaste y eliminación, con el ascenso a 33 cotas y tránsito por estrechas carreteras de la comarca de Limburgo. Extensas praderas y bosques arroparon a un pelotón que apenas atesoró momentos de tregua. Todos avanzaron con la orejas tiesas, con el peligro constante de de rotondas y curvas cerradas.
Muy activo estuvo Pello Bilbao, que venía de firmar una notable participación en la Vuelta al País Vasco. Salió al corte en varias ocasiones, pero al final no pudo meterse en el grupo de Pidcock. Otra misión imposible para los españoles en la comarca de Limburgo. La Amstel Gold Race siempre ha sido adversa. En sus 58 ediciones sólo Alejandro Valverde (segundo en 2015 y 2013 y tercero en 2008) y Purito Rodríguez (segundo en 2011) consiguieron subir al podio. En el Mundial de Valkenburg de 2012 cerró Freire su ciclo mundialista, en esa edición Valverde fue tercero (fue superado por Gilbert y Boasson Hagen) tras un polémico ascenso al Cauberg, en el que Freire se sintió desprotegido.
La Amstel Gold Race fue el inicio de la recta final con las clásicas de primavera y la primera cita con el tríptico de las Ardenas, la siguientes serán este miércoles, con la disputa de la Flecha Valona y su empinado final en el Muro de Huy, y el domingo, con la interminable sucesión de cotas de la Lieja-Bastoña-Lieja.
"No tengo nada que demostrar", pronunció en la previa Wout van Aert, acorralado por las críticas, consciente de que demasiadas miradas se posan ya en su preocupante bajón de rendimiento. Volvía el belga a A través de Flandes, el eléctrico anticipo del Tour de Flandes, allí donde hace un año se dejó media temporada en una caída en la que se fracturó la clavícula y varias costillas. Y lo que parecía que era su regreso a la victoria acabó en otro drama con el que acrecentar las dudas.
Neilson Powless le arrebató el triunfo donde antaño era imbatible, en un sprint mano a mano en el que, para más inri, a Wout le acompañaban dos compañeros del Visma Lease a Bike. Un escarnio colectivo y otra punzada en lo personal para el que hace nada era considerado el corredor más completo del mundo. "Soy totalmente responsable. Fui demasiado egoísta. Quería tanto esta victoria, especialmente después de las críticas que he recibido y de la mala suerte que he tenido... Estaba pensando en mí mismo", se sinceró como nunca, para recibir de inmediato el apoyo público de compañeros y rivales, desde Demi Vollering a Tadej Pogacar.
Tras su irrepetible Tour 2022, Van Aert no es el mismo. Todo a su alrededor es sinónimo de infortunio. Ya ni siquiera aparece en las quinielas como favorito a las clásicas de primavera. Tanto para el domingo en el Tour de Flandes como para la París-Roubaix del siguiente están muy por delante Mathieu Van der Poel o el propio Pogacar.
Cuando Jonas Vingegaard conquistó su primer Tour no pudo más que rendirse a un gregario impagable. "Es el mejor ciclista del mundo, he tenido la suerte de que me ha ayudado a ganar", dijo de un Van Aert que se lo puso en bandeja -el golpe de gracia a Pogacar en Hautacam...- pero que, además, atacó a diario (a veces, de salida), se llevó el maillot verde, se enfundó varios días el amarillo, ganó tres etapas y en otras cuatro entró segundo.
Una salvajada que le proyectaba a un futuro en el que, por qué no, ser él mismo el que intentara ganar la Grande Boucle. Porque en la edición de 2021 ya había firmado algo 'imposible', vencer en todos los terrenos: en contrarreloj, en el sprint masivo de los Campos Elíseos y en alta montaña (tras coronar el Mont Ventoux).
Van Aert, con Benoot, Powless y Jorgenson en 'Dwars Door Vlaanderen'.AFP
Ese mismo 2022 Van Aert había sido segundo en Flandes y tercero en Roubaix. Tras ganar la Milán-San Remo en 2020, que en su palmarés se acumularan Monumentos parecía un hecho inevitable. Pero, a día de hoy, apenas la Classicissima sigue luciendo. Van der Poel, su enemigo íntimo desde niño, desde el ciclocross que les formó, le ha borrado del mapa. Aquel pinchazo fatídico en el Infierno del Norte de 2023 pareció precipitar el mal fario. "Especialmente en Roubaix nunca he tenido suerte. Es una carrera en la que tienes que correr de forma perfecta, pero siempre me ha pasado algo o había alguien más fuerte. En esas carreras especialmente cada detalle puede ser decisivo. Ojalá algún día la suerte este de mi lado", se sinceraba en una entrevista con este periódico.
Desde febrero de 2024 no gana una carrera de un día (La Kuurne-Bruselas-Kuurne). Al percance en A través de Flandes se unió el gravísimo (en su rodilla se aprecian las consecuencias) del final de temporada en la Vuelta, camino de los Lagos de Covadonga, cuando ya sumaba tres victorias de etapa y recuperaba la sonrisa y el espectáculo.
Una lesión durísima de la que no parece haber vuelto como antaño. En 2025, donde volvió a alzar los brazos en dos pruebas de ciclocross (aunque en el Mundial volvió a perder ante Van der Poel), hasta el segundo puesto en la meta de Waregem su registro era muy pobre. No brilló ni en la Clásica de Jaén (39º) ni en la Vuelta al Algarve (Vingegaard le ganó en la crono). Tampoco en clásicas que antaño conquistó como la Omloop Nieuwsblad o la Kuurne. Tras ellas, se marchó a una larga concentración en el Teide, de la que sigue dejando dudas sobre su estado de forma. En la E3 Saxo Classic entró a casi tres minutos de Van der Poel y el miércoles un calambre en el sprint le hizo ceder ante Powless. ¿Es el final de una estrella o será capaz de volver a ser el Van Aert de antaño? En el pavé busca redención.
Tour de Francia
Passy - Combloux
LUCAS SÁEZ-BRAVO
Enviado especial
@LucasSaezBravo
Saint Gervais
Actualizado Miércoles,
19
julio
2023
-
09:24Ver 27 comentariosEl danés marcó diferencias históricas...