Todo en Inglaterra pasa y pasará por Wembley, ‘La Casa del Fútbol’. El estadio británico acoge no sólo los partidos como local de la selección inglesa sino también las finales de los principales torneos de las islas: la FA Cup, la Copa de la Liga de Inglaterra y la Community Shield.
Este año, vuelve el último partido de la máxima competición continental al interior de sus más de cuatro millones de metros cúbicos, el equivalente a 25.000 autobuses de dos pisos típicos de la capital británica. Es la octava vez que Wembley acoge una final de Champions, el estadio que más lo ha hecho en la historia. En una de ellas, la de 1992, fue donde el Barcelona obtuvo su primer título gracias a aquel mítico gol de falta de Ronald Koeman ante la Sampdoria.
No obstante, esa Champions la celebró el viejo Wembley, la construcción que se inauguró en 1923 y que fue demolida en 2003. Este nuevo estadio, obra del estudio de Norman Foster, se construyó en 2007 y tuvo un coste de aproximadamente 1.260 millones de euros.
Más de 90.000 personas presenciarán este sábado el partido que enfrentará al Real Madrid y al Borussia Dortmund. Un acontecimiento planetario que se podrá ver desde todo el mundo y que contará al característico arco del diseño del arquitecto británico como testigo de excepción. Ese elemento de siete metros de diámetro y 133 de alto es visible desde todo Londres. No obstante, todos los ojos del mundo del fútbol estarán en lo que 22 personas hagan en el césped.