Comenzó el torneo un tanto dubitativo, dejándose la primera manga frente al italiano Matteo Arnoldi, pero desde entonces ha puesto ritmo de crucero hacia su segunda corona en Indian Wells, la que sería la segunda consecutiva en el desierto californiano. Carlos Alcaraz se deshizo de Fabian Marozsan por la vía rápida en dos mangas y ya está en cuartos de final, ya sin Djokovic entre los aspirantes al título y con la lesión en el tobillo derecho que se hizo en Río de Janeiro en el olvido. [6-3 y 6-3: Narración y estadísticas]
El murciano tardó más de media hora en borrarle la idea de la cabeza a Marozsan de repetir campanada tras su único encuentro en el circuito, el año pasado en Roma. Entonces saltó la sorpresa en tercera ronda en el Foro Itálico, el punto álgido de una carrera con una indudable influencia española, directa e indirectamente.
Su ídolo de pequeño era Rafael Nadal. Disfrutaba viéndolo desde el sofá junto a su padre, que rara vez se perdía un partido. Después, el destino quiso que se cruzara con Alcaraz en el primer torneo importante en el que se hizo notar. Hasta entonces todo habían sido sinsabores en el Challenger Tour. Hasta que logró clasificarse para un Masters 1000, el de Roma en 2023, venciendo además a dos jugadores del Top 100 por primera vez en su vida, Corentin Moutet y Jiri Lehecka.
Contra Alcaraz, número uno en ese entonces, su única pretensión era ganarle algunos juegos, pero logró mucho más que eso. Derrotó al de El Palmar en dos mangas, no solo dando un salto poderoso en el ránking —del 135 al 58 que ocupa actualmente— sino haciendo el clic mental que necesitaba para mantener la progresión. “Antes de ese torneo estaba muy mal mentalmente. Por eso perdía tantos partidos”, explica. Ahora es un jugador diferente.
Fue en el séptimo juego donde se empezó a abrir la grieta para el 58 en el ránking ATP. Alcaraz aprovechó la última de las tres bolas de break de las que dispuso para encarrilar la primera manga y el partido. El gigante húngaro acusó el golpe y bajó la intensidad de sus servicios, una de sus principales armas.
El segundo set discurrió por derroteros similares, con ruptura del murciano en el sexto juego, aunque Marozsan aún hizo un intento de revolverse con dos bolas de break de inmediato que no pudo convertir.
La salida de Novak Djokovic tras su derrota ante el italiano Luca Nardi despeja un tanto al panorama para el español, aunque su parte del cuadro sigue siendo un campo minado. Le espera en cuartos de final el ganador del choque entre Alexander Zverev y Alex de Minaur, con Jannik Sinner como potencial rival en las semifinales, el partido que todo el mundo espera ver este año en Indian Wells.