La Ertzaintza ha identificado en las últimas horas a medio centenar de “seguidores de riesgo” de la Real Sociedad y a más de un centenar de ultras del Paris Saint Germain con diversos objetos destinados a agredirse mutuamente en varias ‘quedadas’ detectadas por los agentes en las horas previas al partido de la Champions que enfrentará a ambos equipos este martes en San Sebastián.
El Departamento vasco de Seguridad ha indicado que, dentro del dispositivo especial de seguridad establecido para el encuentro, entre la tarde del lunes y esta madrugada ha identificado a medio centenar de ultras del equipo donostiarra y ha registrado una veintena de vehículos.
Como resultado de esta operación se han incautado a los hinchas radicales de la Real Sociedad al menos 15 bastones de golf, una barra metálica, tres piolets, dos pares de nudillos metálicos, un cuchillo, dos navajas, un bastón extensible, varios destornilladores, un martillo, una bengala, cuatro protectores bucales, dos raíles de cajón, tres bisagras metálicas, varios pasamontañas y guantes.
Al mismo tiempo, “gracias a la colaboración policial internacional”, la Ertzaintza está identificando desde el lunes a varios grupos con más de un centenar de seguidores del PSG.
En la mañana del martes, la policía vasca ha retenido en la frontera de Behobia a un autobús de seguidores del equipo parisino y ha hallado en su interior “objetos peligrosos de uso prohibido”, que no ha detallado.
El Departamento de Seguridad ha indicado que esta madrugada la Ertzaintza ha detectado ‘quedadas’ entre aficionados radicales de ambos equipos para agredirse, por lo que ha desarrollado un dispositivo de control de grupos y vehículos sospechosos en la zona con el fin de evitar las peleas.
El presidente del Nápoles, Aurelio de Laurentiis, protagonizó este lunes una nueva polémica sobre el césped del estadio de Montjuïc en la previa del partido de vuelta de los octavos de final de la Champions que enfrentará a su equipo con el Barcelona.
El controvertido directivo apareció en el terreno de juego mientras los jugadores y el cuerpo técnico atendían a los medios de comunicación para detener la entrevista que Politano estaba concediendo a Sky Sport con muy malos modos.
Tal y como puede verse en un vídeo publicado por El Chiringuito, De Laurentiis se lleva al jugador y tras discutir de manera acalorada con los trabajadores del medio acaba empujando a un cámara.
En ese momento, Movistar Plus estaba entrevistando al entrenador del Nápoles, Francesco Calzona, justo al lado. En sus imágenes se ve pasar a De Laurentiis, visiblemente enfadado, y gritando a Politano: "Ven aquí. ¡Es con Di Marzio con quien debes hablar!".
El incidente ha provocado también la reacción de Federico Ferri, director de Sky Sport, que ha lamentado lo ocurrido en su cuenta de X: "Sky Sport decide quién realiza las entrevistas de Sky Sport. Sin palabras por lo sucedido a nuestro periodista y a nuestro cámara. Lo condeno sin más comentarios".
"Una cosa es segura: seguimos como siempre, con profesionalidad, rigor y credibilidad. Y educación", finaliza el escrito de Ferri.
El fútbol, demasiadas veces, es cruel para los porteros. De nada le sirvió a Paulo Gazzaniga firmar grandes intervenciones ante Ousmane Dembélé o Achraf Hakimi. Justo cuando parecía que nada ni nadie podría evitar que el Girona se llevara un punto de París en su gran estreno en la Champions, el argentino no logró atrapar un disparo de Nuno Mendes que, tras pasar el balón entre sus piernas, acabó por convertirse en el gol que le daría el triunfo a un PSG que se las había visto canutas hasta entonces para batir al portero. [1-0: Narración y estadísticas]
El gesto del portero, desencajado, desconsolado, llevándose sus enguantadas manos a la cara consciente de lo caro que había salido su error, quedará marcado para siempre en la historia del equipo de Míchel.
Los estrenos siempre son complicados. Muy especialmente, ante a un PSG que, sin Mbappé, sigue siendo un rival temible. El equipo que de Luis Enrique manda con puño de hierro en su liga, contando sus partidos por victorias y sumando 16 goles a favor y solo tres en contra. Con esas premisa, no es nada raro que el conjunto parisino tardara nada y menos en meterle el miedo en el cuerpo al Girona con una incursión de Barcola que la defensa visitante acabó por desbaratar como pudo. De poco les sirvió a los de Michel responder poco después por medio de Bryan Gil. Los locales consiguieron mandar en la posesión a lo largo de unos primeros 45 minutos en los que se acercaron con serio peligro a las inmediaciones de un Gazzaniga que, pese a todo, no se vio demasiado exigido bajo los palos. El PSG llegaba, pero le faltaba finalización. El Girona, mientras, tuvo que esperar para silenciar, al menos por unos instantes, la grada del Parque de los Príncipes. Su posesión más larga no sólo le permitió reconciliarse con sus esencias, sino que culminó con un centro cargado de intención que Safonov, relevo bajo los palos del lesionado Donnarumma, le quitó prácticamente de la cabeza a un Stuani que ya se relamía pensando en el remate.
Las cosas se le complicaron un poco a Luis Enrique con la inesperada lesión muscular de un Marco Asensio que, de hecho, había protagonizado una de las muchas llegadas de los parisinos al área conraria. La entrada en el terreno de juego de Kolo Mouani, no obstante, no contribuyó en primera instancia a cambiar decisivamente un panorama que acabó con la primera parte marchándose al descanso sin que ni unos ni otros lograran hacer subir por lo menos un gol al marcador. El Girona, eso sí, tenía al menos en parte el consuelo de haber sobrevivido a un acoso en toda regla de un PSG que, de haber encontrado una opción de remate clara, podría haberle amargado su tan deseado debut en la máxima competición europea. Algo que, apenas unos pocos años atrás en el tiempo, parecía poco menos que una quimera y que se hizo realidad con una temporada 2023-24 de ensueño para los gerundenses.
Tras el descanso, el PSG y el Girona empezaron a lanzarse golpes para deshacer la igualada en unos primeros minutos del segundo tiempo en que la mejor ocasión pasó por las botas de un Dembélé tan voluntarioso como desesperante. El ex azulgrana, con el rival volcado en el área parisina, cruzó casi medio campo con el balón controlado sólo para ver cómo Krejci, inasequible al desaliento y sin hacerle falta, acababa por rebañarle el esférico justo cuando se plantaba solo ante Gazzaniga en una acción defensiva tan valiosa como un gol. Volvería a intentarlo poco después el Mosquito, con un disparo lejano que acabaría por morir en manos del meta argentino, tan solvente como de costumbre a pesar de algún que otro titubeo. Por lo menos, hasta el final y, sobre todo, frustrando de nuevo al francés cuando trató de sorprenderlo buscando la escuadra. De nada le sirvió tampoco pedir penalti por mano, no sancionado por el árbitro al entender que su posición era natural.
Con los locales cada vez más nerviosos, el Girona podría haber encontrado sus opciones para enmudecer completamente al Parque de los Príncipes, en un ocaso en el que Kolo Mouani y Achraf rozaron también el gol. A la postre, sería Mendes, en el añadido, quien acabaría por aprovechar el único gran error de Gazzaniga para condenar a los gerundenses a marcharse de vacío de París.