Xabi Alonso, el calculado despegue de un entrenador predestinado

Xabi Alonso, el calculado despegue de un entrenador predestinado

Atlético – Bayer Leverkusen

Actualizado

El donostiarra da sus primeros pasos en el Bayer Leverkusen tras su salto al profesionalismo. Pasó por el alevín del Real Madrid y el filial de la Real Sociedad. Su equipo y el Atlético se la juegan

Xabi Alonso, en el banquillo del Bayer.DANIEL ROLANDAFP

«Tiene una idea muy clara y un concepto de lo que quiere de fútbol», avisa Simeone de quien esta noche le estrechará la mano en el Metropolitano antes de un duelo sin red para ambos. Gatea Xabi Alonso (Tolosa, 1981) en su primera experiencia profesional en un banquillo, aunque siempre pareció predestinado. El hijo de Periko Alonso, quien bebió durante sus 17 años de carrera de inmejorables fuentes -de su debut con Javier Clemente a su retirada en el Bayern con Carlo Ancelotti, pasando obviamente por Rafa Benítez, Jose Mourinho, Pep Guardiola, Luis Aragonés o Vicente del Bosque-, ha optado por la pausa y el camino alternativo, incluso sorprendente. Hace unas semanas aceptó la propuesta del Bayer Leverkusen que hoy desafía al Atlético; antes había querido comenzar por la base.

Fue en el infantil A del Real Madrid donde el donostiarra impartió sus primeras lecciones. Un aprendizaje mutuo en Valdebebas tras obtener el título de entrenador junto a Xavi, Raúl o Víctor Valdés, para después acometer otro pequeño salto, como explosiones controladas, al Sanse, el filial de la Real Sociedad. Y eso que nunca faltaron rumores ni propuestas más ambiciosas. Tres años en Zubieta, un histórico ascenso a Segunda y una hoja de ruta capicúa después de volver a descender el curso pasado: 34 victorias, 22 empates y 34 derrotas.

«Ha dejado sin duda algo muy fuerte en la gente en Alemania. Se ve que ha transmitido a su equipo lo que hacía en la Real Sociedad B», comentaba Simeone sobre el salto germano de Xabi, quien antes de aceptar la propuesta de Fernando Carro, el CEO del Leverkusen, ya sonó para la Bundesliga. Bild dio por hecho su fichaje por el Borussia Monchengladbach. No es casualidad. Xabi dejó poso y domina el idioma. Pero el reto de sustituir a Gerardo Seoane no está resultando sencillo.

Mourinho y Guardiola

Agarró al Bayer con cinco puntos en ocho jornadas, eliminado por un tercera en la Copa DFB y tambaleándose en Champions, donde únicamente había podido derrotar al Atlético (2-0). «Necesitamos tiempo», pronunció a su llegada y, tras los primeros malos resultados (otra derrota en Champions y goleada del Eintracht), apeló a la calma: «La cabeza lo es todo. Cuando la cabeza está fresca, las piernas también lo estarán». El empate ante el Wolfsburgo el fin de semana apenas le alivia para escapar de los puestos de descenso en la Bundesliga.

Todavía no resulta sencillo reconocer futbolísticamente a los equipos de Xabi. Al Bay Arena se ha llevado el mismo cuerpo técnico que le acompañó en la Real Sociedad B, con el madrileño Sebas Parrilla como segundo. «Tiene una fuerza enorme. Se nota en su manera de dirigir desde la banda, pero sobre todo en cada entrenamiento», le alabó Simon Rolfes, el joven director deportivo del Bayer.

Quizá sea una mezcla de todos sus maestros. Desde aquella iniciática con John Benjamin Toshack, quien le repescó del Eibar de Blas Ziarreta, a su etapa triunfal en el Liverpool de Benítez. Conoce a fondo la Premier, la Liga y Bundesliga, otro punto a su favor. En el vestuario del Real Madrid, donde primero estuvo a las órdenes de Pellegrini, destacó por ser uno de los pretorianos de Mourinho en la época de máxima rivalidad con el Barça, aunque después conectó con Guardiola, quien le fichó para el Bayern Múnich. Allí colgó las botas con Ancelotti, con el que también había coincidido en el Bernabéu, donde está muy bien visto en su zona noble, un claro futurible. «Si en su momento hubiera tenido que apostar por un jugador que iba a ser entrenador, hubiera sido Xabi, sin duda. Uno que ha jugado en el mediocampo tiene más ventaja en el banquillo…», le elogió Carletto. «En lo que a mí me interesa, que es el fútbol, Mourinho y Guardiola se parecen. Trabajadores, perfeccionistas y con un código. Son los mejores entrenadores que he tenido», confesaba él en una entrevista en 2015 en Líbero. «Me transmiten un gran respeto y admiración. Vas conociendo el oficio y cuando has tenido que estar ahí, le das más valor», confesaba anoche sobre los tres en la rueda de prensa previa.

Pero antes de todo eso, Xabi tiene que resolver el laberinto en el que anda metido el Bayer. Una derrota esta noche supone para los alemanes la eliminación matemática, incluso sin posibilidad ya de disputar la Europa League. Sin embargo, un triunfo ante el equipo de Simeone le da algo de vida, siempre que el Oporto no gane al Brujas. El Atlético también necesita con urgencia una victoria, pues de lo contrario podría quedar incluso eliminado antes de viajar a Portugal la próxima semana.

kpd