La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha invitado a la ciudad de Vigo a trabajar juntos para optar a ser sede del Mundial 2030.
Según informó la RFEF, la reunión de trabajo se celebró en la sede federativa. Participaron su director general, Manuel Lalinde, la vocal de la Junta Directiva y asesora jurídica Beatriz Seijo, y su director de relaciones internacionales y nuevo director del área para la organización de la Copa Mundial 2030, Eduard Dervishaj.
Los representantes de la RFEF respondieron a todas las cuestiones planteadas por la delegación del Ayuntamiento de Vigo hasta donde el deber de confidencialidad y de protección de datos pertenecientes al resto de las ciudades candidatas al Mundial lo permite, en línea con la vocación de la RFEF por la transparencia que rige la institución.
Por parte del organismo rector del fútbol español, Betariz Seijo subrayó que dieron “respuesta durante la reunión a todas las preguntas que se nos han planteado. Nos encontramos en un tiempo nuevo en que queremos hacer las cosas bien y con transparencia”, mientras que Manuel Lalinde destacó que “la RFEF ha tendido la mano al Ayuntamiento de Vigo para caminar juntos y que tanto la ciudad gallega como Valencia puedan ser finalmente sedes del Mundial”.
Finalmente, la Real Federación Española de Fútbol brindó a la delegación del Ayuntamiento de Vigo su disposición para seguir trabajando juntos si el consistorio gallego se plantea la posibilidad de proponer a FIFA ser sede de la Copa Mundial 2030, de igual modo que, tal como ha expresado en reiteradas ocasiones el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, se hará en el caso de la ciudad de Valencia.
Abel Caballero, alcalde de Vigo, valoró positivamente este ofrecimiento por parte de la RFEF declarando al término de la reunión en la Ciudad del Fútbol que apreció “la conveniencia de tratar de avanzar juntos en el objetivo de que Vigo sea finalmente sede del Mundial. Nos han informado de ello y Vigo es el que más lo anhela. En este sentido ofrecemos toda nuestra colaboración”.
Todo ello, sin que la eventual opción a sumar estas ciudades a la celebración del torneo fuera, en ningún caso, en menoscabo de alguna de las 11 ciudades sede que ya forman parte del libro de candidatura que se presentó a FIFA.
En este sentido, la RFEF recordó que la elección final de las sedes para el torneo es y siempre ha sido potestad exclusiva de FIFA, que será finalmente quien marque cuales son las ciudades sedes del Mundial 2030.
Se podría decir que el enfrentamiento empezó por un tractor. Tan simple como directo. Abel Caballero, alcalde de Vigo por el PSOE desde 2007, y Rafael Louzán, presidente de la Diputación de Pontevedra por el PP entre 2003 y 2015 y ahora máximo representante de la Federación Española de Fútbol, llevan 18 años peleados. Unas trincheras que se han trasladado ahora al Mundial 2030 después de la exclusiva de EL MUNDO sobre la elección de las sedes. Caballero clama contra Louzán, sobre el que deslizó ayer la decisión de dejar fuera a Vigo: «¿Quién dio la orden? Vigo se cayó de la lista 48 horas después de que Louzán recibiera el email».
Pero volvamos al tractor, el comienzo de la guerra. En 2008, unos meses después de la llegada de Caballero al Concello de Vigo, éste denunció la «suspensión» por parte de la Diputación, gobernada por Louzán, de la cesión de un tractor que realizaba labores de limpieza en diversas carreteras de los alrededores de Vigo. «Louzán está haciendo un boicot activo a Vigo», criticó el alcalde.
Eran las primeras disputas entre ambos tras la victoria de Caballero sobre Corina Porro, más tarde vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra junto a Louzán, en las elecciones municipales viguesas. El aeropuerto de Peinador y la humanización de las calles de la ciudad fueron sus primeras peleas, descalificaciones mediante. «No me extraña que quien fue un pésimo ministro sea un mal alcalde», calificó Louzán en 2010. «Es el hazmerreír de la sociedad», insistió en 2011.
Mientras, Caballero denunció la poca inversión que, a su juicio, hacía la Diputación en la ciudad, con el deporte siempre en el primer plano de la batalla, como ahora. Antes de discutir por el Mundial 2030, el alcalde vigués ya protestó por la Vuelta a España, un partido de la selección o la reforma de Balaídos, siempre en la trinchera contraria a Louzán. Para Caballero, la salida de La Vuelta de 2013 de Vilagarcía de Arousa o el encuentro de la selección española de fútbol contra Arabia Saudí en el estadio de Pasarón, en Pontevedra, en 2012, era la forma en la que «la Diputación está asesinando a Vigo», llegó a decir.
Louzán, por su parte, defendía las inversiones de su organismo en Vigo: campos de fútbol, subvenciones a clubes, convenios con organizaciones de la ciudad como la Fundación Celta o los acuerdos con aerolíneas como Air Europa para realizar vuelos en Peinador. Pero también lanzaba dardos a Caballero: «Vigo ha perdido 30 millones en inversiones por la falta de entendimiento con Caballero», dijo en 2011.
En 2015, ambos cerraron un acuerdo para la reforma integral de Balaídos, que todavía hoy está sin finalizar. Un año que supuso el final de Louzán en la Diputación tras su derrota ante Carmela Silva, del PSOE, y su paso a la Federación Gallega de Fútbol. «Louzán es antiVigo desde que lo echamos de la Diputación», clamó hace unos meses Caballero tras conocer la decisión de dejar a Vigo fuera del Mundial.
El paso del mandatario a la Federación Gallega de Fútbol le apartó de la trinchera contra Caballero, pero su camino profesional en el fútbol español le ha vuelto a cruzar con el alcalde de Vigo. Caballero no rechaza un enfrentamiento y se ha mantenido siempre contrario política y mediáticamente al Partido Popular gallego, y eso que el actual presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acude con regularidad a Balaídos.
«Louzán fue el que anunció que Vigo no estaría en el Mundial. Hizo todo lo posible para que no fuera seleccionado. ¿Tuvo presiones de Rueda y de Feijoó contra Vigo o su 'antiviguismo' fue suficiente? Exigimos transparencia o tendremos que ir a los tribunales», denunció este año Caballero.
Ser sede del Mundial 2030 supondría para Vigo un retorno económico estimado de 160 millones de euros, ahora en el aire tras la manipulación en la Federación de las candidaturas, si bien los beneficios para la ciudad serían incluso mayores si se mete en la ecuación que se quedaría con un campo adaptado a las exigencias de la competición y el impacto reputacional y la promoción turística que implica acoger un evento de semejante dimensión.
Los cálculos, en todo caso aproximados, los realiza el Ayuntamiento de Vigo, en pie de guerra tras la difusión de las informaciones de EL MUNDO. Recuerdan que el desembolso que se va a realizar en el estadio de Balaídos ronda los 65 millones de euros, en los que tienen comprometida financiación de la Xunta, y, una vez finalizado el Mundial, la ciudad se queda con el campo, de ahí ese «saldo neto mayor» por encima de los 160 millones.
Ese elevado retorno económico en juego no se le escapa a los distintos sectores económicos. César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Federación Empresarial de Turismo y Hostelería de Pontevedra, asegura que hay en juego «muchos millones». Tan solo de forma directa para la hostelería, implica más de millón y medio de euros por partido.
«alguien debería explicar las razones»
La proximidad con Portugal y la afluencia siempre garantizada a todos los partidos del Mundial garantizarían «colgar el cartel de completo en establecimientos de 30 kilómetros a la redonda», ocupar toda la capacidad hotelera de la ciudad y su área de influencia al máximo. Las perspectivas de negocio son halagüeñas y hacen que «el sector esté a la expectativa» ante una posible revisión de las sedes. «La ilusión seguimos con ella, sería una pena que se escapara esta oportunidad», señala su presidente.
Reconoce también que le sorprende la situación actual, dado que el actual presidente de la RFEF, Rafael Louzán, «es de Pontevedra y ha sido un cargo político como presidente de la Diputación muy vinculado al turismo y al deporte», y «sabe perfectamente el peso que tiene esta decisión en la provincia».
Apunta, además, que «nunca nadie ha tenido claro cuáles son los requisitos» para la designación y, aunque quiere ser «prudente» en sus valoraciones, sí apunta a que «estamos en el sistema español de 'vamos a hacerlo a dedo', porque si dos días antes éramos el estadio y dos días después alguien decide cambiarlo, alguien debería explicar las razones de ese cambio».
El recuerdo de 1982
El sector equipara el impacto de esta competición con el de la Feria Internacional de Productos del Mar y Congelados Conxemar. Un estudio del Servicio de Estudios ARDÁN y la Universidad de Vigo revela que la feria de 2023 generó 84,7 millones de euros; y sumando el volumen de negocio y la creación de empleo, eleva el impacto socioeconómico a 750 millones. En la hostelería, los tres días del evento suponen cerca de 20 millones de facturación directa.
La presidenta del Celta y Abel Caballero, en Balaídos.Salvador Sas
En todo caso, al igual que el Ayuntamiento, también la hostelería recuerda que hay un retorno no cuantificable de promoción turística, «no es sólo el impacto puramente económico a corto plazo, sino el conocimiento de la gente», una acción promocional «a nivel mundial» que les permitiría «acceder a una clientela de países de todo el mundo». El Mundial de 1982, en el que Balaídos fue sede, «tuvo una repercusión mediática impagable».
Ese beneficio reputacional no se le escapa a los aficionados. José Méndez Castro, presidente de la Federación de Peñas Celtistas, cierra filas en torno a Caballero, «el único que verdaderamente peleó» para defender la sede, y sostiene que «supondría un impulso importante para poner a Vigo en el mapa en el mundo del fútbol, que es la actividad que más mueve masas».
Los peñistas no esconden su decepción con todo lo que está sucediendo y confían en que el momento actual suponga «un punto de inflexión» para que la RFEF encare una etapa de «mayor transparencia». No apuntan directamente a la responsabilidad de Louzán, pero sí creen que debe actuar. «Si la Federación quiere darle un cambio, es el momento oportuno. Lo que sucedió, sucedió, y ahora son nuevos y tienen que ser transparentes». No creen suficiente que lo deje María Tato como «cabeza visible», sino que debe ahondarse en las responsbailidades.
La ya ex responsable de la organización del Mundial 2030 recibió por correo electrónico indicaciones sobre cómo podía modificar directamente la primera clasificación de las sedes del torneo. María Tato recibió el 27 de junio un correo de una subordinada en el que le explicaba, a petición suya, cómo alterar la tabla excel en la que habían volcado la primera lista de estadios seleccionados, en la que se encontraba inicialmente el de Balaídos. En esta comunicación, a la que ha tenido acceso EL MUNDO, se le detalla a Tato lo siguiente: "Recordad que, si decidís reducir el número de opciones de puntuación de un subfactor, lo único que tenéis que hacer es elegir solamente las opciones que queréis del desplegable de cada celda". Y se le añadía en referencia a las opciones de puntuación: "Que ahora mismo permite 5, 10, 15 y 20". Llamativamente, y a pesar de que el mail iba dirigido sólo a Tato, se dirigen a ella en plural.
La referida clasificación inicial fue modificada bajo la supervisión directa de María Tato y sin que conste que ella compartiera por correo electrónico la segunda versión con sus compañeros del Equipo del Mundial, Fernando Sanz y Jorge Mowinckel, entre otros, antes de remitirla como definitiva a la cúpula de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
La secuencia completa de los mails del proceso consultada por este diario contrasta con la versión dada durante los últimos días por la propia Tato, que sitúa la manipulación de la primera clasificación en una supuesta reunión celebrada el 26 de junio entre todos los miembros del Equipo del Mundial en la cafetería de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Dos de los integrantes de este equipo, los citados Sanz y Mowinckel, niegan la existencia de dicho encuentro y acreditan que no se encontraban en las instalaciones de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en ese momento.
Así fue la caótica reunión para decidir las sedes del Mundial 2030EL MUNDO
Subfactor A1
Cabe recordar que el día anterior, el 25 de junio, fue cuando se celebró la reunión en la RFEF en la que se evaluaron los estadios que debían albergar los partidos del Mundial que España celebrará junto a Portugal y Marruecos. De aquella reunión salió un primer excel con un ránking en el que figuraba como clasificado el estadio del Celta de Vigo con una puntuación de 10,2004 puntos, superando a Anoeta, que quedaba en ese momento fuera con 10,1226.
Sin embargo, apenas 24 horas después, el primer excel fue alterado variándose la puntuación del estadio donostiarra, que pasó de golpe a tener una puntuación de 10,6026 (hasta ese momento disponía de 10,1226). De esta manera superaba a Vigo dejando en el lugar número 12 a la opción gallega, que quedaba automáticamente eliminada.
En el caso de Anoeta se modificó al alza uno de los subfactores, vinculado al proyecto técnico, pasando de 15 a 20 puntos. Concretamente el Subfactor A1, que llevaba por título: "Considerar el nivel de intervención que debe llevarse a cabo". Este subfactor representaba el 30% de la valoración total de este apartado técnico.
"Gijón, Murcia y Valencia"
María Tato recibió al día siguiente en su correo electrónico las dos versiones de los excel a las 15.16 horas, tal y como acredita la documentación que obra en poder de este periódico conjuntamente con las indicaciones por si quería volver a realizar algún cambio más. El 28 de junio Tato remitió la clasificación retocada en favor de Anoeta a los miembros del Comité Ejecutivo de la candidatura mundialista y desechó la versión inicial que favorecía a Vigo mediante un correo electrónico remitido a las 12.43 horas.
"Estos son los documentos de trabajo con los que hemos realizado la elaboración del listado de las sedes seleccionadas", comunicó a otros responsables federativos como Elvira Andrés, Manuel Lalinde o Mowinckel. "Asimismo, adjuntamos el excel con la valoración", añadió. "Según nuestros cálculos, existen tres candidatas que no se evalúan ya que no han firmado requisitos fundamentales de la FIFA, como puede ser el acuerdo del estadio o de la ciudad por causas relacionadas con la negociación de las cláusulas de dichos acuerdos con FIFA". Se refería a "Gijón, Murcia y Valencia". "Asimismo", agregó, "la sede de Vigo tendría la menor puntuación".
Tato urgió a sus compañeros porque dijo que tenía que presentar el listado definitivo de sedes "en dos horas". "Rogamos nos deis indicaciones, en caso de no recibir ninguna entendemos que podemos proceder adelante con esta selección". Nadie contestó a ese correo.
Alberto Di Lolli
Dicha selección acabó siendo definitiva y la RFEF la hizo pública varias semanas después. El viernes 19 de julio mediante un comunicado se anunciaban los estadios que "serán incluidos como candidatos a albergar encuentros en España de la Copa del Mundo FIFA 2030 tras el trabajo desarrollado durante los últimos dos años por el Comité Ejecutivo para nuestro país de la candidatura conjunta con Marruecos y Portugal, en el que está integrado el Gobierno a través del CSD".
La RFEF desvelaba, además, que se había "analizado" la posibilidad de "ampliar hasta 13" el número de estadios, pero que las federaciones portuguesa y marroquí habían "considerado que debe respetarse la normativa FIFA, donde se establecen 20 sedes como máximo". Lo cual suponía que España contara con 11 sedes que habían sido designadas, recalcó la RFEF, mediante "una serie de baremos y criterios objetivos, en línea con lo establecido en los requisitos de candidatura de la FIFA" que versaban sobre el proyecto técnico, la operatividad, la estructura financiera, la dotación de las ciudades sedes, además del cumplimiento de los requisitos documentales y contractuales.
La indignación de Caballero
De tal manera que las sedes elegidas fueron finalmente los estadios de Anoeta, Camp Nou, Gran Canaria, La Cartuja, La Rosaleda, Metropolitano, Nueva Romareda, Cornellá-El Prat, Riazor, San Mamés y Santiago Bernabéu.
Ese mismo día, la RFEF envió a las 13.46 horas un escueto correo electrónico a la alcaldía de Vigo mediante el que se le comunicaba que no sería sede del Mundial. "La sede que representa no ha sido seleccionada para formar parte del dossier de la candidatura a la FIFA World Cup 2030. Muchas gracias por el trabajo realizado durante estos dos años, por vuestra colaboración y dedicación". Desde entonces, Abel Caballero, alcalde de Vigo, ha exigido a la RFEF que se hagan públicos los criterios por los cuales fue excluida su ciudad y ha anunciado que sus servicios jurídicos estudian cómo judicializar el escándalo.
Otra prueba más de que la opción de Vigo estaba incluida en los primeros planes de la RFEF lo confirmaba, además otro mail remitido por María Tato al actual presidente y entonces vicepresidente Rafael Louzán el 26 de junio. "Querido Rafa, te escribo unas líneas sobre la situación actual, siguiendo tus indicaciones para poder informar al detalle a Pedro (Rocha, entonces presidente de la RFEF)". Tato le contó a Louzán los "criterios de baremación" que habían estado empleando, "basándonos en los usados por la FIFA en el último Mundial elegido: Brasil 2027 Femenino".
"No se debe filtrar nada"
Le resumía que habían valorado en un "80" los "criterios técnicos" y en un "20% los documentales", pero que el Gobierno había terciado pidiendo que se introdujeran, además, "criterios estratégicos" que debían contar con un peso de un 35%. Le indicaba que el Ejecutivo quería premiar la "vecindad", es decir, "aquellas sedes que estén cerca de la frontera de los otros dos países" y que ese criterio "únicamente afecta a Vigo".
Por lo que, con la propuesta gubernamental, "garantizan la sede de Vigo", subrayaba. Por último, le apercibía de que la información que le facilitaba era "únicamente a efectos de su conocimiento y del presi", que "no se debe filtrar nada" y que contenía "datos no confirmados, sólo propuestos" hasta ese momento ya que estaban analizando si aplicaban la modificación de los baremos propuesta por el Ejecutivo. Finalmente no se aplicaron las indicaciones del Gobierno, el excel retocado se convirtió en definitivo y esta comunicación con Louzán se llevó a cabo a espaldas del resto de miembros del Equipo del Mundial 2030.