Vesely anula al Real Madrid y espanta la crisis del Barça

Vesely anula al Real Madrid y espanta la crisis del Barça

Barça 83 Real Madrid 78

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El checo, imparable, lidera el triunfo azulgrana ante un Madrid que se descompuso en el último cuarto. Tercera derrota blanca de la temporada

Campazzo, ante Vesely y Satoransky, en el Palau.Alejandro GarcíaEFE

Asomado al primer precipicio de la temporada, el Barça optó por no deshacerse tan pronto, por mostrar carácter y compromiso, por reaccionar y enderezar su destino. Nada mejor que el Real Madrid para espantar crisis. Porque casi nadie hasta ahora había empequeñecido a los de Chus Mateo, concentración máxima, defensa al límite y un líder silencioso de los que predica con el ejemplo, del esfuerzo y la batalla. Jan Vesely, acompañado por el temple de Laprovittola, fue demasiado para Tavares, para Poirier y para todo el Real Madrid. [83-78: Narración y estadísticas]

Pocas veces se presentó un clásico tan descompensado, inercias opuestas, un Real Madrid tan desbocado, un Barça tan trémulo. “El mejor rival posible”, desafío un Roger Grimau cada vez más bajo sospecha. Es difícil obtener conclusiones en estos inicios de temporadas tan frenéticos, pero los azulgrana acumulaban siete derrotas en los últimos 10 partidos -algunas tan sonrojantes, “actitudes que no son dignas”, como las recientes de Málaga o Mónaco- y los blancos 33 triunfos en 35 partidos, entre ellos los tres precedentes ante el máximo rival.

Así que cuando Brizuela, en su único destello, atinó con un triple sobre la bocina del descanso fue como una inyección de electricidad en las venas del Palau, un alivio también, pues el Madrid, dominante como acostumbra, había amenazado desde bien temprano. Ventajas ya desde el comienzo, con esos mecanismos que están grabados en la memoria de sus soldados, con Dzanan Musa acertando sus tres primeros triples y Llull como si sólo él conociera el secreto de la eterna juventud.

Willy

El Barça dudaba y apretaba los dientes. Mejor con Vesely y Laprovittola en pista. Hubo algún runrún contra Willy Hernangómez, pero el rebote era local, síntoma del afán por evitar el derrumbe total de la era Grimau tras el primer oleaje serio. Pero todavía no habían aparecido demasiado ni Tavares ni Campazzo (Deck y Rudy Fernández fueron baja y Yabusele, ya de corto dos meses después, no jugó ni un minuto).

Un triple antes y otro después del descanso, tantas veces clave. Esos pequeños detalles dieron vida a un Barça ahora duro, contundente, decidido. Grimau atinó con la clave, centímetros y físico para desactivar los puntales del Madrid. Vesely y esa sabiduría táctica suya era un tormento para un Madrid al que le costaba avanzar, ya en desventaja en el marcador (54-50, min. 27), sólo tres puntos (un triple de Hezonja) en los siete primeros minutos de la segunda parte. Pero descansó el checo y volvió a pista el desconcertante Willy. Y también el Chacho con su espíritu de rebelión, un 0-7 para acudir al acto final con ventaja visitante.

Y ahí, tras un escarceo entre Sergio Rodríguez y Laprovittola, llegó el fuego del Barça, la presión de las tribunas, un equipo encendido, una defensa sin fisuras y un líder absoluto. Retornó Vesely a la pista -para más contraste con Willy- y enchufó siete puntos seguidos (27 en total), un parcial de 16-0 y distancias nunca antes exploradas por los de Grimau (74-62, min. 35).

El principio del fin, pese a que intentó volver el Madrid con Campazzo y Hezonja, ya a la desesperada. Pero el desesperado era el Barça, el que necesitaba sí o sí reaccionar. Y lo sabía Grimau y su órdago, “el mejor rival posible”, un Rubicón que superar. Fue un triple de Laprovittola, el otro héroe azulgrana, el que sentenció a falta de minuto y medio. La segunda derrota en lo que va de Euroliga para el Madrid (31 puntos en toda la segunda parte), todavía líder, la tercera en todo el curso, la primera y única de 2024.

kpd