Una dosis de optimismo para Fernando Alonso antes de las vacaciones: “Es muy alentador”

Una dosis de optimismo para Fernando Alonso antes de las vacaciones: "Es muy alentador"

Nada más cruzar quinto la línea de meta en Hungaroring, su mejor posición del año, Fernando Alonso envió un mensaje a sus ingenieros que más bien parecía una súplica: «Ahora necesitamos cuatro o cinco carreras como esta». Por segunda vez en la temporada, gracias al séptimo puesto del imprevisible Lance Stroll, Aston Martin había puntuado con sus dos coches. Una semana después de la debacle en Spa, el equipo de Silverstone lograba encabezar la zona media de la tabla, su objetivo de mínimos para 2025. Los mecánicos recogían los bártulos, ávidos ya de vacaciones, en un clima de moderado entusiasmo, pero Alonso sólo pensaba ya en el GP de Holanda. El próximo 31 de agosto Aston Martin debe confirmar lo apuntado ayer en Hungría.

«Estas dos semanas han sido de montaña rusa. En Spa salimos últimos, con la cabeza un poco baja y preocupados para el resto del año. Aquí salimos con la sensación opuesta, con optimismo», valoró ayer el asturiano. La penosa qualy del GP de Bélgica, con sus dos coches copando la última fila de la parrilla, hizo tocar fondo a Aston Martin, pero en tres días sus ingenieros dieron al fin con la tecla. Los ajustes aerodinámicos, sumados a las peculiaridades del trazado magiar hicieron del AMR25 un monoplaza competitivo.

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De hecho, en cuanto a ritmo de carrera fue el quinto coche, con un crono promedio de 1:22.128 por vuelta, apenas 63 milésimas más lento que Red Bull. Aunque ese dato resulte meramente orientativo, ya que en el Hungaroring predomina la estrategia sobre el puro rendimiento, sí calibra la mejora. Por razones obvias, el paso adelante del AMR25 en una pista tan sinuosa se ceñía a la aerodinámica.

Imola y Silverstone

Antes de tomar la salida, el propio Alonso lo había explicado con tono pedagógico. «Es la primera carrera en la que usamos correctamente el alerón delantero y eso nos otorga ese extra en las curvas, tan importante aquí», analizó, enumerando cada paso de los tres últimos meses. A mediados de mayo, en el GP de Emilia Romagna, estrenaron paquete aerodinámico; seis semanas más tarde, durante el GP de Gran Bretaña, llegaría el nuevo suelo; tras las probaturas del GP de Bélgica, el ala delantera completó el círculo. «Las tres actualizaciones cumplen nuestras expectativas. Esto es muy alentador para nuestro proyecto de 2026», subrayó, en relación al monoplaza sobre el que ya trabaja Adrian Newey.

Ayer, Alonso supo optimizar los recursos, especialmente durante su primer relevo. Fueron 39 vueltas con el neumático medio en las que mantuvo el tipo frente a Gabriel Bortoleto y Max Verstappen. Cuando el rookie brasileño, su pupilo en la FA14 Management, quiso incordiar en las últimas vueltas, el bicampeón replicó con fiereza, incrementando el ritmo. Mucho más difícil resultaría el domingo para Mad Max, al volante de un RB25 sin agarre en las zonas lentas. El gran tirano de las últimas temporadas terminó a 72 segundos de Lando Norris. Al menos logró acabar la carrera en la misma vuelta del ganador. Lewis Hamilton no pudo decir lo mismo.

«No ha sido tan fácil como parecía, porque había que gestionar el tráfico y teníamos a Verstappen merodeando, pero todo el mundo ha estado donde debía», valoró Mike Krack, director de operaciones en pista de Aston Martin. Con estos 16 puntos, su equipo ocupa la sexta plaza del Mundial, con uno más que Sauber. Un logro insuficiente, pero que debería servir como rampa de lanzamiento de cara a la segunda mitad de Mundial. «Hay que luchar hasta el final. No nos conformamos, no nos rendimos. Hoy lo hemos demostrado, así que es un buen momento para celebrar», finalizó el luxemburgués.

Alonso, en el garaje de Aston Martin en Hungría.ASTON MARTIN

Salvar el tipo en las 10 carreras que restan se antoja imprescindible para Aston Martin. No sólo por una cuestión de decoro, sino porque cualquier paso adelante a nivel operativo será muy provechoso para el Mundial 2026. Aston Martin necesita gestionar cada fin de semana como lo ha hecho en Hungría. Sin errores de cálculo en la qualy, con un firme timón en la estrategia de carrera y con diligencia en los pit-stops, uno de sus puntos flacos a lo largo del año.

A sus 44 años, Alonso conoce de sobra el camino, aunque sea escarpado. El viernes no pudo tomar el volante, víctima de unas molestias en la espalda, y ayer sumó 10 puntos, con los que supera en la tabla a Stroll por primera vez en 2025. Su ambición nunca desfallece.

kpd