Más motor
El piloto español pierde el liderato en favor de Al-Attiyah y se queda a 33 minutos en la general
Un problema mecánico en la rueda trasera izquierda frustró este martes al español Carlos Sainz (Audi) en la tercera etapa del Rally Dakar. Estaba mejorando los tiempos del catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), pero el contratiempo, en el ecuador de la jornada, le obligó a parar más de media hora y le costó el liderato. Un día complicado para el madrileño y para la organización, que tuvo que acortar la especial por la meteorología adversa.
La etapa entre Al Ula y Ha’il, en Arabia Saudí, iba a tener 447 kilómetros de especial y 221 de enlaces, pero la lluvia y la imposibilidad de que los helicópteros que dan asistencia a los pilotos pudieran volar llevó a la organización a cortarla después de 378 kilómetros. Si bien en el caso de las motos, con victoria para el australiano Daniel Sanders (KTM), muchas pudieron alcanzar la meta, entre ellas, la del español Joan Barreda, que fue quinto con un dedo de un pie roto.
Para los coches (excepto los clásicos, para los que anuló la especial) se validaron los tiempos del penúltimo punto de control antes de la meta. A esas alturas, Sainz cedía 35:23 a Al-Attiyah, del que le separan 33:11 en la general.
Con esas circunstancias, el francés Guerlain Chicherit (Prodrive) firmó la victoria (3h.22:57) y le acompañaron en el podio el sudafricano Henk Lategan (Toyota) y el argentino Orlando Terranova (Prodrive), tercero.
De los primeros de la general, el saudí Yazeed Al Rajhi (Toyota) fue el mejor en esta entrega del raid con su quinto puesto en la general, justo por detrás del Audi del francés Stéphane Peterhansel.
Al-Attiyah, que no rodó cómodo -de hecho perdía 6:17 con Sainz en el kilómetro 184-, fue decimotercero a casi 14:30 del saudí, pero se benefició del infortunio del que era su principal oponente al Touareg en un Dakar en el que nunca se puede dar nada por sentado ni por descartado. Es imprevisible. Ahora, el segundo es Al-Rajhi a 13:19.
SANDERS SE ATREVE, BRABEC ABANDONA; BARREDA, QUINTO CON UNA FRACTURA
Sí pudieron completar la etapa la mayor parte de las motos. El australiano Daniel Sanders (GasGas) esta vez sí se atrevió ganar, al contrario de la segunda etapa, cuando aminoró el ritmo voluntariamente en la última parte de la especial para no verse obligado a abrir pista -aún no se veía en condiciones de hacerlo tras haber pasado seis operaciones de codo-. pero esta vez sí se atrevió a ganar.
En la meta el australiano se presentó con 6:19 sobre el estadounidense Skyler Howes (Husqvarna) en un Dakar que estrenó bonificaciones para los que abren pista en la primera mitad del recorrido (1,5 segundos para el primero, 1 para el segundo y 0,5 para el tercero).
El californiano Mason Klein (KTM), que guió al resto tras estrenar su palmarés de triunfos en RallyGP, acumuló 5:52 de tiempo compensado y cedió 6:59 respecto al ganador, que le arrebató el liderato de la general (ahora está a 4:04).
Una sanción de dos minutos privó al argentino Kevin Benavides (KTM) de acabar segundo y le relegó a la cuarta plaza, a 07:23 del vencedor. En la general es tercero a 6:53 sobre el argentino de Sanders.
Una clasificación en la que el español Joan Barreda (Honda) marcha quinto a 10:37 tras firmar esa misma posición en la tercera etapa, que disputó con una fractura en el primer metatarsiano del pie izquierdo. ‘Bang Bang’ tuvo que resistir el dolor y logró acabar entre los mejores.
El norteamericano Ricky Brabec (Honda), que ganó la edición de 2020, estaba a solo cinco segundos de Sanders en el kilómetro 240, pero tuvo que abandonar por una caída en el 274. Segundo favorito fuera de la pelea tras el abandono del vigente campeón, el británico Sam Sunderland (GasGas) en la primera etapa.
En el caso de las motos, se optó por conservar los tiempos en meta para los que hubieran completado la etapa, mientras que, para los demás, se estableció un cálculo en función del tiempo medio que firmaron hasta el kilómetro 335 o el 378.