Un padre denuncia ante LaLiga que ultras del Barça acosaron a su hijo autista por llevar una bufanda del Madrid

Un padre denuncia ante LaLiga que ultras del Barça acosaron a su hijo autista por llevar una bufanda del Madrid

Actualizado

Jaime acudió con su mujer y sus dos hijos al último clásico de Montjuic y vivió un infierno. “Empezaron a insultar a mi hijo de 7 años porque llevaba una bufanda del Madrid. Le llamaron ‘perro, cerdo, hijo de puta’ y le lanzaron un petardo”, explica a EL MUNDO. Lo ha denunciado ante LaLiga.

El hijo del denunciante, en Montjuic.J.F.

La familia de Jaime Fernández no olvidará fácilmente el último Barcelona-Real Madrid, celebrado el pasado sábado en el estadio Olímpico de Montjuic. Viven en un pueblo cerca de Barcelona y se acercaron al campo para intentar conseguir entradas para ver el clásico, pero no llegaron a entrar. Mientras los cuatro esperaban a las puertas del recinto, “entre 20 y 30 ultras del Barcelona“, denuncian, comenzaron a “acosar e insultar” a su hijo de 7 años, que tiene grado 1 de autismo, e incluso le terminaron lanzando un petardo que provocó los nervios del pequeño. Todo, insisten, “porque llevaba una bufanda del Real Madrid“.

Jaime, de 35 años, ha denunciado la situación ante LaLiga, que se pondrá en contacto con la familia y analizará las cámaras de Montjuic para esclarecer lo ocurrido.

“Habíamos parado en el stand de Dazn y al niño le regalaron algunas cosas. Y como le gusta más el blanco pues eligió la bufanda del Madrid”, explica Jaime en conversación con EL MUNDO, admitiendo que él en su caso “no es muy futbolero“.

Al subir hacia Montjuic, se acercaron a alguna de las puertas a ver si podían lograr tickets, y comenzaron sus problemas. “Vino un grupo de unos 20 o 25 personas, de unos 30 años, y comenzaron a rodearnos y a insultar al niño, que era el que llevaba algo del Madrid. Le dijeron ‘cerdo, perro, hijo de puta, quítate eso que lo vamos a quemar’… Todo en actitud bastante amenazante”, resume. Como se acercaba la hora del partido y la masa de gente crecía, no encontraron a ningún miembro de los Mossos d’Esquadra que les pudiera ayudar.

“Mi mujer les empezó a decir que el niño tenía autismo, que estuvieran tranquilos. Pero se venían todavía más arriba. Ahí llegó uno, sacó un petardo y lo lanzó a los pies del niño. Nos lo llevamos y le explotó a poco más de un metro. Imagínate el susto. Entró en pánico y se puso muy mal. A los niños autistas el ruido les afecta mucho y se agachó al suelo. Cogimos al niño y al pequeño, que tiene 3 años, y salimos de ahí corriendo”, relata, reconociendo que el pequeño, de nombre Arkaitz, “al día siguiente tampoco estaba bien. No entendía nada”.

Una situación lamentable que, desgraciadamente, no es la primera denunciada en los campos del fútbol español.

kpd