Valencia – Barça (21:00 h.)
El Pipo suna los mismos puntos que Gatusso, a quien se le descompuso el equipo en enero. Para el azulgrana, el partido es “una final”.
Un duelo con tintes de final, pero descafeinada. Valencia y Barça se ven las caras en Mestalla inmersos en sus propias guerras, dentro y fuera del campo, y con una diferencia abrumadora de calidad sobre el césped que sólo iguala la querencia del equipo de Xavi por caminar en el alambre. A cara o cruz los partidos siempre son abiertos y saben los culés que Mestalla se transforma para convertirse en el refuerzo que necesita Baraja mientras desde Singapur se lo niegan.
El Valencia acumula cuatro partidos sin ganar y, en los dos últimos, ni siquiera ha creado una ocasión de gol. Eso significa que desde la victoria 1-0 ante el Granada, de penalti, el equipo sólo a sumado el punto del empate frente al Celta. Vive de los 19 que le mantienen en mitad de la tabla. Son los mismos números que obtuvo la temporada a estas alturas bajo la dirección de Gattuso. Tras un inicio esperanzador, el Valencia empezó a dar síntomas tras el parón por el Mundial de Qatar, y llegó a la jornada 16 con 19 puntos. Después es donde comenzó a fallar. Perdió ante el Cádiz, Real Madrid y Valladolid y el Almería le arrancó un empate en Mestalla. Son resultados que podrían volver a darse y conducirían al equipo a un momento difícil. Al Barça le sigue la visita a Vallecas y, tras el parón navideño, Marcelino y su Villarreal pasarán por Valencia. Tres partidos complicados.
Hay otra similitud que preocupa aún más: no habrá refuerzos en enero. Sólo si hay salida de jugadores con menos minutos se estudiará algún retoque en forma de cesión. El nombre del canterano del Real Madrid Peter Federico está en la agenda. Pero nada más. «No tenemos presupuesto», dijo la presidenta Layhoon Chan a los accionistas.
«No puedo perder energía en eso»
Baraja ya lo sabe. Su plantilla es raquítica, más tras las lesiones de Gayà y las sanciones de Paulista y Javi Guerra, tres imprescindibles en su once. «La plantilla está justa en número, siempre lo he dicho, y también en competencia para que el rendimiento de todos sea más alto. Pero si económicamente no se puede… No puedo perder energía en eso», se resignó el entrenador.
Peter Lim no autoriza ni un solo gasto más y, además, no ve riesgo de descenso. «El máximo accionista no cree que haya riesgo de que el Valencia baje a Segunda», insistió la presidenta, aún sabiendo lo cerca que se estuvo la temporada pasada. Es en eso en lo que piensa la afición, que se reunirán antes del partido, una vez, para protestar. No eclipsará esta concentración el homenaje que el club rendirá a David Silva, exvalencianista y compañero de vestuario de Baraja que tendrá su lona en la fachada de Mestalla.
Malestar de Xavi
También lo fue de Xavi en la selección, pero el técnico azulgrana no está para celebraciones. Si hay un arma que juega a favor del Valencia es la propia presión que atenaza al Barça después de caer ante el Girona y en Champions. «Hace un mes iba a ser el Ferguson del Barça y ahora estoy en la calle. El club necesita estabilidad, más en la era post-Messi y en una situación económica complicadísima», recordó. «En LaLiga no estamos como tendríamos que estar, necesitamos puntos, pero se están haciendo cosas muy bien y creo que estamos a medio camino de hacer un gran Barça», sentenció.
Lejos de la rotaciones que sorprendieron ante el Amberes, Xavi recupera su once, con De Jong y la única duda de si apostar por Raphina o por la motivación extra de Ferran por volver a casa.