Pocas veces el Real Madrid se va a encontrar un triunfo más cómodo en sus visitas a las islas. Sin brillar, sin llegar ni siquiera a los 70 puntos, sin hacerlo “bonito” en palabras de Chus Mateo, pero con defensa y eficacia, los blancos sumaron su novena victoria consecutiva en ACB para mantener su liderato en solitario. El Dreamland Gran Canaria, raquítico en ataque, no fue rival. [54-69: Narración y estadísticas]
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Baskonismo y ‘lasismo’
Fue un Real Madrid de entreguerras, con la resaca del clásico y la vista puesta en su visita al OAKA del jueves, en esa Euroliga en la que tanto trabajo le queda por hacer. No pareció en ningún momento apretar el acelerador, entre otras cosas porque tampoco lo necesitó. Dominó desde el amanecer, aguantó el envite amarillo del regreso del descanso y sobrevivió a su poco acierto y a la tristísima actuación de Dzanan Musa (dos puntos en 11 minutos y -6 de valoración).
En contraste con Mario Hezonja (14 puntos y ocho rebotes), que fue esta vez ese líder que tanto quiere ser. Sin alardes, certero y poderoso desde el banquillo. Bien acompañado por Bruno Fernando y con Hugo González y Llull animando el cotarro.
Como un aviso de lo que venía, resultó una pobrísima primera mitad en el Gran Canaria Arena, el reciente escenario de la Copa. No es que se impusieran las defensas, es que nadie parecía con suficiente clarividencia como para hacer fluir el baloncesto. Especialmente los locales, que no pudieron contar por unas molestias físicas con su máximo anotador, Caleb Homesley. Pero es que tampoco atraviesan precisamente por su mejor momento del curso.
Horrible Musa
Cayeron en semifinales de Copa con el Madrid y en ACB vienen de cuatro derrotas en los últimos cinco duelos. Al descanso habían fallado 14 de los 15 triples intentados -paradójicamente, entró el de Brussino desde su campo justo cuando sonaba la bocina- y se quedaron en unos míseros 18 puntos, nueve por cuarto. Así, el Madrid, a poco que se entonó Hezonja, se fue en el marcador con demasiada facilidad.
Chus Mateo recuperó a Eli Ndiaye en el quinteto -se quedó fuera esta vez Ibaka y Rathan-Mayes ni jugó-, pero su equipo también empezó desatinado, fallando los 11 primeros triples. Fue cuestión de defensa, de dominio del rebote y de Mario Hezonja.
Nada podía seguir así, con esa atonía. Si en el arranque del partido al Granca le costó casi cuatro minutos estrenarse, a la vuelta de vestuarios ya había anotado 14 puntos en ese mismo tiempo (14-3 fue el parcial), tres triples incluidos, para cabreo de Chus Mateo y desesperación de un Musa totalmente fuera del partido. Al poco, los de Lakovic ya habían empatado (36-36). Hasta que volvió Hezonja.
Y todo quedó en un fogonazo de un Gran Canaria apático, desacertado, gris. Como si su mente estuviera en el partido de entre semana, donde se juega la vida en Eurocup ante el Reyer Venezia. Con el croata liderando, Bruno Fernando y Hugo González dejando buenos detalles y con Tavares y Campazzo descansado más de lo normal, el Madrid no tuvo ningún problema en sumar su novena de carrerilla y en mantenerse en lo alto de una ACB donde le aprietan bien Unicaja y Tenerife.