Real Madrid
El mediapunta, que llegó a debutar con Zidane, es el máximo goleador del Castilla y de la Primera RFEF. Raúl ha edificado sobre él su último proyecto en el filial, ha evitado su salida y el Madrid le ha mejorado el contrato.
«Sergio Arribas». Cuando Raúl González comenzó a planificar la temporada 2022-2023 del Real Madrid Castilla, el nombre del mediapunta de Leganés aparecía constantemente como el primero de la lista. El técnico, consciente de que este curso sería su último baile con el filial madridista antes de poner rumbo a escalones superiores del planeta fútbol, tenía, y tiene, un objetivo entre ceja y ceja: ascender a Segunda División. Un hito que sería histórico para La Fábrica y para el que trazó en verano un plan que siempre incluía a Sergio Arribas (Madrid, 2001), estrella, capitán general y después de cinco jornadas máximo goleador de la Primera RFEF con cuatro dianas. Raúl tenía razón.
Este verano, el excapitán del Real Madrid ha soltado la mano a parte de la generación que ha crecido con él estos últimos años, con la conquista de la Liga de Campeones juvenil como guinda del pastel. Miguel Gutiérrez, lateral izquierdo, ha fichado por el Girona, igual que el portero Toni Fuidias; Mario Gila, central, se ha ido a la Lazio; Iván Morante, centrocampista, voló al Ibiza; Sergio Santos, lateral, al Mirandés; Juanmi Latasa, delantero centro, salió al Getafe; Marvin Park, carrilero, a Las Palmas; y Antonio Blanco, pivote, al Cádiz.
Un flechazo desde el juvenil B
Raúl ha permitido todas las salidas y ha aceptado la estrategia del Madrid con ellos, salvo con uno: Arribas. Y no por cortar su progresión, sino para terminar de crear el molde que durante los últimos años ha ido fabricando con el talentoso zurdo. Es su ojito derecho, el jugador del que se enamoró cuando llegó al banquillo del juvenil B en 2019 y al que ha convencido para liderar por última vez el proyecto del técnico en el filial.
«Es lo mejor para ti», le ha ido repitiendo durante el verano el técnico al centrocampista, que llegó a debutar con Zidane y que estos meses ha recibido las llamadas de Girona, Alavés, Getafe y Rayo. Ha rechazado todas, en alianza con un Madrid que le ha convertido en el futbolista mejor pagado del filial, le ha renovado hasta junio de 2024 y le ha permitido continuar en la persecución del sueño y la «obsesión», cuentan, que tiene desde que entrara en el alevín del conjunto blanco hace una década: conseguir un sitio en el primer equipo.
La mirada de Ancelotti
Y para eso, nada mejor que confirmar las sospechas de Raúl. Arribas está liderando al filial, situado en puestos de Playoff tras las primeras jornadas, y ha anotado cuatro goles en cinco jornadas, dos de ellos en el último duelo del Castilla en el Di Stefano, bajo la atenta mirada de Carlo Ancelotti. El italiano, con una plantilla larguísima no ha llamado al zurdo a ninguna convocatoria, pero ya ha apuntado su nombre en la lista de candidatos para cuando las lesiones y las rotaciones de las semanas posteriores al Mundial acechen su vestuario.
Mientras, Arribas mantiene el pie en el acelerador. «Para Raúl es insustituible. Cree ciegamente en él y ha crecido física y mentalmente bajo su mandato», cuentan los que mejor conocen Valdebebas. De familia humilde anclada en Leganés, Arribas ha aparcado sus estudios universitarios para centrarse al 100% en el fútbol durante esta temporada, sabedor del desafío personal y grupal que tiene por delante.
El último ascenso del Castilla, en 2012, dio un empujón sobresaliente a las carreras de Carvajal, Nacho, Jesé, Morata o Lucas Vázquez, que encontraron acomodo en el primer equipo durante algunas temporadas. Eso busca ahora la joya de la corona del filial al que Raúl va cocinando a fuego lento. Sin prisa, sin pausa.