Sergio Scariolo, seleccionador español masculino de baloncesto, lamentó la situación que atraviesa su equipo, que de momento no tiene pista para entrenarse “en condiciones” en los dos días previos a su debut en los Juegos Olímpicos.
“No sé a qué se deben los problemas con los entrenamientos. Me gustaría saberlo, pero la realidad del jueves y del viernes es realmente muy preocupante. No tenemos en este momento la posibilidad de entrenar en condiciones justo los dos días antes del primer partido de los Juegos. Espero que haya margen para que se pueda arreglar todo esto, pero en este momento estamos muy preocupados. La federación no tiene ninguna responsabilidad en esto, ha buscado alguna opción alternativa. Pero es muy complicado”, expresó.
La expedición se plantea incluso entrenar fuera de Francia, país donde se va a celebrar la cita: “Va a ser muy complicado que podamos entrenar de una manera aceptable en Lille. Estamos muy preocupados porque la situación de los entrenamientos el día de llegada y el siguiente nos obliga posiblemente a tener incluso que salir de Francia para entrenar. Parece una absurdez, pero es la realidad en este momento, el mejor escenario”.
Scariolo hizo estas declaraciones después de que su equipo se impusiera por 107-84 a Puerto Rico en su último duelo de preparación, disputado en el WiZink Center de Madrid: “Seguimos con un déficit en el rebote que es estructural debido a las características de nuestro equipo. Pero esperemos que podamos hace un esfuerzo extra contra equipos superiores físicamente como los que nos esperan para poder compensar este hándicap”.
“Competir en los Juegos no es difícil con este equipo y estos jugadores. Siempre competimos ganemos o perdamos, no creo que vaya a ser más difícil que otras veces. El objetivo es competir y nunca estos jugadores, después de tantos años entrenándoles, me han decepcionado. No espero que lo hagan en esta ocasión”, manifestó.
Por otro lado, se refirió al homenaje que recibió su jugador Rudy Fernández en el que fue su último partido como profesional en España: “Me voy muy satisfecho con la respuesta que ha dado la afición al último partido de Rudy aquí en casa, con momentos muy emotivos y de agradecimiento por parte de todos hacia un grandísimo campeón”.
Abu Dhabi será la sede de la Final Four de la Euroliga, que tendrá lugar entre el 23 y el 25 de mayo en el Etihad Arena, recinto con capacidad para un total 12.000 espectadores. Las entradas saldrán a la venta el 26 de febrero.
La competición ha detallado, además, los horarios de los cuatro enfrentamientos. Así, las semifinales se disputarán el viernes 23 de mayo a las 19:00 y a las 22:00 horas, mientras que la lucha por el tercer y cuarto puesto y la final se celebrarán el 25 de mayo a las 18:00 y a las 21:00, siempre en horario local.
En la Euroliga compiten 18 equipos que juegan todos contra todos a dos vueltas. Los seis primeros se clasifican directamente a cuartos de final. A esa ronda se añaden otros dos que salen de unas eliminatorias que enfrentan a los que ocupan de la séptima a décima posición.
En la edición de este año participan tres equipos españoles. Con 23 de los 34 partidos de la fase regular ya disputados, el Barcelona es sexto, el Real Madrid es séptimo y el Baskonia ocupa la décimoquinta posición.
Los ganadores de los cuartos de final se clasifican para la Final Four, que decide el título y que es el tramo de competición que va a disputarse en Abu Dhabi.
El escenario, tan insólito, podría ser el siguiente. Cuando en unas semanas Sergio Scariolo anuncie la convocatoria de la selección absoluta para el próximo Eurobasket y, además, añada los nombres de la novedosa España B que la escoltará en su camino, pensando en futuro, se producirá el siguiente fenómeno: los sueldos de muchos de los jugadores del segundo combinando, más jóvenes ellos, serán superiores a la de la mayoría de los del primero. «Quitando a Santi Aldama (seis millones de dólares el próximo curso en los Grizzlies) y a los hermanos Hernangómez, los tres siguientes mayores salarios de jugadores españoles están en la NCAA», explican expertos en el mercado. La «revolución total».
Aday Mara, Baba Miller, Álvaro Folgueiras o Great Osobor ganan más que Llull, Garuba, Abalde o Brizuela. Por ejemplo. El mayor ladrón de talento del baloncesto nacional está al otro lado del charco y no es la NBA. Desde que en el verano de 2021 la liga universitaria se desprendiera de complejos y empezar a pagar a los jugadores a través del artilugio que denominó NIL (Name, image and likeness), el éxodo ha sido masivo. «Ocho de los 10 mayores proyectos de estrella del baloncesto español están formándose fuera». Ha dejado de ser una competición amateur: no pueden pagar a sus estrellas por sus logros deportivos, pero sí, por ejemplo, por su presencia en redes sociales o por participar en campañas publicitarias.
Lo que antes era rareza es ahora norma. Y al revés. Expoliados han sido Madrid y Barça, en cuyas oficinas empieza a plantearse aquello de para qué sirven sus canteras. Sergio de Larrea, campeón del mundo júnior en 2023 e inmerso a sus 19 años en los planes de Pedro Martínez en el Valencia que disputará la final de ACB, es excepción. «Seguramente ganaría más dinero en otra parte. Pero han cuidado de él y le están dando minutos... Cada decisión es un mundo», exponía hace unas semanas Juancho Hernangómez. El madridista Hugo González también entra en ese grupo, aunque el próximo draft de la NBA escribirá su futuro.
Este verano el fenómeno ha dado otra vuelta de tuerca. Es tal el músculo económico de las universidades americanas, que hasta jugadores que ya han se han asentado en ACB (o están en ello) han decidido dar el salto. Ahí están los casos de Rubén Domínguez (del Bilbao Basket a Texas A&M) o Mario Saint-Supéry (de estar cedido por Unicaja en Manresa a estar eligiendo destino en la NCAA) quien incluso abonará su cláusula de salida, en torno al medio millón de euros. También no españoles, claro. El belga De Ridder, también de Bilbao, dará el salto con casi 24 años. «Es una mezcla de todo. Lo más importante es lo económico, claro. En algunos casos es dinero que nunca van a ganar en Europa. Son salarios a los que en España sólo tiene acceso el Madrid y el Barcelona, oportunidades que no se pueden dejar pasar», explica Guillermo Bermejo, Director Europeo de la agencia You First, que desgrana un fenómeno «imparable».
Raúl Villar, con el Barça.ACB Photo
«Desde el momento en que se aprueba el NIL... El verano pasado ya se empiezan a pagar unas cantidades bastante altas. Y este año ha explotado completamente. Ante el anuncio de las normas que van a regular las cantidades pagar, tras el juicio que se está llevando a cabo, se han gastado el dinero. Va a seguir siendo un mercado que para chavales de 18 ó 19 años no existía antes y se van a seguir pagando grandes cantidades, pero seguramente no al nivel de este verano", explica, añadiendo los otros dos factores. "Por otro lado, la NCAA ha bajado la mano con los criterios de amateurismo. Antes, un jugador que hubiera cobrado de un club, era imposible. Ahora hay ciertos mecanismos que permiten eso", sigue. "Quizá la parte más compleja sea la académica. Lo que no quieren es que vayan jugadores con notas cuestionables o que no hayan aprobado el Bachillerato. Eso lo miran con lupa".
Los casos son incontables. Dame Sarr dejó tirado al Barça en plenos playoffs de la Euroliga para jugar Nike Hoop Summit, un torneo de exhibición. Lo que para cualquiera parecería una locura, tiene una argumentación. El italiano cobrará casi tres millones la próxima temporada en Duke. Del Barça también salta Raúl Villar (a Charlotte) o Mathieu Grujicic (a Ohio State), como el año pasado lo hizo Kasparas Jakucionis hacia Illinois. El éxodo en el Madrid es insólito: Gildas Giménez (Bella Vista CIA) y Sidi Gueye (Arizona) se unen a los que ya se fueron (Egor Demin, Ismaila Diagné, Jan Vide...). Juanma Ruiz, Guillermo del Pino, Lucas Marí, Ian Plattweuw... La lista es interminable.
Saint-Supéry, defendido por Huertas.ACB Photo
Una huida que no tiene por qué ser negativa, porque el panorama en España lleva siendo años desolador para el interés de los canteranos. "Esta temporada el número de jugadores seleccionables en ACB ha sido del 23%, un descenso paulatino cada año", protesta Alfonso Reyes, presidente de la ABP (sindicato de jugadores), que recuerda que los equipos españoles han estado años "esquilmando canteras de Europa y África" y ahora ven cómo el fenómeno se les vuelve en contra. Y que ve con buenos ojos, aunque "llega tarde y sin contar con la ABP", la liga sub 22 que este miércoles anunciarán la FEB y la ACB (con el respaldo económico, unos cinco millones de euros, del CSD) y en la que los equipos que participen (aún por confirmar) deben tener al menos seis jugadores seleccionables.
El caso es que la peregrinación es la comidilla del baloncesto europeo desde hace tiempo. Hace unos días, Juancho Hernangómez razonaba en Piratas del Basket: "Es una puerta que años antes no había y me parece una gran oportunidad. Si los chavales universitarios en cuatro años pueden ayudar a su familia y, por así decirlo, tener la vida hecha, ¿por qué no? ¿Cómo vas a decirle a un chaval de 19 o 20 años que no coja un millón y medio o dos millones?". "¿Quién les va a prometer minutos en ACB? Dime cuántos chavales están jugando en ACB", se quejaba. "Si se van a la NCAA, qué jugadores de 22-23 años va a haber aquí dentro de cuatro años. A qué se va a jugar, si la media de los equipos va a ser de 32 y 33 años. Me preocupa eso", exponía Ibon Navarro.
La FIBA ha intentado reaccionar, temiendo también por sus ventanas de clasificación en mitad de temporada, puesto que los chicos de la NCAA no iban a tener el permiso. "Las universidades están cada día más cerca de ser entidades comerciales, clubes profesionales, y eso desafía nuestro ecosistema", reconocía Andreas Zagklis, secretario general, que avisó: "No podemos quedarnos de brazos cruzados, ni podemos permanecer como meros observadores".
El ex jugador de baloncesto Rafa Rullán ha muerto este domingo a los 73 años de edad. Nacido en Palma de Mallorca en 1952, formó parte del Real Madrid en los 70 y en los 80, una época en la que ganó 14 Ligas, tres Copas de Europa, una Recopa, cuatro Copas Intercontinentales, 9 Copas de España y 1 Supercopa de España.
En total, fueron hasta 18 las temporadas que Rullán jugó en la primera plantilla del club blanco, una cifra que sólo ha superado recientemente Sergio Llull. Con sus 2,07 de altura, fue uno de los pívots más destacados en la época previa al despegue del baloncesto español. A medida que iban llegando a nuestra liga jugadores más altos, sobre todo extranjeros, su buen tiro de media distancia le permitió desenvolverse más lejos del aro.
Al retirarse como jugador se convirtió en delegado del primer equipo. Y posteriormente siguió vinculado a las escuelas de baloncesto de la Fundación del club y a 'Leyendas madridistas', la asociación que reúne a los antiguos jugadores.
Como recuerda la web del Real Madrid, Rafa Rullán llegó con 15 años al equipo júnior tras una de las míticas 'Operaciones Altura' con las que se trataba de atraer a deportistas jóvenes al deporte de la canasta. Jugó dos años en es categoría, subiendo habitualmente al primer equipo, y después dio el salto definitivo para seguir aprendiendo de otro mítico jugador, Clifford Luyk.
Rullán fue pieza destacada de un Real Madrid que, con Corbalán, Cabrera, Brabender, Walter, etc... dominó las competiciones españolas hasta que el Barcelona emergió como alternativa. El jugador balear, con problemas físicos, salió del equipo en la temporada 1986-87 y acabó su carrera disputando una temporada con el Villalba.
En paralelo, Rafa Rullán fue además uno de los integrantes habituales de la selección española de la época, con la que sumó 161 internacionalidades y con la que ganó la plata en el Europeo de 1973.