En la recogida de las medallas, el presidente de la RFEF se mostró eufórico con las jugadoras y acabó besando a la delantera.
Una de las imágenes que ha dejado la celebración de la victoria de la selección femenina de fútbol en el Mundial ha sido el beso de Luis Rubiales, presidente de la Federación, a Jenni Hermoso, delantera del conjunto nacional. En la recogida de las medallas de campeones, el máximo mandatario del fútbol español se mostró eufórico con las jugadoras, tanto que terminó besando en la boca a la atacante del Pachuca.
“¿Pero qué hago yo? Eh, no me ha gustado“, ha dicho Hermoso en el vestuario, en unas palabras emitidas en directo a través de Instagram. El presidente ha bajado a saludar a la plantilla al vestuario y las ha invitado a un viaje a Ibiza “a la boda de Jenni y Luis“.
Sobre la victoria, Rubiales ha asegurado que “se ha trabajado muy duro y eso que algunos no nos querían dejar”. Y dejo un recado: “Hay que dejar a la gente que haga su trabajo y ese pequeño porcentaje de gente con resentimiento debe aprender que hay que dejar trabajar y que no se puede hablar sin conocimiento”.
La victoria del Real Madrid por penaltis ante el City el fue el broche de oro para cerrar los cuartos de final de la Champions. Entre los ocho equipos que se jugaban el pase a semifinales, había tres futbolistas españoles que pasaron por las categorías inferiores de un humilde equipo situado al norte de Madrid: Rodri (Manchester City), Lucas Hernández (PSG) y Marcos Llorente (Atlético).
A pocos metros del Cerro del Espino, donde está la ciudad deportiva del Atlético de Madrid, se encuentra el centro de entrenamiento del Rayo Majadahonda. Un equipo que milita en Primera RFEF y que puede presumir de ser la cuna de varios futbolistas que tienen el honor de tener un Mundial en su palmarés, como el central Lucas Hernández y el portero Pepe Reina.
Las instalaciones son pequeñas. Todo el mundo se conoce. Cada persona que entra saluda a los que disfrutan viendo el entrenamiento y a todo aquel que pasa por allí. En el césped, Armando de la Morena, entrenador del primer equipo, da indicaciones a sus jugadores mientras el portero Cheikh Sarr, que saltó a las portadas de los periódicos hace unas semanas por el episodio racista con un aficionado del Sestao River, realiza ejercicios físicos con un preparador y otro compañero. La cafetería es el lugar perfecto de reunión. Pegada al terreno de juego y con una pequeña terraza es el sitio ideal para que jugadores y padres esperen a que acabe la sesión de los chavales.
"Enseñamos valores"
Adrián Costa es el director de la Escuela desde el pasado mes de julio y bajo su coordinación, la cantera del Majadahonda continúa con la misión de formar a jugadores que sueñan con alcanzar el fútbol profesional: «Preparamos a personas además de futbolistas. Les enseñamos valores de vida que no tienen que ver con el deporte. Nuestro objetivo es que disfruten y que aprendan jugando al fútbol», afirma sobre su filosofía de cantera.
La Escuela del Rayo Majadahonda tiene un gran equipo de captación y un departamento de psicología para un total de 60 equipos entre todas las categorías. Todos ellos con un cuerpo técnico de mínimo tres personas. Las cuotas para los futbolistas nuevos que quieran inscribirse, que jueguen en un equipo federado, empadronados en la ciudad y hasta la categoría cadete estarían, según la última información publicada en 2020, en torno a 700 euros anuales (incluyendo la equipación, la matrícula y el seguro deportivo).
Además, este año ha fundado su cantera femenina, una sección a la que espera dar mucha más visibilidad, oportunidades y recursos la temporada que viene: «Vamos a abarcar todos los niveles para que las chicas tengan toda la progresión posible. Le daremos mucha importancia, van a jugar los partidos de local aquí, con todos los servicios y tendrán un coordinador», explica con una gran motivación.
Costa lleva en el club desde los seis años, cuando coincidió con el jugador que durante más temporadas vistió la camiseta del Majadahonda en las categorías inferiores: Alejandro Arribas, ex jugador de Osasuna, Oviedo y Sevilla, entre otros, que ahora juega en la Segunda División griega. «Arribas era el mejor. Aunque fue progresando con el paso de los años. Trabajaba muy duro y recuerdo su disciplina en los entrenamientos. Llegó un momento que era un cohete», comenta Costa, entre risas. «También he visto jugar a Rodri, ya como entrenador (aunque no le dirigí) y a Munir en juveniles, pero ya me había ido del club y le veía porque seguía manteniendo relación con mucha gente. Era muy bueno. Cuando estuvo Pepe Reina yo era pequeño», añade.
Jugadores especiales, como Marcos Llorente, diferentes a los demás, pero que compartían unas cualidades indispensables que terminaron por llevarlos a la élite. «Eran muy disciplinados. Se cuidaban mucho dentro y fuera del campo y trabajaban de forma muy seria. Sobre todo, han tenido una gran pasión por el juego. Eso es lo que les diferencia. En el fútbol se pasa por momentos de todo tipo y es necesario saber sobreponerse», añade el director de la Escuela.
«Ver si alguno puede llegar alto es muy difícil. Sólo en casos muy concretos como esos se puede llegar a prever. Tienen una mayor coordinación, velocidad y un innato entendimiento del juego: miran a la izquierda y a la derecha, regatean hacia ambos lados...», comenta.
A pesar de los años y de la distancia, Costa y otros miembros del club continúan manteniendo el contacto con esas estrellas que tanto prestigio y orgullo les han dado: «Los jugadores formados aquí guardan un buen recuerdo porque somos un grupo muy familiar. Los chicos sienten lazos con quienes les han entrenado».
DANI MARTÍN
Una apuesta por la formación que también se plasma en el primer equipo, donde Dani Martín, portero de 18 años, ha sido titular durante la mayor parte de la liga, pese a ser todavía juvenil, y también con la selección española sub-19. Además, otros cinco futbolistas esperan a que De la Morena les de una oportunidad.
Saber si la Escuela podrá volver a ser la cuna de más campeones del Mundo es algo que sólo el destino y la fortuna podrán determinar, pero lo que sí es seguro es que, en Majadahonda, habrá un pequeño club que seguirá buscando el éxito.
La llama olímpica y la luz. Será a partir de las siete y media de la tarde, en la hora dorada, el momento en el que el cielo de París mejor explota sus colores, cuando la luz y el Sena hagan su magia. Atletas de todo el mundo comenzarán a desfilar en barcos y a cielo abierto por el río, símbolo del corazón de la vieja Europa. A lo largo de seis kilómetros, y a través de 17 puentes, recorrerán el París más sublime: Notre Dame, el Museo del Louvre, la Asamblea Nacional, la plaza de la Concordia, los Inválidos, el Jardín de Tullerías y, cuando el sol ya haya caído, el lugar más emblemático de todos: la Torre Eiffel.
Si no lo estropea el tiempo, según los cálculos de la organización habrá dos tercios de luz natural al atardecer. La hora elegida, los tiempos y el escenario: nadie como Francia sabe exhibir mejor la belleza. Tratará de clavarlo en esta ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, los terceros que celebra (junto a Londres, es la única ciudad con triplete) tras los de 1900 y 1924.
El Sena, que se ha limpiado y volverá a ser apto para el baño, una de las herencias olímpicas, será el hilo conductor de un espectáculo que durará tres horas y 45 minutos. Es el primero que se celebra fuera de un estadio, en el corazón de una ciudad. Francia aspira a que sea la más espectacular que se ha visto en la historia olímpica. París puede lograrlo.
La ciudad vive desde ayer una especie de calma tensa. Hay silencio, emoción contenida. No se respira un gran fervor en las calles, también hay inquietud por la seguridad. Hoy París es un niño la noche antes de que lleguen los Reyes Magos.
El espectáculo dará pasó al deporte, pero para un país como Francia, que da tanta importancia a la simbología, la tradición y la historia, este arranque es clave para poder festejar todo lo demás. El espectáculo está cronometrado y medido al segundo. Ha sido diseñado por Thomas Jolly, su director de orquesta, junto con la escritora Leïla Slimane y el historiador Patrick Boucheron.
En las Riberas del Sena, en las gradas instaladas, lo verán unas 320.000 personas y otras 50.000 en las fan zone. Se conocen algunos detalles. El evento tendrá el ADN de Francia: su pulsión revolucionaria, esa promesa de igualdad y fraternidad y el reflejo de su diversidad. Habrá un recorrido por la historia, pero será también una ceremonia de 2024. Participarán decenas de jefes de Estado, entre ellos los Reyes de España. El primer barco en zarpar por el Sena será el griego, como marca la tradición, y el último será el anfitrión. El colofón será en la Plaza de Trocadero, con la Torre Eiffel al anochecer.
Habrá bailarines, Marsellesa, varias composiciones visuales que se proyectarán en pantallas a lo largo del recorrido, y se han filtrado algunos de los momentos clave: si no hay sorpresas, Lady Gaga abrirá la actuación, Céline Dion cerrará con el Himno al amor de Édith Piaf y Aya Nakamura versionará La Bohème, de Charles Aznavour.
Quién será el deportista encargado de llevar el último tramo de la antorcha y encender el pebetero olímpico es aún una incógnita. Será en el jardín de Tullerías. Se ha hablado del ex futbolista marsellés Zinedine Zidane, de los más apreciados en Francia, o de la ex atleta Marie-José Pérec, oro olímpico. Otro de los secretos es lo que ocurra justo en la Torre Eiffel, al final del acto.
Se ha creado una burbuja se seguridad para proteger este momento. Se han confinado las riberas del Sena, inaccesibles desde hace una semana y hoy blindadas. Se cerrará el espacio aéreo durante la ceremonia en un radio de 150 kilómetros, y ningún avión podrá aterrizar en los aeropuertos parisinos. El ejército lleva semanas revisando las aguas del río, cerrado a la navegación, y se bloqueará parte del periférico, que se reservará al transporte de los atletas.
Desde hace meses se trabaja en este dispositivo, el más grande desplegado en la capital y el mayor quebradero de cabeza de cara a este acto: Hay 45.000 agentes, entre policías, gendarmes, seguridad privada, militares y policía extranjera. Había un plan B, e incluso un C, en caso de ataque inminente (que de momento no se han tenido que activar) aunque mucho menos espectaculares que el escenario del Sena al atardecer.
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JAVIER MARTÍNEZ
Enviado especial
@JavierMartnez5
Londres
Actualizado Martes,
11
julio
2023
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01:44"Ha sido uno de mis mejores partidos al resto", asegura el...