Pep Chavarría, el niño que nunca dudó que sería futbolista y el hombre que tiene momentos de bajón: “Antes las palabras depresión o ansiedad no existían”

Pep Chavarría, el niño que nunca dudó que sería futbolista y el hombre que tiene momentos de bajón: "Antes las palabras depresión o ansiedad no existían"

Pep Chavarría (Figueres, 1998) tarda en llegar a la entrevista con ELMUNDO. Tiene tratamiento y él es, ante todo y desde pequeño, un «profesional» consciente de la importancia de respetar la vida de futbolista. Una vida que siempre supo que tendría, pese a los sacrificios que conlleva.

Está muy en forma.
Hoy todos los futbolistas se cuidan al mínimo detalle porque es algo esencial, es su trabajo: alimentación, descanso, entrenamiento, preparadores físicos, fisios… Esa es la clave. Y yo desde pequeño he tenido esa disciplina de entrenar mucho y de cuidarme y lo agradezco.
¿Se entrena mucho fuera del club?
La mayoría tenemos algún entrenador personal para intentar llegar a la excelencia físicamente, pero mentalmente también, porque hay que trabajar todo. Yo lo hago.
¿Tiene coach?
Sí. Se nos pasan muchas cosas por la cabeza a lo largo de la temporada y la clave es no ser una montaña rusa, sino mantenerte estable. Ellos te hacen ver las cosas como son, tener los pies en el suelo. Cuando va muy bien no eres tan bueno y cuando va mal no eres tan malo. Se centran mucho en eso, en que tengas un equilibrio durante el curso.
¿Siempre ha sido fuerte mentalmente o ha tenido bajones?
Todos los futbolistas hemos tenido siempre algún bajón, por eso trabajo en ello. Aunque al final vas cogiendo experiencia a lo largo de los años y en esos momentos donde flaqueas un poco, tener esa ayuda siempre viene bien. Es imposible mantenerte toda la temporada al 100%.
Antes era más tabú, ¿no?
Sí, antes la palabra depresión o ansiedad no existían. Hoy las enfermedades mentales han aparecido en varios futbolistas. Se les tiene que dar mucha importancia porque creo que el 80% puede ser la cabeza y lo demás será el físico, la táctica, la técnica…
¿Cree injusto que les llamen privilegiados y no valoren eso que dice?
Es normal que lo piensen porque jugamos al fútbol y ganamos dinero, pero detrás hay muchos sacrificios. No quiere decir que no seamos privilegiados porque trabajamos de algo que nos apasiona y eso es el éxito.

El futbolista, en uno de los banquillos de Vallecas.Elena Iribas

¿Preveía así su vida de futbolista?
Desde que tenía 17, 18 años, sabía que iba a ser futbolista profesional. Era mi plan A y sólo tenía un plan A. Sí que me la había imaginado así, con muchísimo trabajo, mucho sacrificio, pero nosotros amamos esto: levantarnos para ir al gimnasio, entrenar por la tarde, tratarte, cuidarte… una rutina que cuando te la quitan, la echas de menos. Me pasa en los parones. Yo estoy siempre conectado.
¿Ve mucho fútbol?
Me encanta, si puedo veo todos los partidos de Primera e incluso de Segunda, especialmente del Zaragoza, mi ex equipo. Lo disfruto y también lo uso para aprender.
¿Usted llegó a dudar?
En ningún momento, lo tenía claro. No salgo de un filial, ni de una cantera y… no sé. ¿Sabes cuando tienes un sentimiento dentro que dices voy a llegar? Pues me pasaba eso.
¿Es más o menos difícil llegar cuando se está en una cantera?
Cuando tenía 15 estuve en Girona y me acuerdo que había muchísimos compañeros que les quería al Barça, el Atlético… Si te soy sincero, de esa época creo que no llegó ni uno a jugar como profesional. Depende de muchas cosas. Son tantos los niños que juegan en el mundo y lo desean…
Uno de ellos Lamine y mire dónde está ahora, ¿es uno de los mejores?
Está, con 17 años, siendo de los mejores extremos del mundo. Hoy ves un montón de jugadores jóvenes que con 17-18 años juegan al fútbol que parece que no tienen ninguna presión, que están en la pista de su barrio, pero hace siete u ocho años eso era casi imposible, porque no se confiaba tanto en los jóvenes. Me alegro que ahora se confíe más en ellos.

El jugador sostiene un balón en el banquillo.Elena Iribas

También es muy joven su técnico, ¿eso es bueno o es malo?
Se agradece que haya sido futbolista porque te entiende en muchos aspectos, él ha vivido lo que estamos viviendo. Nos ayuda y nos trata por igual. Él se hace imponer, pero transmite calma y serenidad.
¿Se ha planteado usted serlo?
Nunca se sabe, podría ser. Me gusta mucho ver fútbol, fijarme en lo táctico y bueno, quizá en un futuro.
¿Cómo manejaría el vestuario?
Con el coach ahí al lado porque si no, madre mía. (risas).
En el suyo no hay malos rollos, ¿verdad?
No, aquí no la verdad, yo creo que también porque llevan muchos años con un grupo que los jugadores han jugado muchas temporadas juntos, entonces los que vienen aprenden de ellos también, les inculcan los valores que tienen y esto pasa de jugador que está aquí ya contrastado y viene uno nuevo y así sucesivamente.
¿Qué es Vallecas para usted?
De los campos más especiales de Primera División. Tienes la gente a un metro, los escuchas, es un estadio donde hay mucha presión, te animan en cualquier momento, llueve y se quedan ahí … Jugar en Vallecas yo siempre he dicho que mola mucho y es muy especial.

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